✨-Capítulo 3
[🧁]
El reloj marcaba las dos de la tarde, el sol estaba en su punto más alto, y con ello el calor aumentaba mucho más.
Cierto alfa, se hallaba sentado en el suelo, frente a un pequeño ventilador color blanco en su velocidad más alta. En medio se hallaba un plato con varias rebanadas de fresca sandía cortada en triángulos, las cuales devoraba con mucho gusto.
Por otro lado, se encontraba Taehyung tirado en el suelo, solo con una enorme camiseta blanca y su ropa interior. Mantenía alzada, su libreta de bocetos, mientras que con la otra mano, sostenía su lápiz y trazaba sutiles trazos en la hoja… trataba de dibujar a su precioso alfa comiendo sandías, en serio le parecía que lucía muy atractivo y tierno a la vez, tanto que no pudo evitar ponerse a dibujarlo.
Eso hasta que una increíble idea llegó a su cabeza.
—Hobie, ¿Me dejas pintarte el cabello?
—¿Eh? —volteó a verlo con las mejillas abultadas repletas de sandía.
—Eso… —dejó su libreta de lado y gateó dulcemente hasta donde su alfa. Se acostó de nueva cuenta en el suelo y recostó la cabeza en la pierna de su mayor. Abrió la boca logrando que Hoseok se riera bajito llevando una rebanada de sandía a la boca de su chico y le diera un mordisco. —Que si… —tragó. —me dejas pintarte el cabello, ¿Por favor?
—¿Mi cabello? —ladeó la cabeza confundido. —¿Por qué?
—Estoy aburridoooo —alzó sus piernas y manos para después dejarlas caer. —ahí tengo todo lo necesario para decolorarlo y teñirlo, ¿Puedo?
—Experimentarás con mi cabello… ¿Porque estás aburrido? —soltó una baja risita tomando su última rebanada de sandía. Encogió sus hombros. —Si tu quieres hacerlo, adelante.
Taehyung soltó un chillido de emoción. Se puso de pie de un salto, sujetó a su alfa de la parte de atrás de su camisa y se lo llevó arrastrando mientras él seguía comiendo felizmente su fresca fruta.
🧁
—¡Arde! ¡Arde! ¡Ardeeeeee! —el alfa pataleaba sentado sobre la silla. —¿Por qué arde?
—Porque estoy decolorando tu cabello, resiste unos minutos más. —decía paseando sus manos por las hebras de su novio.
—¿Minutos? —abrió más sus ojos en espanto. —¿Me estás decolorando el cráneo?
—Sip. —bromeó quitándose los guantes. Pero la cara de susto de su alfa no pasó desapercibida. —Era una broma, pastelito… —Taehyung se sentó en el regazo de su mayor, colocando las piernas a cada lado. Acunó ambas mejillas y besó brevemente su boca. —Mejor concéntrate en mis besos y no en el ardor.
—Pero pica y arde… ¿Puedo rascarme?
—Nop. —unió sus labios silenciando a su alfa.
Dos horas después de tanto sufrimiento por parte de Hoseok, este se miraba al espejo muy sorprendido por cómo lucía su cabello. A su lado estaba su precioso omega mirándolo orgulloso por lo que había creado. El solo había aprendido a teñirse el cabello, después de que en la preparatoria su padre alfa le diera un rotundo no a llevarlo a alguna estética. El hombre le había prohibido pintarse el cabello. Eso, por supuesto que a Taehyung le enfureció, así que buscó tutoriales en Youtube y con sus ahorros, fue comprando el material para teñirlo él mismo, y hacer enojar a su padre.
—¡Pareces una fresa, pastelito! —saltó Taehyung emocionado.
—Rojo —musitó. —Tengo el cabello rojo…
—¿Eh? ¿N-No te gusta? —una mueca de tristeza apareció en su rostro.
—¡Me encanta, amorcito! —exclamó con una enorme sonrisa tocando su cabello. Taehyung respiró aliviado. —¿Me veo lindo?
—¡Precioso! —lo abrazó desde atrás. —Tengo al alfa más guapo del mundo~
Las mejillas de Hoseok se asimilaron al tono de su cabello al escuchar a su novio decir eso. Él no se consideraba guapo, pero si su omega le decía que se veía lindo, él se sentía lindo.
🧁
—¡Pruebate esto! —estrelló varias prendas de ropa contra el pecho del ahora pelirrojo y lo empujó hasta meterlo al vestidor de la tienda de ropa en la que se encontraban.
Taehyung pensó que era buena idea salir, para que su alfa luciera su nueva cabellera roja. Cuando llegaron al centro comercial, lo primero que hizo fue llevarlo a una tienda de ropa, decidido a comprarle algún outfit genial que combinara con su nuevo estilo de cabello.
Las demás personas los miraban con mucha curiosidad, y no era para menos, ambos se veían muy bien. Taehyung tenía un gusto exquisito para la moda y su alfa… no tanto, pero no se vestía tan mal. Por eso a Taehyung le gustaba mucho elegirle la ropa a su novio y Hoseok dejaba a su chico que lo vistiera como quisiera. Todo por verlo sonreír siempre.
Ahora habían entrado a una nueva tienda de ropa y Taehyung quería que su alfa se probara varias prendas. Entonces Hoseok se metió al vestidor y Taehyung se quedó viendo la ropa cerca. Pero cuando su alfa salió, casi se le caía la quijada, tuvo que tragar grueso… y tenía que admitir que le prendió ver a su novio con esa ropa y ese color de cabello.
—Santo cielo… —relamió sus labios acercándose a su alfa, mirándolo de arriba para abajo y rodeándolo. —Hobie te ves fantástico, te ves tan… tan… —mordió su labio. —¡Lo llevamos!
—¿Eh? Pero cuando llegamos me compraste ropa, amorcito… —hizo un puchero. —No es necesario que gastes en un atuendo más…
—Déjame consentirte… —unió sus pechos rozando los labios del pelirrojo. —Sabes que el dinero no es problema, mi padre me deposita casi todos los días y no gasto mucho… —dejó un corto besito que hizo a Hoseok temblar. —Amo comprarte cositas, alfa mío…
A Hoseok no es que le hiciera falta el dinero, su familia era de buena posición económica casi como la de Taehyung, solo que sus padres eran un poco más estrictos en ese aspecto, tenían cierta cantidad que depositaban a su cuenta cada cierto tiempo, para que lo gastara en comida, cosas de la universidad y uno que otro caprichito. Además, el departamento fue regalo de los padres del alfa cuando se mudó a Seúl para iniciar su vida universitaria.
En cambio, el padre de Taehyung, depositaba buenas cifras de dinero a cada rato en su cuenta. Era su manera de redimirse por todo el cariño que le negó a su hijo.
Pero bueno, ahora Taehyung se hallaba comiéndole la boca a su novio y Hoseok le respondía torpemente, sujetando la cintura del peliverde con timidez. —A-Amorcito… nos pueden ver…
—¿Qué... tiene? —balbuceó entre besos. —No estamos haciendo nada malo…
—Pero… m-me da vergüenza… —detuvo el beso avergonzado.
—Vergüenza robar —se rió bajito pegándose más al cuerpo de su alfa. —Además, si el problema es que nos vean… —lo empujó del pecho adentrándolo al vestidor y después cerrar la puerta detrás de él. —Ahora nadie nos verá…
Acorraló a su alfa contra la pared frente al enorme espejo, atrapó su boca contra la suya y colocó su rodilla en la entrepierna de su mayor, frotando descaradamente su miembro. Hoseok jadeó cuando su novio sujetó sus manos y las colocó sobre su cabeza. Dios, hasta la fecha seguía sorprendiéndose de lo dominante que su omega solía ser en ocasiones.
—T-Taehyung… —jadeó. —¿Qué ha-haces?
—Con esta ropa te miras tan malditamente sexy, alfa… —mordió el labio de su mayor e introdujo su mano dentro del nuevo pantalón y la ropa interior, hasta tocar el semierecto falo. —Alfa… tómame aquí…
Sin previo aviso, bajó los pantalones de Hoseok, logrando que su rostro se pusiera tan rojo como su cabello, para a continuación bajar también los suyos y ponerse contra la pared, de rodillas sobre el banquito de madera que había ahí dentro.
—¿Pastelito? —jadeó completamente excitado. Miró hacia atrás donde su alfa hacía se pie aún muy avergonzado, su erección se hallaba en todo su esplendor, pero seguía teniendo en cuenta el lugar en donde estaban.
—A-Amorcito… ¿E-Estás seguro de hacerlo aquí?
Ambos hablaban en simples susurros, cuidando de no ser escuchados. Aunque solo sería cuestión de tiempo en el que el aroma a sexo llegaría a la nariz de algún empleado de la tienda.
Taehyung se volteo sobre el banquito quedando de piernas abiertas mientras que con su mano tocaba su húmedo agujero, provocando más a su alfa. Sabía que lo estaba logrando cuando el pecho del pelirrojo comenzó a subir y a bajar con más velocidad mientras relamía sus labios.
—¿No quieres? —preguntó el omega con inocencia tocándose sin descaro alguno. Llevó un par de dedos cubiertos de lubricante a su boca y los lamió lentamente.
Y en solo unos segundos, Hoseok gruñó terminando de sacar los pantalones y ropa interior del peliverde, dejándolos caer al suelo, para entonces sujetarlo entre sus brazos. Taehyung contuvo un gritito por tan inesperada reacción, así que enredó sus piernas en la cintura de su alfa, cuando sintió que su espalda impactó contra la pared. Levantó su rostro para mirar a su alfa, lo cual no logró porque sus labios fueron capturados en un santiamén de una manera hambrienta.
Y sin previo aviso, Hoseok penetró a su chico, logrando contener el gemido con sus besos. Colocó sus manos en la parte trasera de las rodillas de su chico, presionándolo contra la pared, comenzando a dar un par de embestidas suaves. Taehyung gimió contra los labios de su alfa, desenredando sus piernas al sentirse sostenido, así que Hoseok lo alzó un poco más, sosteniéndolo mejor, arrancándole un gemido a su novio.
—S-Sí a-así… —jadeó en un susurro. —N-No te detengas…
—Shh… —rozó los labios de su chico. —No queremos ser descubiertos…
La voz grave y ronca de su alfa lo hizo temblar, amaba cuando Hoseok hacía eso… pero sus labios fueron capturados de nueva cuenta, al mismo tiempo en el que las embestidas comenzaron. El omega suspiraba, tratando de contener sus gemidos lo más posible en tanto seguía el hambriento beso de su mayor.
Estar a punto de ser descubiertos, solo volvía la situación más caliente y excitante. Siempre deseó hacerlo en un lugar público y vaya que la adrenalina que estaba sintiendo en ese momento era grandiosa.
—P-Pastelito… —murmuró sin aliento. —Me encantas tanto… eres tan… tan sexy… t-tan perfecto… ¡Mhmm!
—Te equivocas, amorcito… —susurró tan deliciosamente hundiéndose tan profundo. —el único sexy aquí… e-eres tú… amo tu trasero…
—Y yo tu pene. —mencionó rápido contra la boca de su alfa, evitando que un fuerte gemido se le escapara. —P-Pero te amo más a ti…
—Y yo a ti, mi amor… —aumentó la velocidad de sus embestidas, solo dejando que el húmedo sonido de sus cuerpos uniéndose se escuchara, acompañado de sus bajitos suspiros y respiraciones. Estaban cerca, muy cerca, el cosquilleo en sus bajos vientres avisaba del inminente orgasmo que estaba próximo a llegar…
El omega ladeó su rostro, viéndose a él y a su alfa en el enorme espejo ahí dentro. Sonrío excitandose aún más por la imagen de ellos dos unidos. En serio tenía que guardar muy bien esa imagen en su mente para poder dibujarla más tarde...
Las embestidas siguieron, entre mudos gemidos y bajas maldiciones. Los labios de ambos ya se hallaban hinchados gracias a las mordidas que se dedicaban al tratar de contener sus gemidos de placer. Taehyung se sujetaba con fuerza de los hombros del pelirrojo, presionando sus nudillos y enterrando superficialmente sus uñas gracias a las olas de placer que estaba experimentando.
—T-Tae… amor… —habló entre gruñidos. —N-No traemos preservativo…
—No importa… correte dentro… —gimoteó. —Llegando a casa me tomo la píldora…
—¿S-Seguro?
—Solo hazlo, Jung.
Y sin más preámbulos, un explosivo orgasmo se apoderó de ambos haciéndoles gruñir. Con Taehyung manchando su abdomen y camisa de su alfa. Y a Hoseok regándose en el interior de su omega… era tanto el placer que estaban experimentando, que se le olvidó por completo, salirse antes de que el nudo se hinchara. Pero ya era demasiado tarde, este ya se estaba formando y sería demasiado peligroso como doloroso intentar salir así.
—Oh no… —abrió enormemente sus ojos. —Hobie, me anudaste…
—L-Lo siento… —balbuceó nervioso. —No alcancé a salir…
Taehyung miró espantado a su alfa, quien parecía querer llorar de la preocupación. Así que rápidamente acunó sus mejillas y lo obligó a mirarlo. —Shh… está bien. —besó cortamente sus labios. —Estaremos bien, tranquilo… aún no se han dado cuenta de que estamos aquí, así que creo que podemos esperar a que el nudo baje.
El alfa asintió con un puchero en sus labios, mientras que con cuidado, sostenía bien a su omega, para separarse de la pared y ahora él sentarse en el banquito, con Taehyung quedando sentado en el regazo de su novio intentando calmarlo.
—Bebé… —volvió a sujetar sus mejillas presionandolas contra sí. —Te amo, alfa mío…
—Y yo te amo a ti… —decía sin quitar el puchero en sus labios. No podía creer que aceptó hacerlo con su novio en ese lugar.
—Me gusta tu cabello, pastelito…
—A mí me gustan tus ojos…
—Me gustan tus labios… —murmuró depositando un pequeño besito que hizo sonreír a su alfa.
—A mí me gustas tu… —lo abrazó hundiendo su nariz en el cuello de su menor, inhalando su dulce aroma a miel y fresas. Eso de verdad lo tranquilizaba.
No por mucho tiempo, porque un par de golpecitos en la puerta del probador, los pretrificó en su lugar. —Disculpen, el aroma a sexo llega hasta el mostrador…
¿Ups?
Asfghjklkgls Ave María purísima con esos dos hormonales chicos jahdjahd AaaAaa ¡Espero les haya gustado el capítulo! Nos leemos en el proximo~💙✨
—Sony🌼
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro