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✨-Capítulo 27

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Las noches de pijamada entre omegas eran increíbles.

Taehyung había sido invitado a  pasar la noche en la enorme y solitaria casa de Jungkook. Los padres del omega se la pasaban en viajes de negocios todo el tiempo y sólo regresaban de tres a cuatro veces al mes. Tampoco es que le molestara que le dejaran solo, para él mejor, pues así tenía la casa para él solito y así pasarla increíble en compañía de su alfa o haciendo fiestas de vez en cuando.

—¡No es justo, Jungkook! ¡Estás haciendo trampa!

—¿Yo? ¿Trampa? —se carcajeó. —Que te esté dando una paliza no quiere decir que haga trampa, no es mi culpa que seas tan malo jugando.

Jimin refunfuñó lanzando el mando a la alfombra cuando su amigo lo venció por milésima vez.

—Ya no juego. —murmuró llevándose un gran puñado de palomitas de maíz a la boca.

—Que mal perdedor. —le sacó la lengua. —¡Taehyung es tu turno de perder! —llamó pero este no le respondió. —¿Todavía sigue hablando con Hoseok?

Se encogió de hombros. —Yo creo que sí, últimamente están más empalagosos que nunca.

—No seas envidioso. —le lanzó palomitas a la cara y Jimin solo gruñó. —No es nuestra culpa que YoonGi no te mime así.

—¡YoonGi si me mima! —refutó. —Que no lo haga enfrente de ustedes es otra cosa. Solo le da vergüenza mostrarse cariñoso enfrente de los demás, pero cuando estamos solos es un dulce.

JK alzó una ceja. —Claro, le da vergüenza mostrarse cariñoso enfrente de todos pero no le da vergüenza manosearte el culo en nuestra cara.

El omega rubio se sonrojó.

—Y tampoco le da vergüenza casi follarte cuando se besan frente a nosotros. —dijo burlón.

—¡Cállate! —le lanzó otro puño de palomitas en la cara. —Ya déjalo, tú eres un exhibicionista.

—¿Exhibicionista?

—¡Te encanta que te escuchen gemir cuando Jin hyung te folla!

—¿Y? Para que así sepan lo bueno que es mi alfa en la cama.

—¡Aish! Tú y Taehyung son igual de sucios.

—¡Ah! ¿Y tú eres una blanca paloma? "Ay Yoonie, más duro, más, dámelo todo" —imitó la voz del omega exageradamente.

—¡Cállate! ¡¿Dónde escuchaste eso?!

—En la fiesta de Suzy. —se miró las uñas desinteresadamente.

Jimin iba a decir algo en su defensa pero en ese momento un sonriente peliverde entró al living con una llamada en curso.

—¡No! Yo te amo más, Hobie.

Jungkook y Jimin rodaron los ojos.

—¡Que no! ¡Yo más! —se sentó en la alfombra junto a sus amigos. —¡Ya! Nos vemos el lunes. —se tocó el cuello, justo sobre la marca. —Yo también te voy a extrañar mucho… sueña conmigo… Sí… Te amo mucho… Buenas noches, Hobie… ¡Yo te amo más! —colgó.

Suspiró enamorado mirando el fondo de pantalla de su celular, donde había una fotografía de él y de su alfa luciendo tan enamorados como siempre. Luego volteó a ver a sus amigos quienes le miraban con el ceño fruncido cómo si hubiera hecho la cosa más asquerosa del mundo.

—¿Qué?

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Las carcajadas burlonas de Jimin se escuchaban por toda la casa, haciendo molestar aún más al omega más joven de los tres.

—¡Nooooo!

—¡Te gané otra vez!

—¡Quiero la revancha! —Jungkook reinició la partida dispuesto a ganar esta vez. —¡Te voy a ganar!

—¡Ja! Quiero ver eso.

—Acéptalo Jungkook —habló Jimin disfrutando del sufrimiento de su amigo. —, no puedes contra Taehyung.

Y en efecto, no pudo. Taehyung era realmente bueno en ese videojuego, él era el único que le daba batalla a Jeon, pero está vez ni él pudo contra Tae y como el omega competitivo que era lo tenía muy molesto y frustrado.

—¡No! —chilló viendo la enorme mancha de refresco de fresa en su camisa.

—Y dices que tu alfa es torpe. —Jungkook se acercó a él cuidando de que no manchara también la alfombra o si no a su madre le daría un infarto.

Taehyung rodó los ojos sacándose la parte de arriba del pijama dejando su torso completamente desnudo.

—Jungkook, préstame una camisa solo traje esta para dormir… —levantó la vista encontrándose con las miradas de sus amigos clavadas en él. —¿Qué? ¿Por qué me miran así?

Pero los omegas no decían nada, estaban en shock.

—¿Chicos?

—¡Tu cuello! —chilló JK.

—¡¿Hoseok te marcó?!

—A-Ah eso… si. —tomó una suave manta que estaba doblada a su lado y se cubrió tímidamente con ella.

Había olvidado por completo que aún no le contaba a sus amigos.

—¡No puedo creerlo! —el omega más joven se acercó a él revisando la mordida muy asombrado

—¡¿Cuando te mordió?!

—Uhm… hace ya varios meses. —respondió bajito sintiendo un agradable cosquilleo en sus mejillas.

—¡¿Cómo qué meses?! —Jimin se escandalizó. —¡Pero Taehyung! ¿No se supone que nos contamos todo? ¡¿Por qué yo no sabía nada?! —estaba indignado.

—Uhh… de hecho no lo sabe nadie… sólo mi padre y mis suegras lo saben… —se encogió de hombros restándole importancia. —Hobie y yo quisimos mantenerlo privado.

—Bueno, es de respetarse… —Park se relajó un poquito bajándole a su drama. Hizo un pronunciado  puchero. —Pero yo soy tu mejor amigo.

Se avergonzó. —Lo siento.

—Y yo tengo curiosidad. —habló JK. —Porque siempre nos decías que tu papá no quería que Hoseok hyung te mordiera, que tenían que esperarse por lo menos hasta la graduación para hacerlo, ¿Qué los hizo cambiar de opinión? ¿Tu papá se enojó? ¿Te dolió?

—Bueno… —observó a sus amigos quienes le miraban con atención, por lo que dejó salir un bajo suspiro porque no le gustaba recordar la razón que los llevó a enlazarse. —solo… solo pasó.

—Taehyung, vamos. —Jeon insistió.

De verdad quería saber.

—Jungkook. —Jimin le detuvo al percatarse de que estaban incomodando a Taehyung quien parecía no querer hablar del tema. —Está bien si aún no quieres contarnos, lamento si te resultó incómoda nuestra reacción.

El omega de cabellos verdes solamente asintió agradeciéndole mentalmente a su amigo, mientras que JK hacía un puchero.

—Solo necesito que me respondas esto —habló Jimin obteniendo la atención de ambos al sonar tan serio. —No fue una marca a la fuerza, ¿Verdad?

Tanto Jungkook como Taehyung se sorprendieron por lo que acababan de escuchar.

—¿Qué? —el peliverde inmediatamente negó. —¡No! ¡Para nada! ¿Por qué piensas eso?

—Es que… P-por la forma en la que reaccionaste cuando te preguntamos, no sé —ahora se sentía avergonzado por lo que dijo. —, solo pensé eso porque ustedes hablaban siempre sobre no enlazarse hasta dentro de mucho tiempo, nos lo uh… nos lo dejaron claro muchas veces y ahora, apareces con una marca de la nada y dices que "solo pasó" —frotó su rostro. —, así que solamente pensé que quizás Hoseok te había marcado sin tu autorización… n-no sé, ¿quizás en su celo? —ya no sabía qué decir. —¡Está bien! Lo siento, lo siento solo que me preocupé porque como te dije ustedes mismos decían que aún no se enlazarían pero de repente apareces con una mordida en tu cuello y yo-

—Jimin, está bien ya entendí. —lo detuvo al darse cuenta de que estaba diciendo lo mismo de nuevo. —Gracias por preocuparte, pero ustedes saben que Hoseok no es así, él me respeta mucho y no haría algo que yo no quiero.

—¡¿Entonces tú le pediste que te marcara?! —Jungkook chilló.

—Algo… algo así. —hizo una mueca llevando tímidamente su mano sobre la mordida. Suspiró. —Yo… sólo estaba muy mal, los dos en realidad… la cosa es que cuando nos enlazamos fue en un momento en el que ambos lo necesitábamos… —desvió la mirada y bajó el volumen de su voz. —, sobre todo yo.

—Oh… entonces, ¿Fue cuando tú…?

Taehyung solo asintió y la expresión de Jimin se relajó al comprender a lo que su amigo se refería, así que decidió no tocar más ese tema para no incomodar más a su amigo. Ahora entendía por qué no parecía querer dar explicaciones.

—Iré a buscar alguna playera para ti. —dijo JK saliendo de ahí al notar el ambiente.

Porque recordar lo que le pasó a su amigo siempre le provocaba escalofríos y unas inmensas ganas de llorar.

Mientras tanto el par de amigos se quedaron ahí con solo el sonido de fondo de la película que estaban viendo. Jimin se acercó más a él recargando tímidamente su cabeza en su hombro y frotando arriba y abajo su espalda.

—Perdóname, no quería que recordaras eso.

—Tranquilo, ya comprendí que es algo que jamás olvidaré, pero que si necesito aprender a controlar para no derrumbarme cada vez que lo recuerdo. —se encogió de hombros dejando salir un bajo suspiro. —Igual, algún día tenían que saber de nuestro lazo.

Jimin no dijo nada, solamente se apegó más a su hermano del alma donde se quedaron viendo la televisión por un par de minutos, sin embargo en ese instante, la puerta de la casa se abrió dejando ver a un atractivo alfa.

—Oh, hola chicos —saludó guardando las llaves en su bolsillo.  —Jungkookie me pidió que les trajera bocadillos. —mostró las dos bolsas de plástico en su mano para después dejarla sobre una mesa. —¿Dónde está él?

—Hola, Jin hyung. —Tae le saludó.

—Acaba de subir a su habitación. —le dijo Jimin señalándole el piso de arriba.

—Ah, entonces iré a verlo.

El par de omegas solamente vieron como el alfa se marchaba escaleras arriba en busca de su novio. Tanto Jimin como Taehyung no le tomaron mucha importancia, por lo que Jimin se puso de pie para ir por las bolsas y revisar su contenido encontrando muchas frituras, chocolates, jugos y dulces, que rápidamente se llevó hasta donde estaba su amigo.

—Y dime… ¿te dolió? —molestó ya ambos más relajados comiendo dulces. Claro que no se iba a quedar con las ganas de preguntar eso.

Taehyung rió bajito dándole un codazo.

—No lo recuerdo muy bien porque un océano de emociones me invadieron, fue increíble. —suspiró recordando como el amor de Hoseok lo cubrió de pies a cabeza llenando su corazón y su alma.

Jimin chilló. —¡Qué genial! ¿Entonces sientes todo lo que él siente y viceversa?

—Sip. —se llevó una felizmente una fritura a la boca. —Es asombroso, no sé cómo es que vivimos tanto tiempo sin estar enlazados.

—Aww que bonito. —lloriqueó deseando algo así. —Ustedes se aman tan lindo.

Tae rió. —No puedo imaginarme sin Hoseok en mi vida…

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Frunció el ceño al ver el mensaje de buenas noches de su madre al cual no se tomó la molestia de responder más que con un simple emoji con un pulgar alzado.

No le había comentado a sus amigos pero la razón por la que los había invitado a pasar el fin de semana en su casa fue porque comenzaba a sentirse solo. Estaba acostumbrado a quedarse solo por mucho tiempo debido a los trabajos de sus padres que conllevan muchos viajes al extranjero. Pero últimamente la casa le parecía enorme… aunque prácticamente si era enorme, también le hacía sentir muy solitario.

Además las últimas dos semanas Jin no había podido quedarse a dormir por lo que más solo se sentía.

Hizo una mueca levantándose de la cama para abrir unos cajones y buscar alguna camisa para su amigo, donde después de encontrar una con un estampado de iron man sintió como unos brazos le rodearon desde atrás.

—Hyung… —murmuró al percibir su aroma a petricor.

—Hola, conejito.

JK se giró esbozando una feliz sonrisa al encontrarse con su novio.

—¡Llegaste! —dio un saltito para colgarse de su cuello y estampar los labios sobre los suyos.

Seokjin obviamente no se negó a tal bienvenida correspondiendo gustosamente ese delicioso beso colocando sus manos sobre las caderas ajenas. No obstante terminó trastabillando cuando su conejito dio otro salto para enredar las piernas en su cintura.

El alfa le sujetó del trasero comenzando a amasarlo mientras retrocedía hasta que la parte trasera de sus rodillas chocaron con el colchón, por lo que sin dejar de besarse, se sentó en la cama para después dejarse caer de espaldas con un omega muy hambriento sobre si.

Jeon besaba, chupaba, mordía los gruesos labios de su alfa con mucha necesidad. ¡Santa luna! Cuánto amaba esos esponjosos labios, esos mismos que amaban besarle y no solo la boca… esos mismos que le habían otorgado cientos de orgasmos al besar las zonas adecuadas, esos mismos que lo llevaban al cielo y al infierno.

Con una increíble desesperación y habilidad adquirida con los años, comenzó a desabrochar el pantalón de su alfa, al mismo tiempo en el que él también le desvestía. ¡Dios! Ni siquiera les importaba que Jimin y Taehyung estuvieran en el piso de abajo y que pudieran escucharlos.

Eran un par de calenturientos, no lo iban a negar, pues desde que se conocieron su relación fue así… ardiente. Pues el noventa por ciento de las veces en las que estaban juntos, terminaban haciendo el amor. Se amaban, si, muchísimo, pero para ser sinceros, el sexo era la base de su relación, no podían no tocarse y hundirse en el placer juntos sin importar la hora y el lugar.

Jungkook había oído de las aventuras de Taehyung y Hoseok, pero definitivamente él y SeokJin les ganaban porque ellos no tenían pudor alguno si llegaban a ser descubiertos. Porque cuando estaban juntos se convertían en unos jóvenes controlados casi cien por ciento por sus hormonas. Ninguno sentía vergüenza alguna, simplemente si les entraban las ganas, buscaban aunque sea un baño público o el lugar más oscuro para poder hacerlo.

De hecho, la primera vez que estuvieron completamente solos fue cuando Jungkook los encerró en las duchas de la preparatoria. SeokJin había terminado sus entrenamientos de basket, solo que él siempre se metía a las duchas después de que todos sus compañeros se iban… pero no se esperó en lo absoluto que un atrevido omega cerrara con seguro las duchas y le confesara cuánto le gustaba y que aceptara cortejarlo para enamorarlo.

SeokJin estaba mudo porque ¿No se supone que son los alfas los que tienen que cortejar a los omegas y no los omegas los que deben de cortejar a los alfas?

Sobre todo no se esperó que el omega le terminara robando un profundo beso que rápidamente calentó las cosas. Porque ninguno se resistió, sus cuerpos habían reaccionado positivamente al otro… por lo que fue cuestión de minutos para que SeokJin estuviera empotrado al encantador y atrevido omega bajo la lluvia artificial de una de las duchas mientras se besaban para contener los duros gemidos de ambos.

Había sido tan bueno, que en ese mismo rato repitieron una vez más su acto. Terminando con marcas en sus cuerpos, sobre todo en sus cuellos que delataron lo que habían hecho, porque los rumores empezaron a volar y por más que SeokJin trataba de negarlo insistiendo que era una alergia, aparecía Jungkook luciendo muy feliz las marcas en su cuello avivando todos esos rumores.

Pero fue cuestión de tiempo para que SeokJin cayera en los encantos del omega, donde un lunes en la mañana todos los rumores fueron aclarados cuando alfa y omega ingresaron a la institución tomados de la mano y después se besaron profundamente frente a todos dejándolos callados y confirmando el inicio de su relación.

—¿Eso es todo lo que tienes? —murmuró amasando los glúteos ajenos. —¿Mi conejito ya se cansó?

—J-Jamás… —gruñó impulsándose con sus manos en el firme pecho de su alfa.

—Entonces quiero verte saltar más rápido…

—¿Me estás retando? —gruñó una vez más.

—Tal vez…

Y bueno, Jungkook se movió lo más rápido que sus temblorosas piernas le permitieron, porque ni siquiera cuánto mantenían relaciones dejaba de ser ese omega competitivo. Era lo mejor, porque ganaba y al mismo tiempo conseguía placer.

No obstante en un santiamén, SeokJin cambió de posiciones dejando a su omega debajo de su cuerpo para comenzar a arremeter contra él, tal como a ambos les gustaba.

Ya habían practicado casi de todo, por lo que sabían muy bien cuál era el ritmo perfecto para ellos.

—Te extrañé. —dijo Jungkook rozando sus labios robándole pequeños besos.

Tenían cerca de cinco minutos de haber terminado, así que ambos se quedaron completamente satisfechos y a medio vestir sobre la cama, regalándose dulces mimos.

—Y yo a ti. —le besó cortamente para después besarle la mejilla y después deslizarse al cuello que le sacó un agradable suspiro al omega.

—¿Te quedas? —pidió cerrando sus ojos y así disfrutar mejor de los besos en su cuello. —No creo que a los chicos les moleste.

—No puedo, Bunny. —detuvo sus besos notando el desánimo en su novio. —Mañana a primera hora me iré con mi padre a Busan.

Jeon abultó sus labios dejando caer su frente en el fuerte hombro del alfa.

—Lo siento… —le dijo bajito caminando a la cama y sentándose en ella sin soltar a su omega. —Sabes que mi padre quiere que me haga cargo de su empresa en unos años, por eso me está presentando a todos sus socios y preparándome.

—Lo sé, pero no es justo… —murmuró en berrinche. —Primero mis padres no están conmigo por culpa de su trabajo y ahora mi novio también hace lo mismo.

—Solo será por un tiempo, aún necesito organizarme bien.

—Uhm… —abultó más sus labios. —Solo dime que iremos a ese viaje a las Maldivas que me habías prometido.

—¿Cuando no he cumplido alguna de mis promesas?

—Bien, tu ganas.

—Tendremos una de esas cabañas una semana entera —le abrazó, besándole la mejilla. —, para nosotros solos.

—Espero que estés en forma, porque ni un día de los que estemos ahí te dejaré descansar, eh.

—De igual manera no pensaba ir a descansar —se rió roncamente cerca de su oído. —, porque yo tampoco planeo dejarte descansar.

—¡Ah! —se separó rápidamente del abrazo sintiendo su piel erizarase. SeokJin rió al verlo vestirse con prisa. —Será mejor que bajemos, o si no habrá otra ronda de gemidos aquí adentro… y ahora que lo recuerdo, llevamos casi una hora aquí y no le he llevado esta camisa a Taehyung.

—Oh, ¿Y eso? —preguntó acomodando su pantalón correctamente.

—El tonto la mojó con refresco de fresa. —se burló. —Aunque… gracias a eso Jimin y yo descubrimos algo.

—¿Ah, si? —se acercó a él, rodeándole de la cintura. — ¿Y qué es?

—Tiene una mordida en su cuello… Hoseok y él están enlazados.

—¿Qué? ¿En serio? —vaya que no se lo esperaba… al menos no aún.

—Sí… —se giró para mirar a su alfa a la cara. —Hyung, uh… algún día, ¿Podré tener tu marca?

SeokJin sonrió sintiendo a su lobo aullar en su pecho con auténtica felicidad.

Le acarició la mejilla mirándole fijamente a los ojos para decirle. —Por supuesto que sí, Jungkookie.

¡hola de nuevo! aquí les mostré un poco de una de nuestras parejas secundarias, porque hace mucho me habían pedido que escribiera de ellos, aunque tengo pensado escribir un capítulo donde se hable con más detalle de como iniciaron su relación, tal como la del yoonmin, ¿qué dicen? ¿les gustaría?

por cierto... supongo que algunos recuerdan el inicio de este capítulo, ¿no es así? es uno de los capítulos que anulé hace un tiempo, solo que ahora lo modifiqué 😈 espero les haya gustado💙

¡Nos leemos en el próximo capítulo!

—love, sony.💙

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