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La luna estaba en su punto más alto, tan brillante y esplendorosa, bañando la entera ciudad con su bella luz plata.

Eran cerca de las dos de la mañana, al parecer ya todos dormían… exceptuando en un apartamento cerca del parque y del río Han.

Una linda parejita estaba muy ocupada amándose sin importarle que hora fuera, porque después de todo era fin de semana y no tenían ninguna preocupación de levantarse temprano.

Luego de haberse duchado, se colocaron sus pijamas y fueron juntos a la cama donde con su habitación oscura y la ventana abierta, se abrazaron, besaron y acariciaron entre dulces risitas y distintas anécdotas de las cosas vividas durante la semana y también rememorando uno que otro recuerdo de sus infancias.

Las horas pasaron que ni cuenta se dieron, amaban charlar entre ellos. Pero entre uno de los tantos besos que se dieron, la temperatura en sus cuerpos aumentó tal como la intensidad de sus roces, que les hacía desprender feromonas sin control, mientras la ropa les comenzaba a estorbar y la necesidad de convertirse en uno era más que urgente.

El orgasmo que les alcanzó fue exquisito… violento, tanto que habían perdido el aliento y sentían que el corazón se les saldría de sus pechos por lo bueno que había sido.

—Respira… —le decía el alfa acariciando su pecho sintiendo los latidos acelerados.

Se hallaban en posición de cucharita, siendo Taehyung la cuchara más pequeña, siendo mimado por su amado alfa. Aún se hallaban unidos gracias al nudo, ya habían pasado varios minutos pero el corazón del de cabellos verdes se rehusaba a tranquilizarse, al igual que los temblores en su cuerpo y no lograba regular su respiración.

—Eso es… de nuevo. —le decía sin dejar de depositar tiernos besitos en la nuca de su precioso omega, acariciándole el pecho y aún sintiéndolo temblar entre sus brazos. —Una vez más, respira profundo… y exhala.

El omega acataba los pedidos de su novio, inhalando y exhalando para poder calmar su acelerado corazón. Sentía las delicadas caricias a lo largo de su pecho y abdomen, al igual que los dulces besitos en su nuca y cuello, al igual que las ligeras lamidas en la marca recién renovada. Hoseok estaba dejando salir su aroma con más intensidad para relajar a su chico, pero sin dejar de atenderle con más besos y caricias, junto con un agarre posesivo alrededor de la estrecha cintura.

A Taehyung le encantaba esa faceta de alfa posesivo y protector. Casi nunca salía a la luz, pero cuando lo hacía, Hoseok se encargaba de que todo estuviera bien con su omega, se preocupaba mucho hasta por lo más mínimo, por eso ahora mismo no quería alejarse de él ni un solo centímetro hasta que no percibiera esos latidos más calmados y los temblores en su precioso cuerpo se detuvieran.

Tae se giró solo un poquitito para regalarle una hermosa sonrisa a su alfa y después besarle los labios cortamente seguido de un bajito: —Gracias.

El alfa sonrió besándole la mejilla y continuando con sus mimos, sintiéndose más tranquilo al percibir a su omega más calmado. Taehyung ronroneaba gustoso al sentir las manos de su alfa en su piel, y qué decir de esos húmedos y tiernos besos en su nuca y cuello.

Los dos soltaron un bajito suspiro cuando el nudo bajó, abriendo paso a una nueva erección. Taehyung gimió con suavidad empujando su trasero, pero el alfa lo detuvo.

—¿Qué pasa? —preguntó bajito ladeando su rostro para alcanzar a verle. —¿No quieres hacerlo de nuevo?

—No es eso… —salió del interior de su omega haciéndole pucherear. —, solo dame unos segundos para ponerme un condón nuevo.

—Oh… —se sonrojó.

Su alfa tenía razón, había anudado así que daba por hecho que el condón se hallaba lleno de su semilla, por lo que cambiarlo era justo y necesario.

—Esta vez lo haremos despacio. —dijo acomodándose en la misma posición de cucharita detrás de su novio. —¿Si?

Tae asintió suspirando por las nuevas caricias en su cuerpo. Hoseok hundió su rostro en el cuello de su amado omega, al mismo tiempo en el que deslizaba su mano a lo largo de su anatomía para finalmente volver a detenerse en su pecho, el cual comenzaba a subir y a bajar con profundidad, anticipando lo que se vendría.

Con su otra mano sujetó su miembro comenzando a adentrarse entre ese par de mejillas, hasta que con la punta, tocó la humedecida y sensible entrada. Una vez se alineó, rodeó la cintura de su omega, posando su mano en el vientre bajo para ayudarse a entrar, pero no contó con que Tae empujaría sus caderas hacia atrás antes que él, así penetrándose de golpe.

El omega gimió con mucho gusto, pues no había nada de dolor, ni incomodidad, porque lo acababan de hacer, así que aún se encontraba lo suficientemente dilatado como para ir lento.

—¿Estás bien? —le preguntó casi de inmediato. —Amor, sabes que no me gusta que hagas eso, te puedes lastimar…

—Estoy más que bien, te lo prometo. —susurró ladeando su rostro encontrándose con la expresión preocupada de su alfa. Le besó. —Continuemos, ¿Si?

Hoseok suspiró bajito y asintió volviendo a hundir su rostro en el sensible cuello de su omega, para finalmente empujar sus caderas hacia atrás, y luego hacia adelante lentamente, siendo muy bien recibido por las cálidas paredes en las cuales se podía deslizar con una increíble facilidad.

Taehyung gimió con su piel erizándose y arqueando su espalda por lo bien que se sentía cada lenta y profunda estocada. Su alfa era increíble en la cama, podía hacerlo de cualquier manera, rudo, lento, pasional… siempre lo llevaba al cielo.

El aliento de Hoseok chocaba contra la oreja de Tae, permitiéndole escuchar sus suspiros, gruñidos y sutiles maldiciones que solamente le prendían más. La mano del alfa recorrió la pierna de su omega, para detenerse en la cadera y desplazarla traviesamente hasta la entrepierna y así poder alzarla un poco.

Las embestidas no eran rápidas, eran tan solo lentas… profundas… tan buenas, que el omega no se sentía en la necesidad de pedir más velocidad, pues con esos excelentes movimientos de cadera que su alfa poseía, su punto dulce estaba siendo golpeado deliciosamente que ya comenzaba a ver estrellas tras sus párpados.

—Hobiee~ —gimoteó.

Pero el alfa simplemente se dedicó a continuar con sus profundos movimientos a la vez en la que regaba besos y mordiscos a lo largo de todo el cuello de su omega, muy seguro de estar dejando marcas, cosa que a Taehyung le encantaba.

—¡Ah! —chilló cuando su sensible y goteante miembro fue apresado entre la cálida mano de su alfa, comenzando a frotarlo para ayudarle a alcanzar el orgasmo más luego. —Alfaaa~

El ansiado cosquilleo en sus vientres hizo su aparición, haciéndoles saber que el clímax estaba más cerca de lo esperado.

Taehyung también movía sus caderas, mordiendo su propio labio, percibiendo aquella conocida corriente a través de todo su cuerpo, al mismo tiempo que se derretía en la mano de su amado alfa después de un par de estocadas más. Cada centímetro de su ser siendo recorrido por el exquisito placer que solo su alfa era capaz de otorgarle.

En cambio Hoseok se aferró al cuerpo de su omega, alcanzando a salir antes de que el nudo los dejara unidos. Los dos temblaban, disfrutando de cada una de las sensaciones, sudorosos, extasiados, agotados… pero muy satisfechos.

Ninguno dijo nada por varios minutos en lo que trataban de reponerse. Solo se escuchaban sus respiraciones y los fuertes latidos de sus corazones resonando en sus oídos.

Al poco tiempo, Hoseok se recargó ligeramente en su codo para mirar a su omega con los ojos cerrados. Le besó profundamente la mejilla manteniendo su boca y nariz hundida por aproximadamente cinco segundos repartiendo rápidos y sonoros besitos que solo le sacaron una tierna risita.

—¿Dormimos? —preguntó el alfa acariciando la pierna de su omega sin dobles intenciones.

Pero antes de responder, un sonoro gruñido proveniente del estómago de Taehyung les hizo reír.

—¿Mi omega tiene hambre? —preguntó entre risas abrazándolo cariñosamente.

—Sí~ —respondió dejándose mimar. —Alfaaaa~ alimentame, me has dejado sin energías.

Se rió. —A mi omega lo que pida.

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El reloj analógico en la pared de la cocina marcaba las 3:07AM y un alfa tarareaba felizmente mientras preparaba un par de deliciosos sándwiches con mucho jamón, queso, tomate, aguacate, lechuga y aderezo de chipotle. Los favoritos de su omega.

Mientras que Taehyung lo miraba con tremendos ojos de enamorado desde el banquito alto de la isleta que estaba en medio de la cocina. Tenía una increíble vista de su alfa sin duda alguna, pues solo se había colocado aquellos bóxers de color gris, dejando a la vista su espalda con varios rasguños por aquí y por allá, producto de su reciente sesión de amor en la cama.

El omega mantenía una mano recargada en su mejilla sin dejar de ver a su alfa, que lucía tan sexy y lindo al mismo tiempo, con aquellos cabellos rojizos revueltos, y sin dejar de tararear una animada canción.

Se sentía tan jodidamente afortunado de tener a Hoseok en su vida. Momentos así de sencillos y domésticos, le hacían darse cuenta de lo increíble que era tener a un alfa como él. Lo tenía todo, absolutamente todo. Era el chico más dulce, risueño y amable que podía existir, pero al mismo tiempo podría comportarse de una manera tan seria y dominante, también era sumamente atento, dulce, cariñoso, tierno… pero en la cama se transformaba y nadie, absolutamente nadie más que Taehyung, conocía esa increíble dualidad de su chico. Hoseok lo tenía todo.

—Un sándwich de madrugada, ¡Listo! —le dejó el plato frente a él. —De beber, ¿Quieres jugo de mandarina o leche?

—Un vaso de leche, por favor. —le dio un mordisco a su sándwich gimiendo gustoso. —Amo tus sándwiches, pastelito~

Hoseok se rió dejando junto al plato un vaso de cristal con leche, donde después de guardar todo en el refrigerador, rodeó la isleta y se colocó tras su omega, abrazándolo delicadamente de la cintura. Posó sus labios en la fresca marca dejando un par de besitos que hicieron a Taehyung sonreír sin dejar de masticar felizmente.

El omega acercó su sándwich a la boca de su alfa invitándolo, quien gustosamente aceptó haciendo un feroz pero adorable sonido al momento de propinarle un mordisco, sacándole una risita.

Sin más, los dos, ahí en la cocina en medio de la madrugada, disfrutaron de sus deliciosos sándwiches compartiendolos mutuamente como si no fueran iguales. Una vez terminaron de comer, dejaron los platos y vasos en el fregadero, ya en la mañana los lavarían.

Taehyung soltó un chillido cuando fue inesperadamente alzado en los brazos de su alfa quien le besó cariñosamente los labios caminando rumbo de regreso a la habitación para finalmente dormir… o al menos eso planeaba.

Cuando depositó a su omega en la cama, rápidamente se acomodó a su lado, pero no contaba con que Taehyung se subiría a su regazo con una increíble velocidad, meneando sus caderas traviesamente.

—Tu no quieres dormir aún, ¿verdad? —le dijo con una risita.

—De repente me siento con más energías, alfa…

—Oh, ya entiendo… todo esto formaba parte de tu plan, ¿no es así?

—Me declaro culpable. —se inclinó robándole un beso sin dejar de moverse en círculos. —¿Una ronda más antes de dormir?

El alfa sonrió ladinamente con sus pupilas dilatándose. Sujetó a su omega de la cintura para girarlo rápidamente y dejarlo bajo su cuerpo.

—¿No preferirías continuar hasta el amanecer?

El omega mordió su labio inferior, tentado por la propuesta, así que enredó sus brazos en el cuello de su alfa y antes de besarlo susurró: —Hasta el amanecer…

ay me gustó escribir este capítulo tan bonito y doméstico 🥰

de verdad espero les guste, no me siento muy bien así que no sé cómo es que lo escribí ajhdajjd pensaba posponer este capítulo para otro día pero ayer, prácticamente les había prometido que publicaría uno y ustedes ya se habían emocionado y no quería decepcionarles TT

Pero weno~ todo por mis preciosos girasoles, ¡Nos leemos en el próximo capítulo!💙

—Sony🌼