Mi nombre es Bloom hija segunda del rey Oritel y la reina Miriam de Domino, princesa Bloom de Domino para ser precisos... y reina de Eraklyon.

Los tambores resonaron por toda la habitación haciendo estremecer incluso a las más pequeñas de las hormigas. Ya están aquí.

Respire unas cuantas veces y sonreí justo a tiempo para dejar ver a nuestros maravillosos invitados, claro, siempre debía ser así, una gran fiesta a una gran noticia, una gran alegría, una farsa total. Me enferma.

Aveces sola en mi habitación me veo al espejo y veo el espectacular trabajo que he llevado acabo durante al menos tres años, hubiese sido maravilloso saber eso cuando aún estaba en la tierra, antes de venir aquí, porque si hubiese sido de esa forma probablemente nunca hubiese conocido a Stella, no hubiese venido aquí, no hubiese conocido a Sky y no estaría pasando por esta situación... bueno, no se puede tener todo en la vida.

El magnífico rey de Eraklyon saludó a la multitud con su sonrisa y tiro del brazo de su mujer para que lo acompañara a saludar uno a uno a los invitados.

Dieron las gracias por asistir a la celebración e invitaron a disfrutar de la velada. Y fue cuando se toparon con los reyes de Solaria.

- Hay que hacer esto rápido.- Susurro Bloom a su marido mientras se encaminaban hacia donde estaban los reyes.

- Gracias por venir... disfruten, tenemos de todo para ustedes y ya luego hablaremos del segundo asunto de esta noche

Bloom se permitió por un momento ver por las ventanas inmensas que llevaban al jardín, se veía hermoso, nítido, todo completamente en su lugar, mágico, tal y como Vanessa, su madre le había leído, en algún libro cuando era una niña, una niña inocente...

- Felicidades por tu embarazo Bloom.- Interrumpió Stella.

Bloom la observó. No es la Stella que conocí. Ella había cambiado, era tímida, casi no hablaba, había dejado que todo se fuera al carajo cuando su padre falleció y le tocó llevar el peso de la corona sola, encima estaba lo de Brandon... tal vez ella no era la culpable, siempre había tenido una vida difícil aún cuando era una princesa, pero igualmente tuvo todo lo que siempre quiso de eso Bloom estaba segura. Y fue eso lo que la llevo donde estaban ahora.

- Reyna Bloom - Sky le apretó el brazo en señal de que dejara la antipatía para más tarde cuando el arreglo sea oficial - Tus felicitaciones son bien recibidas, gracias.

- ¿Vieron a los demás? - Interrogó Brandon

- Son los primeros a los que visualizamos a decir verdad - Sky sintió como su mujer estaba dispuesta a dejar morir la conversación pero el no lo dejaría, quisiera o no la antigua Bloom debía regresar esa noche.

- ¿Qué hace ella aquí? - Stella solo miraba fijamente a la peli negra hija de los reyes de Baltonom. Por un momento Bloom recordó todo lo que había pasado en su último año en Magic.

Todos la veían, cada uno de ellos la observaba detenidamente, feliz, sonriente, viva.

- Nos disculpan - Dijo Bloom - Debemos saludar a los demás invitados.

Y sin más Bloom junto a Sky hicieron frente a los demonios que amenazaban con volver a atacar nuevamente. Ese año. Todo se dijo. Todo salió a flote. Todo se vino a bajo. Todos se habían quebrado.

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La fiesta era un existo, eso le había dicho su esposo, ella no sabía si reír o llorar por ende estuvo rodeada cerca de personas que menos le desagradaban cuando su marido debía tomar la palabra o algún rey iniciaba una conversación en la que no le aparecía participar.

- ¿Bloom? ¿Tienes un minuto?

Bloom frunció el ceño.

- ¿Cuál es el objetivo de esta reunión?.-

- Si chicas, tengo una cita con Brandon.- Stella sonreír de oreja a oreja

- Lo más probable es que sea para darnos una felicitación, apenas estamos a medio año y ya todas hemos logrados conseguir el encantrix.- Se adelantó Tecna - O nos quieren para saber que le paso al ala oeste - Todas ríen.

- No puedo creer que ya hayan pasado tres años.- Bloom se detuvo y las vio a todas - Hagamos un juramento, pase lo que pase las Winx siempre estarán unidas

- Lo juramos - Juntas sus manos - Todas para una y ¡Una para todas!

- ¡¿Bloom?! Es descortés ignorar a uno de tus invitados - Soltó Flora - He dicho que ¿Cuál es el objetivo de esta reunión?

Bloom volvió a la realidad después de escuchar a Flora. Se veía a leguas que no estaba de humor. Igual que Stella, ella ya no es la misma. No hay un solo rastro de la Flora que conocí.

- No tengo idea, se supone que Sky hablo con ustedes ¿No por ello están aquí?

- Sky hablo exclusivamente con Helio y este no ha dicho ni pío.

- Bueno, debemos de esperar entonces...

- ¿Acaso tu matrimonio no está bien? - Flora la miro de arriba a bajo - No me digas que tu embarazo es solo una distracción para el pueblo.

Bloom no soporto más y dejo caer la bomba:- ¿Y tu y Helio? Me han hecho saber que la reina de Lynphea le hace visitas nada formales a tu marido cuando tú estás atendiendo asuntos reales... debe de ser una pena ¿no? Tu siendo junto a tu marido los encargados de transmitir y ayudar todas las dudas del pueblo de Lymphea así como lo haría un primer ministro en la tierra hace constar lo ocupados que están para pasar tiempo juntos.- Bloom la vio con odio - No me sorprendería que él prefiera jugar a las escondidas con alguien más.

- Mira bien Bloom - La toma de un brazo - Tu podrás ser muy la dama y señora de este palacio y reina todo lo que quieras pero te lo advierto niña, tu y todas las demás han estado hostigando e y mandándome cartas anónimas diciendo miles de barbaridades a más no poder. Sigan así y les aseguro que no me importará hacerles daño, total tu eres un fruto podrido igual que todos aquí.

- Vaya, vaya, ¿El leon salió de la jaula? - Intervino la recién llegada

- Suéltame - Espeto Bloom y de un jalón se saco a Flora de encima - ¿Qué quieres tu Musa? ¿Vienes a interrogar de por qué están aquí realmente? Si es así, pregúntale a Sky.

- Si, Musa, la reina no sabe nada, y eso que corresponde a temas de su propio reino - Se burló Flora

- Yo sólo quería hacer las pases - Musa las observa a ambas - Tu, ella, ustedes, nosotras, ¿En serio seguirán dejando que todo se vaya a la miércoles? ¿Podemos por lo menos intentar hablar de esto?

Ella lo sabe.

- Yo no tengo nada más que decir, nos vemos para el "asunto"

- Adiós - Dijo Bloom - No comas tantos bocadillos que estás como una vaca

- ¿En serio? ¿Igual tu Bloom? Creí que por lo menos contigo podría resolver este conflicto

- No hay nada de qué hablar y lo sabes, tú, ellas, nosotras ya no somos unas niñas, cada quien tiene sus propios problemas

- Pero esos problemas iniciaron cuando terminamos nuestro último año, éramos una niñas.

- Lo siento, yo no participo

- Acaso lo has olvidado, ¿No quieres volver a antes? ¿Cuándo podíamos vernos a la cara sin odio? ¿Hablar libremente sin necesidad de seguir el protocoló ante los demás?

- Debo irme, los invitados esperan.- Bloom se escapó por segunda vez esa noche, estaba harta de huir de ellas, de algo que había pasado hace tantos años, pero, de una manera u otra tenía miedo del resultado, para ella era más fácil estar enojada de por vida con sus "amigas" que enfrentar todo lo que había pasado en su último año. Tantas cosas. Demasiadas cosas pasaron.

Solo quiero un lugar tranquilo. Debo aclarar mis ideas.

Bloom creía qué tal vez no era mala idea lo que decía Musa, aunque la verdad estaba con emociones a flor de piel y no quería dejarse llevar por esos sentimientos producidos por las hormonas, Un hijo, estar embarazada no era cosa fácil, más cuando las personas de las que no habías sabido nada aparte de lo que se rumora aparecen en un solo salón para atacarte o pedirte alto al fuego. Tonterías.

- Reina Bloom - Aisha se acercaba junto a Tecna

- Reina Aisha de Andros - Sonrisa forzada - Capitana de inteligencia al mando de Zenith.- Mátenme.

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Todo había pasado, eran 10 para las 9:00 p.m ya la mayoría de los invitados se habían retirado, solo quedaban unos cuantos que Bloom supuso que serían las personas que eran más elegidas para el segundo asunto de la noche.

- Reyes - Realizaron una reverencia y se retiraron.

Sky tomó de la mano a su esposa y la guió al pequeño grupo que había quedado, Bloom ya estaba media dormida por lo que no prestó mucha atención a los integrantes de ese grupo.

- Gracias por venir - Dijo el Rey de Eraklyon - Por favor, mi esposa conducirá a las damas a una sala adjunta en donde nosotros llegaremos después de un par de copas.

Bloom no sabía de ello, pero al ver que una criada se acercaba para guiarlas solo debió de seguirlas. Se separó de su marido quien le depositó un tierno beso en los labios y guió al grupo de mujeres en silencio.

Al llegar a la estancia observó cómo el lugar estaba completamente equipado con todo lo que las muertes pudiesen pedir mientras esperaban a sus maridos. Tomó asiento sin más.

- Me alegra que ya estén aquí- Dijo la princesa de Baltonom Eloise

Bloom sintió una mala espina y observó al grupo de mujeres que había guiado hasta ahí, un grupo de mujeres bastante peculiar a decir verdad. ¿Qué significa esto?.
Su esposo no le había mencionada anda de ello, solo de un asunto a tratar que ella supuso era de hacer alianzas o algo por el estilo con los reinos más ricos. No se imaginaba, ni siquiera se le había pasado por la cabeza qué sucedería eso.

- Reina Bloom, Reina Stella, Reina Aisha, Representante de Melodía: Musa. Ministra Real de Lymphea. Capitana de inteligencia al mando de Zenith. - Dictó Eloise - Bienvenidas todas a su juicio, no saldrán de aletas estancia, hasta que sus conflictos se hayan solucionado entre ustedes. Órdenes reales. Ustedes permanecerán acá hasta que todo esté en paz entre sus reinos y entre los reinos que representan en esta sociedad. El perdón concebido debe de ser de corazón. Yo estuve presente el día que todas ustedes se destruyeron mutuamente. El día que todas se rompieron. Yo estaré presente el día en que florecen nuevamente.

Esto debe de ser una broma.

- Ni de chiste niña.- Retó Musa - Eso es cosa del pasado y ahora somos adultas

- ¿No eras tú la que estaba peleando por ello hace rato? - Suelta Bloom con el ceño fruncido

- Estaba, has dicho bien.- Enojada - Ahora soy yo la que se niega a hacer pasas con unas personas tan...

- ¿Incompetentes? ¿Estúpidas? ¿Malas? ¿Odiosas? - Decía Tecna sin inmutarse

- ¿Groseras? ¿Cabezas huecas? ¿Engreídas? - Siguió Aisha observándome - ¿Venenosas?

- Chicas- Rogó Eloise

- Chicas nada, Eloise, tú no tienes derecho a dejarnos aquí encerradas, ordenó que me dejes salir a mi. Soy la dueña y reina de este lugar.

- Discúlpame Flor - Decía Stella - Tu ama y señora de este lugar, después de ser una Don Nadie que no sabía lo más mínimo de dónde venía en realidad.

- Buenísimo Stella, al fin alguien se atreve a ponerla en su lugar - Aplaude Flora

- ¡Es suficiente! - Gritó Eloise - ¡Ustedes parecen unas niñas! ¿Dónde están las chicas que me enseñaron a creer en la magia de la amistad? ¿Las que me motivaron para poder alcanzar mis sueños? ¿Dónde están? ¿Donde las sepultaron pedazos de monstruos?

Nadie dijo nada.

- Ustedes... yo... - Eloise nos observaba con resentimientos - Sus esposos hicieron esto posible, inventaron esta segunda reunión para que todas ustedes estuviesen en una misma sala sin intentar arrancarse la cabeza mutuamente. ¿Se logró? Lamento decir que no. Ustedes se odian. Se puede sentir en la atmósfera que las rodea.- Respira para poder relajarse - Ustedes se han roto, y han sepultados todos sus pedazos en él fondo de su alma, cuando lo que debieron de hacer era ayudarse una a la otra a unir esas piezas.

Si, debo admitirlo. Estoy rota. Pero para repararme ya es tarde. Tres años tarde.

- Es que ¿En serio? No sienten nada de nada al verse, aparte de odio, yo vi como se destruyeron y no saben lo mal que me siento por ello.- Eloise estaba roja de lo rápido que hablaba - Ustedes eran mi inspiración, me ayudaron y me dieron fe para poder alcanzarlo todo. Lo hice y fue gracias a ustedes. Pero luego de verlas destruirse todo se quebró. Todo se fue al precipicio. Ustedes se aventaron a el. Pero aún hay esperanzas. Aún hay salvación. El perdón. Deben de perdonarse de verdad si quieren poder seguir viviendo su vida en paz. No les gustará vivir toda una vida con ese sentimiento de odio. Un sentimiento tan fuerte que te carcome el alma hasta volverla negra y oscura. Sus esposos lo notaron, yo lo noté, un Aura negra esta sobre ustedes y es por ese sentimiento de oído, por ese resentimiento, esa espina que está muy clavada en el fondo de su corazón. Y aunque esto les de vergüenza, sé igualmente que sus poderes ya no son los mismos. Porque no hay amor, no hay perdón, hay odio y oscuridad. Y estoy aquí para ayudarlas chicas. Así como ustedes hicieron conmigo. Solo déjenme ayudar. Por favor. No se hundan. No se permitan caer en la inmensa oscuridad.

¿Perdón? Pero... ¿Qué es el perdonar realmente?

- ¡Ash! ¡Eres una..!

- ¿Qué? ¿Soy una qué? - Gritó con lágrimas en los ojos

- Una completa idiota, eso eres... - El silencio lleno la estancia por un instante - Pero tu, eres más que esto, más que lo que él a podido...

- ¡Las odio! ¡Y no están invitadas a la Boda!

- Pues gracias, nos ahorraste la vergüenza ajena que pasaría

- Por lo menos no soy criada por humanos, probablemente tus padres se avergonzaron de unas hijas tan inútiles y decidieron fingir todo para no tener que pasar la desdicha que es...

Un golpe sonó al aire.

- Siempre serás así ¿no? Cada vez que intentas afrontar la realidad escapas al mismo lugar y te encierras en lo que dices y haces. En lugar de avanzar tú retrocedes. Todos tenían razón, relacionarme contigo haría que me arrastraras y me estancara. Me das asco. Te odio.