29. ¿El final?
La segunda parte de Clover, la nueva bilogía de Darlis Stefany, ya está aquí. ¿Podrán el irlandés y su trébol superar las adversidades y mantener encendida la llama del amor? Clic aquí: https://w.tt/3rQcCAz
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¿El final?
Callum
No sé en cuánto tiempo subo las escaleras ni cómo consigo ser tan rápido, pero poco después, en lo que se sienten como segundos desde que Maida me dijo lo que pasaba, consigo llegar a la habitación, abriendo la puerta y deteniéndome cuando sobre la cama veo a una serpiente.
No cualquier serpiente: es una cobra.
Mi respiración es agitada mientras miro hacia la puerta del baño y luego a la cama. Hay un montón de ruido detrás de mí.
—Una chaqueta —Pido a gritos y gracias al cielo que alguien tiene una.
A paso sigiloso y sabiendo el alcance que puede tener el escupitajo venenoso de una cobra, avanzo sin dejar de mirarla, aunque de tanto en tanto lanzo miradas a la puerta cerrada del baño.
Atrás todos parecen notar la tensión porque al menos intentan ser silenciosos.
—Uno —susurro dando un paso—. Dos —avanzo otro poco más—. Tres.
Arrojo la chaqueta sobre la cobra cubriéndola del todo y con rapidez corro a encerrarla entre sabanas de las que no estoy tan seguro de que no pueda escapar, pero al menos sé que tendré tiempo de ir al baño.
Escucho la voz de Clover pidiéndome que vuelva, pero agarro el pomo de la puerta intentando abrirla. Tiene seguro.
—Mi imbécil, soy yo, abre la puerta, no puedes dejarme aquí afuera con una puta cobra —finjo una risa que sale demasiado tensa—. No te voy a juzgar porque te asustaras, yo también estaba que me hacía encima. Por favor déjame entrar.
Todo lo que escucho y siento son los acelerados latidos de mi corazón.
—Abre o tendré que abrirla con mi superfuerza y serás quién pague esta puerta arruinada, no me obligues a hacerte pagar.
La puerta continúa cerrada.
—¡Vamos, imbécil! Tienes a Maida muy asustada, si sigues así serás considerado el peor polvo de su vida y qué horror —otra risa hueca se me escapa—. Te lo estoy advirtiendo, tumbaré la puerta y tendrás que pagarla.
Nada sucede.
—Muy bien —lanzo una mirada a la cama para confirmar que la cobra sigue atrapada—, aquí voy.
Pateo la puerta tres veces antes de proceder con mi hombro y todo el peso de mi cuerpo, no registro el dolor ni el sudor, mi objetivo es esa puerta y cuesta más de lo que pensé, pero cuando finalmente mi pie hace la madera de al lado de la puerta ceder, meto la mano sintiendo las astillas clavarse en la piel de mi muñeca y antebrazos, haciendo sangrar mis uñas cuando excavo hasta abrirla mucho más y lograr abrir la puerta desde adentro, sintiendo que ese "clic" de la cerradura suena demasiado alto en la tranquilidad del baño.
Trago y jadeo, sintiendo un miedo profundo ante lo que podría encontrar del otro lado.
—Más te vale tener una explicación para mí, mi imbécil.
Saco mi mano sangrante y empujo la puerta con ella.
El baño está pulcramente blanco y no hay rastros de sangre o desorden, lo que debería ser bueno.
Y lo sería si al lado del inodoro no estuviese boca arriba mi imbécil.
Inmóvil.
Con la piel extremadamente pálida.
Las venas brotadas y ennegrecidas, manchas en la piel como si hubiese recibido golpizas o manifestara el síntoma de alguna enfermedad letal.
Sus labios son una tonalidad de morado con azul y están resecos.
Su piel segrega algo.
Miro sus ojos y me inclino apoyándome sobre las rodillas.
Un sonido escapa de mí mientras jadeo y sacudo la cabeza.
—Imbécil, párate —susurro sintiendo que el mundo da vuelta.
Algo muy parecido a un lamento escapa de mí mientras veo sus ojos segregar sangre y con los vasos rotos.
Miro a Stephan, pero es como mirar al cadáver del verano pasado.
Sacudo la cabeza en negación.
—No —digo a nadie en particular—. No.
Las arcadas me invaden y las controlo mientras mi cuerpo se sacude. Quiero ir a él, me necesita... Pero... Stephan está contaminado.
Han sido lo suficiente crueles para no permitirme ir por él, abrazarlo, hacer algo ¡Joder!
—Por favor —susurro sin saber qué imploro.
No puedo registrar nada más allá de su cuerpo mientras otro sonido escapa de mí.
—Imbécil, tú no. Por favor, tú no. Estamos celebrando, Stephan, es nuestra fiesta. Acabas de estar con la mujer de tus sueños, eres licenciado... Tienes un futuro... Por favor, mátame a mí, por favor, hagan que sea yo ¡Basta! Me está rompiendo, tú ganas, tú ganas, Cobra, pero basta. Devuélvelo, devuélvelo.
Me siento sofocado en mi propia piel, deseo arrancármela, gritar, hacer algo, está tan cerca y tan lejos.
—Callum —reconozco el tacto de Clover y me lo sacudo haciéndola retroceder mientras hago la cosa más difícil:
Cerrar la puerta con Stephan adentro. Dejándolo solo.
—¡Fuera! —grito—. Todos tienen que irse, es una zona contaminada ¡Fuera! —grito volteándome y con señas—. Tienen que salir, tienen que irse.
Mis amigos y novia me ven desconcertados, Maida llora en los brazos de Oscar y yo me dejo caer en el suelo con jadeos.
—Callum ¿Stephan...? —murmura Edna con lágrimas.
—Me lo quitaron, Edna, me lo quitaron —digo con la voz quebradiza.
Clover se arrodilla frente a mí y yo sacudo la cabeza antes de romperme y comenzar a llorar.
Mi llanto es fuerte y luego son gritos mientras Clover intenta abrazarme, pero no puedo, no puedo.
Todo lo que veo es su cuerpo.
Todo lo que pienso es que está adentro solo.
Todo lo que pienso es que le robaron su futuro.
Que no podré verlo de nuevo.
Que no puedo hacer nada.
Tengo que quedarme en esta puerta, sentado, con el cadáver contaminado de mi buen amigo solo para que nadie se lastime mientras a mí se me rompe el corazón y pienso en cada momento perdido que no podré tener con él.
Nunca en mi vida había perdido a alguien tan importante, a alguien que amara con tanta fuerza y sin el que pensará que sería tan difícil seguir.
En algún punto mi cuerpo cede a permitirle a Clover abrazarme, pero lo que veo es la cola de la puta cobra sobresalir de las mantas de la cama.
Me rompieron y, cuando logre unir mis piezas de nuevo, no creo que las cosas sean iguales.
Holaaaa, así que llegamos al final de Clover 2.
Siempre tuve claro este final, pero admito que fue duro hacerlo suceder porque particularmente amaba (amo) al personaje de Stephan y lo que él significaba para Callum porque no es fácil conseguir amistades que te complemente de tal manera y que tengan un profundo impacto en tu vida, que tengan lealtad, amor y apoyo incondicional.
Callum es un personaje que desde el libro uno se estaba construyendo para llegar a este punto, él mismo lo ha dicho "me rompieron". Ahora, no tiene que ser una consecuencia negativa, ya veremos en el tercer libro cómo marchan las cosas.
Lo de la discusion de Callum y Clover también me dolió, porque el amor es importante, pero a veces no lo puede todo y las personas se cansan de las mentiras o de sentir dolor por ellas, también se decepcionan, sin embargo, mi empatía me permite entender a Clover, lo que ella vivió no es fácil y el miedo de conocer los detalles la paraliza, incluso ese momento de admitirse que no se reconocía como una víctima, el no poder decirlo en voz alta es el reflejo de lo que lamentablemente muchas personas viven.
En fin, muchas gracias por este recorrido, sé que esta segunda parte pese a que tuvo muchos momentos hot y divertidos, también dolió más. Sean fuertes, que aun nos espera Clover 3, que será más tranquis.
De igual manera les recuerdo que Clover 2: Soy tu trébol, estará disponible en papel a partir de este 20 de julio de 2023. Tendrá escenas inéditas, capítulos nuevos, cambios importantes para que la trama tuviera mejor estructura, ilustraciones y un final más extenso con un capítulo final que viene después de este (bueno, aparte siento que ahí la murición de Stephan si te retuerce las tripas).
No me creo que terminamos el segundo libro y que ya pronto estará en papel.
Aquí yo caliento motores con el libro 3.
Así que nada, muchas gracias y para la buena suerte:
Clover, Clover, Clover.
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