
23. Terminator Malvado
Terminator Malvado.
Callum.
Moira: ¿Crees que a Callum le estén metiendo los dedos en el culo? Parece que ando en algún rollo caliente
¿Qué demonios? De nuevo Moira con los mensajes equivocados, bebo de mi café antes de limpiarme los dedos para responder, pero aun así consiguiendo ensuciar la pantalla mientras tecleo a la invasiva hermana mayor que está hablando de mí a mis espaldas.
Callum: Bastarda infeliz. No hablo a tu espalda de si te meten los dedos en el culo o tu otra puerta
Callum: y sí estoy en algo caliente (no un rollo de una noche)
Pasan los segundos mientras la veo escribir antes de que un nuevo mensaje aparezca.
Moira: entonces sí te están metiendo los dedos en el culo
Moira: y ¡Ja! Te envié el mensaje a ti adrede para que te enojaras y me respondieras con una avalancha de sinceridad
Moira: soy demasiado lista
Callum: y estúpida también, pero tranquila, yo no juzgo
Los segundos pasan mientras escribe y escribe. Stephan patea mi pierna por debajo de la mesa y alzo la vista hacia él.
— ¿Qué? —pregunto viéndolo beber de su café frío lleno de azúcar, él asiente detrás de mí.
Girando me encuentro con que a la cafetería ha entrado Maida y Edna, lastimosamente no hay rastro de Clover y si esto fuese una publicación en alguna red social le daría clic a: me entristece. Ellas notan mi presencia y hay medio segundo incómodo en donde no sabemos qué hacer, pero luego hago un gesto con la mano de que se acerquen y Edna asiente luego de hacer una seña que creo quiere decir que están esperando por su pedido.
— ¿Qué rayos está usando Maida? —pregunta Stephan antes de morder su pedazo de pizza.
—Creo que es un enterizo de látex —respondo viendo que mi hermana me envió otro mensaje.
—Amigo, se ve sexy, hay que tener confianza para llevar algo así. Me encanta.
Moira: ¿Quieres que te llame?
Callum: no, pero sé que igual lo harás...
Y no pasan ni tres segundos cuando el teléfono vibra con una llamada entrante, poniéndome de pie le digo a Stephan que vuelvo en unos minutos y salgo al pequeño espacio al aire libre de la cafetería para hablar con una de mis locas hermanas.
— ¿Con quién estás saliendo, pequeña perra? —Se ríe al otro lado del teléfono.
—Hola, Moira, estoy bien.
—Sé que estás bien, si estuvieses mal ya todos lo sabríamos porque habrías lloriqueado en el grupo, nunca te callas tus tristezas.
Lo hace sonar cómo que soy una persona que se queja demasiado, cuando no es así. Solo una vez, cuando un novio me dejó, me lancé en un estado lastimero con mi familia para que me consolaran y me dijeran cosas típicas cómo "vendrán cosas mejores", no pueden culparme por ello. Un solo desliz adolescente Moira siempre lo usa para señalarme cómo un llorón.
— ¿Con quién estás saliendo?
— ¿Para qué responderte si igual no sabrías de quién te hablo?
— ¿Novio o novia?
—Clover —respondo.
— ¿Qué tiene que ver un trébol con nuestra conversación?
—Así se llama —Me rio.
— ¡Ah! —también ríe—. ¿Es hombre o mujer? Porque el nombre no me ubica.
—Es una mujer.
— ¡Vaya! ¿Y estás en pausa de tu faena de mujeriego?
—No soy un mujeriego —me defiendo de inmediato—. Solo era un sinvergüenza.
— ¡Cómo sea! Espero conocerla la próxima semana...
Se hacen unos segundos de silencio y luego grita mi nombre porque no estoy hablando.
—Muestra algo de emoción por ver a tu hermana mayor.
— ¿Piensas venir? ¿Qué pasa con Alemania?
—Terminé mi año de contrato, estaré un par de meses en Irlanda antes de volar a algún otro destino y me organicé para visitarte por unos días.
— ¿En dónde piensas quedarte? —La fastidio.
Por supuesto que me emociona ver a mi hermana, ya he dejado bastante claro que somos una familia súper unida y que siempre los estoy extrañando, pero mi deber de hermano me hace un poco fastidioso fingiendo que me molesta.
—Pues contigo —Puedo imaginarla rodando los ojos—. No gastaré dinero en un hotel cuando tengo la enorme cama de mi hermanito y él el sofá en donde dormirá.
—No veo lo justo en tu declaración.
—La justicia desaparece cuando se trata del bienestar de tu hermana mayor.
— ¿Cuándo vienes?
—En tres días.
— ¿Qué pasa contigo y anunciar todo a última hora?
—No te quejes tanto y baila en celebración de que me verás.
—Qué idiota eres —Me rio.
Cortarle una conversación a Moira cuando incluso no dice nada importante es una de las hazañas más difíciles de la humanidad, así que me toma dos intentos poder interrumpirla en medio de sus teorías sobre el libro erótico que estamos leyendo y cuando lo hago, me llama desgraciado malagradecido antes de decir que me ama y que ya cuenta los días para verme. Es muy Moira.
Cuando vuelvo adentro, Edna y Maida ya se encuentran en la mesa, Maida en la silla de mi lado y Edna junto a Stephan que de hecho se está comiendo mi sándwich y no parece arrepentido sobre ello cuando tomo asiento y solo encuentro mi café.
—Te odio —Es todo lo que digo.
—Toma, amor, nunca está de más compartir —dice Maida dándome la mitad del suyo.
Volteo a verla y ella me da una sonrisa risueña que le devuelvo ¿Existirá alguien que alguna vez odie a Maida? Es cómo la definición de amor con piernas, estoy seguro de que cuando vomita en alguna borrachera todo lo que salen son corazones rojos.
—Gracias, Mai.
—Aw, me diste un apodo acortando mi nombre, eso es dulce.
—Ni se te ocurra cortar mi nombre y llamarme "Ed" —Me señala Edna con su tenedor antes de apuñalar a las lechugas y tomates de su ensalada.
—Te ves un poco diferente —comento viéndola con fijeza y ella sonríe.
—Oh, inyecté otro poco ayer en mis labios —frunce dichos labios—. ¿No me veo cómo una perra sexy caliente?
Stephan voltea a verla lentamente y yo también lo hago mientras ella posa con sus labios que hay que admitir se ven ardientes.
— ¿Quieres que digamos que eres una perra sexy caliente? —pregunta Stephan para confirmar.
—Sí y dímelo lentamente.
—Te ves cómo una perra sexy caliente —Le digo y ella sonríe metiendo mechones cabello cortos y rubios detrás de su oreja.
—Lo sé, Callum, pero muchas gracias por mencionarlo.
—De acuerdo... —digo con lentitud y luego cambio de tema—. No sabía que eran muy amigas ustedes dos.
—Eso es porque hasta ahora solo sabes cosas puntuales de Clover —responde Edna—. Básicamente hizo que sus amigos me cayeran bien para que no me sintiera excluida porque ella es así de maravillosa.
»Solo suelo tener discusiones con la perra maldita de Kevin —agrega.
—Escuché que le robaste su estatuilla de la mamada del año —comento y Stephan escupe un bocado del sándwich—. Qué asco, imbécil.
—No puedes culparme, acabo de escuchar la cosa más loca del día.
— ¿Clover te dijo que la robó? —Se ríe Maida—. Este año pienso ir por ese premio.
¡Ja! No la quiero desilusionar, pero mi meta es que la estatuilla se la lleva la campeona mundial de las mamadas: Clover Mousavi. Se lo merece, eso tiene que ser suyo.
—Que me lo haya robado no quiere decir que sea mala dando mamadas —Se defiende Edna— incluso sé hacer garganta profunda.
—Esta conversación está escalando a niveles inesperados —Masculla Stephan removiéndose en su asiento.
— ¿Piensas que hoy en día la garganta profunda es una habilidad privilegiada? No es tan difícil llevarse un trozo de carne hasta la garganta, solo tienes que relajar y tararear —comenta Maida antes de morder su sándwich.
Muerdo mi propio sándwich escuchando cómo ambas comienzan un debate sobre técnicas de garganta profunda. Mi atención está en Clover, ella es quién me excita, pero hay que aceptar que esta conversación me da calor y pone en mi cabeza imágenes muy graficas en dónde simulo cada dato que sueltan con Clover y en el caso de Stephan tiene sudor alrededor de su frente cuando Maida se mete dos dedo a la boca e inclina la cabeza hacia atrás y Edna señala que tendría que presionar más los labios.
Esto se está poniendo muy loco.
— ¿Qué está sucediendo? —Gesticula Stephan hacia mí y sacudo la cabeza porque estoy tan sorprendido cómo él.
—Cómo sea, cada quien la chupa cómo quiere —se encoge de hombros Edna volviendo la atención a su ensalada.
—Sí, es lo bueno de la libertad sexual —concluye Maida.
—Maldita sea, no sé qué acaba de pasar —traga Stephan viendo de una a la otra.
Edna ve por debajo de la mesa y luego le sonríe.
—Tienes una erección, puedo verla a través de tu pantalón de chándal.
Maida disimula, pero también ve debajo de la mesa y supongo que la reacción en cadena me tiene viendo a mí también debajo de la mesa antes de incorporarme y preguntarme "¿Qué rayos, Callum?". Por supuesto que Stephan no se escandaliza, solo se encoge de hombros y se termina el café.
—Escuché toda una charla de sexo oral y gargantas profundas, perdónenme, pero mi mente viajó. Me disculpo, señoritas, pero simplemente no supe cómo no ponerla dura.
Maida y Edna comparten una larga mirada antes de que sonrían de una manera sospechosa que me da miedo. La última se desliza más cerca de mi amigo y con sus nuevos labios hace un puchero sexy.
— ¿Te gustaría jugar, Stephan? Tal vez tú puedas ayudarnos a garantizar que ambas formas de chupar están bien.
—Eso sería de gran ayuda —Maida se chupa la salsa de su sándwich de los dedos.
Soy un sinvergüenza, un sucio y aventurero sexual, pero esto me ha pillado tan fuera de combate que me encuentro viendo a cada uno de ellos preguntando cómo llegamos a esto. Mi imbécil ve a ambas chicas, creo que se está preguntando si esto es una broma o un sueño húmedo, pero cuando ambas lo ven a la expectativa, él se encoge de hombros.
—Nunca es malo ayudar.
— ¿Y te importa que otro chico también nos ayude? Piénsalo, dos mujeres, dos hombres —seduce Edna deslizando un dedo por su pecho.
—Dos es un buen momento, tres una reunión privada y cuatro una fiesta que no me perdería —Sonríe Stephan sin miedo a compartir espacio con otro tipo para estar con éstas dos mujeres.
—Me encanta cómo piensas, pero era una broma, Stephan —Se ríe Edna deslizándose de nuevo en su asiento.
—Eso fue cruel —digo en honor a mi amigo que ahora hace un puchero.
—Bueno, yo no bromeo, aun podríamos tener una fiesta de dos alguna vez... —dice Maida con una pequeña sonrisa y sin verlo.
Stephan suspira llevándose una mano al pecho.
—Me tienes a tus pies, Maida. Tú solo dime que quieres de mí y yo te lo doy.
—Buena frase —Lo felicita Edna.
—Lo mejor para mi seductora Maida.
Me pregunto si todo este rollo de coqueteo de Maida y Stephan va en serio o solo actúan cómo la noche del bar en donde de hecho sí que pasaron la madrugada juntos, pero riendo de tonterías y borrachos con juegos de mesa. Ni siquiera sé quién es peor: si la enamoradiza Maida que te olvida con facilidad o Stephan el imbécil rompecorazones que se mueve de una a otra. Es una mezcla interesante.
—De acuerdo, creo que tengo cosas que hacer —Me como el sándwich en rápidos bocados y me levanto—. Sigan en lo suyo.
— ¿Te vemos en la fiesta más tarde? —pregunta Edna—. Porque Clover sí que va.
—Allá nos vemos, instigadora —finjo hacer un arma con mis dedos y dispararle, ella cae hacia atrás en una dramatización impresionante que me hace reír.
— ¡Chao, amor! Nos vemos en la fiesta —Grita Maida cuando no estoy tan lejos.
Los amigos de Clover son casi tan geniales cómo ella.
***
Llego a la fiesta en pleno apogeo y me muevo lo suficiente rápido para que un tipo desconocido no me vomite los zapatos, no pensé que estuviese llegando tan tarde a la fiesta, pero necesitaba terminar de estudiar un tema porque el lunes me toca dar en la clase y si bien tengo todo un fin de semana para estudiarlo ¿Por qué no aprenderlo antes y aprovechar de un romántico y calentito sábado y domingo con mi trébol?
Termino de entrar a la fraternidad que se encuentra más que un poco llena de un montón de estudiantes con ganas de pasar un buen rato. La música es buena y el ambiente también, de inmediato hay personas saludándome y más que un par de gritos de "¡Eh, irlandés!". En Irlanda lógicamente todos somos irlandeses o al menos la mayoría, por lo que al principio se sintió más que un poco raro perder mi identidad en la universidad cómo Callum para ser más conocido como "el irlandés" claro, no es que yo sea el único irlandés en el campus, pero los demás se joden porque el apodo ya me lo dieron a mí.
Hay demasiadas personas, lo que me hace muy difícil localizar a Clover que me escribió hace más de una hora si la había plantado o cambiado de decisión sobre venir. Cerca de las escaleras veo a Jagger junto a Lindsay, ella se encuentra con la espalda recargada a su pecho mientras dos tipos hablan con ellos; Lindsay es la única que me ve así que le devuelvo el saludo con la mano cuando me sonríe.
— ¡Callum! —dicen desde mi lado y giro para encontrarme a una guapa y conocida mujer.
Maddison, la amiga de Jagger, extrovertida y divertida estudiante de primer año con la que he hablado en un par de fiestas y a la que mi hermana Kyra le dio clases cómo pago al trabajito de Jagger sobre el vídeo de la mamada.
—Hola, Maddie —Le sonrío.
Me da una amplia sonrisa antes de rodearme y detenerse frente a mí, luego se arroja a mis brazos haciendo que retroceda un par de pasos por la fuerza de su efusividad. No le basta con abrazarme, ella comienza a dar saltos que me tienen sacudiéndome de manera incómoda, pero a la vez sonriendo con desconcierto. Cuando finalmente me libera, sus manos se posan en mis brazos cómo si me retuviera para que no me vaya corriendo.
— ¡Aprobé mi debate en francés con la profesora! Las clases con Kyra fueron un éxito ¡Gracias, gracias!
—Ah, es sobre eso —Le sonrío palmeándole la cabeza de manera graciosa y su respuesta es darme una sonrisa linda—. No hay de qué, me alegra que haya dado resultado las clases de francés.
—La amo, me salvó la vida y hoy voy a embriagarme en pro de ello ¿Vienes?
—Debo pasar de ello, Maddie. Estoy buscando alguien con quien quedé.
—Ah, llegué tarde —hace un puchero y luego sonríe— ¡Disfruta de la fiesta!
Así cómo llegó, se va. Vuelvo de nuevo a mi búsqueda de Clover o al menos de alguno de sus amigos que pueda darme una pista de en dónde se encuentra. Puedo sentir el vapor que deprende el tener a tantas personas reunidas, básicamente ya me encuentro sudando mientras me desplazo entre los cuerpos y consigo llegar a la habitación en donde siempre tienen todo acondicionado para las bebidas. Tomo una lata de cerveza y saco el teléfono para escribirle a Clover.
Callum: Esto está demasiado lleno. ¿En dónde estás? No logro verte
Callum: soy el ardiente pelirrojo de camisa negra y jeans rotos que le moldean el culo
Abro la lata y doy al menos tres largos sorbos antes de comprobar que no ha respondido y que aún peor: no ha leído el mensaje. Intento con una llamada, pero no contesta y me lanzo una maldición antes de beberme la mitad de la cerveza y dejar la lata sobre el mesón y volver a la búsqueda.
Vuelvo a la faena en la sala principal y bailando atravieso el centro lleno de personas moviéndose al ritmo de Jason Derulo, me paseo entre los cuerpos con unos pasos de baile bastante peligrosos por su nivel de calentura mientras busco el rostro de Clover. Siento que los duendes me bendicen cuando encuentro a Maida bailando con un tipo rubio. Me ubico detrás de ella moviéndome al ritmo de la música y ella gira sonriendo cuenta me encuentra.
— ¡Hola, amor! —grita por sobre la música haciendo un par de pasos que seguramente son penalizados en los países del Medio Oriente, se lo preguntaré a Clover cuando la encuentre.
—Hola, amor —La imito y sonrío de costado, me inclino para hablarle al oído—. ¿En dónde está Clover?
Ambos giramos y cuando ella baja con un serio movimiento de caderas, yo también lo hago y cuando subimos, se inclina hacia mí para esta vez ser quien me hable al oído, el bailarín que la acompañaba parece molesto por mi presencia.
—Está en el jardín cerca de la piscina con los demás. Te estaba esperando, pero se cansó y se divierte sola ¡Mujeres al poder!
—Mujeres al poder —agito el puño apoyándola y ríe.
Le beso la mejilla en agradecimiento, hago un asentimiento despectivo hacia el tipo rubio y atravieso de nuevo la pista de bailar con movimientos geniales hasta llegar a zona tranquila y caminar hacia el jardín cuando Poker Face de Lady Gaga comienza a sonar, por un momento me planteo quedarme bailando porque mi sangre me llama, pero me comprometo en seguir mi búsqueda.
Me apretujo entre una pareja que se besa apasionadamente en las puertas corredizas y finalmente alcanzó el jardín solo para detenerme y sonreír cómo un tonto: ahí, cerca de la piscina, Clover y Edna se encuentran haciendo alguna coreografía de Poker Face mientras ríen y las pocas personas en el jardín las animan (no entiendo cómo el jardín que ofrece aire libre se encuentra casi vacío y adentro todo es un infierno de calor). Ella tiene serios movimientos de caderas y ambas están tan en sincronía con la otra que hace el baile con precisión. Lady Gaga estaría orgullosa ¿Si grabo un vídeo y lo subo a YouTube se volvería viral? Luego Clover podría darme las gracias del tipo: no pensaba ser famosa, pero entonces un pelirrojo irlandés subió mi genial baile...
Si lo analizas, esta sería la segunda oportunidad en la que podría hacer famosa a Clover (la primera fue la mamada grabada en el salón de clase). Sacudo la cabeza para despejar mis tonterías y disfrutar del momento.
Ella trae un pantalón de alguna tela que parece cuero, pero que se ve más fina y brillante, le moldea el culo de una forma impresionante que me hace preguntarme si consiguió ponerse bragas debajo y aunque su camisa es de mangas largas con un discreto cuello en V es tan ajustada que moldea de maravilla sus tetas, la pequeña cintura y la curva de reloj de arena de sus costados. El cabello lo trae suelto y cómo ha estado bailando luce más abundante y vislumbro que se ha maquillado más que las otras veces. Se ve cómo un demonio tentador por el que me dejaría arrastrar al infierno.
— ¿Ven esa chica impresionante de camisa blanca? —pregunto a la pareja que ha tomado descanso de la sesión de besos.
No me conocen, pero encogiéndose de hombros la chica asiente viendo a Clover.
—Estamos solteros estando juntos y ¡Joder! Lo mejor que me ha pasado este semestre.
—Es ardiente —dice el novio de los besos.
De inmediato volteo frunciéndole el ceño. He vivido los celos a lo largo de los años, es decir, competía por la atención de mis padres con tres niñas que a todos les parecían "ángeles caminando en la tierra" y también he tenido celos del tipo pasionales, sin embargo, hace tiempo no los experimentaba y ya me acordé que son bastante molestos mientras la chica se siente igual de indignada que yo cuando golpea en el brazo al besador y entra a la fiesta con él gritando su nombre y corriendo detrás de ella.
Cuando la canción termina, hay un coro de gritos y aplausos mientras una canción de Rihanna comienza a sonar, sonriendo planeo acercarme a Clover cuando alguien se me adelanta.
¿Antes te hablé de celos? Ahora estoy más allá de ello, estoy en una escala muy por encima de los celos y la molestia.
Verás, soy un tipo que pocas veces se enfada o al menos hasta el punto de cegarse y hacer cualquier cosa violenta, pero cuando sucede...Las cosas no se ponen bonitas porque me descontrolo, mamá suele decir que ese es el problema de las personas muy sonrientes y risueñas: "cuando se enfadan son peores que los gruñones" y mamá siempre tiene razón o al menos, casi siempre.
En un momento Clover está riendo con Edna luego alguien la está abrazando de espaldas, ella se tensa e intenta alejarse, él la presiona y una de sus manos le toma un pecho ¡Un jodido pecho! Mientras Edna gesticula e intenta tirar del cuerpo de una Clover paralizada que luce un poco cómo a instantes de desmayarse.
No sé cuándo comienzo a caminar, tengo una ira ciega, pero tengo un objetivo. Alguien se atraviesa frente a mí.
—Callum por favor no lo hagas, no te pongas en su radar —Creo que es Michael, pero lo hago a un lado de un empujón.
Cuando estoy lo suficiente cerca, Clover se encuentra sacudiéndose a lo que sea que ese maldito idiota le susurra en el oído, quiero prenderle fuego a cada persona de este jardín que no hace un puto movimiento para ayudar a Edna y que cree que esto es divertido o una broma entre "amigos", pero primero debo hacerme cargo de Bryce.
Estirando la mano tomo un puñado de su cabello retirándolo de encima de Clover y tomándolo con tanta sorpresa que tropieza y cae al suelo cuando lo libero, lamentablemente el movimiento también hace que ella caiga, pero por fortuna de inmediato Edna la ayuda a ponerse de pie. Alzando un pie, pateo en las piernas a Bryce y ¡Duendes! Siento que no es suficiente, mi ira arde en mis venas.
Así que tampoco registro muy bien cuando caigo sobre mis rodillas, ni el dolor de mis nudillos estrellándose contra su rostro o el puñetazo que recibo en mi barbilla y el de mis costillas. Los gritos alrededor tampoco importan, no hablo o grito, solo lo golpeo y medio registro lo que él me devuelve. Hay sangre en su rostro y la saboreo en mi boca también.
—Callum, por favor, por favor —escucho a lo lejos la voz de Clover y eso me hace dejar el brazo suspendido en el aire, a nada de darle otro puñetazo a esta basura.
Tengo la respiración agitada y siento el tipo de mezcla de emociones con la que no sabes si llorar o gritar, el tipo de emociones que te podría volver loco.
—Nunca en tu puta vida vuelvas a tocarla sin su consentimiento.
— ¿Qué te dice que ella no quiere? Hacerse la difícil siempre las excita, irlandés, pero no lo sabrías —escupe sangre y sus ojos parecen algo locos por alguna droga—. No eres suficiente hombre para ella, después de todo, seguro disfrutas más que te den por el culo a mojarla en algún coño.
»Seré el hombre que necesita y la follaré tan duro que no podrá caminar, cuando me pida que pare, sabré que solo quiere que le dé más. Todas siempre quieren más, cuando dicen no está implorando un sí.
Cinco segundos pasan, lo sé porque los cuento en mi cabeza y con la adrenalina aun encima, me levanto y lo tomo del cuello de la camisa arrastrándolo por el césped hasta la piscina y tal vez soy capaz de llevarlo, pese a su esfuerzo para evitarlo, porque se encuentra tan colocado que no es el mejor adversario (no es que no sepa de peleas, pero este tipo es algo más). Me arrodillo y de nuevo tomo un puñado de su cabello con fuerza para después sumergirle la cabeza dentro de la piscina.
Escucho a las personas jadeas y gritar que me detenga, que podría hacerle un daño real y pienso "ojalá le pase" porque es que el mundo no necesita una escoria cómo él. Lo que dijo fue simplemente enfermo, cómo si hubiese hecho cosas horribles en otras chicas...
Le saco la cabeza del agua y tose, toma un respiro a medias porque vuelvo a sumergirlo con más fuerza mientras patalea e intenta retirar mi agarre, pero me aferro con demasiada fuerza, con la mirada centrada en la forma en la que su cabeza se encuentra debajo.
— ¡Va a matarlo! —grita alguna mujer.
Presiono con más fuerza debajo del agua y una parte de mí sabe que solo quedan segundos para traspasar una línea en la que sus pulmones se llenaran de agua y de una forma dolorosa su sistema comenzará a fallar, sé la manera en la que sus órganos se verán afectados y el tiempo estimado que transcurriría para que muriera, sé cómo quedará su cuerpo si muere de esta forma. Sé todo esto muy bien porque estudio para saber estas cosas con un fin muy diferente al de ser un criminal, pero él simplemente... ¡Duendes! Es una maldita basura.
—Basta, irlandés, basta. Debes detenerte —escucho detrás de mí y luego tiran de mi cuerpo con fuerza haciendo que libere mi agarre mortal en Bryce.
Dieciocho segundos, ese era tal vez el tiempo que restaba antes de que el cuerpo de Bryce comenzara a fallar.
Respiro cómo un animal enjaulado, estoy jadeando y las manos me tiemblan mientras veo a Michael ayudarlo a inclinarse en el césped mientras vomita agua y mucho más, sus labios se encuentra de una tonalidad enfermiza, algunos vasos de sus ojos rotos y su piel es pálida, las venas visibles.
Podría verse peor, podría haber muerto.
Me doy cuenta de que una de las personas que me sostiene, porque son dos, me habla pidiéndome que me calme, diciendo que todo está bien, que hice suficiente.
Bryce me ve y parece que quiere decir algo, pero se encuentra sin aliento y muy cercano a algún colapso, pero un par de tipos que nunca he visto aparecen para susurrarle algo y luego ayudarlo a ponerse de pie mientras se lo llevan, pero antes él me da una larga mirada y lo que creo que es una sonrisa.
Tendría que estar conmocionado de que casi lo llevo a la muerte, pero estoy tan cabreado que no logro concentrarme en nada más, estoy furioso. Salgo del agarre que tienen sobre mí dándome cuenta de que se trata de Jagger y James, gateo lejos de ellos y tomo agua de la piscina para mojarme el rostro.
—Callum —dice con cautela la voz de Stephan, supongo que acaba de llegar y que hubo mucha conmoción en lo que acaba de suceder.
No alzo la vista para verlo, en su lugar tengo un duro trabajo controlando mi respiración que poco a poco disminuye al menos de forma mínima. Cuando su mano se apoya en mi espalda, me tenso, pero luego me relajo lo suficiente para no ser un puto loco lastimando a las personas que le importan.
— ¿Quieres que te saque de aquí? —pregunta con calma.
Levanto la vista y me doy cuenta de que hay muchas más personas en el jardín y que la mayoría me mira mientras susurran ¿En dónde estaban cuando Clover estaba en un absoluto pánico con la mano no deseada de un maldito en su pecho?
Clover. No la veo.
— ¿En dónde está Clover? —pregunto con un nuevo pánico de que de hecho no la haya protegido y algo haya pasado.
—Está afuera con Maida y Edna. No necesitaba más de esto.
—Bien —digo viéndome las manos con los nudillos rotos y sangre—. No quiero que me vea así...Yo...Podría haberla asustado.
Estoy seguro de que fui el que más atacó y dañó, pero recibí unos cuantos golpes que ahora comienzo a sentir, sobre todo en el abdomen y los costados, en el rostro hasta los momentos podría conseguir un morado en la barbilla y el labio roto.
¡Joder! Genuinamente lo estaba ahogando mientras calculaba el tiempo de vida que podría quedarle. Trago.
—No tenía control —susurro para que solo Stephan me escuche—, todo era una neblina de furia y aun así, no logro arrepentirme —volteo a verlo—. Quería hacerle mucho daño, las cosas que dijo...
—Y estoy seguro que lo merece, pero tú no mereces cagarte la existencia por él ¡Vamos, machote! Salgamos de esta fiesta, necesitas alejarte de esta mierda.
Tomo la mano que me extiende para ayudarme a levantarme y asiento en reconocimiento hacia Jagger y James que de hecho caminan detrás de nosotros mientras salimos del jardín. La música suena a bajo volumen y pese a que nunca me ha molestado ser el centro de atención, mi piel se eriza sabiendo que me ven, que murmuran lo que acaba de pasar.
Cuando conseguimos salir de la fraternidad. Visualizo a Clover con sus dos amigas además de Kevin y Oscar, éste último la tiene envuelta en un abrazo. Nuestras miradas se cruzan y yo trago ¡Mierda! Lo vio todo, me vio volverme un jodido Terminator malvado.
—Aun no estoy listo —Le digo a Stephan.
Y él asiente, guiándome en la dirección hacia donde le digo que estacioné mi auto. Clover parece que se acercará a mí, pero sacudo la cabeza en negación, porque ahora no es un buen momento y su grupo la insta a caminar mientras se retiran de esta horrible fiesta.
—Gracias por...Haberme evitado un trágico final esta noche —Le digo a Jagger y a James antes de subir a mi auto, al asiento de copiloto.
—Es el momento de hacer algo, él es demasiados problemas, pero ahogarlo y arruinarte la vida, no es la solución incluso si te pareció tentadora —Me dice Jagger—. ¿No me dijiste antes que era un tipo peligroso de otro tipo de ligas?
—Lo hice.
—Entonces ¿Cómo es que vas y casi lo ahogas frente a muchas personas?
—No pensé, yo solo...No pude soportar verlo hacer lo que hacía y las cosas que dijo —sacudo la cabeza, sintiendo la ira aun vibrar en mí—. Es una escoria, Jagger, va más allá de vender drogas.
—Y lo de la droga ya es todo un tema —dice James—, esa también es una mierda turbia.
No sé de lo que habla, pero antes de que pueda preguntar, hay una conmoción en la fraternidad antes de que saquen a un tipo desmayado con espuma en la boca fuera de la casa, hay gritos y mucho ruido mientras el cuerpo del tipo se mueve hasta quedarse inmóvil.
Bajo del auto al igual que Stephan que ya lo había encendido, todo es un desastre mientras alguien llama a emergencias para que suministre indicaciones y envíen a una ambulancia.
Sacaron a esta persona de la fraternidad para que no cayeran cargos o responsabilidades sobre ellos, en este punto podrán señalar que él se encontraba en el estacionamiento y fue encontrado así ¡Vaya mierda! Pero supongo que es la ley de la supervivencia.
—Váyanse de aquí —nos dice Jagger—. Emergencia vendrá por él y no podemos hacer nada en este momento.
—Sube al auto, Callum —Me dice Stephan con la voz tensa y ya adentro.
— ¿Qué jodidos pasa? —Le pregunto a Jagger sin poder dejar de ver el ahora muy quieto cuerpo que antes parecía tener espasmos, espuma aún se encuentra en su boca.
—Es la droga de Bryce —susurra para que nadie más lo escuche—. No hagas más preguntas, irlandés. Vete.
Él y James comienzan a alejarse también en dirección contraria, reencontrándose con Maddison y desapareciendo del lugar. Doy un último vistazo al panorama y recordando que yo también protagonicé un momento destacable en la noche, subo al auto con un suspiro.
—Se supone que sería una noche diferente —murmuro viéndome las manos.
—A veces las sorpresas no son tan agradables —dice Stephan—. ¿Todo bien, Terminator?
Sonrío a medias y volteo a verlo.
—Así me estaba llamando en mi mente, cómo un Terminator malvado.
—Terminator malvado —repite Stephan sonriendo, pero puedo ver lo nervioso que se encuentra sobre todo lo referente a esta noche—. ¿Quieres hablar de ello, machote? ¿De esta noche y lo que te enfadó?
—No, aun no —respondo viendo por la ventana en un viaje bastante corto porque vivimos muy cerca
»No sé cómo o si la multa es enorme, pero Michael necesita irse de la casa —digo antes de abrir la puerta.
—Muy bien —No me cuestiona Stephan.
Camino hasta la puerta de la casa y en última instancia me volteo hacia él que se detiene. No es que nunca me haya visto enojado, pero nunca al punto hasta donde llegué hoy.
— ¿Crees que la asusté? —pregunto— A Clover, quiero decir.
—No lo sé, Callum, eso tendrá que responderlo ella.
—No era lo que quería, yo solo quería ayudar y...Se me fue de las manos la situación. Debió verse horrible desde afuera la manera en la que me comporté.
—No creo que hayan muchas personas juzgándote.
—No me arrepiento, Stephan ¿Entiendes eso? No me arrepiento. ¿Qué dice eso de mí?
—Que tus bolas son más grandes de lo que todos esperábamos.
—Bolas no, idiota, monedas de oro —digo frunciendo el ceño y él respira con alivio.
—Ah, ahí está mi Callum, el Terminator malvado ya desapareció.
Hellooo, espero se encuentren bien. Gracias por todo el amor que le dan a la historia, si les está gustando no se olviden de compartirla ❤
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Twitter: Darlis_Steff
Espero les guste.
Un beso.
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