22. Señora mamá de Callum
Señora mamá de Callum.
Clover.
— ¿Qué tanto le ves a mi boca? —pregunto antes de lamerme la miel de los labios.
Callum hace unos panqueques para el desayuno que lucen cómo los de las fotos de internet con toda esa miel, sirope de fresa y frutas alrededor. Obtener este desayuno luego de haber despertado junto a él en su enorme cama, se siente subreal.
Pero sé que no es un sueño porque me pellizqué y por los chupetones que me quedó en el pecho izquierdo ¿O debo llamarlo respetosamente como Lum?
—Es que me gusta mucho tu boquita, me gusta todo lo que haces con ella, desde hablar, pasando por sonreírme y culminando con mamadas —responde lamiéndose la miel de su dedo corazón—. ¿Qué tal dormiste?
Me toma unos pocos segundos procesar la pregunta porque la manera en la que lame y se chupa los restos de miel en su dedo, solo me traen recuerdos de la manera en la que me lamió y comió a mí, pero tras orientarme, me repito su pregunta y sonrío.
Luego del orgasmo intenso, que nunca superaré, de acunarle el miembro entre los pechos en donde al deslizarse hacia arriba atrapaba la punta en mi boca – lugar donde acabó poco después – y después de una charla sin propósito en la que me quedé dormida medio desnuda, para despertar en la madrugada y ser rara viéndolo sin creerme lo que había sucedido, quitarme el vestido junto al sujetador y tomar una camisa suya prestada que me quedó larga, pero bastante apretada, volver a la cama y dormir: amanecí cómo una mujer que siente que durmió horas y que camina por un cuento de hadas.
Lo sé, ese fue un resumen largo, pero es que yo quería presumir de toda mi increíble noche.
—Dormí genial —termino por responder.
Asiente y por debajo de la mesa su pie se desliza por mi pantorrilla desnuda mientras sus ojos hora se fijan en la manera en la que los pezones se me marcan contra la tela de su camisa. Se supone que cuando te pones la camisa de tu novio, ligue o lo que sea, esta te debe quedar enorme, pero no a mí. Aunque la camisa me llega hasta las rodillas, se ajusta demasiado, tanto que el contorno de mis tetas es muy visible y sería imposible pasar por alto mis pezones incluso si no me encontrara excitada, ni hablar del hecho de que no hay manera de que no se me marquen un par de rollitos y que por detrás parezca que mi culo hará explotar la tela, sin embargo, la manera en la que Callum me vio cuando me deslicé en la cocina me hizo sentir que estoy luciendo de maravillas su camisa, le dio más poder a toda la confianza que había reunido para salir de su habitación vistiendo así.
— ¿Eres bueno cocinando o tu espacialidad son los panqueques?
—Soy bueno cocinando, tal vez no el mejor, pero hago algunos platos de comidas más allá de lo decente...Me gusta hornear, hacía eso mucho con mamá, por lo que mi especialidad es la repostería.
—Lo mejor que horneó tu mamá fuiste tú —digo en broma y se paraliza a mitad de bocado.
—El mejor cumplido que me han dado, se lo haré llegar a mi mami —Se aclara la garganta—. "Mami, dice mi trébol que soy el mejor postre que te dejaste cocinar por mi papá."
—No eres capaz —digo riendo.
Todo lo que hace es enarcar la ceja, tomar su teléfono del bolsillo de su pantalón holgado y lo veo escribir, pero no le creo...Al menos no lo hago hasta que me muestra el mensaje.
"Hola, mami, te extraño mucho
Te escribo porque mi trébol (mujer sexy sentada frente a mí) te manda a decir que soy el postre más bonito y lo mejor que te dejaste cocinar por mi papá
¡Gracias, mamii!"
—Callum! —casi me ahogo con la comida y más cuando veo que su mamá está escribiendo una respuesta.
Ambos vemos cómo las respuestas llegan una tras otra.
Mamá: ¿Tu trébol? Oohhh eso me gusta, me gusta ¡Dame nombreee!
Mamá: tu papá y yo cocinamos buenos postres
Mamá: Déjame ver tu trébol (chica sexy)
Mamá: muéstrale esta foto
Y envía una imagen de cuatro personas que estoy suponiendo es Callum con sus hermanas. Dos pelirrojas una con el tono de cabello oscuro cómo Callum y otra más cercana al naranja, la otra maneja un cabello rubio rosa. Todos con los ojos verdes y dos de ellas tienen pecas en el rostro, una más que la otra ¡Maldición! Son tan hermosas cómo Callum.
—Wow, qué buenos genes ¿Quién de tus padres es pelirrojo? —pregunto ampliando la imagen.
—Ambos —Se ríe—. Pero si te lo preguntas, Kyra es rubia por mis abuelos paternos, ahí lo había pintado, pero ella es más cómo rubio rojizo originalmente.
»La más pecosa es Arlene, que es la del cabello que tira más naranja y ésta es Moira, la primera que se horneó.
Sus palabras me hacen recordar lo que Callum le ha dicho a su mamá que dijo y jadeo con mortificación, lo que lo hace reír antes de presionar para enviar una nota de voz.
—Esa fue una buena foto, me veo cómo el hermano más guapo y sexy —Se ríe—. Mi trébol literal se llama Clover, espera, creo que quiere saludarte.
Abro los ojos y me quiero desmayar porque me aclaro la garganta de una manera vergonzosa.
—Hola, señora mamá de Callum —Cierro los ojos ante mi torpeza y Callum ríe—, quiero decir...Eh hola...Qué buen hijo...horneó...Quiero decir, tiene.
Me cubro el rostro con las manos mientras Callum ríe más fuerte y envía la nota.
—Vamos, mami quiere una foto de ti.
—No me tomarás una foto así —me quito las manos del rostro para hacer un ademan a su camisa extra ajustada en mí.
—Vale, te robo una de Instagram. Por cierto ¿Por qué no me sigues?
—Porque tu cuenta es privada y no quería enviarte una solicitud, pensé que se vería raro.
—Raro se ve que me hayas chupado, durmieras en mi cama y nos comamos las bocas, pero que no tenga tus me gustas en mis publicaciones. Yo te sigo.
— ¿Desde cuándo?
—Desde ayer —Se ríe—. Oh, mamá ha respondido.
— ¡Oh! Me gusta tu voz, Clover, qué hermoso nombre. Me alegra que te guste lo que horneé durante ocho meses y tres semanas, perdona si no se cocinó lo suficiente y ahora es desastroso —Sonrío escuchándola reír—. Les envío abrazo y recuerden que si son sexys, es necesaria la protección, el sexo consensuado y seguro es la mejor manera de practicarlo y...
—De acuerdo, cortemos el rollo aquí —Se ríe Callum volviendo a guardarse el teléfono—. Lo siento, pero es que mi mamá es así. Ellos son locos, pero buenas personas.
—Simplemente.... ¡Vaya! —Es todo lo que digo parpadeando un par de veces.
—De igual manera, gracias por tu súper cumplido sobre ser bien horneado, es el mejor que me han dado.
—Pensé que el mejor cumplido que te habían dado fue cuando te dije que eras largo y grueso —digo recordando mis palabras en el salón de clases, no sé en qué pensaba cuando dije tal cosa.
Bueno, sí lo sé, estaba viendo el pene de Callum por primera vez y estaba más allá de extasiada por el tamaño, grosor y la manera en la que la boca se me volvía agua cuando la punta se le humedecía. Estaba en modo sucia, un estado en el que entro en automático.
—Ahora que lo pienso, me has dado tantos cumplidos escritos y verbales que no sé cuál es mi favorito.
Su pie acaricia el lado interno de mi muslo y le doy una larga mirada que es respondida con una sonrisa.
Necesito comer y no distraerme con su sonrisa que atrapa tanto. Lo he dicho antes, Callum tiene una especie de energía a la que es difícil no verse atraída o envuelta, es el tipo de persona que conoces y es imposible que te desagrade, es un carisma natural.
Terminamos de desayunar, deja lo que ensuciamos en el lavavajillas y nos quedamos de pie en frente al mesón, lado a lado, bebiendo café.
Si soy honesta, no planeaba quedarme a dormir, pero tampoco conversamos sobre que decidiéramos que me quedaba, solo lo asumimos y luego de tanto placer, simplemente sucedió. Él no enloqueció, yo tampoco lo hice. Él despertó primero y cuando fue mi turno, solo me dirigí al baño, saqué de mi bolso el cepillo de dientes viajero que cargo conmigo – porque soy así de programada – y después lo encontré en la cocina.
Me pregunto si las cosas están escalando demasiado rápido entre nosotros, si ese es el caso o no lo es, de alguna manera las estrellas se han alineado para que nos encontremos en la misma página. Dijimos "estamos juntos, pero solteros", sin embargo, me doy cuenta de que es una especie de broma porque intuyo que no estoy soltera, no me siento soltera y...No tengo problema con ello, no cómo creía que sería.
—Necesito decirte algo, Clover —El tono de cautela en su voz me alerta y hace que voltee a verlo de inmediato.
No puedo evitar tomar una profunda respiración cómo si esperara que sus próximas palabras fueran el soplido a instantes de enviarme a volar lejos, porque cómo cualquier ser humano cuando las cosas van demasiado bien, tiendo a estresarme un poquito esperando que al menos algo mínimo salga mal.
—La cosa es que aquella mañana en la escuela...Cuando me la chupaste...
Ni siquiera me exalto ante su falta de sutileza, creo que me voy adaptando a que con Callum las cosas son muy directas y no las adorna con palabras suaves.
— ¿Si?
—No nos dimos cuenta de que habían dos cámaras grabándonos, no recordamos que los salones tienen cámaras de seguridad.
Agradezco no estar sosteniendo la taza de porcelana en este momento porque seguramente la hubiese dejado caer. Me quedo de piedra mientras por mi cabeza rebobino, cómo en una especie de película, la forma en la que empujaba hacia mi boca, su mano en mi cabello, lo sonidos obscenos de atragantamiento y succión que venían de mí junto a sus palabras y gemidos. ¡Las cámaras! Nunca pensé en las cámaras, las saqué de mi memoria, las descarté y si no me lo dijera ahora, posiblemente jamás hubiera atravesado el pánico que me invade en este momento.
Todos sabemos que una vez un vídeo cae en las manos equivocadas, no hay vuelta atrás. Cuando un vídeo sexual se hace viral, por mucho que borres, sigue reproduciéndose de un teléfono a otro, de una página web a la siguiente y eso es una mierda porque a nadie le importa que no dieras tu consentimiento.
— ¿Clover? ¿Estás bien?
Sacudo la cabeza en negación, sin poder hablar porque estoy demasiado ocupada imaginando la manera en la que un vídeo sexual en el que participo es reproducido de un teléfono a otro. Mierda ¡Joder! Simplemente mierda.
Siento sus manos en mi cintura y luego vuelvo al ahora cuando me atrae a su cuerpo, nos gira y me sienta sobre una de las sillas altas, no me da tiempo de analizar que una vez más sostuvo mi peso, porque estoy demasiado ocupada con el hecho de que hay un vídeo de mí dando una mamada cómo si no hubiese un mañana ¿Por ser dentro de las instalaciones del campus me meto en algún problema jurídico? ¿Necesito un abogado? ¿Necesito esconderme, huir a otro país o cambiarme la identidad?
—Clover —Las manos de Callum me toman el rostro—. Respira.
—Un vídeo sexual siempre ha sido una de mis más grandes pesadillas.
—Te lo digo porque creo que tienes derecho a saberlo, pero tranquila, me he hecho cargo de ello.
— ¿Tú...? ¿Cómo?
Admito que estoy respirando de alivio, tal vez soy un poco mala por sentir tranquilidad de que él resolviera lo que era un problema de ambos, pero en este momento estoy demasiado aliviada cómo para mortificarme por mi falta de participación activa y mi comodidad. Luego me analizaré y me llamaré egoísta, por ahora, solo siento la frescura de la tranquilidad al saber que no estaré en el internet atragantándome con un pene en la garganta.
—Le pedí ayuda a Jagger y gracias a eso eliminaron el vídeo de inmediato, sé con seguridad que lo hicieron.
Lo veo con la boca abierta y solo consigo hablar cuando de hecho su mano presiona mi barbilla instándome a cerrar la boca, cosa que le parece divertida.
Jagger Castleraigh cada día parece hacerse más conocido, nunca le he pedido algo, pero sé que nada es gratis, siempre pide algo a cambio.
— ¿Qué te pidió?
—Nada que no pudiera darle —responde.
— ¿Qué te pidió? ¡Mierda! Callum, debiste haberme dicho desde el momento en el que te diste cuenta y tal vez encontrábamos alguna solución...
—Esa fue la mejor decisión y fue inmediata.
—Pero ¿Qué te costó?
— ¡Oye! Sé que corren algunos rumores sobre Jagger siendo un tipo duro y cobrando cosas difíciles, pero somos amigos o algo así y en verdad él es un buen tipo que está haciendo un negocio legítimo —Hace una breve pausa—, bueno, tal vez no tan legítimo, pero en teoría nada que lo lleve a la cárcel...Creo.
»No sé qué está pasando por tu cabecita, pero lo que Jagger me pidió es inocente y factible, no te preocupes.
Lucho contra la urgencia de preguntar cuál es el pago y aunque no hablo, parece que mi mirada grita porque termina por reír mientras apoya sus manos en mis muslos ahora desnudos.
—Me pidió un favor de mi hermana Kyra para una de sus amigas, pero no le digas que te dije. Es bien sabido que cuando negocias con Jagger no les puedes decir a otros qué te cobra, el misterio ayuda al negocio.
No es que esté teniendo una relación con Callum desde hace mucho tiempo, pero decido que su tono es honesto y que tengo que confiar en esto y en él, dudo que quiera nuestro vídeo rodando por internet; así que me sacudo la tensión que cargué por minutos y llevo mis brazos alrededor de su cuello.
—Gracias, Callum, eso hubiese sido arriesgado, sin embargo, por favor la próxima vez háblalo conmigo para que podamos solucionarlo juntos, la imprudencia fue de ambos y si bien decimos esta cosa de estar solteros, estamos juntos y ese era un problema que nos incluía a los dos.
Permanece en silencio durante largos segundos mientras me ve fijamente a los ojos y luego sonríe, lo que me hace fruncir el ceño y admito que querer darle un puñetazo.
— ¿Piensas que habrá una próxima vez en un salón de clases? Porque dijiste "la próxima vez".
— ¿Qué? No, no —respondo de inmediato.
Pero de hecho estoy recordando solo que el pensamiento se transforma en mí sentada sobre el escritorio y Callum con su boca entre mis piernas o en mí de espaldas sobre el escritorio y Callum empujando su pelvis contra la mía mientras se desliza adentro y afuera, haciendo que mis pechos se sacudan con sus embestidas...
—Quieres una próxima vez —susurra con su boca muy cerca de la mía.
—Pero sin cámaras...
—Oh, así que mi trébol no lo niega —Su sonrisa casi está sobre mis labios de lo cerca que se encuentra.
Entrelazo mis dedos en la parte baja de su nuca e inclino la cabeza hacia un lado preparándome para los inminentes besos que vamos a darnos.
—Me haces construir nuevas fantasías y reaparecer las viejas —Le doy un beso suave y corto en sus labios entreabiertos—. Me haces no tener miedo a admitir que me gusta lo sucio o a decirte lo que me gusta, lo que quiero.
» ¿Sabes lo que imaginé? —Pregunto contra sus labios antes de lamérselos cuando sacude su cabeza en negación—. Primero imaginé que estaba sobre el escritorio, tu boca entre mis piernas mientras mis dedos se aferraban a tu cabello...
— ¡Por los duendes! —Sus manos ascienden por mis muslos y debajo de la camisa—. Dime más.
—Pero por muy alucinante que fuera tu boca comiéndome, luego te vi sobre mí, empujando tus caderas contra las mías mientras te hundías una y otra vez...
— ¿Profundo? ¿Rápido o lento?
—Parecía rápido por la manera en la que mis pechos se sacudían —Me lamo los labios, tengo el corazón acelerado— y aunque solo fue un breve pensamiento, casi pude sentirte ahí, dentro de mí.
—Y vas a sentirme, Clover, cuando te folle, me folles y follemos me vas a sentir en todas las partes que quieras y en todas las posiciones que nos pase por la cabeza. Te follaré sobre ese escritorio y veré tus tetas sacudirse y entonces, será mejor que tu caliente fantasía. Te lo prometo.
—Pero sin cámaras.
—Sin cámaras —dice sonriendo antes de eliminar la mínima distancia que aún había entre nuestras bocas y besarnos.
Nos besamos y sus manos suben lo suficiente para rozarme el borde de las bragas. Es un beso lento, apasionado y tan excitante que me encuentro abriendo las piernas y rodeándole las caderas con ellas, se presiona contra mí y gimo.
No es que quiera que nuestra relación sea únicamente sexual y eso ha quedado demostrado en que hemos salido, hemos pasado el tiempo a solas viendo el programa adictivo, pero es difícil no querer llevarlo más lejos que unos besos cuando nos deseamos tanto y cuando la química parece tan grande. Muero por sentirlo enterrado en mi interior, por bailar con su cuerpo la danza más antigua conocida en la humanidad: el sexo.
— ¿Estás seguro de que no hay nadie en casa? —Se escucha una voz.
—Por favor se rápido y vete.
Me paralizo contra los labios de Callum y él también se tensa.
—No olvides quién es el jefe, Michael. No te equivoques.
Mis manos caen de los hombros de Callum porque ambos reconocemos esa voz. Me alejo lo suficiente de su boca para tomar un profundo respiro y él busca mi mirada.
—Me encargaré de que se vaya.
Cuando intenta alejarse, tiro de él con mis piernas y lo abrazo. Me avergüenza sentir que es una roca de la que me aferro para alejarme de la persona dentro de esta casa que me asusta, pero es mi instinto de supervivencia aferrándose a la idea de que Callum en este momento representa un escudo contra Bryce.
—No te vayas —susurro.
En mi mente, la parte de mi mente que siempre plantea pensamientos negativos o angustiantes sabe que si él se va y Bryce viene, yo me paralizaré y él me atacará. Oscar y yo apenas nos hemos puesto realmente a practicar un par de golpes y estoy tan asustada que sé que no haré nada y no sé qué tan duradera es mi suerte para creer que si él me vuelve a atacar no llegará lejos.
Odio estarme subestimando y no visualizarme cómo una luchadora o héroe que se salva, pero estoy asustada, no sabía que tanto me aterraba este tipo hasta ahora que me aferro a Callum para que no me deje sola.
Él debe ver el pánico en mi mirada porque deja ir una lenta respiración. Puedo ver que quiere salir y correr a Bryce de su casa, pero se queda a mi lado abrazándome por unos cortos minutos que para mí se sienten demasiado largos. Cuando la puerta se cierra y unos pasos se acercan a la cocina, me tenso. Lo último que quiero es ser encontrada por mi agresor y aunque la ropa no determina el que me ataque, para mí lo hace más horrible cuando estoy tan expuesta.
Sin embargo, quien aparece es un castaño que se paraliza al vernos, su mirada oscura se topa con la mía y sus ojos se abren de manera leve antes de que se aclare la garganta cuando Callum se gira y se para frente a mí para taparme de su vista.
—Te dije que lo quiero fuera de mi casa, Michael. No es difícil de entender.
—También es mi casa.
—Pero Stephan y yo somos mayoría, así que te jodes y dejas a tu amiguito afuera ¿Lo entiendes? —Es la primera vez que escucho a Callum tan serio y molesto—. No te lo volveré a advertir. Tu mierda la dejas fuera de esta casa.
Él no responde, en lugar de ello, nuestras miradas se encuentran y él parece casi temeroso, angustiado y preocupado.
— ¿Por qué me miras así? —no puedo evitar preguntar.
—Cuídate, Clover, cuídate.
Comienza a alejarse con rapidez y Callum sale de mi agarre siguiéndolo mientras grita su nombre, bajo de la silla tropezando en el camino y encontrando a Callum en la entrada instando a Michael a bajarse de la motocicleta.
— ¿Qué mierda quieres decir? ¡Dilo!
—No quise decir nada que no sepas, que ella no sepa —Me ve de nuevo antes de ponerse el casco—. Esta mierda es seria, Callum. Manténganse alejados de él, no está jugando con lo que hace.
Esa es toda la advertencia que da antes de poner en marcha la motocicleta. Eso sonó francamente espantoso y me ha dejado un sabor amargo en la boca junto a escalofríos en el cuerpo, pasé de arder a estar tan helada que casi podría estar entumecida.
—Callum, me gustaría irme a casa —digo haciendo que deje de ver por donde Michael acaba de irse, me da su atención—. Quiero irme.
Lo que no digo es que quiero irme ahora mismo, cerrar con seguro mi habitación y no salir nunca más, para no toparme con ese tipo de nuevo en mi vida.
—Está bien, te llevaré. Lamento todo esto —Se acerca, haciendo que ambos entremos a la casa—. No se supone que se arruinaría así.
—No es tu culpa y...Fue un lamentable final, pero todo lo demás...De las mejores citas —Trato de sonreírle porque soy honesta en mis palabras—. De verdad me gustó.
Me da una sonrisa triste, porque sabe tan bien cómo yo que aunque la pasamos increíble y maravilloso, en este momento ambos tenemos la cabeza en otros lugares.
***
Qué desagradable sensación el estar sudada hasta el punto de gotear cómo si me hubiese bañado, además los bíceps me duelen, pero si me que quejo Oscar solo me dará una larga mirada de: "eres una imbécil malagradecida" y yo le diré "No todos tenemos chocolates por abdomen y brazos para enmarcar" y entonces seguramente Kevin agregaría "Y no sabes cómo me agarra con esos brazos cuando follamos" y yo me preguntaría "¿Por qué mis amigos son así?". En conclusión: mantengo mis quejas en mis pensamientos mientras nos dejamos caer en una de las tantas cafeterías, está la de la escuela de negocio, e intento recuperarme del entrenamiento de Oscar.
Veo la botella de agua que Kevin desliza hacia mí junto a un batido verde espeso que es igual al que tiene para sí mismo y para Oscar. Veo del vaso verde a él, totalmente decepcionada de que eso sea lo que haya conseguido en la cafetería para mí.
— ¿Qué significa esto? —asiento hacia el vaso.
—Jugo verde con proteína, buenísimo para trabajar los músculos y...
— ¿Quién te dijo que quiero músculos? —Lo interrumpo—. Quería una Coca-Cola helada para revivir de todo el sudor en el que me encuentro navegando.
—Una Coca-Cola anula todo el trabajo que hiciste hoy con Oscar y te he dicho que las gaseosas hacen daño a la salud y el rendimiento.
—Espérate —Alzo una mano frente a su rostro y hace el gesto de morderla, lo que me hace alejarla con rapidez—, yo no estoy haciendo guanteo con Oscar porque quiera tonificarme o perder peso, estoy bien con mis trotes matutinos, gracias.
— ¿Entonces?
—Le ofrecí a enseñarla a defenderse, ya sabes, nunca está de más que sepa actuar si la situación se vuelve complicada.
Ante las palabras de Oscar, la mirada de Kevin viaje de su novio a mí. No es que no confíe en mis amigos, pero aún tengo conflictos para hablar sobre lo desagradable que sucedió aquella noche o el miedo que me da cuando creo ver a alguien que se parece a Bryce. Hasta ahora solo Edna, Callum y Oscar lo saben y aunque éste último odia ocultarle cosas a Kevin, sabe que es mi elección, mi secreto y que lo diré cuando me sienta lista.
— ¿Está sucediendo algo de lo que deba preocuparme? —pregunta Kevin dándome una larga mirada.
—No quiero hablar de eso ahora, luego —digo tomando el vaso y tratando de no arrugar el rostro mientras bebo.
De verdad quería una gaseosa y no esta bebida súper saludable.
—No sabe mal —Me regaña Kevin y ruedo los ojos.
—Es tolerable —dice Oscar escribiendo en su teléfono con una mano—. Ya debo irme, quiero ser puntual en mi cita.
— ¿Qué cita? —pregunto dándole una mirada de reojo a Kevin que se pone de pie.
—Cita para tatuaje —Me responde Kevin estirándose.
Puede que Kevin sea de complexión más delgada que Oscar y que sea un poco más bajo, pero supongo que sus bebidas asquerosas, la alimentación sana y el que haga natación hace que su cuerpo no sea escuálido y eso queda confirmado cuando una franja de piel queda a la vista al alzar los brazos, es otro al que verle los abdominales resulta apasionado.
Poniéndose de pie, Oscar toma lo que resta de la bebida y luego inclina el rostro dándole un beso rápido a Kevin que en realidad espera hasta perderlo de vista antes de tomar asiento de nuevo, cómo si el simple hecho de dejar de verlo cuando se va lo hiciera perderse cualquier acontecimiento importante.
—La tienes demasiado mal por Oscar.
—Él me encanta —Sonríe—. Pensé que quería ser libre y sin control, pero me gusta estar en una relación con él. Estoy enamorado.
—Y eso se nota.
Recuerdo mi conversación con Oscar sobre Kevin sintiéndose algo inseguro por el pasado y las chicas, pero no es un tema en el que deba meter la nariz si no me lo piden.
—A veces me sorprendo ¿Sabes? Me acuesto en la noche o despierto a su lado pensando en cómo sucedió y lo recuerdo a la perfección, pero aun así parece tan irreal.
»Era un tipo gay aterrorizado de que uno de sus mejores amigos hetero se la pusiera dura y le acelerara el corazón. ¡Mierda! Sentía tanto temor de que Oscar se diera cuenta y huyera de mí —Se ríe por lo bajo pasándose una mano por el cabello— y ha arriesgado tanto por mí, pese a que somos una relación tan reciente, cinco meses no es una eternidad, pero para mí ha sido muchísimo.
—No es un sueño —Le sonrío—. Estás loco por él y él está loco por ti.
Bebo más del horrible vaso y pienso en cuánto me tomará acabarlo sin tener arcadas; Kevin parece muy a gusto disfrutándolo.
— ¿Cómo van las cosas con Callum?
No puedo evitar sonreír de inmediato y él ríe con una mirada de picardía muy difícil de ignorar, luego está pateándome por debajo de la mesa.
—Hiciste cosas perversas, puedo verlo en tu cara y lo disfrutaste.
—Hemos hecho cosas... —acepto— y definitivamente me han gustado.
— ¿Es mejor de lo que imaginabas? —asiento, él sonríe—. Supongo que eso hace que no te arrepientas de haber sido descubierta, imagínate que no se hubiese dado cuenta, estarías cómo una imbécil perdiéndote todo esos orgasmos y buenos momentos.
—Me gusta mucho, más que antes. Antes solo tenía expectativas de la persona que era, pero ahora lo conozco y me gusta demasiado lo que voy descubriendo. Eso me pone un poco nerviosa.
— ¿Te asusta enamorarte? Te mereces un amor genial luego de tu estúpido exnovio.
—No sé si me asusta...
— ¿Quieres salir corriendo?
—No —respondo demasiado rápido y él ríe.
—Entonces tal vez lo que te asusta es no querer correr, estar haciendo algo atípico de ti porque estás perdiendo el control y sé lo mucho que eso te jode el cerebro.
—No tener control o todo esquematizado definitivamente me asusta.
—A veces dejarse llevar es la fórmula perfecta para conseguir algo realmente bueno, canela pasión oriental.
—Y a veces solo te lleva a un catastrófico caos.
—No tiene que ser así para ti —rueda los ojos—. Disfrútalo.
—Estoy disfrutándolo.
—Oh, estás siendo una perra traviesa, me gusta eso, hace que no te enfoques en ser una perra malvada.
— ¿Sabes lo mal que se escucha que me llames perra?
—Sí, pero sabemos que lo digo con amor y orgullo, no cómo una perra ponzoñosa queriendo herirte.
Asiento en acuerdo bebiendo otro poco más de la asquerosidad cuando su teléfono suena con una serie de mensajes y él se pone de pie maldiciendo.
— ¿Qué pasa?
—Oscar dejó la billetera en mi mochila antes de entrenar contigo y ahora está atascado en un taxi sin dinero para pagarle, tampoco tiene el dinero para el tatuador. Es hora de que rescate a mi hombre —Lo último lo dice riendo—. Te veo más tarde.
Quedándome sola en la mesa veo lo que resta de la bebida y me planteo renunciar y comprarme la Coca-Cola que tanto deseo, pero ¡A la mierda! Continuaré con esto por Kevin, así que me bebo lo que resta de un solo trago y me tapo la boca con la mano cuando no puedo controlar un eructo, por suerte ninguna mesa cercana lo escucha.
Teniendo en cuenta que es el final de la tarde, que necesito una ducha y tengo hambre, no tardo en ponerme en marcha a mi residencia con los auriculares conectados al teléfono y la música sonando a todo volumen de una manera en la que papá me diría que me quedaré sorda y creo que lo llamo con el pensamiento, porque mientras voy a mitad de camino, una llamada de su parte entra y mantengo los auriculares al contestar.
— ¡Papá! No me digas se adelantó y ya nació —Detengo el caminar, pero retomo cuando lo escucho reír.
—No, aún le queda un mes ¿No puedo llamar a mi hija para saber de ella?
—Sabes que puedes —Sonrío incluso si no puede verme—. Siempre seré feliz de que te acuerdes de mí, sobre todo antes de que me opaque el nuevo bebé.
—No seas celosa, los amaré a ambos...Solo que él será más tierno.
Ambos reímos y pudo imaginar su sonrisa mientras las esquina de los ojos se le arrugan y su nariz se vuelve más amplia. Lo extraño, tengo un par de meses que no lo veo.
— ¿Cómo están las cosas por allá? —pregunta, tratando de sonar casual.
— ¿Qué te dijo Valentina?
—Nada, nada.
—Uhm...No te creo.
—De acuerdo —suspira—. Me dijo que te encontró triste en la última vídeollamada y quiero verificar que mi niña está bien.
—Estoy bien, papá, solo había tenido un mal día.
—Quiero saber qué decir, pero no lo sé... ¡No sirvo para consejos paternalista! Y aun así estoy teniendo otro hijo.
Mi sonrisa se vuelve más amplia, puedo recordarlo perdido sin saber qué hacer conmigo de pequeña. Cuando lloraba diciendo que quería ser delgada cómo las otras niñas de la escuela, papá simplemente me sostenía diciendo que estaba llena de más amor que ellas y por eso tenía más carne. Cuando tuve la menstruación por primera vez, botó la sabana, hizo que un trabajador consiguiera toallas femeninas y compró un libro para entender cómo explicarme lo que sucedía, luego solo desistió e hizo que mi tía materna llamará desde Brasil para la charla. Nunca ha sabido muy bien cómo ser mi papá, pero eso es lo que lo ha hecho tan memorable para mí, siempre fuimos un dúo contra el mundo, después fuimos tres con Valentina y ahora seremos cuatro.
—Das horribles palabras —Me sincero—, pero tus abrazos los compensan. Mi hermanito te lo confirmará cuando al igual que a mí, lo hagas sentir seguro en tus brazos, papá.
—Ese es un buen consuelo, hija.
Riendo continúo hablando con él, quien es demasiado torpe intentando sacar tema de conversación porque aun siente que no es lo suficiente cool para seguirme el ritmo, pero no lo dejo terminar llamada rápido porque hablo el doble instándolo a conversar. Así funcionamos, somos ese tipo de padre e hija, él es el incómodo y yo la fastidiosa que se empeña en que hable más incluso si no quiere.
Cuando suelta un profundo suspiro me compadezco de él sabiendo que ya ha superado el límite de la llamada, él solo quería saber que yo estuviera bien.
—Debo colgar, papá. Me encantó hablar contigo. Come sano, cuídate y se un amor con Valentina.
—Puedo hacer eso. Cuídate, hija y pórtate bien. Ya quiero verte pronto.
—Te amo —Le digo en persa.
—También te amo.
Cuelgo el teléfono con una gran sonrisa y abro la reja de la residencia encontrando que el ascensor continúa fuera de servicio y que mi cuerpo adolorido debe soportar el tramo de escaleras dobles hasta el piso tres. No estoy sin aliento cuando consigo llegar, pero mi cuerpo en este momento no es mi mayor fan.
—Oye, Clover —Me llama una de las estudiante del apartamento del final, ella se acerca hacia mí así que recargo la espalda de la pared esperando que inicie la conversación.
—Escuché que hace unos días el irlandés estuvo en tu lugar —Hace una pausa, dándome tiempo a agregar algo, pero no hablo—. ¿Qué pasa con eso?
— ¿Cómo que qué pasa con eso?
— ¿Están follando o saliendo?
— ¿Por qué te interesa saber eso? —pregunto viendo que en el pasillo unas pocas están escuchando la conversación.
—Por nada malo —alza las manos cómo si me instara a calmarme—. Es solo que es conocido por ser ¿Libre? Y no sé si estás esperando algo más...
— ¿Eres la representante de Callum? —Enarco una ceja— ¿O eres mi representante?
¡Cielos! Estoy siendo malvada y actuando a la defensiva, despegué y no sé cómo detenerme.
—Solo no quisiera que salieras lastimada porque, bueno, mírate.
—Me he visto en un espejo.
—Y él...Bueno, es Callum y tú eres Clover...
—Y el cielo es azul —agrego viendo hacia arriba porque es mucho más alta que yo—. Mira, Brandy, voy a decirte algo que tal vez no sepas...
— ¿Si?
—Para ser la novia de alguien o tener sexo no necesitas tener un estereotipo, lo único que necesitas son las ganas y disposición además del consenso. Callum es un hombre, yo soy una mujer, tengo una vagina y él tiene un pene que, en efecto, quiero que introduzca en mí —Jadea—. Si lo que insinúas cuando me dices que me vea es que no estaré en portadas de revista o usando las tallas mínimas de la Perla...
—Tu piel...Es lo que quise decir y... Quiero decir, no es que yo sea racista.
—Qué tengas que aclarar que no es racista, deja en claro que es racista —dice Edna detrás de mí, llegando a la improvista reunión.
Me doy cuenta de que estoy dándole una explicación a Brandy cómo si se la debiera y que esto me está atrasando de tomar una ducha, lo que resulta molesto. No hablo más, solo abro la puerta de mi amado hogar universitario terminando con la rara conversación sobre mi relación con Callum.
—Se lo está follando y también están saliendo. La verdad es que a Callum le encanta Clover, le encanta apretarle el culo, sentir puñados de ella y saber que no la romperá cuando la empotra a la pared sin control y...
Me desconecto de las palabras de Edna, entrando al apartamento, yendo directamente al baño en donde tomo una ducha un poco larga y luego me dejo caer, con una toalla envolviéndome, sobre la cama.
Tomo el teléfono y reviso los pocos mensajes que tengo antes de dirigirme al chat con Callum.
Clover: ¿Qué haces?
Pregunta básica, pero que nunca falla en abrir una conversación y eso lo confirmo un minuto después cuando llega su respuesta.
Irlandés: estudio mi posible trabajo de grado y luego debo repasar unos apuntes
Irlandés: soy un tipo estudioso
Irlandés: ¿Tú qué haces?
Clover: acostada en la cama con una toalla
Irlandés: dime que es una broma
Clover: 100% honestidad
Irlandés: ¡Maldición! Dime más
Irlandés: espera, mejor lleva la mano a tu muslo...Así, justo así.
Demasiado presuntuoso que asuma que lo estoy haciendo aunque sí lo estoy haciendo cuando su próximo mensaje llega.
Irlandés: estás desesperada así que tu mano va directo entre tus muslos, dos de tus dedos...
No puedo terminar de leer el mensaje porque el teléfono suena con una llamada entrante de número desconocido.
— ¿Hola?
—Hola, Clover ¿Ya quieres jugar conmigo? —dice una voz masculina con burla.
— ¿Quién es?
—Todavía te deseo y si te resiste te deseo más.
Respiro hondo sabiendo quien es esta persona y estoy aterrada, con escalofríos, pero tal vez el hecho de no verlo me hace encontrar mi voz y no solo paralizarme.
—Vete a la mierda, aléjate de mí.
Él cuelga antes de que yo pueda hacerlo y me quedo con la vista clavada en el teléfono. Esto se siente tan mal.
El teléfono suena con mensajes de Callum que me hacen ver que de hecho escribió varios. De nuevo el maldito Bryce arruinó un momento que era nuestro.
Clover: oye lo siento, pero no me siento bien
Clover: ¿Lo dejamos para otra oportunidad?
¿Qué estoy posponiendo exactamente? ¿Una cita para sexo por mensajes de texto?
Irlandés: ¿Te incomodé?
Clover: no, solo me distraje con algo desagradable
Clover: no tiene que ver contigo, nunca me has incomodado
Clover: contigo todo me ha gustado
Clover: sigue estudiando y hablamos después
Irlandés: te veo mañana en clases, mi trébol
Irlandés: también me gusta todo lo que te hago y lo que me haces
Irlandés: y me gustará aún más todo lo que haremos...
Holisss, espero se encuentren bien ❤
La imagen es un fanart que la bella Yce me regalo de mano de la talentosa weirdowithluve (así la consiguen en ig).
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Instagram/ Younow/ Tiktok: DarlisStefany
Twitter: Darlis_Steff
Espero les guste.
Un beso.
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