Culturas.

Callum.

—Necesito tu ayuda —digo.

No hay un "buenas tardes", charla cordial, etiquetas sociales o unos minutos para dedicarle una mirada apreciativa. Aquí yo necesito soluciones y éste hombre-adulto-joven puede dármelas siempre que pague y porque vamos a ser honestos: le caigo súper bien.

— ¿Ayuda para algo obvio o esta vez si es algo que no sepas? —pregunta Jagger pasando la página de un libro de economía de potencias mundiales.

—Ayuda para obtener y eliminar algo —No alza la vista— de la oficina central de mi escuela.

Con lentitud deja de leer para enfocarse en mí, la curiosidad le brilla en los ojos grises y lentamente extiende una pequeña sonrisa, se pone más cómodo en el asiento, interesado en lo que voy decirle.

— ¿Qué hiciste?

La pregunta correcta es: ¿Qué hiciste y que te hicieron?

Lamiéndome los labios veo alrededor porque lo último que necesito es que alguien se enteré de mi encuentro sexy con Clover en un salón de clases. Es decir, obviamente desafiamos al destino al no poner seguro a la puerta, pero no es algo que queramos que se haga público. No tengo intenciones de ser famoso (y dudo que ella las tenga) debido a un vídeo sexual, ese sí que nunca fue uno de mis tantos sueños.

— ¿Y bien? —Me insta Jagger.

—No puedes decirle a nadie, pero a nadie —Le digo—, si lo haces te apretaré las bolas hasta que vomites.

—Qué encantador —Sonríe—, pero está bien, supongo que no le diré a nadie.

—Estoy con Clover, estamos juntos aunque estamos solteros.

—De acuerdo.

—Y estamos calientes el uno por el otro por lo que es difícil controlarse.

—Los famosos primeros meses de calentura —Se ríe—. ¿En dónde entro yo en todo esto? ¿Quieres invitarnos a Lindsay y a mí a un cuarteto?

— ¿Se apuntarían?

Pregunto por curiosidad, pero admito que también interesado porque suena cómo algo bastante divertido y caliente.

—Para mí suena interesante, sin embargo Lindsay lo descartaría y debido a que somos una relación, solo estaba bromeando—cierra su libro—, pero ahora dime qué sucede, porque tengo al menos quince minutos para llegar a mi clase de finanzas y el profesor McCain odia la impuntualidad.

—La cosa es que necesito un vídeo de la cámara del aula 203 del bloque B de la escuela de ciencias, aproximadamente de hace unos cuarenta y siete minutos, un poco más o un poco menos —debería felicitarme por ser tan especifico con mi pedido, pero todo lo que hace es arquear ambas cejas.

— ¿Por qué? ¿Por qué quieres que haga eso?

— ¡Joder, Jagger! ¿No puedes solo ceder? ¿Cuánto debo darte?

—Me estás pidiendo que joda con la seguridad de una facultad, de tu escuela ¿Sabes lo que pasa si me pillan?

Bueno, no sería bonito si lo atrapan, pero es Jagger y...

—La cosa es que a ti nunca te pillan.

—Pero ¿Por qué arriesgarme?

Hay unos cortos segundos de silencio en donde no cede y ¡A la mierda! Ya está, solo hay que decirlo con confianza para que me ayude con mi videíto caliente.

—Bueno, porque no quiero que toda la universidad me vea deslizándome en su boca ni tampoco cómo disparo semen sobre la chica con la que estoy saliendo —Mascullo y sonríe de costado—. No necesitamos que alguien vea eso.

—Ah, te pusiste a jugar sucio y se te olvidó que habían cámaras —Se ríe—. ¿Qué tan malo es?

—Es malo, hay dos cámaras de diferentes ángulos. Una adelante y otra atrás. Fuimos sucios.

Con esas dos jodidas cámaras consiguieron un pequeño documental de buenos ángulos tanto de ella tragando cómo de mí empujando y estoy seguro de que se escucha también nuestra charla sucia o los sonidos húmedos de cuando se la metía hasta el fondo ¿Irlandés por qué eres tan sucio y te calientas tan rápido por Clover?

—Está bien —dice Jagger finalmente—, déjame escribirle a alguien que podrá entrar en el sistema en pocos minutos. Sé que los vídeos de seguridad se revisan miércoles y viernes, por lo que estás de suerte que no sea hoy.

»Si me responden en este momento, estoy seguro de que tomará tal vez una hora borrar ese rastro, bueno, eso si la seguridad de la facultad de ciencia es tan ineficiente cómo la de la escuela de negocios.

Dejo ir una respiración de alivio, sabía que éste sería mi hombre. Estirando la mano tomo la suya de manera teatral y me mira con diversión.

— ¿Cuánto te debo? —Hago una pausa y adrede hago un tono coqueto— ¿Cómo quieres que te pague?

—Con tu hermana Kyra.

Libero su mano con sorpresa de que mencione a mi hermana y que sea precisamente ella. No soy un proxeneta y nunca daría a mi hermana cómo pago ¡Ni siquiera a Jagger!

— ¿Escuché bien?

—Sí, dije Kyra.

—Pero...No puedo darte a mi hermana y no seas un maldito infiel, tienes novia.

—No quiero follarme a tu hermana, irlandés —aclara—. La quiero en vídeollamada ayudando a Maddie con su clase de francés porque hay una clase que ella no entiende y está enloqueciendo.

»Me dijiste que tu hermana estudió idiomas y domina varios, entonces, consigue que le dé un par de clases a Maddie, es todo lo que quiero de pago por eliminar tu vídeo sucio.

No sé cómo esté Kyra de tiempo con su trabajo, pero es hora de que me pagué por el privilegio de tenerme de hermano que ve kdramas y presentaciones de grupos de kpop larguísimas a horas nada normales. Así que asiento en acuerdo hacia Jagger.

—Bien, puedo conseguir eso ¿Cuántas clases?

—Son solo dos, la profesora de Maddie está siendo particularmente mala explicando y una loca calificando.

— ¡Ufs! Es horrible cuando eso pasa.

Él asiente y revisa su teléfono que acaba de vibrar, me sonríe.

—Estás de suerte, ya se pondrán en búsqueda de tu vídeo prohibido.

—Garantízame que esa persona lo eliminará sin siquiera verlo.

—Debe ver para conseguirlo, pero ya le dije cómo vas vestido, que eres pelirrojo y robé una foto tuya de tu Instagram para que te reconozca—dice con seguridad—. Es todo negocio, no verá nada que no vea, es profesional.

—Bien —respiro aliviado una vez más—. Eso estuvo cerca.

—Casi te quemas.

Pienso en Clover, en todo el fuego que emerge de ella cuando nos ponemos más que un poco amistosos y nos quitamos los trajes de ángeles. Pienso en Clover, viéndome mientras me lleva tan lejos en su garganta cómo puedo, agarrándome las monedas de oros e implorándome con esos ojitos sensuales que le tire del cabello y la atragante.

—Jagger —sonrío—, yo ya me estoy quemando con mi trébol.

Él dice algo sobre que soy un poeta, pero su mirada se clava a una larga distancia del lado derecho y cuando volteo tardo en ubicar quién tiene su atención, pero entonces encuentro Lindsay moviéndose de un pie a otro mientras un tipo adulto le posa una mano sobre el hombro al hablar.

— ¿Por qué rayos la toca? —sisea Jagger recogiendo su libro y poniéndose de pie.

—No te tenía por un tipo celoso —comento, porque nunca me dio esa vibra.

—No es una cuestión de celos, es una cuestión de que ese profesor de ética no tiene ética, es una mierda.

»Te veo luego, irlandés. Te escribo cuando todo esté eliminado y recuerda decirle a Kyra, Maddie necesita las clases para esta semana.

—De acuerdo —digo con lentitud viendo que tiene una expresión de cabreo bastante fuerte.

Da unos pocos pasos y luego se voltea para verme.

—Supe lo que pasó con Clover y Bryce —Me tenso—, Jamie me lo dijo. Él es un eslabón del que hay que hacerse cargo.

—Jagger, cuidado con las batallas en las que peleas —básicamente uso el mismo tono que empleé con Stephan—. Él no es un simple cordero, ve con cuidado.

Asiente y da grandes pasos, lo sigo con la mirada viendo cómo alcanza a Lindsay, cuya expresión corporal denota incomodidad o eso creo, y al profesor que ahora con la presencia de Jagger se encuentra tenso. Veo el breve intercambio sin saber qué podrían estarse diciendo, pero poco después, Jagger y Lindsay se alejan.

—Profesor de ética sin ética —repito las palabras de Jagger viendo al tipo ahora caminar junto a una estudiante que parece radiante de estar a su lado.

***

No es la primera vez que estoy dentro de uno de los pequeños apartamentos de las residencias y aunque son mucho mejor que las habitaciones compartidas del primer año o para aquellos con menos recursos económicos, igual no es el lugar más amplio.

El lugar de Clover consiste en una sala pequeña con una cocina todavía más pequeña y tres puertas que componen su habitación, la de su amiga Edna y el baño. Sin embargo, hay cuadros y notas adhesivas en las paredes, algunos adornos distintivos y de hecho veo una polla de plástico en un pequeño estante al que no puedo evitar acercarme.

"La mejor mamada" leo porque resulta que es de porcelana y que al parecer es un premio. Clover, que se encontraba en su habitación hablando con su papá, sale de nuevo cuando ha terminado la llamada. Llevo apenas unos pocos minutos de haber llegado y ya me estoy encontrando con estas sorpresas.

Su vista va al premio en mi mano y por una fracción de segundos sus ojos se abren un poco más antes de que regresen a mí. Por supuesto que estoy sonriendo ante lo que sostengo en mi mano. Haber, he sostenido penes en mi mano a lo largo de los años, de carne y hueso y bastante duros, pero este de porcelana siendo exhibido con un premio muy importante se roba todo el show.

—Este premio es tuyo ¿Verdad?

— ¿Qué te hace pensar eso? —pregunta acercándose y quitándomelo de las manos para devolverlo a su lugar.

—El hecho de que estuve hace unas horas envuelto en tu dulce boquita y golpeando hasta tu talentosa garganta. Ciegamente te daría el premio.

Me ve durante un par de segundos antes de reír y meterse el cabello detrás de las orejas. Me es imposible no detallar que se encuentra con una camisa muy ajustada que deja a la vista mucho escote en sus tetas, viste un short de algodón que le llega debajo de los muslos y se le ajusta a la cintura, veo mucha piel acanelada y me lamo los labios imaginando que la saboreo, que la toco...

—No es mío.

— ¿No? —pregunto con un mohín y ella ríe rodeándome al caminar hacia la cocina, que no es que le tome muchos pasos.

La sigo cómo un cachorrito necesitado de afecto y calorcito que quiere acurrucarse, pero ella es la cruel dueña que no cede a darme amor mientras saca un paquete de palomitas de maíz que ubica dentro del microondas y comienza a sacar ingredientes para un par sándwiches. No soy un tipo que come el 100% de las veces saludable, pero si tengo hábitos mayormente porque de nada sirve ejercitarme si luego me atraganto de porquerías con la excusa de "luego lo quemo", es decir, obviamente como cosas chatarras, pero llevo un orden, sin embargo, hoy me dejo arrastrar por Clover Mousavi que se siente tan culpable cómo yo por atiborrarse en la noche con todo esto, porque también tenemos una pizza descongelada y yo traje hamburguesas con papas fritas.

—No, no es mío —repite y un sonido de protesta escapa de mí—. ¿Por qué pareces tan decepcionado? Haces que el premio de mejor mamada parezca un Grammy.

— ¿Es de Edna?

—Es de Kevin —dice concentrada en dejar una rodaja de queso en cada rebanada de pan.

— ¡Pfs! Recuerdo poco y sé que Kevin da buenas mamadas según mi memoria borrosa de ese día, pero la tuya fue mejor, infinitamente mejor. Él no me llevó hasta su garganta ni jugó con mis monedas...

—Estabas borracho con Kevin y fue hace años, no sabes de lo que pueda ser capaz ahora y para que lo sepas lo escuché decir que traga cómo un campeón. Y lo de las monedas ¿A qué te refieres?

—A mis bolas, obviamente.

—Obviamente —dice con diversión.

—Y si es de él ¿Qué haces con su premio?

—Edna se lo robó y le dice a sus conquistas que es la campeona de las mamadas.

—No entiendo ¿Cómo funcionan estas premiaciones de las que no he escuchado? —Veo hacia el microondas cuando las palomitas comienzan a explotar.

—Es algo entre nosotros, simplemente asumimos y bromeamos sobre ello, cómo todos nosotros, ya sabes...

— ¿Han tenido una polla en la boca? —completo y ella asiente.

—Kevin se la ha llevado las dos veces, se suponía Oscar aun no era parte de ello porque no sabíamos que le iban los penes.

—Nunca ganaste —Niega con la cabeza—. ¿Por qué?

—No codiciaba tal premio, era divertido ver la competitividad de Kevin y Edna, lo codiciaban cómo a una estatuilla de oro.

—Pero dabas sexo oral, porque por muy halagador que sería fingir que esta mañana fue la primera vez que chupaste a alguien, sé que no es el caso.

—No le hago eso a todas las personas con las que me involucro —Termina con los panes—. No quería poner mi boca en todo aquel con que fuese a involucrarme sexualmente, es decir, las aventuras esporádicas —Me ve— y tenía la sensación de que a mi exnovio podía morderlo por ser un completo imbécil.

»Y simplemente no voy alardeando de mi boca succionadora ni mi garganta amorosa, me gusta que sea una sorpresa.

— ¡Y vaya sorpresa! —Acercándome a ella le doy un beso corto antes de sacar la bolsa de palomitas de maíz del microondas—, pero tengo la sensación de que este año la estatuilla será tuya.

— ¿Me darás tu voto? —pregunta en un tono coqueto.

Volteo a verla y durante largos segundos mi vista se clava en sus labios, los cuáles ella se lame al notar mi atención, cuando vuelvo a encontrarme con su mirada le guiño un ojo.

—Cuenta con ello —termino por responder.

Tomamos nuestras comidas, en dos viajes a la cocina para mí, y nos ubicamos en el único sofá de tres plazas en la sala dejando la comida entre nosotros y sobre nuestras piernas. Hay un solo televisor en este piso cómo en mi casa, solo que este es un poco más pequeño. No había mucha programación para ver, pero en un sondeo quisquilloso ambos elegimos "todo en 90 días", lo sé, lo sé, cuánto drama.

Descubro algo apenas comenzamos con el primer episodio de la temporada: que fue una elección correcta porque ambos nos encontramos comentando mientras comemos, hay palabras muy divertidas de por medio y suposiciones de nuestra parte.

—Algo me dice que ella solo quiere la visa K1 —digo antes de masticar un puñado de papas, no hablo hasta haber tragado—. No me da muy buena vibra.

— ¿Por qué ese hombre busca una mujer extranjera? Es atractivo, tiene buen trabajo y capital —enumera—. ¿No te hace pensar que hay algo malo con él que lo hace buscar una novia internacional?

—Depende, hay personas que se sienten en mayor confianza para hablar tras una pantalla y a distancia, no sienten presión y tienen oportunidades de ser ellos mismos —tomo una rebanada de pizza.

—O tal vez es un sociópata buscando a su próxima víctima que dejará atrapada en Estados Unidos luego de casarse y quitarle el pasaporte para que no pueda huir.

Me quedo con la rebana de pizza a mitad de camino hacia mi boca mientras la veo, ella voltea y se encoge de hombros.

—Es una posibilidad.

—Tienes una mente un poco peligrosa para escenarios malvados —señalo finalmente antes de morder la pizza.

—Russ es guapo —dice y veo al tipo en cuestión que habla en la televisión.

—Lo es y tiene una profesión increíble en el campo de la ingeniería —apoyo al tipo hablando en pantalla sobre lo enamorado que se encuentra y el proceso de gestionar la visa para Paola.

—Algo me dice que en el futuro él tendrá algo que decir sobre lo que ella viste, que no es que sea su decisión, pero podría ser el drama de trasfondo. Él se ve muy conservador y ella liberal.

Asiento mientras devoro la pizza y continuamos viendo el programa que de hecho es bastante entretenido y en dónde opinamos mucho. Nos reímos, bromeamos y hacemos suposiciones, también hay ocasiones en donde no pensamos lo mismo y ¡Duendes! Comemos un montón, siento que las golosinas y comida nunca se terminan mientras pasamos de un episodio a otro. Tienen una duración de poco más de treinta minutos y la primera temporada consiste en seis episodios, cuando la terminamos, nos quedamos en silencio viendo los créditos en la pantalla del televisor.

Es lunes y mañana tengo la primera clase a las diez de la mañana y ella a las ocho, pero ambos volteamos a vernos. Creo que pensamos más o menos lo mismo.

— ¿Vemos el primer episodio de la segunda temporada? —Me pregunta con cautela.

—Un episodio no hará daño.

—Bien, solo déjame recoger todo este desastre.

Me levanto para ayudarla. Aún queda pizza y la mitad de una hamburguesa junto a un sándwich completo, todo lo metemos en el refrigerador y recogemos lo demás. Me siento súper lleno de comida y ella también, por lo que solo tomamos dos botellas de agua y volvemos al sofá luego de apagar las luces.

Cuando activa la reproducción, debido a que ya no tenemos comida entre o sobre nosotros, la atraigo hasta que se acurruca a mi lado con las piernas sobre las mías y mi brazo rodeándola. Es una experiencia medio nueva, la viví hace años con una novia y también con un novio, pero no en la universidad. Mayormente cuando te invitan a ver televisión terminas follando o haciendo cualquier cosa menos eso y teniendo en cuenta nuestra tensión sexual, esperarías que eso pasara, pero me gusta que podamos hacer algo más allá del sexo y que de hecho la estemos pasando tan bien en una noche de un lunes (madrugada de martes ahora) viendo un programa que nadie supondría que veríamos durante una primera cita o segunda si cuentas el encuentro con Kevin difunto cómo la primera.

Poco después pasamos a otro episodio, continuamos sentados lado a lado y la parte trasera de su cabeza se encuentra contra mi pecho mientras una de mis manos juega con su cabello sin perderme nada del programa que creo que es un poco adictivo. Su pierna entre las mías y mi brazo rodeándola: Un paraíso.

—Mohamed está mintiendo, no creo que esté sintiendo algo por Danielle, él quiere su visa K1 y listo, pero Danielle está demasiado cegada —Me quejo.

—También lo creo, él solo quiere una mejor vida y no es la manera honesta de conseguirlo. Dice que la ama, pero no le creo y ella se ve tan ilusionada, él está aprovechando que ella tiene inseguridades y desea ser amada —suspira—. Hacer vivir dos culturas diferentes es realmente difícil, más cuando están tan alejadas.

Eso despierta mi curiosidad porque sé sobre sus ascendencias, pero no he preguntado directamente sobre sus culturas.

— ¿Te pasó?

—Uhm... No tanto así —responde sin dejar de ver a la televisión—. No pude aprender la cultura brasileña de mi madre, pero mi tía y abuela me inculcaron tanto cómo pudieron viéndome de vez en cuando, papá se esforzó, pero no es cómo si él supiera demasiado.

»Si bien mi papá es iraní y tiene familia acá en el país, cuando fue independiente y comenzó sus estudios, él se volvió bastante cínico sobre la religión y tenía el pensamiento de que criaría a sus hijos con el pensamiento que eran libres de elegir qué practicar, así que en lo religioso no crecí con papá siendo duro e inflexible sobre el Islam, él me enseñaba para que conociera todo y tuviera conciencia.

»Muchos consideran el islam cómo algo malo basándose en el terrorismo o la manera errónea en la que se interpreta los textos sagrados y aunque no soy una practicante común, la verdad es que sí creo que hay un ente poderoso por sobre nosotros, pero a mí parecer éste ente poderoso no juzga y nos ama a todos por igual, no condena los errores y sabe perdonar.

»Cuando visitábamos a la familia, desde mi primera menstruación, usaba el hiyab porque tengo primas y respeto esta práctica, además habían hombres no pertenecientes a la familia y se hubiese armado una grande si no lo usara al ir porque a diferencia de papá, los demás son muy tradicionalistas.

Asiento aunque no puede verme, imaginándola con un velo cubriéndole el cabello y el pecho. Tengo que admitir que estoy gratamente sorprendido de que su papá le diera el poder de elección porque sé que tradicionalmente por cuestiones culturales, no es que la mujer tenga derechos a hacer elecciones y crecer fuera del islam cuando se nace en él o tal vez solo no estoy informado del todo o su papá es un tipo genial.

—Aprendí a ver el calendario Persa y celebro el Nouruz con mi familia porque es cuando tenemos oportunidad de reunirnos todos o hacer el intento.

— ¿Me lo explicas? —pregunto y sonriendo acomoda la cabeza para verme.

—Es la llegada del año nuevo, es cómo despedir la oscuridad, un renacimiento de la luz —Se lame los labios pareciendo pensativa sobre qué palabras usar—. Es un nuevo ciclo, una nueva oportunidad. Limpiamos la casa horas antes de que entre el año nuevo y al reunirnos en las mesas tenemos siete objetos o frutos que empiecen con s en persa.

— ¿Cómo cuáles? —estoy súper interesado en lo que dice por lo que pongo pausa al programa.

Ella sale de nuestra posición para sentarse en posición indio a mi lado y darme toda una explicación a la que le doy toda mi atención porque quiero conocerla.

—Semillas de trigo, lentejas germinadas, entre otros que representan el renacimiento, salud, alegría, prosperidad ¿Me sigues?

—Sí, sí, estoy entendiéndolo. Sigue, por favor.

—La sagrada escritura es colocada en la mesa junto a una pecera con peces de colores.

— ¿Por qué? —pregunto esperando que capte que es curiosidad y no que soy despectivo sobre la práctica.

—Es para la suerte.

—Ah, la suerte, con eso sí que me entiendo —digo, haciéndola reír.

—En las calles se encienden hogueras, se canta y se acompaña a Hayi Firuz.

— ¿Qué es un Hayi Firuz? —Mi pronunciación es terrible, pero ella no se burla.

—Es un personaje de cara negra que baila al ritmo de tambores y panderetas, se supone es un portador de buenos augurios.

»Luego viene la parte buena —Se frota las manos con una sonrisa—. Trece días de escuelas cerradas, si eres menor estrenas vestidos y visitas a tus familiares que te dan regalos o dinero. Era genial cuando era menor, pero luego crecí y adiós a los regalos, además de que acá evidentemente las escuelas no cierran.

— ¿Luego hay más?

—El decimotercer día, que es el último, iríamos al campo, pero aquí solo aprovechamos cualquier lugar que nos ofrezca aire libre y en un río o arrollo arrojas la semillas con tallos atados en nudos, lo que significan cada deseo que pides y si la corriente los deshace, se supone que tus deseos se cumplen.

Asiento procesando toda la información, pareciéndome de lo más interesante y cómo una celebración genial. Qué increíble es aprender algo nuevo sobre una cultura de la que solo sabía de manera superficial. Me encantan las celebraciones, aquí tienes a un irlandés que así sea arrastrándose se une a la celebración de San Patricio y me encanta que haya un montón de culturas allá afuera, esperando a que le des la oportunidad de que las estudies, aprendas y conozcas.

—Lo siento, creo que me emocioné y hablé demasiado.

—Para nada, Clover, me ha encantado cómo me lo has explicado porque lo he entendido todo y ojalá algún día pueda ver o vivir esa celebración porque suena cómo algo simbólico muy bonito.

—Gracias, Callum —dice con una nota de timidez en su voz.

— ¿Por qué?

—Porque pocas personas me preguntan siquiera si soy una practicante del Islam o sobre mis culturas, solo asumen —Se encoge de hombros—. Tal vez mi nariz no sea tan pronunciada cómo la de mi papá, pero cuando me ves, intuyes que hay algo oriental en mí y de inmediato algunos hacen suposiciones.

»En la secundaria recuerdo que pasé un viernes encerrada en el baño llorando porque durante cinco días tuve que soportar que me llamaran terrorista, hicieran bromas o gritaran que yo tenía bombas —traga—. Escuché muchas veces cosas feas sobre mi papá, estableciendo que su éxito en su compañía se debía a que tenía relación con grandes terroristas.

»A veces quería gritar que sí, que era terrorista y conocía a tipos malos para que se cagaran en los pantalones y me dejarán en paz, pero sabía que eso solo traería problemas para papá y mi familia —suspira, se encuentra jugando con sus dedos—. Nunca me ha importado ser diferente, pero a otros sí y a veces incluso si en tu casa te enseñan a tener una piel tan dura como la de un reptil, es difícil no sentirse mal cuando quieren hacerte daño por no ser igual, en mi caso, por tener la fortuna de conocer y crecer con más de una cultura.

—El mundo aún no está preparado para darse cuenta de que ser diferentes es lo mejor que puede pasarnos cómo sociedad —Le sonrío acariciándole la mejilla con los dedos—. Es hermoso que crecieras conociendo diferentes culturas, que tuvieras el poder de tomar algo de cada una de ellas contigo y es preciosa la manera en la que los explicas porque cautivas, me invitas a querer conocer un poco más de ello.

— ¿Qué hay sobre Irlanda? He escuchado tantos mitos. Amo la película de un año bisiesto.

Rio ante lo último antes de tomarle la barbilla e inclinarme dándole un suave beso sobre los tentadores labios.

—Tengo que admitir que yo también amo esa película—Sonriendo vuelvo a sentarme de una manera más cómoda—. ¿Qué quieres saber de Irlanda?

—Todo lo que puedas decirme de la cultura.

—Pues bien —Me aclaro la garganta—, prepárate para escuchar de uno de los mejores lugares del mundo y te prometo que es mágico, es difícil no enamorase de mi pedacito de tierra.

Y cómo ella me da cuerda, comienzo la explicación de gran parte de mi cultura. Algo que debes saber de mí es que soy muy preciso y detallista en mis relatos, más cuando me entusiasman, por lo que ella se mantiene riendo, con los ojos brillantes y haciendo preguntas mientras la nutro con mis creencias, celebraciones, días especiales y costumbres. Cuando dedico énfasis a los duendes, la cerveza y mi poderosa celebración de San Patricio está fascinada y muy enfocada en mi narrativa.

— ¿Qué hay sobre los tréboles de cuatro hojas?

—No es que sea tan difícil de encontrar cómo lo hacen creer, es que tienes que prestar especial atención para dar con uno, es muy simbólico. Cargo uno en mi billetera y también en la piel —alzándome la camisa le muestro el que está justo debajo de mi axila en un tamaño pequeño— y ahora tengo a mi chica trébol.

—Qué afortunado —Bromea.

—Lo soy —concedo bajándome la camisa—. No sucede en toda la población, pero en el caso de mi familia, somos muy unidos y llevamos las tradiciones en familia, así que si consigues mala suerte, sentimos que será para cada miembro familiar.

—Me encanta eso de la unidad familiar.

—Qué bueno, porque en serio mi familia es muy entrometida y comunicativa, lo dicen todo, pero todo.

Recuerdo lo del primer vibrador de Arlene y me estremezco lo que hace que Clover me vea con curiosidad, pero puesto que no estoy dispuesto a contarle tal acontecimiento, simplemente sacudo la cabeza en una clara señal de: olvídalo.

—Tu familia suena increíble, Callum.

—Lo es, no somos perfectos, pero somos buenas personas que siempre tratan de mantenerse al margen de las cosas malas. Cometemos errores y algunas decisiones o asuntos nos pesan, pero seguimos adelante.

Clover es demasiado educada al respecto, quiero que me pregunte "¿Qué tipo de errores?" para de alguna manera comentarle lo que solo Stephan sabe y que aún es un bucle en la familia porque intentamos que mejore, pero es difícil cuando no sabes de dónde partir.

— ¿Por qué me ves así? —Me pregunta.

—Porque espero a que preguntes de qué hablo y así poder desahogarme.

— ¡Ah! Claro, claro ¿Qué errores? —pregunta con cautela y casi rio por la manera inmediata en la que me siguió en lo que dije.

—Cuando papá no estaba con mamá, fue un alma bastante libre y folladora —Ella enarca una ceja y yo me encojo de hombros—. Es la verdad y aunque siempre usó condón, parece que algo falló, pero no lo supo hasta hace unos dos años.

»En el mundo camina algún hermano o hermana mayor que todas mis hermanas y que yo. Alguien que no sabemos en dónde está, cómo creció o si vive. Hemos buscado a esta persona, pero no creo que tengamos el suficiente alcance, no hemos encontrado nada en Irlanda —suspiro—. Papá se siente culpable, siento que abandonó y falló cómo padre, pero no es su culpa ¿Sabes?

»La pasó mal cuando lo supo, cuestionándose por qué la mujer no se lo dijo y cuestionándose que vida puede llevar esa persona que pudo ser feliz con él y nuestra familia.

Ese es uno de los pocos temas espinosos dentro de mi familia, nadie juzgó a papá puesto que fue antes de su matrimonio, antes de nosotros y porque no lo sabía, porque siempre fue cuidadoso. La mujer en cuestión falleció hace bastantes años, quizá antes de que yo naciera por lo que no hay respuestas y no hay un rastro de quién pudiera ser mi hermano o hermana.

Papá es demasiado duro consigo mismo y siento que si no conoce a esa persona, no logrará estar en paz y en acuerdo consigo mismo.

— ¡Vaya! Tiene que ser difícil para ustedes, lamento mucho que no hayan dado o aun no den con esta persona.

—Es una mierda, pero tal vez un día nos encontremos, tal vez también busca a papá —Trago—. No me gusta pensar que podría haber fallecido o estar mal, porque pienso en la vida maravillosa que he tenido y me pesa el corazón.

Su mano se estira y toma la mía, me sonríe de manera alentadora.

—Pero piensa en algo: la situación es lamentable, pero si las cosas se hubiesen dado diferentes tal vez tu papá no conocía a tu mamá o quizá sí, pero podrías no haber nacido y eso sería tan lamentable, privar al mundo de alguien con tu energía, de tu existencia —Me sonríe—. A veces es difícil entender por qué las cosas suceden de cierto modo, pero poco a poco lo vas entendiendo.

»Mi mamá murió al darme a luz y hasta el día de hoy es muy difícil entenderlo, estar en paz con ello, pero también recuerdo que si hubiese sido diferente no tendría a Valentina en mi vida, no estaría a nada de tener a mi hermanito, no sería la persona que soy porque me forjé de ello ¿Sabes? Obviamente me encantaría tenerla conmigo y que las cosas fueran diferentes en ocasiones, pero la cosa es que me gusta mi vida, me gusta el ahora y cualquier planteamiento de cambiar el pasado me aterra porque no quiero alterar mi presente.

»Me gustó el ayer y me gusta el ahora, aquí, contigo, este momento.

Estoy sin jodida respiración por ésta mujer.

—Además, piénsalo, Callum, si no hubieses nacido ¿De qué irlandés yo sería un trébol?

La miro durante largos segundos y su sonrisa nunca flaquea, no me resisto y con la mano que no se encuentra en la suya, le tomo el cuello, acercándola e inclinándome para capturar sus labios en un beso que si bien no es lento, tiene ternura.

De esto te estoy hablando, de ponerte duro cómo una roca por la misma persona que te acelera el corazón y te desarma con palabras. No estoy tan familiarizado, o al menos no durante los últimos tres años, con desear más que sexo o algo casual con una persona. No sé a dónde nos dirigimos, pero se siente increíblemente bien.

Cuando libero sus labios, estos se encuentran más voluptuosos y húmedos. Con honestidad es bastante obvio que en este momento quisiera darle cómo martillo a un clavo, pero la sensación de volverla a atraer contra mi cuerpo y acurrucarla mientras reproducimos de nuevo el programa, también se siente genial. Sí, estoy duro, pero también estoy sonriendo por los resultados de esta cita.

— ¿Tu papá es pelirrojo, cierto? —pregunta tras unos minutos.

—Sí, solo Kyra no lo es. Soy cómo él, pelirrojo de ojos verdes.

—Bueno, tal vez es hora de hacer filtro con todos los pelirrojos de ojos verdes.

— ¿De Irlanda? —pregunto con diversión, jugando de nuevo con su cabello.

—De todo el mundo, no todos se quedan en donde nacen —responde y analizo sus palabras.

—Tienes razón, no todos se quedan en donde nacen y tal vez él o ella se encuentra en algún otro lugar del mundo. ¿Crees que algún día nos conozcamos?

—No sé si vaya a suceder, pero espero que sí.

—Sí, también lo espero —Sonrío—. Cuando lo o la encontremos podría cantarle This is me, pero esa es nuestra canción, tengo que encontrar alguna otra que sea igual de dramática.

—Tal vez looking for you de BG.5. Esa canción es increíblemente hermosa y sentimental, está infravalorada.

Busco la canción en mi cabeza porque no es que sea súper fan, soy un oyente casual y si la canción no es un hit es difícil encontrarla. Así que ella la busca en su teléfono y la reproduce. ¿Sabes qué pasa cuando la escucho? Que termino con un nudo por la letra, porque incluso si no estás buscando a alguien, sientes que sí.

—Sí, cantaré esa —digo sonriendo.

—Dexter Jefferson es pelirrojo de ojos verdes —dice ampliando la foto y yo suelto un bufido viendo de nuevo el programa que pongo a reproducir.

—Es castaño rojizo —corrijo— y no es mi hermano.

—Pero sería genial.

— ¿Por qué es famoso?

—No, porque entonces tendrías la certeza de que gracias al cielo ha llevado una vida maravillosa en la que no le ha faltado amor, con hermanos y padres que lo aman.

— ¿Eres fan?

—Soy Fiver —sonríe plenamente.

—Eso lo explica todo —Me rio.

Ella también ríe mientras una vez más nos concentramos en el programa, aunque dos episodios después nos quedamos dormidos, abrazados y apretados en el sofá, en mi caso con los zapatos aun puestos, y con el programa reproduciéndose. La mejor cita.

Holissss, aquí otro capítulo.

Traté de abordar la cultura iraní de la manera más precisa y respetuosa, por lo que espero nadie se haya sentido ofendido o afectado.

¿Qué pasa por sus cabezas en estos momentos?

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Twitter: Darlis_Steff

Espero les guste.

Un beso.