
13. Vuelvan, por favor vuelvan
Vuelvan, por favor vuelvan.
Callum.
—Esta vez no puedo estar del lado de Kim —Me dice Arlene en tanto yo mastico un puñado de maníes.
Asiento en acuerdo, esta vez Kourtney tiene razón en lo que dice, Kim está siendo desconsiderada y diva...Pero no está llorando y eso es bueno.
—Está mal decirle a otras zorras, pero Kim está siendo una zorra malvada, no es que iré a su Instagram a decirle "Kim, eres una absoluta zorra malvada", pero te lo comento a ti.
—Eso lo hace menos ofensivo, claro —Me burlo.
Ella ríe por lo bajo, recargando la cabeza contra mi hombro mientras continuamos viendo el reality en el enorme televisor de su habitación (alias uno de las habitaciones de servicio jajaja esa broma nunca muere), hemos visto al menos cuatro episodios y aunque este es nuestro ritual a distancia, se siente increíble hacerlo juntos.
—Extraño a Clover —suspira y yo rio por lo bajo ante sus palabras.
—Lele, solo la tuviste por dos semanas y cuando la compartí.
—Pero fueron dos semanas geniales, ella es tan bonita, agradable y divertida, me enseñó un par de tipos de maquillajes y el día que me maquilló para la fiesta fui el centro de atención.
—Narcisista —La fastidio y me pellizca el brazo—, pero sí, también la extraño.
En poco menos de dos semanas volveré al Campus y aunque estaré sumamente triste de dejar a mi familia, me hará feliz estar con Clover... Y con Stephan ¡Extraño a mi imbécil! Se ha vuelto una enfermedad sin la que no sé vivir.
—Sobre esa fiesta... —comienza mi hermanita y desligo la atención del televisor sabiendo que posiblemente esta no será una conversación casual.
—La fiesta en la que me dijo Moira que llegaste tarde a casa.
—Esa zorra chismosa, habrá que cortarle la lengua.
—Tú la sostienes y yo se la corto —Ofrezco.
—Trato —Se ríe.
—Entonces... Sobre la fiesta... —Tanteo.
—Draco estaba ahí.
—¿Draco Malfoy? —Finjo un alto impacto.
—¡No seas estúpido! —Se ríe—. Hablo del chico que te dije que era tímido y lindo, pero que me había escrito una carta.
—Un poema sobre lo mucho que le gusta tu cabello y lo linda que eres, particularmente creo que hizo buen trabajo, alabamos su buena ortográfica y dramática, además hizo bonitas rimas.
—Sí, pero no me hablaba mientras que otros chicos sí y creo que me encapriché en esperar por Draco... Así que estuvo en la fiesta y pensé que cómo siempre solo tendríamos esta tensión de miraditas, pero decidí actuar.
—Mi Lele nunca ha sido tímida.
—Pues no —Se ríe—. Le pregunté si únicamente iba a verme, porque también podía regalarle una foto a su teléfono para que siguiera viéndome cuando no estuviese frente a él o aún mejor, tomarme una foto con él.
—Arriesgada, eso me gusta.
—No fue todo, le pedí literalmente su teléfono y nos tomé una foto, también agendé mi número.
—Qué atrevida.
—Me encantó cómo me vio y su sonrisa. Tardó cuatro días en escribirme, pero ¡Duendes! Hay personas que se sienten más a gusto hablando por escrito, porque por mensajes dice tanto —suspira—, me encanta, su personalidad es tan buena cómo su físico incluso mejor. ¿Quieres verlo?
No tengo que responder, porque ya se encuentra enderezándose y desplazándose por el teléfono, mostrándome a un chico delgado, moreno, con rizos negros dignos de comercial y ojos de un marrón sorprendentemente claro y tiene razón, tiene una genial sonrisa.
—¿Cierto que es hermoso?
—Este muchacho es menor de edad, no me veré envuelto en problemas por señalar si es lindo o no, Arlene.
—Tiene dieciocho años recién cumplidos y yo los cumplo en un mes, es perfecto.
—Parece que tienes todo muy bien pensado.
—Me gusta mucho, es diferente al resto de estúpidos que quieren salir conmigo o tal vez solo soy pretenciosa y ando juzgando a los demás, pero cómo sea. Me gusta, quiero que sea mi novio, nos besemos y luego follemos.
—¿En ese orden?
—Cualquier orden me viene bien.
No puedo evitar reírme antes de acomodarme para estar sentado frente a ella.
—Así que quieres tener sexo por primera vez con Draco.
—Sí —Las mejillas apenas se le sonrojan un poco—. Lo deseo, pienso en ello y me gusta cómo me hace sentir el imaginarlo. Además soy súper fan de su culo, es delgado, pero un culo hermoso, me imagino apretándolo...
Hago una mueca y ella ríe.
—No tengo que darte una charla de sexo seguro y la importancia de que te sientas cómoda y a gusto, que no estés presionada...
—Ya todos me dieron esa charla, tú incluido. Estaré bien. Cuando le dije a mamá que él me gustaba, me llevó a comprar preservativos y me recordó cómo nadie debe decidir sobre mi sexualidad u hostigarme a hacer algo que no quiera.
—¿Qué hicimos para merecer a mamá? —Le pregunto y se encoge de hombros.
—Solo somos afortunados de tenernos los unos a los otros.
—Lo somos, Lele —Le sonrío—. Espero que todo salga bien con Draco, quisiera conocerlo antes de irme, pero entiendo que le parezca raro que lo hagas conocer a tu familia desde ahora.
—Tendremos nuestra primera cita en dos días.
—¿Estás nerviosa?
—Estoy emocionada, ya quiero besarlo un montón y sé que él también quiere, por eso daré el primer paso.
—Eres mi orgullo —Me llevo una mano al pecho fingiendo estar conmovido.
—También estoy orgullosa de mí —Hace una fingida expresión de modestia antes de volver a apoyar el lateral de su cabeza contra mi hombro cuando vuelvo a sentarme a su lado—. Mira, Kim está llorando...
—Otra vez —decimos ambos al mismo tiempo antes de reír.
Continuamos viendo el programa, riendo y comentando cómo un par de chismosas que creen que harían las cosas mejores si fuesen del Clan de las Kardashians, típico. No es hasta que siento que si veo otro episodio hablaré como Kylie o la propia Kris Jenner, cuando papá aparece, deteniéndose en la puerta de la habitación con una expresión que me resulta algo inquietante.
Me hace pensar que cosas malas han sucedido.
—¿Qué sucede? —pregunto con cautela.
Me gusta que más allá de los dramas comunes que podría haber en una familia, este hogar siempre se mantenga cómo una zona de paz en la que refugiarme, la idea de cualquier alteración me inquieta.
Papá ve a Arlene, supongo que se debate consigo mismo si mi hermana puede escuchar las próximas palabras, pero la respuesta ha de ser un sí porque entra en la habitación y se mantiene de pie pasándose una mano por la barba rojiza que parece que dejara crecer un poco más.
—Estas no son buenas noticias, son lamentables —comienza.
Pero papá no es un hombre que se ande con rodeos, por lo que lo siguiente es soltar la noticia que secretamente pensamos podría suceder algún día, pero esperábamos que nunca pasara y que hoy lamentaremos:
—Vanessa fue asesinada.
Parpadeo y escucho vagamente el jadeo de Arlene.
—Fue asesinada en la madrugada de hoy, en su apartamento.
Vanessa, la bonita, dulce y brillante prometida de tío Lorcan. Vanessa, la que en una semana y media iba a casarse con un mafioso que no entendí cómo enamoró, pero que a su lado actuaba con tranquilidad y la cuidaba cómo lo más valioso en su vida.
Es un decreto a voces, pero no se tolera que asesinen a mujeres inocentes y Vanessa lo era ¡Joder! Lo era, su error más grande fue el comprometerse con un hombre dedicado al crimen, pero sé, sé muy bien que Lorcan la cuidaba, la protegía y no entiendo qué sucedió.
—Debemos ir con el tío... —comienza mi hermana poniéndose en pie.
—No, no irán cerca de Lorcan —Papá me da una mirada—. Vanessa, una mujer inocente sin ningún tipo de crimen ha sido asesinada por relacionarse con él, no estoy diciendo que Lorcan sea el culpable, pero sabemos que lo hicieron para llegar a él. No pondré a ninguno de mis hijos en peligro.
Lo veo, esperando que diga más porque papá nunca me decepciona y es un hombre increíblemente leal incluso cuando golpeó a su mejor amigo no hace mucho y lo mandó a la mierda.
—Sin embargo, iré en nombre de ustedes y en el mío, porque es mi amigo y aunque no lo exprese, se debe de sentir en el infierno —Sacude la cabeza—. Esto es horrible, Lorcan debe de estar... —suspira—. Por favor manténganse en casa, no llamen a Lorcan creo que tiene suficiente en este momento y no sabemos qué podría pasar a continuación.
—Cuídate mucho, papi —Arlene va y lo abraza—. Vuelve a casa pronto ¿Si?
—Lo haré, pequeñita —Le devuelve el abrazo.
Papá me da una larga mirada antes de salir de la habitación y le digo a Arlene que pause el programa en tanto lo sigo hasta su habitación.
—¿Qué tan malo fue? —pregunto en voz baja viendo a papá sacar una camisa negra de mangas largs y botones.
—Suena frívolo decir que fue afortunada —dice sacándose la camisa blanca y comenzando a ponerse la negra más formal—, pero aparentemente tuvo una muerte relativamente rápida, aunque dolorosa, pero no duró demasiado...Debes de tener más información que yo.
—¿Por qué? —Me siento en el borde de la cama.
—Es ese virus que te libraste de agarrar.
Pero... ¿Tan rápido? Y según el breve estudio que pude hacer, el proceso es doloroso, no el más largo, pero sí bastante doloroso basándome en estado de la coagulación de la sangre y el estado de los órganos de aquel difunto.
—Lorcan va a destrozar el mundo por el asesinato de Vanessa —susurro—. Quién lo haya hecho y creó esa mierda, mejor que se esconda.
—No me gustan las venganzas, pero Vanessa no será olvidada, no por Lorcan —Termina de abotonarse la camisa y va por su reloj.
Lo veo terminarse de alistar y cuando concluye, me indica que me ponga de pie para tomarme el rostro entre las manos, obligándome a verlo con fijeza.
—Prométeme que no saldrás de casa hoy.
—Pero el bar...
—Call-me, el bar me da igual ante la vida de mis hijos y no abriremos hoy por respeto a Vanessa y a Lorcan. Puede que esté cabreado con ese imbécil, pero lo conozco y si estaba decidido a casarse, es porque tenía sentimientos por ella y aun si no lo va a demostrar de manera convencional, esto lo está destrozando.
»Vanessa hizo sus elecciones, sabía las posibilidades, pero sé que Lorcan no lo verá así. En su mente: él la asesinó por quererla.
—Me siento mal por ellos, por Vanessa. Ella se veía tan alegre y emocionada por su boda, era joven y... Es terrible, papá, no debieron verla cómo un objetivo, era inocente.
—Prométeme que te quedarás aquí con tus hermanas y me harás caso, Callum. Que no te involucrarás en esto.
»Entiendo tu amor por la ciencia y todas esas cosas, pero piensa que en el futuro podrás hacer mucho de eso e incluso más o quizá lo ayudes en unos años, porque me queda claro que no te puedo retener toda una vida, pero por hoy, ahora, te pido esto, Callum. Mantente al margen.
No me gusta la angustia en su mirada, el temor de que no pueda prometerle algo que con tantas ansias desea que acate. Me encantaría descubrir de qué va este nuevo virus y por qué, cómo fue creado, pero aun no estoy preparado para ello e incluso yo, un arrogante que confía 100% en su inteligencia, puede admitir eso. En unos años más, lo estaré, pero no hoy.
Así que asiento a papá y le doy una sonrisa que espero lo tranquilice.
—Lo prometo, papá. Me quedaré aquí con mamá y mis hermanas.
—Gracias —Me da un abrazo.
No le pido que le dé mis condolencias a Lorcan, un abrazo o palabras esperanzadoras, porque sé que a él poco le importará y que su mente está lejos de eso.
En un futuro tal vez pueda volver a este día en una conversación y decirle: "déjame estudiar aquello que te quitó a alguien a quien querías" y entonces quizá, ese sea el consuelo que pueda darle, pero no hoy.
Pero en algún mañana, podré.
***
—Pero si mi machote ha vuelto.
Eso es lo primero que escucho cuando abro la puerta de la casa que comparto con Stephan en Nottingham y lo encuentro comiendo helado, llevando solo un jean y con el cabello húmedo de lo que debió ser una ducha. Le sonrío arrastrando la maleta detrás de mí y cerrando la puerta con el pie porque traigo bolsas con cosas que mamá consideró necesarias.
—Tu machote está de vuelta —Le guiño un ojo y él me arroja un beso.
—Guau, esto es interesante, me encanta ver tanto despliegue masculino amoroso entre ustedes —dice una voz femenina,
Llevo la mirada al sofá y sí, ahí, con lo que parece un vestido traslucido que deja a la vista un short dimuto ajustado negro y un bralette de encaje que no oculta precisamente sus pezones, se encuentra la bella y divertida Maida, cuyo cabello lleno de rizos parece ir más corto.
—Hola, Maida.
—Hola a ti, amor —Se pone de pie.
Y no hace daño establecer que Maida está que arde y lo que mejor le sienta es la confianza con la que siempre viste cosas atrevidas y se desenvuelve, incluso su confianza en salir con los tipos que le interesan es ardiente, además, secretamente envidio su cutis liso porque su piel morena oscura siempre se ve espectacular, una vez le toqué adrede el brazo y me maravillé de que era más suave de lo que se veía.
Ella llega hasta a mí y recibo un cálido abrazo que me restriega un poco de sus tetas en el pecho, algo que Clover antes ha mencionado que sucede cuando te abraza y cuando se aleja sigue sonriendo en tanto menciona cuán bien me veo luego de dos meses sin verme porque el inicio del año se retrasó un poco.
—Pensamos que nunca llegarías —dice Stephan sentándose en el lugar en el que antes estaba Maida—, apuesto a que Clover pensaba que no te vería más.
—Clover sabía que volvía hoy y de hecho sé que se fue a pasar otros días con su familia y vuelve mañana —respondo, caminando hacia mi habitación para dejar el equipaje.
Stephan me sigue y ahora Maida ocupa el lugar en dónde la encontré inicialmente, luce tan cómoda en la casa que me hace creer que ha pasado bastante tiempo aquí para familiarizarse aunque por otra parte, estamos hablando de Maida y a ella nada parece avergonzarla.
Mi habitación está tal cómo la deje y por un breve momento extraño mi habitación en Irlanda, pero es la nostalgia de saber que pasara un tiempo antes de que vuelva.
—¿Todo bien en Irlanda? —Me pregunta mi mejor amigo.
El amigo que desplazó a todos los de Irlanda con los que aun soy cercano, pero no tan imprescindibles cómo mi imbécil.
—Parece que te has hecho muy amigo de Maida —dejo caer de una manera casual no tan casual.
—Lo he hecho —señala sin dejar de comer su helado—. Pasamos un montón de tiempo juntos este verano. Ella es increíble, podría casarme con ella y ser feliz.
—¿Y Edna?
—¿Qué pasa con Edna?
Simplemente nos vemos con fijeza, parpadeando cada pocos segundos e intentando descifrar al otro.
—Eres tan confuso —reflexiono—. ¿Te seguirás enrollando con Edna?
—Sí aun quiere que follemos, sí, lo seguiré haciendo.
—¿Y Maida?
Todo lo que hace es verme de nuevo mientras continúa con la taza de helado que al parecer es eterna o sin fondo.
—¿Por qué me estás preguntando por Maida?
—Dijiste que te casarías con ella y serías feliz.
—Era una suposición, no que nos casaremos o estaremos juntos —Ríe de una manera que me hace saber que podría incomodarle el tema—. Además, no creo que le guste, es demasiado inteligente y sabe lo que quiere —Se encoge de hombros con despreocupación—. No tengo esa suerte y somos grandes amigos, no puede ser mi mejor amiga porque tú eres mi mejor amigo, pero es mi persona favorita en este momento.
—¿No soy tu persona favorita?
—No sé, muchas cosas pasan en un mes —dice con una sonrisa divertida que me hace reír.
—¿No te parece que me diste una explicación larga, pero medio rara sobre que Maida y tu son simplemente amigos?
—Me pareció razonable.
—La llamaste tu persona favorita.
—Lo es, se convirtió en esa persona.
—Y la enalteciste mientras te menospreciabas sobre por qué no podrías gustarle —prosigo y frunce el ceño.
—¿Hice eso?
—Sí, lo hiciste totalmente.
—Me estás confundiendo, Callum, eso no se hace. Deja de enredar las cosas.
¡Ahora resulta que es mi culpa! ¡Ja! Dejaré que se enrede en su triangulo y que luego todos lloremos sangre cuando nuestro grupo de amigos se rompa y complique por su culpa.
—¿Qué tal estuvo Irlanda? ¿Emocionante? —pregunta sonriendo.
Stephan no es un tipo fácil de entender, es innegablemente inteligente, su beca y el ser el mejor de su clase lo demuestra, pero socialmente es demasiado confuso e imbécil, y lo amo, en serio, no me pesa decir que lo amo.
—¿Y bien? ¿Hablarás o no de cómo estuvo Irlanda?
Pienso en mi increíble tiempo en familia, el dinero que hice trabajando en el bar, el cadáver que me expuso a un posible virus mortal, Clover en Irlanda, mi luna de miel gratis con ella en un hotel cinco estrellas, mucho sexo, sexo anal con Clover, el asesinato de Vanessa, tiempo en familia y el nuevo detective que papá contrató para encontrar a mi hermano o hermana perdida.
—Estuvo bastante bien, un sube y baja de emociones ¿Qué tal estuviste sin mí?
—Divertido, Maida hizo mis semanas mejor, siempre hacíamos planes y me fue bastante bien en mis clases de verano. No hay manera en la que pierda la beca, soy súper inteligente.
—Para el estudio lo eres, para la vida cotidiana no tanto.
»Ahora dime qué tanto me extrañaste —Sonrío.
—Te extrañé tanto que cada respiración sin ti me ardió. Me arrepentí tanto de no dejarte follarme el culo o chupártela porque entonces tendría un recuerdo más especial de ti.
—Awww me extrañaste un montón ¡Es conmovedor!
—¿Qué tanto me extrañaste?
—Te extrañé tanto que me despertaba y me sentaba en la cama desorientado porque eres mi brújula y sin ti me sentía perdido.
—Guau, me extrañaste demasiado —dice y ambos reímos.
¿Ven? Tengo demasiada sintonía con este imbécil.
Sabiendo que es grosero que estemos aquí, volvemos a la sala con Maida y me siento en el sofá individual viendo entretenido la interacción de ambos, casi siento escalofríos preguntándome si estoy frente a un triángulo amoroso que arruinará nuestra dinámica, porque veo tanta química, pero Stephan tiene su rara relación con Edna y parece que se gustan...
—¿Qué hay de nuevo en el Campus? —pregunto metiéndome en la conversación.
¡A mí nadie me va a dejar por fuera! Mucho menos un par de platónicos.
—Lo mismo de siempre —responde Stephan—. Ah, Jagger volvió hace dos días... No lo hizo Lindsay, creo que ella no volverá.
Se hace un largo silencio, no es posible olvidar de lo que ella fue víctima incluso si los vídeos ya no existen. No puedo siquiera imaginar cómo se siente ella, nadie podrá y siento tanta impotencia que mientras otros pasábamos un buen momento, ella atravesaba un calvario que nadie debería de vivir.
—¿Y cómo lo ves? —Hago referencia a Jagger—. Sé que no está bien, pero ya sabes a lo que me refiero.
—La verdad no lo he visto, solo vi a James —responde mi amigo— y sabes que no le gusta hablar de Jagger cómo alguna especie de chisme, pero me dijo que está tan bien cómo puede estarlo... Lo que es jodido, es demasiado jodido lo que sucedió.
Espero tener pronto la oportunidad de ver y conversar, puede ser de cualquier cosa, puede que nos uniera el que le pidiera ayuda en varias ocasiones y que mi hermana ayudara a su amiga Maddie con clases de francés, pero considero que somos más que conocidos, tal vez hasta amigos y fui el primero que tuvo contacto con Lindsay cuando todo ocurrió, no digo que eso nos una, pero de alguna manera eso se quedó grabado en mi cabeza y quiero que sepa que si quiere conversar aquí estaré.
—Me pone rabiosa que aun no den con los culpables. Me harta tanta injusticia en este mundo —protesta Maida y asiento en acuerdo.
—Entiendo el sentimiento, te dan ganas de encargarte tú mismo de la justicia.
Pienso momentáneamente que tan malo sería un día ir asesinando a personas que lo merecen, dar justicia en donde las autoridades lo ignoran. Torturar, entregar grandes cantidades de dolores para que experimenten su propio infierno en vida antes de morir. Creo que sería capaz de hacerlo, son basuras humanas y nunca me ha pesado limpiar.
Me doy cuenta de que mis pensamientos se están volviendo peligrosos y sacudo la cabeza, sé que soy especial de una manera que podría dar un poquito de miedo si lo analizas hondo. Normal, normal, no soy.
—¿Algo más que puedan decirme qué me haya perdido? —Cambio de tema paa alejar esos pensamientos.
—Otra cosa es que Oscar y Kevin terminaron —suelta Maida.
—¿Qué Oscar y Kevin, qué? —casi grito.
—Lo mismo, dije lo mismo —señala Stephan.
—Me sentí igual —suspira Maida—. No sé si seguir creyendo en el amor después de saber de tal ruptura.
»Terminaron hace semanas y no lo habían dicho hasta hace un par de días que llegaron por separado, tienen una horrible tensión y siguen compartiendo piso porque ya habían firmado otro año de contrato. Creo que sufren, pero fingen que no.
—¿Por qué terminaron? —pregunto.
—Diferencias irreconciliables.
—¿Eso no es lo que dicen los famosos al terminar? —cuestiono enarcando una ceja.
—Es justo lo que dijo Clover —Se ríe Maida antes de hacer un puchero—, pero sí, terminaron y parece que no fue en buenos términos. La verdad me entristece, se hablan muy poco.
—Pero si eran felices hace nada —insisto.
—Pues ya ves que no. No más Oscar y Kevin —comenta Stephan con tono de pesar.
—Me niego —digo con firmeza.
—Así nos sentimos todos —suspira Maida.
Oscar y Kevin no tenían la relación más larga, pero estaban tan unidos y se veían tan en sintonía que me siento como si alguna pareja de famosos que admirara terminara, estoy negado a aceptarlo, casi quisiera twittear sobre ello.
—¿Cómo vivimos en un mundo sin Oscar y Kevin juntos? —pregunto.
—Lo descubriremos —responde Stephan.
Qué locura y apenas está comenzando el nuevo año universitario ¿Qué más nos espera en nuestro último año?
***
Nunca me he considerado un tipo cursi pese a que tengo mi dulzura y ternura, pero cuando veo a Clover entrar al auditorio de clases, llevando un vestido azul ajustado, chaqueta de jeans, tenis blancos y ese cabello abundante suelto en ondas, sus ojos viéndose más rasgados por el delineado que tanto le gusta hacerse y los labios carnosos con un tono claro, miles de poemas de amor me pasan por la cabeza... Pero no te dejes engañar, también pienso en cosas sucias.
Mi novia decidió quedarse más días con su familia y hoy regresó directo para la primera clase, así que estoy desesperado por tocarla y embelesado por verla después de semanas de no hacerlo.
Me pongo de pie, sonriendo cuando nuestras miradas se encuentran y comienza a subir las escaleras, esto es muy diferente al inicio del año anterior cuando ella me dejó una nota, yo me sentaba más abajo y solo le daba unos cuantos saludos insinuantes y preguntas de tanto en tanto.
Ahora esa mujer hermosa es mi novia, follamos, me dio su hermoso culo y también me dice que me ama cuando yo le digo que la amo. Es perfecto o al menos se siente cercano a estarlo porque incluso las partes no bonitas son especiales y parte de nuestra historia.
Cuando me alcanza en un escalón por debajo de mí, nos hago girar para que esté en uno más arriba, de esa manera nuestra diferencia de altura no es tan distante —aunque sigue siendo notoria— cuando le envuelvo la cintura con los brazos y comienzo a besarla con ganas, pero con lentitud y deseos de disfrutar cada bocadito de esa boquita deliciosa.
Escucho a los demás haciendo sonidos de burlas o besuqueo, pero poco me importa mientras saludo a mi novia que me extrañó tanto cómo yo a ella.
Hay lengua y un poco de manoseo decente antes de que tomemos asiento uno al lado del otro en una de las dos clases que compartiremos. Hago mi mayor esfuerzo para escuchar lo que me cuenta sobre su hermanito y su familia, pero me distraigo tocándola y con sus lindos gestos.
Maida llega y se sienta en una esquina y después llega Kevin que se sienta a un lado de Clover.
—Veo que te unes a nuestra fila —Me sonríe Kevin—. Te ves bien, Callum.
—Te ves con ojeras y tu camisa está arrugada —señalo, porque soy así de desgraciado.
—Fiestas —responde encogiéndose de hombros.
O tal vez sufre su ruptura en silencio y no logra dormir mientras vive con su ex que ama y adora. Ciertamente me gusta más mi teoría.
Y hablando de su ex... Éste llega y no mencionaré cuán incomodo es el momento en el que Oscar pasa entre las piernas de Kevin para llegar y sentarse a mi lado. Tal vez aún estoy a tiempo de cambiarme de clases...Pero quiero estar en esta con Clover y abrir cadáveres juntos de forma romántica cómo cuando comenzamos a conocernos, eso fue tan bonito.
—Me quedé dormido, pensé que no llegaría — comenta Oscar reprimiendo un bostezo.
Él no tiene ojeras, pero se ve un poco pálido.
—¿Qué me ves? —Me pregunta con su típica expresión de "te cobraré si sigues mirándome".
Si cobrara por ser visto, sería millonario, el amargado es caliente y atractivo, siempre lo ven, compartimos ese don.
—Lo guapo que estás siempre, eso es lo que re veo —respondo, guiñándole un ojo—. Te va muy bien el estilo de me acabo de despertar.
—A mí me encanta —Me apoya Maida.
Alguien suelta un bufido y todos fingimos no notarlo, excepto Oscar que frunce el ceño.
—¿Hay algún problema con mi aspecto? —pregunta.
—¿Me lo preguntas a mí? —responde Kevin.
—Teniendo en cuenta que te estoy viendo fijamente y que no eres estúpido, parecería obvio que sí.
Me hago hacia atrás en mi asiento para que las palabras no me abran la piel con el filo que tienen y me vuelvo a preguntar si puedo cambiarme de clase o tal vez volver a mi habitual asiento más abajo, pero el agarre de Clover en mi muslo me hace saber que todos nos hundiremos en este barco porque no me dejará ir.
—No todo gira entorno a ti, Oscar.
—Me doy cuenta de eso, Kevin, nunca dije tal cosa.
Mantengo la vista al frente, si no me muevo, no me notan.
—Me doy cuenta que no todo gira entorno a mí, diría más bien que en tu caso ahora todo gira entorno a las fiestas —sigue Oscar.
—¿Qué se supone que significa eso?
—Creo que iré... —comienzo a huir de esto, pero Clover me aprieta más la pierna clavándome malvadamente las uñas en la piel— acostumbrándome a estar sentado aquí y no ser rebanado con los navajazos de palabras que me están rozando.
—¿Podemos volver por favorcito a la parte en dónde se ven con deseo en clases y se susurran muy alto cuánto quieren follarse? —implora Maida con voz pacífica.
Ambos la ven, bufan y vuelven su atención a ellos.
Posiblemente el segundo round iba empezar, pero la profesora llega y nunca me sentí tan contento...Hasta que dice cómo funcionarán los grupos de práctica este año —más práctica que teoría que me tiene feliz—: Clover y yo conseguimos estar en el mismo equipo porque la profesora me ama al ser su favorito y me quiere hacer feliz (tranquis, ella es justa a la hora de evaluarme), pero ella pensando que sigue haciendo un bien por su favorito también nos ubica con los actuales enemigos que se aman más que odiarse Oscar y Kevin; veo a Maida con nostalgia antes de susurrarle:
—Huye, sálvate, abandona este barco hundiéndose, no dejes que las palabras rebanen la piel.
—No quisiera ser tú —Es su respuesta.
Me doy esperanza porque se calman lo que resta de la clase, de hecho son capaces de hablar civilizadamente sobre cómo nos organizaremos en nuestras prácticas y todo es casi normal, exceptuando que luego se van por separado sin ninguna despedida. ¡Devuélvanme a Oscar y Kevin juntos!
Clover y yo caminamos hacia mi auto, en donde ella quiere guardar algo, hablando sobre estrategias para que nuestras prácticas no sean incómodas y para que los enemigos que se aman no se odien y consigan tolerarse.
—No se odian, creo que están resentidos por no estar juntos y la pagan con el otro. Eso pasa cuando amas mucho —dice ella.
—Es un argumento que acepto, pero ¿Qué sucedió?
—No quieren decirlo, algo me comentaron, pero prometí no andar de chismosa.
Me mata no saber, pero finjo entenderlo.
—¿Cómo está Lorcan? —pregunta y el cambio de tema me toma por sorpresa.
Clover sabe del asesinato de Vanessa, se lo comenté en una llamada esa noche y especulamos sobre esa bacteria que se creó.
—La verdad es que no lo sé, pero no creo que esté bien. Papá dice que lo vio lidiando con ello muy a su estilo de no sentir nada, pero seguramente siente demasiado. No creo que sepa de él en mucho tiempo y creo que esto hará un cambio.
—Qué terrible desenlace para ella, tan joven y enamorada. Una pena que ese fuese su final.
—Es bastante confirmado que parece que nunca nos dan lo que merecemos si no lo que la vida por capricho quiere, cuán injusto es ¿No te parece? La vida es una mierda cuando se vuelve esta gata ponzoñosa.
—Pero la vida también es hermosa cuando nos da momentos cómo estos de estar juntos.
—En eso tienes razón, mi trébol.
Llegamos hasta mi auto y activo la alarma de desbloqueo. Abriendo la puerta giro hacia Clover que se encuentra paralizada y con los ojos entrecerrando, una de sus manos tiembla.
—Oye ¿Qué sucede? —Le tomo la mano que se encuentra fría.
—Yo... —Se calla y sacude la cabeza—. Creí ver o tener un recuerdo. Estaba en el piso de ese edificio abandonado y él...Simplemente, él estaba ahí.
Se hace un largo silencio.
—¿Bryce? —pregunto con cautela y asiente.
—Creo que fue de aquella mañana que no recuerdo —Su piel palidece— ¿Me abrazas?
—Claro, mi trébol.
La atraigo a mis brazos, abrazándola con fuerza y calmando su temor. Tengo sentimientos encontrados porque deseo que recupere sus recuerdos ya que tiene derecho a ello y sé que desea saber lo que sucedió, pero también me aterra lo qué recuerde porque incluso si las pruebas en su momento no dieron indicio de que fuese forzada sexualmente, no se necesitaba ser penetrado para ser abusado, ni ser tocado para ser lastimado de formas que te marcan hasta el alma.
La abrazo hasta que se serena y por la mirada que me da sé que no quiere que hablemos de lo que acaba de pasar y por el momento puedo ceder, pero no es un elefante rosa que podamos esconder durante demasiado tiempo, Clover necesita ayuda profesional que la ayude a sobrellevar algo tan traumático que decidió bloquear.
La veo, evaluando si se encuentra mejor. Ya no se ve pálida y su mano no tiembla, también me da una sonrisa tentativa que me transmite que por ahora está bien y en control consigo misma y sus emociones, pero ¿Y si pasa poco tiempo para que se vuelva a sentir así? Tenemos que tener una importante conversación sobre recibir ayuda profesional para enfrentar y avanzar después de esa mañana incierta.
Respiro hondo y le sonrío, eso elimina la tensión que se había formado en ella.
—¿Qué quieres guardar? —pregunto sacando un tema.
—Nada.
—Pero me hiciste venir —Entrecierro los ojos.
—Me gusta hacerte venir siempre.
—Sucia —finjo modestia y pudor—. Tan sucia que me haces sentir tímido.
—No comenzaremos un debate sobre quién de los dos es más sucio.
—Ganarías totalmente.
—En fin, creo que tienes una admiradora —asiente hacia el auto.
Girando me doy cuenta de la nota que se sostiene de mi limpiaparabrisas y sonrío. No lo dije en voz alta, pero estaba decepcionado ante la idea de iniciar mi último año sin una nota de mi trébol.
A principio de un nuevo año universitario, el trébol de las notas siempre dejaba una y esta vez no hay excepción. Puede que la haya descubierto y que ahora sea mi novia, pero las notas de mi trébol no se detienen y eso me hace feliz.
Bajo su atenta mirada me encuentro tomando la hoja que desdoblo y procedo a leer sin perder el tiempo.
«Hola, Callum, te escribo esta nota porque hoy es el comienzo de nuestro último año y por supuesto que no dejo de pensar en ti.
El año anterior recuerdo que lo iniciamos conmigo viéndote recargado en tu auto en tanto coqueteabas con un chico que se veía que moría por devorarte. En ese momento me pregunté ¿Qué se sentiría? Porque si bien no soñaba con que algo sucediera, también me gustaba imaginar.
Quería tu lengua en mi boca.
Tus manos en mí.
Tu polla dentro de mí —ahí todavía estaba dispuesta a negociar lo de polla en el culo— y quería que me sonrieras de esa manera, que me vieras, quería saber que se sentía conocer al verdadero Callum Byrne y no el de los pequeños vistazos que tenía.
Y ahora empezamos el último año y eres mi novio.
Eres mío (si te parece posesivo desagradable dime y si no te importa lo repito: eres mío).
Sigo creyendo que eres un sol de puntas rojizas y tus sonrisas me siguen haciendo sonreír, la única diferencia es que ahora me generas felicidad directamente.
No quiero pensar en el futuro que nos toca la puerta, pero estoy ansiosa de vivir el presente.
La verdad venía con prisa porque temía llegar tarde y no sabía muy bien qué escribirte, pero no podíamos perder esta tradición, así que cerremos nuestra primera nota del año de manera épica:
Cuando quieras atragántame y follarme porque lo deseo.
Sigue amándome porque estoy locamente enamorada de ti.
Soy tuya (pero solo usaremos entre nosotros ¿Va? Y como algo caliente en momentos puntuales ardientes).
Eres mío (me gustó escribirlo, pero aplica lo mismo de arriba)
Somos nuestros (esto se lee genial)
¿Qué te parece un rapidito en la biblioteca?
Con mucha ternura, para ti irlandés, de tu trébol 🍀»
Riendo la atraigo hacia mí, plantando un beso en la comisura de su boca y con mi mano tocándole tentativamente una nalga.
—Claro que soy tuyo y me encanta que diga que eres mía, gritalo mientras follamos ¿Va? —Ante mis dulces palabras asiente con entusiasmo—. ¿Vamos por ese rapidito en la biblioteca?
—Indícame el camino —Sonríe.
La beso y pienso en que tiene razón, nuestro futuro es incierto y finalmente el último año ha llegado, tenemos metas alejadas y caminos separados, pero por ahora nos aferraremos al presente, lo demás lo pensaremos después.
Holissss, espero se encuentren bien.
Un minuto de silencio por Vanessa cuya muerte generará cambios en otras partes.
Un minuto de silencio por la relación de Oscar y Kevin que llegó a su fin.
Un minuto de duda por Edna-Stephan-Maida y el pánico de lo que podría suceder con esto.
Redes sociales:
Instagram/Tiktok/ YouNow: DarlisStefany
Twitter: Darlis_Steff
Espero les guste.
Un beso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro