002 | EL VOCALISTA
EL VOCALISTA
Su boca se abrió ligeramente para tratar de presentarse, pero aún seguía procesando que solo apenas ayer estaba segura que jamás tendría una oportunidad, siquiera conocerlos.
Ahora se encuentra al frente del vocalista principal y hace unos momentos con el guitarrista que volvía loca a su amiga.
─¿Yuju, sigues ahí? ─Movió su mano al frente de la cara de la castaña y este recobro el poder de su cuerpo.
Carraspeo su garganta antes de poder hablarle al lindo rubio que la miraba con aquellos orbes marrones oscuros.
─Es un gusto, soy Arin, los escuche tocar ayer, nada mal. ─Expresó con una sonrisa.
─Gracias, pero creo que tocamos mucho mejor que un nada mal. ─Respondió, sintió que debía probarle que su banda podía escucharse aún mejor.
─Claro, supongo que sí. Fue un gusto Kim Taehyung, pero debo irme, se hace tarde. ─Se inclino ligeramente antes de irse y este la retuvo.
─¡Espera! ─No satisfecho con lo que le había respondido, decidió invitarla a otro mini concierto que darían en una casa.
─¿SI? ─Lo miro curiosa, aún sin creerse que seguía hablando con él rubio.
─Tocaremos en Gangnam el próximo viernes, podrías pasar a escucharnos tocar y que tu opinión sobre nosotros mejore.
Arin trago fuerte al pensar que había herido el orgullo de la banda al decir que no tocaban nada mal, sintió la presión de aceptar para que el hombre que estaba parado al frente se sintiera bien consigo mismo.
─Es que, bueno yo... ─Balbuceo seguido de una risita nerviosa.
El teléfono del rubio comienza a vibrar, este lleva toda su atención a este y seguido de unos segundos vuelve a ver a la castaña.
─Este es el número de nuestro representante, llámalo o envíale un mensaje y te dará la dirección con detalles y te enviara las entradas, tómalo como una disculpa por lo que presenciaste hace unos momentos.
El rubio se despidió una rápida inclinación y tomo su celular para contestar.
Se fue caminando hacia la entrada del bar dejando a la castaña con la palabra en la boca y unas grandes ganas de rechazar la invitación.
Suspiro, aun no creyéndose todo lo que tuvo que pasar y se dirigió hacia al frente dispuesta a seguir su rumbo.
"Su voz podía encantar a cualquiera...
pero también ocultaba demasiados secretos."
─¡Aaaaaaaaaaaah! ─El grito de la de cabello cobrizo se hiso sonar en toda la habitación. Miraba la tarjeta con tanta ilusión que Arin podría jurar que estaba a punto de llorar.
─Tuve que hacerte caso, porque no salí a comer contigo ¡Tonta! ─Maldijo a sus adentros sin quitarle la vista a la tarjeta. ─Y que esperas, ¡llama! ─Ordenó.
─¿Estás loca? Claro que no iré, por eso iras tu. Es el único motivo por el que te conté y tu eres fan de esa banda.
─Vamos, Arin. La invitación es para ti, no me sentiría completamente cómoda si tu no estas, pues el guapo de Taehyung quiere verte a ti y saber tu opinión, no lo desaproveches.
Expresó su inquietud por medio de su voz y su mirada, se sentó en la cama y tomo las manos de la castaña dándole la tarjeta.
─Ve y puedes irte si no te sientes segura, yo misma te llevaré a tu casa. ─Propuso con voz dulce.
Y aunque sonaba descabellado todo lo que había pasado en tan solo una noche, Arin de verdad tenía ganas de ir. Y la propuesta de Heejin le parecía buena, además estaría acompañada de su amiga.
Asintió con el corazón acelerado y la de cobrizo sonrió sincera y abrió sus brazos para abrazar a Arin.
─Bien, en ese caso llama. Debemos saber donde es y cuando, se que tu ni loca faltarías a una clase con tal de ir. ─Asumió, separándose de ella.
─Así es ─Respondió mientras buscaba su celular.
Este se encendió una vez Arin lo presiono y comenzó a marcar el número, termino de hacerlo y al momento que iba a llamarlo se arrepintió enormemente.
─Y ¿Qué se supone que voy a decirle? ─Se levanto y dejo el teléfono en su cama ─¡No puedo hacerlo!
─Claro que puedes, solo necesitas confianza. ─Arin seguía de espaldas, replanteándose si era lo correcto llamar.
Mientras tanto Heejin, tomaba el celular y mandaba un mensaje en busca de información, para que su amiga no tuviera que llamar. Envió el mensaje mientras su amiga seguía debatiendo de espaldas que decir.
─¿Hola? ¿Eres el manager de BlackLagoon? ¡Buenas noches! El vocalista, bueno Kim, ósea Kim Taehyung, bueno el, nos encontramos, es que...
─¡Ya está! Sera en Gangnam, acaba de mandar la dirección de la...wow es una mansión muy linda.
─¿Qu-que? ─Se da la vuelta y camina apresuradamente hacia la de cabellos cobrizos.
─Es un viernes a las seis de la tarde, queda perfecto para nosotras. ─Dice chillando de emoción.
─No, tu tiene tutorías ¿No lo recuerdas? ─Enarca una ceja y coloca sus manos en su cintura.
─Arin, tú me das esas tutorías y mi tutora ahora tiene algo que hacer justo como yo, así que debemos dejarlo. ─Hace una línea en sus labios.
Arin sabía que un no para Lee Heejin, era como decirle a la muerte que no quieres morir, pero por más que supliques tu tiempo en este mundo es eso, tiempo, todo terminara en algún punto.
─Está bien. ─Suspiro, aún no tan convencida de la buena idea que es.
"No solo canta para el público...
también para silenciar lo que no quiere decir."
Después de una larga jornada de clases, el día tan esperado había llegado. Y Heejin se lo recordó toda la semana desde ese domingo que sucedió aquel encuentro.
Aunque omitió la parte de decirle que el guitarrista de su banda favorita y por él que moría había cruzado palabras con ella y no de la mejor manera.
─No creo que tacones como estos, sean apropiados para el lugar a donde vamos. ─Expresó insegura de lo mencionado.
─Yo creo que se te ven lindos. ─Habló con una voz dulce.
─Gracias, pero son los únicos que tengo. ─Dijo sin más. ─¿Lista? ─Preguntó, cambiando el tema.
─Lista. ─Respondió con el mismo entusiasmo en su voz.
"Su voz puede encantar a cualquiera,
pero sus silencios dicen aún más."
─Él no vendrá, se supone que estaría aquí a las cuatro de la tarde y no ha dado ni una señal de vida. ─Expresó con una voz severa.
─Relájate, Nam. Aún queda tiempo para que este aquí, tocamos a las seis. ─Intervino, tratando de calmar la marea.
─¿Acaso esto es un milagro? ─Habló el de anchos hombros, que no pudo ocultar con una sonrisa burlona.
─Estás defendiendo a Jungkook, tu Kim Taehyung, ¿Estoy soñando? ─Parpadeó, haciendo más dramática su voz.
─No molestes, hyung. Solo trato de ser positivo.
Un siseó de respuesta se escucha, pero el rubio seguía ansioso por la llegada de la castaña. No estaba seguro de si llegaría, pero estaba interesado en ella, de eso no tenía duda.
La noche de pronto cayo, la banda empezaba tocar su primera canción aún con el guitarrista brillando por su ausencia, pero ellos sabían cómo arreglárselas como grupo, teniendo a Jin como bajista.
Y aunque su especialidad no era la guitarra, sabía que podía llevar ese cargo mientras el pelinegro no se encontraba. Las chicas gritando no podían faltar, el rubio movía sus caderas lentamente, haciendo babear a todo al que viera sus movimientos, cantaba teniendo una buena estabilidad vocal y miraba a su público.
Sus ojos marrones vagaban por cada persona en busca de la persona que necesitaba ver, pero seguía sin encontrarla.
Mientras tanto, Arin y Heejin por fin llegaban a aquella mansión que tanto habían luchado por encontrar. Nerviosas se miraron y entraron al lugar que las envolvía en ese escandaloso ambiente.
─¡Mira, ya empezó! Ahí está Taehyung. ─Chillo de emoción. ─Se adelantó para verlos mejor entre tanta multitud.
Arin intentó seguirle el paso, pero el cumulo de gente saltando y bailando le obstruía el paso. Se ve empujada por alguien de atrás que corría a toda velocidad al frente del escenario.
─¡Oye, fíjate por donde vas! Imbécil. ─Murmuro, dándole una expresión malhumorada.
La persona ni si quiera la miro, estaba tan enfocado en avanzar lo más rápido que pudiera. Podía distinguirlo por su forma de vestir entre las personas que estaban en ese lugar.
El rubio por fin puede visualizar a la castaña y le hace señas con una sonrisa cuadrada, Arin se da cuenta y le sonríe discretamente.
El pelinegro llama la atención al escuchar el solo de su guitarra que no estaba preparado para hacerse, pues el de anchos hombros todavía no podía seguirle completamente el paso al guitarrista.
─Jungkook ─Murmura el rubio, al ver la gran entrada y las miradas se centran en él.
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