Estaba por llover así que le dije a Kihyun que Taehyung y yo debíamos volver a casa. Nos acompañó a cruzar la plaza dónde dijo que se quedaría para otras cosas, ni me interesó preguntarle de qué así que da igual.

Charlamos un poco mientras caminábamos. Taehyung conversaba con él sobre música y demás temas de instrumentos. Resultó que Kihyun es sobrino del dueño de un club de Jazz subterráneo aquí en Hongdae, no muy lejos del centro. Los ojos de Tae se convirtieron en brillo.

-Los invito cuando quieran, solo... llámenme, ¿sí? Fue un gusto verte, Taehyung.-

Estreché su mano, con mis ojos de sospecha y disgusto, ¿saben por qué? Porque no veía nada malo en él. Es amigable, hablador, simpático y bien portado. Muy maduro para su edad. Taehyung vio su bondad en él antes que yo, por eso le perdonó. Subestimé al chico, lo admito, en serio creo que no había de qué preocuparse, supongo.

-Jae Bi.-

Taehyung y yo entramos al auto pero no me apresuré a conducir. Vi a mi hombre que señalaba el cielo con su dedo índice y miré lo que él tanto apreciaba.

La primera nevada de invierno.

-Demonios.- dije. –Hay que irnos antes de que se congelen las calles.-

-¿Podremos hacer un muñeco de nieve?-

-Claro que sí, también podemos cantar toda la banda sonora de Frozen pero ahora no, ¿sí? Hay que llegar a casa.-

-Yo soy Elsa.-

Reí por eso. –Claro, con esa voz de hombre que pasó tres veces la pubertad, claro que sí, cariño.-

Llegamos a nuestro edificio en cuestión de minutos y sin problemas. El frío era infernal, irónico, lo sé. Al menos nuestro departamento era cálido y podíamos quitarnos las tres pieles a gusto.
Anocheció lo cual significaba, o ver televisión, o ver televisión mientras llegaba la hora de dormir.

Es muy lindo acurrucarse juntos bajo una manta, en la obscuridad y los rayos gamma de la TV. A Tae le gustaba acurrucarse recostando su cabeza en mi pecho para que yo le hiciera piojito. Era lo mejor del invierno, podría apostar.

-Kim Taehyung.-

-¿Hm?-

Aproveché bien los comerciales en ese momento.

-¿Hay algo que te preocupa?-

-Hm, no. ¿Y a ti, Jae Bi?-

-Supongo que no.-

Eran casi más de tres semanas que ya tenía a Taehyung conmigo y solo me di cuenta de que Kihyun fue mi única preocupación con respecto a su... condición. Pero entendí que esa preocupación fue algo irrelevante porque Taehyung acabó con ella en un abrir y cerrar de ojos. Hizo un nuevo amigo y me demostró lo bien que estaba mentalmente.
Taehyung es muy listo a pesar de que lo sigo tratando como un tonto, pero es porque me gusta molestarlo.

-¿Por qué la pregunta, Jae Bi?-

-Por nada.-

Lo de Kihyun no pudo haber sido tan fácil, ¿o sí? Ah, serán cosas que Taehyung entiende mejor que yo, eso creo.
El pasado es pasado, como dijo mi hombre especial. Tanto le costó entenderlo y ahora vive el presente. Me costaba creer que todo estuviese bien ahora. De verdad.
Las noches eran tranquilas, Taehyung dormía como bebé koala aferrado a su madre y yo tenía que darle una almohada para que la estrujara a ella y no a mí.
Conforme pasaban los días nunca volvió a mencionar pesadillas o sueños fuera de lugar. Tomaba sus pastillas sin replicar y seguía con sus rarezas, lo habitual. Pasaba tiempo con sus padres y a veces la mía solía visitarnos para alimentarnos.

Yo era feliz. Estaba viviendo una felicidad satisfactoria, la que no busqué pero encontré.

-Jae Bi, ¿recuerdas cuando alimentamos a los patos en el verano?-

-Lo recuerdo.-

-¿Qué pasó con ellos?-

-¿Qué habría de pasarles?-

-¿No hay patos en Hongdae?-

-No en invierno.-

¿Taehyung era feliz?

-Hm, ¿ya viste mi elefante en el brazo, verdad?-

-Sí lo vi.-

-Tú tienes uno en el cuello.-

-Sí lo sé, recuerdo ese pellizco, Taehyung.-

-Lo siento.-

Creo que ambos teníamos la vida que buscábamos: juntos, eso es todo. Juntos a pesar de todo. Juntos.

Y bueno, creo que a sí va más o menos la historia del chico extraño que conocí ese verano.
Creí que mi vida sería sencilla, ya saben, con mis problemas de típica joven adulta ex bravucona con problemas de carácter. Debido a Taehyung tuve que madurar pronto y hacer una vida fuera de mis padres y demás otras cosas. Hoy yo cuido de mi hombre y él cuida de mí y eso es todo, no hay más que agregar. No más recuerdos. Solo buenos momentos, maldita sea.

-Jae Bi, ¿Jungkook puede visitarnos el siguiente verano?-

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