Parte 63
No sabía cómo tomarme esas palabras. Aquel hombre fue bastante serio cuando lo dijo, muy diferente a ese tono amigable que siempre tenía. Entonces era muy en serio.
Lloré de nuevo.
Taehyung nunca tuvo una vida normal.
Yo quería darle una vida normal, pero mis esperanzas se vinieron abajo en picada.
Después de hablar con el Doctor Shin fui a la habitación de Tae.
Lo vi recostado en su cama de costado mirando la puerta. Cuando yo entré rápidamente se puso de pie. Forcé una sonrisa para él mientras me acercaba y entre mis manos tomaba sus mejillas.
-¿Estás bien?- pregunté y él asintió.
Relamió sus labios y bajó el rostro. –Quiero salir.-
-¿Salir?- dejé caer mis manos hasta su cintura y lo abracé. –¿Quieres estar descalzo y pescar un resfriado? Vamos entonces.-
Noté que ya no estaba tan pálido como antes, ¿eso era bueno?
-No, Jae Bi. Quiero ir a casa.-
Oh, Taehyung.
Me miró a los ojos otra vez. Siempre tenía esa expresión cuando me veía así. Tan triste. Taehyung seguía sufriendo y yo no podía hacer nada. Al menos esperaba que haber contado su historia sirviera para algo.
-Tú sabes cómo volver a casa, Taehyung.-
Frunció el ceño. –Jae Bi puede decir...-
-No, yo no puedo hacer nada. Tú necesitas entender... que el pasado está atrás, no está aquí.-
-El pasado está aquí.-
-No, Taehyung.-
-Quiere matarme.-
-No.- exclamé y lo agité un poco. –No, Tae, escúchame, ¿sí? Escucha a Jae Bi. No es real. Esas pesadillas no son reales.-
-Lo son.-
-No lo son.-
-Lo son porque el dolor es real.-
-No hay dolor, Taehyung.-
-Sí lo hay.-
-No lo hay.-
-Sí lo hay.-
Esto parecía una discusión de niños.
Me alejé de él dándole la espalda, no quería que me viese quebrarme otra vez. Maldita sea. Nunca había sido tan débil. Taehyung me hacía débil.
Me di cuenta que la enfermera de Tae estaba mirándonos fuera de la habitación. No supe cuánto tiempo estuvo ahí parada pero supe a qué venía cuando vi el típico vaso de agua.
Asentí con la cabeza indicándole que podía proseguir con eso. Se veía preocupada.
Me pasó por un lado y se acercó a Taehyung. Le dio un par de pastillas y vi cómo Tae se las metía a la boca para después tomar del vaso. Tan tranquilo. Como si fuese lo más normal del mundo.
Obviamente no me lo creí.
Cuando la enfermera se fue me acerqué al hombrecito. Mirándole suspicaz y obviándole mi sospecha. Taehyung miró hacia otro lado como la víctima culpable que era.
-Abre la boca.- le ordené.
"-Fingía tragarlas y luego las escupía.-"
Bajó la cabeza así evitando mirarme. Tenía la culpa sobre él, no cabe duda.
Me mostré firme cuando puse mi mano bajo su mentón. –Kim Taehyung.-
Esperé y esperé hasta que finalmente las escupió en mi mano.
Me lo esperaba pero todavía me sentí decepcionada.
Él quería volver a hacerlo.
-Kim Taehyung. Salir de aquí depende solo de ti, ¿me entiendes? Pero no así. No quiero perderte y sé que tú a mí tampoco.- no respondió nada, ni siquiera volvió a mirarme. -¿Me prometes que saldrás de aquí, verdad? Yo te prometo nunca dejarte solo otra vez, y protegerte. Darte... la vida que mereces, conmigo, tus padres. Jae Bi te ama, ¿sí? Así que te pido...-
-Yo quiero vivir con Jae Bi.-
-Y lo harás, Taehyung, ¿sí? Solo tienes que olvidar el pasado. Ser fuerte y... luchar. Tú controlas tu mente. Lo que sea que te controle no es más fuerte que tú.-
-¿Lo crees, Jae Bi?-
Finalmente alzó su mirada para buscarme.
Asentí para él. Se acercó poco a poco y posó sus manos en mi cintura. –Nadie va a lastimarte.-
-No lo harán, ¿verdad?-
-No. Aquí solo quieren ayudarte.-
-¿Aunque haya sido malo, Jae Bi?-
-No hiciste nada malo. Nunca hiciste nada malo, Taehyung.-
-Jae Bi...-
Taehyung se dio cuenta de algo detrás de mí y giré de pronto, dándome cuenta del Doctor Shin en el marco de la puerta. El hombre soltó una leve sonrisa que duró como dos segundos y asintió. No lo entendí pero... no parecía ser nada malo... supongo.
-Yo... te prometo salir de aquí, Jae Bi.-
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
El otoño pasó rápido. Las lluvias caían como las hojas de los árboles y el cielo siempre se coloreaba de un naranja bastante bello. Nunca fui de apreciar el exterior pero la bella vista de Hongdae en los atardeceres me gustaba mucho.
-¿Qué tal este color?-
-No me gusta el rosa, Jimin.-
-¿Naranja?- siguió mostrándome más bufandas. –Vamos, elije el rosa.- reí mientras le negaba al tipo con la cabeza. -¿Cuál color es para Taehyung?-
-Verde y blanco.- le mostré la que había elegido por mí misma.
-Está fea.- bromeó y le miré mal. –A Tae le queda el naranja.-
-Tú le metiste la idea de teñirse el cabello naranja, eso ya debería ser suficiente para ti, Park.-
Jimin rio mientras asentía en signo de victoria. –Hey, él quiso que yo fuera pelirrojo. Si él lo hace yo también lo haré.-
-Vete a la mierda. Pagaré esto y nos vamos.-
Salimos de la tienda, Jimin abrió el paraguas y nos apresuramos en llegar a su auto.
-Siguiente parada, señorita Lee.- encendió el auto. -¿A dónde hay que ir?-
-Mamá está con los padres de Tae. Cena gratis, ¿te apetece?-
-¿Cómo decirle que no a la comida de la señora Kim? ¡Andando!-
...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro