Parte 59
Sentía todo dentro de mí tan frágil. Me sentía tan rota por dentro. Todo el camino de vuelta en el autobús aguanté como pude el no llorar. Tenía tantas ideas en mi cabeza. Tantas tragedias. Por un lado me sentía aliviada de que el hombrecito siguiera con vida... ¿pero vivo para seguir atrapado? Atrapado en su loca conciencia. Sus pesadillas. Su descontrol.
Sí, él nunca estuvo bien, pero no pueden hacerle esto.
Cuando pienso en todo lo que ha vivido desde su niñez, simplemente duele todo. ¿Qué hizo Tae para ganarse una vida así?
-Tengo que sacarlo de ahí.-
Debido al descontrol repentino de Tae mi visita terminó más temprano de lo que debía, entonces volví temprano a casa.
Caminaba por el vecindario cuando pasé por el skatepark. Vi a Yoongi y Hoseok quienes no dejaron de mirarme. Yo no les dirigí la mirada ni una sola vez pero sentía sus ojos penetrantes hacia mí. Sentí un alivio cuando salí de esa zona sin ser molestada.
Logré llegar bien a casa, aunque solo hubo un pequeño inconveniente.
Jimin. Mierda. Jimin.
Jimin de pie frente a mi casa y noté su sorpresa cuando me vio llegar.
-Jae Bi.-
Detesté que dijera mi nombre. Después de escucharlo cien veces de Taehyung, ahora detestaba que alguien más lo dijera.
-¿Qué quieres?- por supuesto no fui nada amable.
-Vine porque es imposible contactarte.- ¿Y? -¿Tienes tiempo? Salgamos, hablemos, ¿sí?-
-Jimin, no estoy de humor.-
-¿Qué pasó con Taehyung?-
La pregunta me sacó de mi órbita.
-¿Por qué?-
-Su casa está en venta.- ah, señaló aquella casa. -¿Se fue? ¿Solo así?-
Esa maldita casa vacía.
-Es... es complicado.-
-¿Dónde está? ¿Estás bien?-
¿Acaso notó mi voz a punto de quebrarse? Sí, estaba cansada, pero esas ganas de llorar... mierda, habían salido ya.
-Es tan complicado, Jimin.-
-Jae Bi...-
El chico se preocupó demasiado y trató de abrazarme como reacción pero lo evité. –No sabes cuánto detesto que sufra de esta manera.-
-Bi, ¿qué sucede?-
-Tengo que sacarlo de ahí, al menos un día. Que sea libre un día o dos.-
En el segundo en que saqué mis lágrimas Jimin logró abrazarme. -¿Libre, Jae Bi? Si él está en problemas, yo... voy a ayudarte.-
Me aparté un poco para mirarlo a los ojos. Parecía sincero.
-¿Por qué haces esto?-
-Porque quiero que me perdones.- nunca. –Así que, si vas a cometer una locura, aquí estoy.-
Una locura.
Sacar a Taehyung de ese lugar.
Mierda, Jimin.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Mamá me interrogó y me preguntó de todo en cuanto crucé la puerta. Jimin entró conmigo.
Simplemente le callé con un "él está bien" y subí con Jimin a mi habitación.
Entonces, en ese tiempo de privacidad y fuera las lágrimas, le platiqué todo a Jimin. Y me refiero a todo.
No sé por qué se me dio la idea de confiar en él tan pronto. Tal vez estaba tan desesperada que mi subconsciente me la jugó buena y el destino hizo aparecer a Jimin frente a mi casa al mismo tiempo. Si fue así entonces tenía que aprovecharlo, maldita sea.
-¿Una semana en el bosque? ¿Cómo rayos sobrevivió?-
Jimin parecía tan asombrado por la historia, él me escuchaba muy atento.
-¿Y qué pasó con los idiotas? ¿Sobrevivieron?-
Me encogí de hombros ante esa pregunta. Después de que los policías interrogaran a Kihyun ese día, no supe más que pasó con él o los otros. También tuve entendido por mamá que si al menos uno de ellos hubiese muerto, Taehyung hubiese obtenido un castigo peor.
-Se defendió, no entiendo cuál es el jodido alboroto. Lo tuvieron merecido esos patanes.-
No sabía si Jimin fingía estar de mi lado para caer bien y recibir mi perdón, pero aquella confianza crecía poco a poco conforme seguíamos el tema.
Anocheció cuando terminé de contar todo. Miré por mi ventana, sin querer hacia la casa de enfrente, luego cerré mis persianas, evitando así volver a verla.
Jimin, sentado en mi cama, se dejó caer hacia atrás para recostarse, acomodando sus manos detrás de su cabeza. Escuché que soltó un gran suspiro.
-¿Crees que Taehyung hubiese hecho eso con Yoongi o Hoseok aquella vez?-
Me senté a un costado de él. –No lo sé.-
-Taehyung no es idiota como pensé.- dijo.
-Es un bebé.-
-Un bebé grande.- le vi sonreír. –También me inquieta que esté ahí. No lo merece, Bi.-
Por supuesto que no. –Nunca lo mereció.-
Por un demonio, aquí venía ese nudo otra vez.
De pronto Jimin se reincorporó y me clavó la mirada. -¿Entonces cuál es el plan?-
-¿Plan?- ni idea. –No lo sé, no puedo simplemente agarrarlo de la mano y cruzar la puerta de salida con él. Hay muchas personas alrededor y enfermeras que lo cuidan, y guardias en la entrada. No es un maldito manicomio de esas películas de terror, pero sí un tranquilo hospital... lleno de locos y guardias de seguridad por todos lados.-
-Uhm, simplemente necesitamos distracciones.-
-Distracciones.- repetí.
-¿Te revisan al entrar?- preguntó.
-No lo sé, no llevé mochila.-
-Hm.- se tocaba el mentón en su afán del pensamiento. –Creo que necesitaremos más ayuda.-
Hice una mueca. –Estás loco. Escucha, aún si sacamos a Tae de ahí, ¿a dónde rayos voy a llevarlo? Lo buscarán, lo encontrarán, y nos meteremos en problemas los dos, Park. Y para Tae serán más dosis de drogas, no puedo hacerle eso tampoco.-
Sacarlo de ahí es el paso uno, pero no hay paso dos. Eso me frustraba.
...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro