Parte 34
Fue algo brusco en ese movimiento. No lo acepté y arrebaté mi mano para soltarme de él. Su siguiente acto fue mirarme con esa rotunda seriedad.
Comenzaba a sentir esas ganas de intentar quitarle esa molesta tela otra vez. Olvidando la delicadeza, olvidando su permiso. Sí estaba molesta. Y triste, maldita sea.
Tuve que sacudir mis ideas y forcé una sonrisa torcida para ambos chicos.
-¿Y bien? Busquemos.-
No esperé otra cosa y salí de la habitación, obviamente mirando nada más que el suelo, con mi único objetivo de encontrar al roedor.
Escuché los pasos del par detrás de mí.
-Yo iré abajo.- Jungkook dijo mientras se dirigía a las escaleras y lo vi llegar al piso de abajo. Busqué sin conciencia a Taehyung que se encontraba detrás de mí.
Mirándome, estudiándome. Y volvimos al juego. Pero esa no es la típica mirada de inocencia y curiosidad. Tanta intriga pero no quería preguntar nada por ahora.
-Iré por allá, ¿de acuerdo?- le señalé el pasillo de la derecha y él asintió.
Me pareció que me sentiría más cómoda buscando si iba por mi cuenta. Dejé al chico atrás y entré a una de las habitaciones. La habitación de huéspedes. Gateé por el suelo, incluso me metí bajo la cama, moví uno y que otro mueble y nada. Entonces probé con la siguiente habitación.
A juzgar por el decorado y las fotos en las mesitas de noche... esa era la habitación de los padres.
Las fotos.
Una fotografía en un pequeño marco plateado; dos padres con su pequeño. Estúpida calidez en mi pecho.
Veo a un pequeño Taehyung de 3 años, calculo, sin cabello, semidesnudo y... con una gran y adorable sonrisa cuadrada, con unos ojos tan pequeños, y en sus brazos cargando a un cachorro.
Hm, esa era exactamente la sonrisa que quería ver hoy. Que necesitaba ver. No puedo creerlo.
Sin quererlo una minúscula risa salió de mí y sostuve la fotografía para poder apreciarla mejor.
Un pequeño tan adorable y feliz que en el futuro fue arrebatada esa sonrisa. Él sonríe, pero no es lo mismo si no es apreciado. Ha comenzado a dolerme.
Sentí una respiración en mi nuca, en aquel silencio de la habitación. Tan repentino que he dado un respingo del susto y volteé enseguida, encontrándome con la no-sorpresiva presencia del chico boca-cerrada.
-Tengo que ponerte un cascabel, en serio.- suspiré.
Su siguiente acto fue arrebatarme la fotografía y ponerla en su lugar. Claro, claro, ya entendí. Me señaló la salida. ¡Ya entendí!
Salimos de la habitación y volvimos al pasillo, él detrás de mí por supuesto, pero lo obligué a detenerse cuando yo me detuve y giré.
Esa cercanía de cuerpo a cuerpo, tengo que mirar arriba por sus estúpidas piernas largas.
-Déjame preguntarte algo.- dije, él no perdió ningún movimiento mío ni yo de él. -¿Algún día habrá más?- pregunté y enarcó una ceja en el momento.
Claro, dije que no mencionaría nada al respecto por ahora, pero aquella fotografía se quedó incrustada en mi cabeza. Insignificante. Y él no me deja en paz así que lo tomo como un plus de que quiere, inmediatamente, que aclaremos esto. Él quiere que yo hable.
-Me refiero, que si en algún futuro cercano... habrá más para mí.-
Más palabras, más momentos el cual compartir.
-No.- dijo.
La única palabra. Y esta la he escuchado ya dos veces.
-¿Qué tengo que hacer entonces?-
-No.- esta vez bajó el volumen, saliendo esta corta palabra como un susurro desvaneciéndose.
-¿Qué quieres de mí, Taehyung? Yo quiero demasiado de ti, entonces hagámoslo igualitario, ¿qué dices? Dame palabras, déjame verte y escucharte ahora, y yo haré lo que quieras.- minuto de silencio largo, así que continué. –Te he protegido torpemente, te he aceptado como un amigo más, incluso más especial. Y sé que tú buscas algo más de mi amistad, pero ahora no puedo aceptarlo porque...-
-No.-
-Porque no sé quién eres.-
Él no esperaba que yo lo dijera. Vi el asombro silencioso en sus ojos, trató de contenerlo.
En ese momento Jungkook apareció detrás de mí.
-Chicos, lo encontré. Tae, estaba detrás del refrigerador.-
Escuchamos a Jungkook, pero no podíamos apartar los ojos uno del otro.
-¿Chicos?-
-Bueno, me iré.- dije. –Cuando sepas lo que quieres... solo envía un maldito mensaje. O ve, búscame, y dime con tus palabras, tu voz, qué quieres en realidad y qué harás para conseguirlo. Y yo trataré de ayudarte.-
Finalmente me di la vuelta y caminé. Pasé de largo a Jungkook y salí de esa casa. Tan obscuro estaba allá afuera así que corrí.
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No tardé mucho en llegar a mi habitación y tirarme a la cama.
Suspiré y suspiré, ahogándome con la almohada.
Luego mi teléfono recibió un mensaje. Varios mensajes:
"Quiero a Jae Bi"
"Quiero ser escuchado por Jae Bi"
"Quiero ser encontrado"
"por Jae Bi"
Bien, eso es.
"Tambien te quiero a ti
Kim Taehyung"
"Escucharte"
"Encontrarte,
pero eso depende de ti."
"Taetae está en su jaula"
...
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