Parte 30
-Lo encerraron en una bodega lejos del campamento. Él decía que gritaba, gritaba todo lo que podía pero que era inútil. Cuando lo golpeaban en la escuela él pedía ayuda, y nadie lo escuchaba. ¿Entonces por qué hablar cuando no serás escuchado? Fue lo último que me dijo antes de hacer su voto de silencio. Pasando el tiempo sus palabras fueron siendo más cortas hasta no volver a hablar más, y... no fue hasta hace unos meses que comenzó hacerlo: palabras cortas y misteriosas, pero nada fuera de su mente.- mensajes. -Él es así, aunque pienses que es idiota. Raro sí es...- Jungkook sonrió por lo bajo. –Y algo despistado pero... él piensa bien, Jae Bi.-
¡Todo tiene sentido ahora! Aunque...
-¿Y qué hay de la tela? ¿Por qué ocultar su rostro?-
Se encogió de hombros. –Víctima, antes lo hacía para ocultarse de los demás. No ser reconocido.-
-¿En serio? Creí que tendría una cicatriz o algo así.-
-La tiene.- dijo. –Pequeña pero insignificante, provocada por un buen puñetazo de un bravucón. Pero el punto es que... solo tiene miedo de volver a salir, ¿me entiendes? De ser él porque cree que será lastimado otra vez. Solo es... temor.-
Y hay mucho de qué temer, pero él no puede seguir así. –Tengo que hacer algo.-
-Olvídalo.- me sorprendió que lo dijera tan rápido. –Creo que tú ya hiciste suficiente.-
-¿Disculpa?- mostré mi molestia hacia él.
-¿Lo olvidaste? Taehyung está arriba lamentando todo.-
-Pues voy a remediarlo, déjame entrar.-
-No.-
Bien, supongo que ya sacamos garritas esta vez.
-No me hagas lastimarte, chico.-
Vi que tragó saliva un poco fuerte. -¿Qué... qué planeas hacer?-
-Voy a hablar con él.- insistí y traté de pasarlo pero él se dejó sostener por la puerta.
-¿Estás loca?- exclamó en un susurro. –No puedes decirle que te he dicho todo esto. Se molestará.-
-Taehyung es adorable, ¿qué tan mal es que se moleste?- giré la perilla y empujé la puerta.
Pero el bastardo volvió a jalarla y me amenazó con una mirada de ojos grandes. –Tú no tienes idea.- dijo en tono tan escalofriante. Por favor.
-Uh, sí, claro, ¡muévete!-
¡Qué rayos! Se abalanzó sobre mí apretándome con sus brazos y empujándome fuera de la entrada. Traté de forcejear contra él y no sé cómo terminamos en una pelea de manotazos y abrazos de osos dolorosos.
-¡Estás loco, suéltame!-
-¡No dejaré que le digas! ¡Tú eres la loca, tonta, sin corazón y...!-
Repentinamente se detuvo y no entendí por qué... hasta que vi a Taehyung parado en la entrada.
Genial, Bi, suelta al chico.
-Taehyung.- traté de acercarme a él pero cuando lo hice él se alejó un pequeño paso. –Lo lamento, yo no creí que...-
No me dejó terminar. Señaló a Jungkook.
-V... lo siento.-
No es como si Kook hubiese cometido un crimen, pero este actúa como si lo hubiese hecho de verdad. Y a mí me da curiosidad ver a Taehyung molesto, pero teniendo puesto el cubre bocas de osito no le aumentaba puntos. ¿Dios, qué estoy diciendo?
-Hombrecito, perdóname, ¿sí?- volví a hablar. –Voy a escucharte, escucharé todo lo que pueda, te lo prometo en serio. Lo que viste... eso... bueno, no sé qué decir respecto a eso, pero déjame escucharte una vez y trataré de hacer esto mejor, ¿sí? Sabes que quiero entenderte y no lo haré si no me dices realmente lo que quieres, lo que sientes, Taehyung.-
...
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