Le dije que bajo ninguna circunstancia dejaría que me acompañara... y aquí estábamos.
Puse un pie sobre la patineta y me impulsé con el otro, eso me parecía fácil, casi me mato en los primeros diez intentos pero era fácil en serio.

Me detuve y busqué a los chicos.
A simple vista se ve que a Taehyung no le agradaba Jimin, pero como este segundo le estaba dando un lindo paseo en la patineta, se divertía con él. Los ojos de Taehyung se veían pequeños porque estaba sonriendo y yo sonreí por eso.
Se encontraba de pie en la patineta mientras Jimin jalaba de sus brazos. Jimin también sonreía. A Jimin le agradaba Taehyung porque dice que es interesante. Bien, te lo regalo.

-Estás temblando, chico, no vas a caer.- Jimin le decía.

-¿Lo empujo?- llegué con ellos. Taehyung me miró, en su rostro aquella sonrisa misteriosa que ansiaba ver. -¿Cuándo es mi turno?-

-Hasta que me suelte.- Jimin reía.

Sí, Taehyung estaba aferrado a él.
Veo alrededor de vez en cuando y me cercioro de no ver a alguien conocido. No llamé a Yoongi para preguntarle donde estaría ese día, olvidé ese detalle. El skatepark no estaba tan lleno ni tampoco vacío, lo habitual en un viernes en verano. No lo sé, pero temía que alguien se acercara y se diera cuenta de Taehyung. En ese lugar son tan temperamentales y molestos.

-Hey, Jae Bi.- Jimin se acercó a mí, al fin liberado de las garritas del chico extraño. -¿Quieres un helado o algo?-

-Hm, no me apetece.- le sonreí.

-Oh, bueno, ¿Taehyung querrá uno?- lo buscó con la mirada. –Taehyung, ven aquí.-

-No querrá. No come cuando tiene puesta esa cosa.-

-¿En serio?-

Taehyung llegó por el llamado. La patineta la dejó allá sin darse cuenta.

-¿Quieres un helado, Taehyung?- le pregunté yo esta vez sabiendo la respuesta. Y en efecto presumí la razón cuando negó.

-Podrías comer un helado si te quitas esa cosa.- Jimin le dijo y Taehyung negó repetidas veces. -¿Por qué no, amigo?-

-Nadie lo sabe.- dije. –La respuesta está en su cabeza y nunca lo dirá.- miro al chico con el debido desprecio. –Porque no habla.-

-Eso me preocupa.-

-Te acostumbras en un tiempo pero luego se vuelve una locura.-

Jimin rio. –Lo veo. Te estás volviendo loca.-

-Y no tienes idea.-

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Patinar no es difícil en sí como dije. Por ahora aprendí a estar de pie en una patineta, luego podré hacer saltos algún día.
Me senté en una banca para descansar un poco. Ya casi es el atardecer. Jimin hace trucos y Taehyung lo mira encantado. De vez en cuando aplaude y eso me parecía lindo. Lindo porque al fin convive con alguien que no era yo y me alegraba mucho que fuera Jimin.

-Que bella escena, tanto como para querer arruinarla.-

Aquí es cuando llegan los problemas. Mi mejor amigo, su mejor amigo y el tarado que siempre sonríe. No me di cuenta que habían aparecido de la nada.

-¿Qué hacen aquí?- me puse de pie para estar a su altura.

-Es un lugar público, mi Jae Bi.- Namjoon me sonrió y lo saludé con la cabeza. Por cortesía, que desde hace unos días no lo veía.

-Oh, miren, el chico verde.- luego señaló Hoseok.

-Eres un estúpido.- dije en voz alta.

-¿Trajiste al rarito, Bi? ¿Ya eres su niñera?-

-No se acerquen a él, ¿de acuerdo? Hablo en serio, Yoongi.-

-Voy a saludarlo.-

-¡Min Yoongi! Ven aquí, maldita sea.-

Dios, están yendo con los chicos, ahí vi el verdadero fastidio. No quise mostrar que me preocupaba, era frustrante. Quería gritar a Taehyung que corriera, pero no pude hacerlo y eso me enfureció. Me moleste conmigo misma.

De pronto siento el sucio brazo de Hoseok sobre mis hombros y su sonrisa maquiavélica. –Diviértete un rato, amor. Te ves tan tensa.-

Por obvias razones lo miré mal. –Estoy tensa.-

-¿Te relajo con ya sabes qué? Sabes que no vivo lejos.-

Tuve qué empujarlo. –Aléjate. Dios, eres un cerdo.-

Me di prisa para ir donde Taehyung. Me encontré con Jimin saludando a los chicos y Taehyung detrás de él.
Los ojos de Tae estaban bien abiertos y estaba muy quieto mirando a Yoongi. Lo recuerdo, no le agrada Yoongi.

-Jimin, debo irme, ¿sí? Nos vemos luego.-

Fue lo primero que se me ocurrió. Fui hacia Taehyung sin mirar a nadie y tomé de su muñeca para llevarlo conmigo.

-Hey, ¿a dónde vas?- escuché de Namjoon. Me detuve pero no giré. 

-No vamos a hacerle nada a tu pequeño amigo, Bi.-

Sabía perfectamente que era mentira.

-Vamos, patinemos, reté a Hoseok y voy a patear su trasero.- Yoongi pronto se acercó a mí y tomó mi mano libre pasando de Taehyung, algo que me pareció extraño.

-Sí, Jae Bi, quédate.- esta vez me dijo Jimin. Caí ante esa sonrisa y lo odié.

Miré a Taehyung y él negó. Señal que quería irse. Rayos.

...