Le ordené al chico que se sentara en mi cama, no replicó por supuesto, mientras yo buscaba una libreta en los cajones de mi escritorio.

-Sé que hay alguna por aquí.-

¡Bingo! Un cuadernillo, lo que sea, luego finalmente encontré un bolígrafo negro. Le di estas cosas a Taehyung, él estaba muy atento y parecía muy curioso sobre la intención de mi idea.
Abrió el cuadernillo por la mitad y seleccionó una hoja en blanco.

Me senté a su lado y me miró esperando que yo hablara. -¿Podrías escribir tu nombre primero?- le indiqué y él asintió.

Comenzó a escribir. Letras mayúsculas y muy grandes.

-"Kim Taehyung". Perfecto.- sonreí. –Ahora, ¿de dónde eres, Taehyung?-

Parpadeó un par de veces hasta tener en claro la respuesta. Oh, vamos, ¿en serio?

-No, no, no señales tu casa, sé que vives enfrente, cabeza de chorlito. Me refiero a tu ciudad natal, ¿de dónde has venido?- esperé y esperé y lo único que hizo fue mirarme. Creo que esto no lo responderá, entonces repetí la pregunta. -¿De dónde has venido, Taehyung? Yo soy de aquí, aquí nací, ¿y tú?-

Nada. Debería cambiar de pregunta entonces.

-Está bien. Uhm, ¿cómo se llama tu antigua escuela?- tampoco quiso responder esa. Bien, no voy a alterarme todavía. –Bueno...- eché un vistazo al cuadernillo y todo lo que vi, como me esperaba fue su nombre.

Él sostiene el bolígrafo y me mira esperando que yo pregunte otra cosa. No sé cómo si ni siquiera responderá. Algo debía haber que pudiese decirme abiertamente.
Después de un tiempo, pensando preguntas y siendo rechazada, comencé a cansarme. Eso no resultó como me lo esperaba.

Dios, me dejé caer hacia atrás. Rendida.

-Yo solo quiero saber por qué no hablas, Taehyung.- suspiré.

De un momento a otro hubo un rotundo silencio en la habitación. Ya no quise decir o hacer nada, entonces dejé que los minutos pasaran.
De pronto siento que Taehyung sale de la habitación. Lo veo salir sin darme una señal o algo.
No lo entiendo. Oh, bueno, no le tomé mucha importancia. Tal vez debió aburrirse y se fue a casa o tal vez a la cocina a jugar con los imanes del refrigerador.

Me reincorporé y miré vagamente alrededor. El cuadernillo en el lugar donde estaba él. Lo tomé con la intención de dar otro vistazo, aunque obviamente leería su nombre de nuevo.

Pero no solo estaba escrito su nombre. Había algo al final de la página.

"Porque no seré escuchado"

Brinqué de la cama y corrí como si mi vida dependiera de ello. Maniobré brincando dos escalones a la vez y salté el barandal para acortar el camino. Entré a la cocina... pero él no estaba ahí.

-¡Kim Taehyung!-

Creo que no está en la casa. Se ha ido.
Abrí la puerta principal y me encontré con mamá llegando en su auto.
Al frente veo a la madre de Taehyung que riega las rosas del jardín de su casa. Ella saludó a mi madre y luego a mí, respondí agitando la mano.

-Cariño, ¿hiciste lo que te pedí?- llegó sonriendo.

-Sí, el ave está en la jaula. ¿Cómo te fue a ti?-

-¡Misión cumplida!- hizo gala con ambos pulgares acercándose a mí y sonreí. –Voy a ahorcar a tu padre cuando vuelva pero por ahora está todo en orden.-

-Me alegra.-

-¿Vino Taehyung?-

Asentí. –Estuvo ayudándome, pero de pronto se fue. Uhm... lo estaba buscando ahora mismo.-

-Vendrá en la noche, cariño. Ahora ayúdame a preparar la cena.-

¡No! Tuve que hacer berrinche mientras la mujer me jalaba hacia adentro de la casa. –Agh, mañana.-

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-"Porque no seré escuchado"- leo esa frase una y otra vez. La repito y trato de entenderla.

Si tu voz sale correctamente serás escuchado, Taehyung.

...