Mamá y yo comimos juntas en la cocina mientras Taehyung se llevó su caja de galletas a la estancia.
Intenté verlo desde mi lugar ahí sentada pero era imposible.

-¿Jimin se fue?- preguntó mi madre.

-Saldremos el viernes, me enseñará a patinar.-

-Oh, qué bien.-

No fue un "Qué bien" de "¡Qué bien!" sino uno por decirlo.

-Sé lo que dirás y no.- le dije.

Ella nota que miro hacia la estancia, entonces cree que estoy muy al tanto del chico extraño. Ella piensa que sería buena idea salir juntos más de vez en cuando.
Me rehusé llevar a Taehyung al parque. En primera: porque Yoongi se la llevaba ahí con los chicos. Y en segunda: porque planteaba solo ir a romperme los huesos aprendiendo a patinar con Jimin.

-Cariño, ya viste que le gusta salir.- continuó. –Y más si es con alguien que conoce. Tú le agradas.-

-No me conoce.- suspiré. –No es la clase de chico con el que me guste estar. Me entiendes, ¿no? Me gusta más el escándalo y las cosas simples. Y él es...-

-Tú le agradas.- repitió. –Eres su única amiga.- me sonrió y fruncí el ceño.

-¿Amiga?-

-Amiga.-

-Ni siquiera habla. No quiere hablar y eso me altera.-

-No es que no quiera, no puede simplemente.-

-¿Y por qué?-

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La verdad sí quería familiarizarme más con ese chico extraño, aunque lo difiera a veces. Pero era algo difícil. No entendía su manera de pensar y eso me molestaba.

-Tal vez si me dijera lo que quiere o lo que le gusta, o bueno, solo que me hable, así nos entenderíamos mejor.-

Taehyung entró de repente a la cocina interrumpiendo nuestra conversación. Sigue abrazando su caja de galletas, no las había abierto.

-¿Qué sucede, Taehyung?- le pregunta mi madre.

Él señala hacia atrás entonces mi madre se pone de pie.

-Que comiencen las adivinanzas.-

-¿Hay algo mal con la televisión?-

Taehyung negó. Puse los ojos en blanco, mi madre es malísima para adivinar.

-¿Hay algo afuera?- esta vez pregunté yo y Taehyung asintió. Yo soy una pro en esto.

-No escuché nada.- mi madre salió de la cocina y ambos la seguimos.

Por la ventana vimos un auto que estaba estacionado frente la casa de Taehyung.

-Oh, llegaron tus padres.- Taehyung asintió. –¡Perfecto!-

Mi madre se dirigió hacia la puerta principal con Taehyung ahora saliendo de ella.
No sé qué pasaba realmente pero, qué más da, los seguí.

El sol se encontraba en su punto máximo, solo faltaban unos minutos para que se hiciera de noche.

Mamá salió de la casa y Taehyung corrió pasándola de largo, cruzó la calle y llegó a la entrada de su casa. Nunca había visto a un chico tan contento por la llegada de sus padres. Yo hace mucho que no me alegro así de ver a papá cuando llega después de un largo servicio.
Me quedé parada en la acera, entonces mi madre volteó, sonriéndome.

-¿No vienes?-

No respondí. En la entrada de la casa de Taehyung vi a su madre quien nos saludó muy amigable.
Mi madre se alegró de verla también. Creo que ya se han hecho grandes amigas. Hm.

¿Ir o no ir?

Mamá llegó con la mamá de Taehyung y las vi cotillear y reír. Crucé la calle todavía no muy convencida.

-¿Qué tal un café? Entremos.- dijo la madre del chico extraño. No sé cómo llamarla, ¿señora Kim? ¿Mamá Kim?

-¿Quieres una invitación formal? Entra, Jae Bi.-

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El ambiente hogareño de Kim Taehyung. Me pregunté cómo sería su habitación.

-Taehyung acaba de subir, cariño.- la señora Kim me sonrió. Creo que notó que lo estaba buscando con la mirada.

Sonreí para ella. –Es un gusto.- reverencié. -Subiré con él si no es molestia.-

Odio hablar formalmente.

Ella es tan linda y amigable. No veía al señor Kim por ningún lado.

-Segunda puerta a la derecha.- me indicó ella.

Ok, veamos la habitación del señor misterioso.

...