Parte 10
No volví a preguntarle a mi madre sobre el tema de Taehyung. Al menos no frente a él todavía.
Volvimos a casa. Después de bajar todo del auto y acomodar la alacena, mamá comenzó a hacer el almuerzo. Mientras Taehyung y yo veíamos televisión en la estancia.
Estábamos viendo un estúpido drama, de esos que le gustan a mi madre. Taehyung lo eligió. Tenía el control remoto en sus manos y no se veía con la intención de soltarlo. Muy atento en ese estúpido programa.
Y mientras yo no dejaba de mirarlo. –Eres como el hermano que nunca tuve.- comenté en voz alta y el volteó conmigo, sonrió y siguió en su novela. No era un buen comentario realmente, me faltó una mala palabra allí en medio.
La actriz de la novela ha comenzado con sus lloriqueos, ese fue mi punto de partida para largarme de ahí.
Fui arriba a mi habitación, recordé que había dejado mi teléfono en mi cama. Lo encendí y vi que tenía una par de mensajes de Yoongi. Oh, y uno de Jimin.
Sonreí como tonta. Más que nada por Jimin.
Cuando giré para salir di un brinco del susto al ver al ente misterioso llamado Taehyung detrás de mí.
-¡Eres un maldito fantasma!- grité sin pensar. Mierda.
Era como un gato, sus pisadas nunca se escuchaban.
-¿Qué quieres?- pregunté irritada. –No entres a mi habitación si no te doy la autorización.-
Se encogió de hombros, lo tomé como una disculpa supongo.
Seguidamente me extendió el control remoto de la TV.
-¿Ya terminó tu novela?- asintió muchas veces y me insistió que yo tomara el mando. –Ya no quiero ver televisión, iré afuera.-
Jimin estaba esperándome afuera de mi casa.
Pasé a Taehyung y noté que me siguió hasta abajo.
-Oh, no, chico, tú quédate aquí.- le detuve. –Ayuda a mi mamá en la cocina o algo.-
Solo se quedó parpadeando, mirándome y yo también callé un momento.
Volvió a extenderme el control de la TV.
-Tengo una visita, Taehyung.- repliqué. Se señaló a sí mismo. –No, tú no. Eres la visita de mi madre.- vi que frunció el ceño. La primera vez que lo hizo, creo. –Como sea.- dejé al chico allí y abrí la puerta principal para salir. –Mamá, Jimin llegó, estaré afuera.- grité.
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Me encontré con Jimin en la acera frente a mi casa. Cuando me vio, sonrió y prácticamente yo me derretí en mis adentros.
Sí, ese era el chico que me gustaba, y al parecer yo le gustaba a él, pero nada quedaba comprobado todavía. Me visitaba de vez en cuando, charlabamos y esas cosas. ¿Citas? Un par pero nada oficial.
-¿Mal momento?- dijo.
-Sabes que no.- sonreí.
Nos sentamos en la orilla de la acera. Juntos. Tuve la vista plena de la casa de Taehyung frente a mí.
"Vamos, no pienses en él".
-Yoongi me dijo que tienes un nuevo amigo.-
Rayos, buen tema de conversación. Estúpido Yoongi.
Jimin miraba la casa de enfrente también, luego me miró sonriendo todavía. –No es mi amigo.- dije por lo bajo.
-¿Vecino solamente?-
-Hablemos de otra cosa.- ¡por favor! -¿Has ido a patinar?-
-No mucho, Bi, ¿por qué? ¿Quieres que te enseñe aún?-
Sabía andar en patines pero no en patineta. –Sabes que sí, Park.-
-¡Bien! Hagámoslo. Mañana no puedo, ¿viernes qué tal?- me dio un ligero empujón con el hombro.
-¡Viernes!-
-Bien, cuida tu trasero hasta entonces.-
Seguíamos riendo y sacando ya cualquier tema sobre los chicos, patinar y el verano.
No sé cómo, pero en algún momento sentí algo extraño. Esa anomalía mía.
Giré hacia atrás por instinto y allí vi a Taehyung. En la ventana. Mirándonos.
-Oh, qué espeluznante.- murmuré y Jimin me escuchó.
Giró atrás y miró al chico espeluznante. –Cielos, como de película.- rio burlón. -¿Es tu primo?-
-Peor que eso.- Taehyung no se mueve. –Es el vecino de enfrente.-
-¿En serio? ¿Y qué hace aquí?-
Sigue sin moverse. ¿Parpadea siquiera? –Sus padres no están.-
Jimin tampoco le quitaba la mirada de encima. –Ya me está dando miedo. ¿Está enfermo o algo así? Hace calor como para usar...-
Sabía lo que diría. -Es como su segunda piel, nunca se lo quita.-
-¿En serio?- el pelinegro me miró. -¿Es amigable?-
Hice una mueca mirando hacia arriba, pensando en una palabra adecuada. –Es adorable.- rayos.
Lo escuché reír. –Es mayor supongo.-
Jimin saludó a Taehyung agitando la mano y sonriéndole amigablemente, y como respuesta Taehyung cerró las cortinas.
Como película de terror, solo faltaba la música de suspenso y que fuera de noche.
-Me agrada.- dijo y yo negué.
...
Jimin no se quedó por mucho tiempo. Aún no oscurecía.
Cuando entré a la casa me encontré a Taehyung parado en la entrada.
-Eres un fantasma en serio. ¿Ya almorzaste?-
Tardó en darme alguna respuesta. Oh, noté que traía puesto su nuevo cubre bocas de osito
-No eres adorable cuando me miras así.- comenté.
Seguidamente apuntó hacia la puerta. No lo entendí.
-¿Vas a salir?- seguía sin moverse. -Ok, la puerta, ¿qué tiene la puerta? ¿Quieres que salga?- negó esta vez e insistió otra vez. -¿Qué rayos? Estuve afuera, ¿y?-
Dejó de apuntar y se acercó lentamente unos pasos hacia mí. Por su tremenda gran estatura tuve que mirar hacia arriba. A sus ojos obscuros.
El dibujo de hocico de oso no le hacía justicia a como se estaba comportando en ese momento.
-¿Estás molesto porque no quise ver televisión contigo?-
Asintió. Oh, vaya, no sé por qué creí que sería algo peor.
-Niño tonto.- lo pasé de largo y me dirigí a la cocina.
...
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