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Capitulo 9

Mientras que los chicos empiezan a acomodar sus maletas, Ansel junto con Kyra y Tania guardan algunas de las pocas provisiones que quedan en las alacenas.

— ¿Desde dónde vienen?—Pregunta Morgan, quién se encuentra sentado en la isla.

—Ambas trabajabamos en una universidad en Nueva York, yo era la enfermera y Kyra la entrenadora del equipo de lucha—Responde Tania.

—Cuando empezó todo este desastre, evacuar la universidad era algo imposible, por lo que busqué a Tania y ambas nos fuimos—agrega Kyra—en el camino a la salida nos encontramos con los dos idiotas que conocieron.

— ¡Hey! sigo aquí—Le grita enojado el chico.

—Lo sé—Le voltea los ojos, y se gira de nuevo hacia Ansel—en fin que, estuvimos quedándonos en el apartamento de tania, hasta que hace tres días recibimos la señal del general de la base de Ohio, desde entonces hemos estado viajando.

—ha sido un poco tedioso por la cantidad de calles que están atascadas—agrega Tania. Kyra asiente con la cabeza a lo que dice su amiga.

—Nosotros no hemos tenido muchos problemas aquí, hasta que llegaron sus dos acompañantes—comenta Ansel, viendo con recelo al chico sentado en el suelo.

—pero, como ya sabrán, no nos quedan casi suministros, así que este inconveniente nos vino bien—Morgan les sonríe a las chicas, y aunque Kyra lo ve con asco, Tania sonríe tímidamente.

— ¿Qué haremos con ellos?—señala Ansel al chico, y todos lo miran. El chico voltea los ojos cuando se da cuenta.

—Que se queden aquí, no vendrán con nosotros—contesta Kyra, y el chico se acomoda en el suelo, el desacuerdo claro en su cara.

—No puedes dejarnos aquí, amarrados y sin comida—se defiende él, y Kyra se acerca a él.

—Debieron pensar en eso antes de volverse locos—le recuerda esta, pero el chico niega con la cabeza.

— ¡Solo los amarramos!—le grita el chico, y Morgan se baja de la isla para acercarse al chico.

—Y también me golpearon—Morgan le hunde el dedo en la frente para molestarlo, y el chico se quita, mirándolo con enojo.

Los 4 se van a la sala, para reunirse con los demás, dejando solo al chico, que no piensa quedarse de brazos cruzados.

—Entonces, ¿ya nos vamos?—Pregunta Morgan. Todos están sentados en la sala, con las maletas hechas, listos para marcharse a un lugar más seguro.

—Si, ya deberíamos estar agarrando camino—le responde Kyra.

— ¿Dónde exactamente queda la base?—le pregunta Michelle, obteniendo la mirada de todos.

—El general me dijo en el centro de la ciudad—Responde ella—dijo que mantendría el canal doce abierto para nosotras.

ansel asiente, y el alivio inunda a todos.

—Chicos, vayamos llevando ya las maletas a los autos y-

El grito de Tania lo interrumpe y todos voltean para ver qué sucede. El chico alto que estaba inconsciente en el baño, tiene a Tania atrapada en una llave, con un cuchillo presionandole la yugular.

De inmediato, Kyra le apunta con su pistola, seguido de Ansel que apunta con uno de los rifles. Los demás toman distancia, temiendo que podría pasarle a la chica si se acercan mucho.

—Quiero que sepas que no saldrás bien parado de esta—El odio en la voz de Kyra se nota a leguas.

—Llevennos con ustedes, o Tania muere—Kyra hace caso omiso a la amenaza y niega con la cabeza.

—Estás completamente equivocado si crees que llevaremos con nosotros a dos locos como ustedes—La palabra que usa Kyra hace que algo hierva en la sangre del chico.

—Perfecto—El chico se dispone a clavarle el cuchillo a Tania, pero Kyra encuentra un espacio, y le dispara en el hombro. El sonido ensordecedor de la bala y el grito de tania deja a todos conmocionados.

El chico cae y Tania gatea lejos de él. Del pasillo, sale el otro chico blandiendo un cuchillo, lanzándose encima de Kyra. Ansel y Morgan se acercan para quitárselo de encima, pero el chico ya le ha dado una puñalada en el estómago.

Entre Benjamin, Jade y Michelle someten al otro chico, quien a pesar del disparo, ya se estaba levantando con el cuchillo en la mano.

Esteban ve pasar todo muy rápido que empieza a sentirse mareado. Maya lo sostiene cuando empieza a irse de lado.

— ¿Estás bien?—Le pregunta ella, y este levanta el pulgar, tratando de recomponerse.

Jade se va a la cocina por la cinta, mientras que Benjamin y Michelle detienen los brazos de uno de los chicos, que se queja del dolor por el disparo. Ansel se encuentra golpeando la cara del otro chico que apuñaló a Kyra, quien está siendo atendida por su mejor amiga.

—necesito algo para hacer presión, búscame algún trapo—le dice a Morgan, quien está a su lado. Este se quita su camisa y se la da. Tania la toma, y se sonroja un poco, no sabe si por el acto de ver a Morgan sin camisa o por lo intenso de la situación de su mejor amiga. quizá un poco de ambas.

Con la camisa de Morgan, hace presión sobre la herida. El trapo no para de empaparse de sangre, por lo que Morgan se levanta para buscar otra cosa, algo recuerda de la academia y los cursos de primeros auxilios.

Pasado un rato, ambos universitarios están atados uno al lado del otro.

— ¿estás bien, Davon?—le pregunta el chico más bajo al rapado.

En lo que la herida de Kyra dejó de sangrar, y Tania haberse asegurado de que el cuchillo no perforó ningún órgano vital, se dirigió hacia donde Devon, donde con un cuchillo y de mala gana le sacó la bala. Le cubrió la herida con un trozo de tela, aun cuando su amiga le dijo que no le sacara nada.

—Claramente no estoy bien, syd, me dispararon—Syd frunce los labios ante la respuesta de su amigo.

kyra se encuentra un poco débil recostada en el sofá, la vendaron con algunas de las vendas que sacó Ansel el día que entro en la farmacia. Intentan convencerla de pasar la noche ahí, y salir temprano por la mañana, pero ella quiere irse ya y llegar más pronto, aunque no tenga sentido para los demás.

—Kyra, la base seguirá ahí, ¿Cuál es tu apuro?—las palabras de Tania la hacen suspirar, y sabe que no puede guardarse más el secreto.

—Ayer por la tarde, cuando fui al baño en esa gasolinera, otro mensaje me llegó—llama la atención de todos, quienes esperan que siga—la base no estaba lo suficientemente reforzada y los muertos empezaron a entrar, se mantienen resguardados en una parte de la base mientras encontraban otro sitio, pero me avisó que se irían en lo que lo encontraran.

Todos quedan perplejos, y los ánimos empezaron a decaer de nuevo.

—¿por qué no dijiste nada?—Le pregunta su amiga, mientras le soba el cabello.

—no quería que aquellos se enteraran—señala a los chicos en el piso a duras penas—además, íbamos a buen paso, pensé que si seguíamos así, llegaríamos antes de que se fuesen.

—Entonces tienes razón, debemos irnos ahora mismo—comenta Ansel, y aunque kyra no se ve muy bien, ella es el primero en apoyarlo.

—Deberías ayudarla a llegar al auto, amor—Michelle le aprieta el hombro a Ansel, quien asiente, y con quejas de dolor de parte de kyra la carga como un bebe y la lleva hacia afuera, Morgan le ayuda con la puerta.

Benjamin, Esteban y Maya salen con sus maletas hacia fuera, seguidos de Tania y Michelle. Jade se queda hasta el final, viendo a Devon y Syd.

—espero disfruten de su estadía—Una sonrisa se le adorna en la cara.

—Perra—Devon la ve con repudio, pero Jade sólo puede reírse de él.

—iluso.

Termina por salir de la casa, aún escuchando los insultos de Devon, pero sin reparar en lo más mínimo en sus comentarios. Se monta en la parte de atrás del carro de Michelle, junto con su hermana y Benjamin.

—¿Estamos listos?—Michelle ve por el retrovisor, y todos asienten. voltea al copiloto, y ve a su hermano con la vista fija en la casa.

no le dice nada, pero le da un apretón en el hombro.

—Solo imagina que iremos a unas largas vacaciones—Le anima Michelle, y él asiente.

En el carro del padre de Benjamin, Ansel arranca y va delante de Michelle, debido a que va con Kyra quien le servirá como navegador. Morgan va de copiloto y atrás, Tania le revisa la herida a Kyra, cuidando de que no se haya lastimado en el trayecto y esté sangrando de nuevo.

A pesar de la hora, ya van camino a Ohio, planeando parar en una gasolinera para cargar gasolina, o bueno, con la esperanza de poder encontrar gasolina para recargar los tanques.

Pasadas las 7 de la noche, se estacionan en una gasolinera. Ambos autos estaban apunto de quedar vacíos. Aún ansel no puede creer que hayan llegado tan lejos con poco más de medio tanque que pudo recargarle hace unos días.

—Okey, ¿como piensas que cargaremos gasolina sin electricidad?—Le pregunta Morgan a Ansel, bajando ambos del carro.

Del carro de atrás, Todos se bajan. Las únicas que no salen son tania para no dejar sola a Kyra.

— ¿Estas cosas no tienen plantas de energía?—pregunta de vuelta Ansel, y Morgan alumbra con una linterna la tienda.

—Debería—le responde este.

—¿Qué sucede?—michelle se acerca a ellos, junto con los demás.

—No podemos recargar los tanques sin electricidad—Le responde su novio.

—En la bodega debería estar la planta de energía—Morgan camina un poco mas cerca de la tienda y alumbra con la linterna—quiza deberiamos quedarnos esta noche aqui, hay bastante comida dentro.

—Podemos tomar los bocadillos para el camino y seguir—Dice Ansel, Caminando hacia la entrada de la tienda. Con una seña le dice a Morgan que se acerque, solo que no va solo, sino que los demás también llegan con ansel.

Todos alumbran hacia dentro, y en el mostrador pueden ver a un señor obeso, con aspecto moribundo.

— ¿es un mordedor cierto?—susurra Esteban, sabiendo la respuesta, pero los demás se lo reafirman.

—Jade, ¿trajiste los cuchillos que te dije?—pregunta Ansel.

Jade asiente, caminando de vuelta hacia el auto y trayendo consigo dos cuchillos, entregandolos a Ansel.

—Toma—Le da uno de los cuchillos a Morgan. Este lo toma desconcertado—entraremos, e intentaremos matar a ese—Ansel señala al mordedor, pero Morgan lo ve con cara de pánico—es solo uno, podemos con el.

Jade suspira y le quita el cuchillo a Morgan, poniendo una mano sobre las manillas de las puertas.

—Vamos Ansel—le dice esta, y Ansel parpadea unas cuantas veces para reaccionar, al igual que Morgan, quien se siente un poco avergonzado por lo que acaba de pasar.

Ansel y Jade abren las puertas de la tienda, y en silencio caminan hacia el mostrador que solo está a unos pasos de la entrada. Desde afuera les llega las luces de las linternas. A pesar del silencio que hacen, el mordedor nota su presencia. Este se encuentra sentado, por lo que Jade se va a un lado del mostrador, y Ansel al otro.

— ¡Hey! ¡Aquí!—Le grita jade, llamando su atención.

El mordedor empieza a gruñir en su dirección, cayéndose de la silla para alcanzarla. Por el otro lado, Ansel salta el mostrador, y en lo que Jade lo sigue distrayendo, él le clava el cuchillo en el cráneo, parando los movimientos y gruñidos del mordedor.

Los demás entran, y Morgan se va directamente al almacén. Los chicos con las linternas empiezan a revisar las estanterías. Piensan en que tan solo estará el mundo como para que nadie haya pasado por aquí y se haya llevado toda esta comida.

Ansel se va al almacén también, y ve a Morgan vertiendo una pimpina de gasolina en la planta de energía.

—Lamento lo de hace rato—Le dice este, y Ansel sonríe y niega con la cabeza.

—Tranquilo, es completamente entendible tu temor—le responde este—de igual forma, no estás solo. Si estás en peligro, estaremos ahí para salvarte amigo—Le da un apretón en el hombro, y Morgan asiente con una sonrisa.

Al terminar de llenar la planta, cierra el orificio, y empieza a jalar la cuerda para encenderla. durante 3 minutos, los sonidos del motor arrancando son lo único que suena, hasta que el sonido se estabiliza y las luces empiezan a encenderse.

—Buen trabajo—Ansel le choca la mano a Morgan, y ambos salen del almacén.

Tanto tiempo pasando noches oscuras los hace sentirse raros.

—Podría durar unas cinco horas esta planta—Morgan le insinúa el quedarse a Ansel, pero este tiene otros planes.

—Está bien, nosotros solo la necesitamos unos veinte minutos máximo—le responde este, y Morgan suspira.

— ¿Quieren?—Esteban se les acerca, con un paquete abierto de papitas. Ambos asienten y agarran un poco de la bolsa.

—Dios, que ricas están—exclama Morgan, y todos se ríen.

—Teníamos tanto tiempo sin comer cosas de estas, que ahora son un completo manjar—Comenta maya, comiendo un poco de su paquete de chocolate.

— ¿Necesitan ayuda con las máquinas?—pregunta benjamin, comiendo también papitas.

—De hecho, pensé en llevarnos unos envases llenos de gasolina para el camino por si hacen falta—Comenta ansel, todos asintiendo mientras lo oyen—Ve por unos que están en la bodega, mientras Morgan y yo vamos recargando los autos.

benjamin asiente y se va, Esteban va tras él para ayudar también. Ansel sale hacia los autos, y Morgan lo sigue después de tomar unos paquetes de papitas, que luego les hace llegar a tania y kyra.

—Pudieron encender la gasolinera, quizá si fue buena idea juntarnos con ustedes—Bromea Kyra, Con una sonrisa, intentando sentarse con ayuda de tania. Morgan solo se ríe.

— ¿Cómo te sientes?—le pregunta este.

—Como si me hubiesen apuñalado—ironiza Kyra, pero Morgan suelta una pequeña risa.

—Dentro de un rato nos iremos—les informa este, y ambas asienten.

— ¡Muchas gracias! por las papitas—le suelta rápidamente Tania en lo que Morgan se disponía a dar la vuelta. Este le sonríe y se da la vuelta para llenar el tanque del carro de Michelle. Tania cierra los ojos fuertemente apenada, y Kyra se la queda viendo.

—pareces estudiante de secundaria alborotada—le dice esta, y su amiga le voltea los ojos, haciendo que Kyra se ría y luego se queje del dolor.

Unos 20 minutos después, con los tanques llenos, 3 pimpinas de repuesto y mucha comida, toda chatarra, ambos autos arrancan y se colocan de nuevo en la carretera camino a Ohio.

Pasadas las 5 horas, pasan el cartel de "Bienvenidos a Ohio", pudieron haber llegado hora y media antes, de no ser por todas las vueltas que tuvieron que dar en algunas calles por los bloqueos de carro que habían.

— ¿aún no te contesta?—le pregunta Ansel a Kyra, y esta niega con la cabeza. Han estado las últimas dos horas en el canal 12, tratando de contactar con el general de la base militar, pero aún no ha contestado— ¿pero si llegó a decirte en donde estaban ubicados?

—En el condado trumbull—le responde ella, y Morgan alza las cejas, volteandose rápidamente en el asiento.

— ¿cerca de west farmington?—Kyra asiente.

— ¿cómo lo sabes?—pregunta ella de vuelta.

—Cuando estaba en la academia, un compañero y yo visitamos la base—responde el—la base es grande, podríamos estar mas que bien ahi.

—Si no fuese porque la hayan invadido—le responde Kyra, y Morgan asiente cabizbajo.

— ¿Como cuánto nos falta para llegar?—pregunta ansel, y Morgan se lo piensa un momento.

—quizá una hora, vamos a buena velocidad—le responde él, y ansel asiente.

Kyra recuesta su cabeza de la de Tania, quien se ha quedado dormida en su hombro, en lo que llegan al lugar.

A unos kilómetros para llegar, en la dirección que indican los carteles, se ve en el cielo un rastro de humo.

—Morgan, ¿crees que ese humo viene de la base?

—no lo creo, Ansel

Este no se fía, pero a pesar de ello sigue conduciendo. Son pasadas las 2 de la madrugada, pero aun así llegan a la base militar, o lo que debería ser una base, porque todo lo que desprende es llamas, con mordedores paseandose en los alrededores.

Kyra suelta una maldición, Ansel se pega la frente con el volante. Michelle se aguanta las ganas de llorar, tomando de la mano a su hermano. Maya deja caer sus lágrimas mientras Benjamin y Jade la abrazan. todos se sienten tan cansados.

— ¿Hola? ¿general?—Empieza Kyra con el radio, unas cuantas veces, sin éxito.

— ¿que debemos hacer ahora?—pregunta Morgan. todos están tan abatidos con que hayan llegado tarde, hasta que el radio empieza a sonar. Todos en el auto se exaltan.

— ¿señorita Kyra, es usted la del auto vinotinto?—pregunta una voz fuerte y ronca. kyra rápidamente responde que si, agitando la cabeza frenéticamente como si pudiera verla la voz a través de la radio.

Por un momento no pasa nada, pero de entre los árboles que tienen a la izquierda, sale un gran hombre, de tez morena y vestimenta militar, cargando una linterna y un rifle.

Todos se bajan de los autos, incluso Kyra, con la ayuda de Tania.

—Muy buenas noches a todos—saluda el general, y todos le devuelven el saludo— ¿Quién es la chica con la que he hablado por la radio?

Tania ayuda a Kyra a acercarse al general, quien se fija como se agarra el estómago.

—Soy yo, Kyra—ambos se estrechan la mano, y el general pasa la mirada por todo el grupo.

—Pensé que solo eran cuatro personas—dice el general, poniendo nerviosos a todos, pero Kyra se apura en explicar.

—Eramos cuatro, pero en el camino nos encontramos con estas personas que nos ayudaron—señala a los demás, quienes mantienen una tenue sonrisa—lastimosamente los otros dos no pudieron llegar con nosotros—kyra no da detalles sobre lo sucedido, puede que el general se niegue a ayudarlos si se entera.

El general los ve por un momento más, y termina asintiendo.

—Hay lugar para mi en algunos de los autos?—pregunta, y Kyra asiente—vayamos al refugio.

Todos se montan en los autos de nuevo, Morgan le cede el copiloto al general, y se va a sentar en la parte de atrás con las chicas.

Mientras Ansel conduce, lo único que se escuchan son las indicaciones que da el general para llegar al refugio, hasta que Morgan decide hablar.

—general, ¿qué le sucedió a la base?

El general no deja de ver hacia el frente, dandole direcciones a Ansel, pero de igual forma contesta la pregunta.

—Unos habitantes en desacuerdo, se robaron comida y se fueron, no sin antes dejar un lado de la reja rota, por donde empezaron a entrar los enfermos—se interrumpe para decirle a ansel que vaya a la izquierda—redujimos el área, bloqueando las partes que estaban infestadas, pero éramos muchos para el poco espacio, por lo que encontramos un lugar mejor.

— ¿y porque seguía usted ahí?—pregunta de nuevo Morgan.

—Tenía pensado quedarme hasta que amaneciera, sabía que la señorita Kyra vendría. Tenía que esperarla—dice él, y Kyra sonríe tenuemente.

El general le pide a Ansel que gire a la derecha, y luego vaya recto, todos viendo como unos apartamentos empiezan a alzarse en la oscuridad.

—¡hemos llegado!—comunica el general, mientras todos ven el conjunto residencial que tienen enfrente—Bienvenidos a Polaris.

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¡Hola! ¿Qué tal están? espero les haya gustado este nuevo capitulo siqsi.

A partir de aquí la cosa se pone mas intensa, he de decir.

¡Hasta la próxima semana!

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