Capitulo 14
—¿cuanto ha dicho tania que tardará en curarse? ya ha pasado una semana— pregunta benjamin—esto de ser tu mayordomo no es muy divertido—dice riendo, haciendo entrever que es una broma. michelle en el sofá rodea los ojos y se ríe también.
—no es tan fácil, benja. ese tipo por poco me daña los nervios importantes. hubiese quedado sin un pie—dice con recelo en la voz—tendrías que ser mi mayordomo hasta que me muera—bromea, haciendo que ambos rían.
—si estás de acuerdo en comer frijoles en latas de aquí a tu muerte, pues esta bien—se encoge de brazos— son mi especialidad.
Michelle se lo queda viendo, y se ríe.
—te quedan divinos—le contesta esta. benjamin le sonrie, aunque nota el sarcasmo en su voz.
Perder la semana pasada a su hermano y a su novio no fue nada facil. las primeras noches lloraba desconsoladamente. tuvo varios ataques de panico donde benjamin tuvo que calmarla. se sentia tan impotente al no poder hacer nada mas para salvarlos.
a pesar de ello, Benjamin la ha estado animando, manteniendola de buen humor y tranquilizada. después de todo, solo se tienen el uno al otro, ya que todos los demás se han ido.
— ¿que ha pasado con la horda? ¿ya tienen un plan?—pregunta michelle curiosa, y benjamin la ve de reojo.
después de lo sucedido ese día, tanto el altercado con índigo y la persecución al señor de sombrero de paja, el general la ha mantenido al borde de lo que sucede y le ha pedido a Benjamin que no le cuente nada acerca de los mordedores. lo que no sabe michelle, es que el también está un poco desactualizado.
dos dias atrás, benjamin iba caminando por la plaza central, cuando detrás de él escucha unos cuchicheos. hablan bajo, pero agudiza el oido para escuchar la conversacion.
—si, esa loca sigue en cama—dice una voz masculina.
—es lo mejor para todos, lo que le hizo a la pobre indigo se lo puede hacer a cualquiera—agrega una voz femenina.
benjamin se voltea de golpe y los ve. ambos se detienen bruscamente, sorprendidos.
—esa loca, se ha encargada desde el inicio de abastecer las alacenas oara que todos tengamos que comer—dice enojado— esa loca, se ha encargado de protegernos. y esa loca, tiene su nombre. michelle se merece el respeto que ustedes deberian darle.
se dispone a voltearse y seguir su camino, pero escucha de nuevo al chico.
—otro loco más.
benjamin nisiquiera intenta calmarse. se voltea y se abalanza contra el tipo, ambos cayendo al suelo. el toma el cuello de su camisa entre sus manos, mientras se sienta en su estomago.
— ¡Dilo de nuevo! ¡Anda!—le grita, pero el chico auque mayor que benjamin, lo mira con terror.
el conflicto no pasó a mayores porque el general vió la situacion y se llevó a benjamin, salvando al otro chico de un golpe.
—creo que deberias tomarte unos dias de descanso de todo—le dice el general.
— ¡pero fueron ellos los que hicieron mal!—reclama él, y laurent asiente.
— lo sé. pero tambien estuviste mal en tirarte sobre él y casi golpearlo.
— ¿y que mas podia hacer? no iba a permitir que hablaron mal de michelle o de mí—defiende el chico, cruzandose de brazos.
—la gente siempre va a hablar. tú solo tienes que hacer oídos sordos, y seguir—aconseja el general, y Benjamin asiente desganado.
Debido a ello, Benjamin no sabe qué ha pasado con los planes de alejar a la horda del sitio.
—sabes que no puedo contarte—le recuerda él. no piensa tampoco decirle el alboroto que armó hace unos días por ella, lo menos que quiere es que se sienta más culpable.
Michelle asiente sin decir nada más, y se queda mirando por la ventana el cielo. preguntandose como están los demás donde quiera que estén.
—podriamos encerrarlos a todos en esos almacenes—menciona un chico. varios habitantes se encuentran reunidos con el general laurent, ideando un plan para resolver el problema de la horda.
—no nos sirve, seria muy riesgoso en un lugar cerrado. tenemos que escoger un lugar abierto...—dice el general, mientras ve el mapa. todos lo acompañan en la revision del mismo.
— ¿que tal el basurero municipal?—propone Kyra, mientras señala un punto en el mapa—está un poco lejos, pero con autos y bocinas podríamos llevarlos hasta allá. con solo unas pocas personas puede hacerse.
— no está tan lejos. se puede llegar en una hora mas o menos—menciona un chico castaño, originario de ahí.
El general se plantea un rato las jugadas, hasta que rompe el silencio de su departamento.
— ¿quienes estan dispuestos a ir?—pregunta a voz populi, pero nadie salta. nadie excepto Kyra que levanta la mano—Tu no cuentas, tu ya ibas, ¿alguien más?—vuelve a preguntar, pero esta vez no obtiene ninguna respuesta—vamos chicos, no les pasará nada, estarán a salvo.
Dicho eso, dos personas dan un paso adelante. el chico castaño de antes e Indigo. el general y Kyra asienten, dando un último vistazo a los demás.
— ¿crees que sean suficiente?—le susurra kyra al general, y este asiente.
—Alguien mas irá con nosotros.
Kyra asiente, curiosa de a quien se refiere, pero por el momento el general decide terminar la reunion, dejando de ultimo a los dos voluntarios.
—el trabajo se hara ahora mismo, vayan a prepararse—dice el general. ambos asienten, yendose.
— ¿como te llamas?—le pregunta indigo al chico, mientras bajan las escaleras.
—Albert, ¿tu eres indigo cierto?—pregunta de vuelta, con una sonrisa.
indigo asiente—bonito nombre.
indigo lo ve de arriba abajo, piensa que es un chico lindo. castaño, alto y con algunos musculos. sonrie al ver sus bonitas pecas poco notarias en su piel bronceada.
—lo mismo digo—dice, recibiendo una sonrisa de él.
El general y Kyra llegan al apartamento de Michelle, donde benjamin les abre la puerta.
—pasen, pasen—dice el chico, haciendose a un lado para que entren, y cerrando la puerta ya ellos dentro. ambos se acercan para saludarla, y se sientan en el sofá grande— ¿quieren agua?—pregunta benjamin, pero ambos niegan con la cabeza.
—solo estamos de paso nada más—le comenta el general, y el asiente.
— ¿como estás michelle?—pregunta Kyra al verla con el pie encima de un pequeño banco. en el fondo ella siente que todo lo sucedido es su culpa, si quizá no se hubiese dejado persuadir...
—Estoy bien. ya no duele tanto como antes, Tania dice que son las pastillas—explica ella, y ambos asienten— ¿que los trae por aquí?
—pues, queriamos comentarle a ambos que ya tenemos un plan para los mordedores del almacen—comenta el señor, causando furor en los chicos.
— ¿en serio?—pregunta Michelle y el general cuenta el plan que tienen—suena bien.
—Así es—afirma Kyra—y venimos para preguntarle a benjamin si quiere ayudarnos.
él los mira por un momento, pensando que es una broma de su amiga. pero al ver la seriedad en sus caras este asiente rapidamente.
— ¡Claro!
Michelle lo ve confundida. Ella pensaba que él estaba al tanto de todo, sabe que algo le oculta, pero no piensa preguntarle por los momentos.
—mañana a las nueve, ¿bien?—le dice el general levantandose, al igual que kyra. benjamin asiente en respuesta.
—general...—llama desde su asiento michelle— ¿aun no han podido dar con ellos?—pregunta, refiriendose tanto a los desaparecidos como a los que los atacaron.
—aun no—le responde el general, frunciendo los labios. esto implica un bajón para todos—pero te prometo que no pararemos de buscar—michelle asiente a ello—cuando te recuperes, podrás ayudar tambien en la busqueda.
michelle vuelve a asentir, no feliz pero si tranquila. se despide de ambos, y benjamin los acompaña a la puerta.
—sabía que no podrías estar mucho tiempo sin mi general—menciona benjamin riendo. el general se le queda viendo, haciendo que el chico para de reír—es cierto. digo, habian otras opciones, como Morgan. pero fielmente vino a mi—dice benjamin sonriendo victorioso.
—morgan ahora está ocupado con una radio descompuesta, asi que no te alces—le responde kyra con una sonrisa fingida. benjamin le rodea los ojos y al general se le asoma una pequeña sonrisa.
—mañana a las nueve, si llegas tarde te haré dar vueltas por toda la residencia ¿Entendido?—le amenaza, y benjamin asiente rapidamente.
—si señor, claro señor—contesta Benjamin, colocandose en pose de saludo militar.
Kyra se aguanta una risa mientras ve al general, que ni se inmuta con lo hecho por Benjamin.
—nos vemos—es lo unico que dice y benjamin se despide, tambien kyra.
—no se que tipo de hamster este corriendo en la cabeza de benja—comenta kyra mientras bajan las escaleras.
—quizá ni siquiera tiene uno—comenta el general, haciendo reír a Kyra. el general la ve, y ríe un poco también. es quizá con la única que se permite reír en todo el campamento.
en lo que llegan a la planta baja, el general empieza a sentir calor por dentro y se agarra de la barandilla rapidamente cuando sus piernas flaquearon. kyra lo toma por el brazo para evitar que se caiga.
— ¿estas bien laurent?—le pregunta kyra preocupada. el general abre y cierra los ojos fuertemente, tomando respiraciones profundas—deberiamos llevarlo con tania—kyra empieza a jalarlo para terminar de bajar las escaleras, pero este no se mueve.
—no hace falta, ya se me pasó—dice el, cerrando una vez mas los ojos fuertemente y sacudiendose el cuerpo.
kyra lo sigue viendo preocupada. tiene miedo de que se desmaye aqui mismo, y ni por suerte podrá con un hombre de dos metros para llevarlo a la enfermeria.
— ¿en serio?—pregunat ella desconfiada, y el general asiente, terminando de bajar las escaleras.
—solo fue un dolor de cabeza, no pasa nada—responde el para calmarla.
—pues deberia pedirle a tania unos analgesicos para eso—ambos salen del edificio, enfrentandose al radiante sol.
—no hace fal...
—si usted no va, yo iré. espereme—le interrumpe ella, yendose rapidamente camino a la enfermeria. el general la ve desde su posicion, y no puede creer lo terca que es. igual que él en su juventud al iniciar en la milicia. se pregunta si tal vez su hija hubiese llegado a ser así.
— ¿se fueron?—le pregunta Jade a Ansel, quien tiene el oído pegado a la puerta. unas horas antes habían escuchado a Devon decir que todos saldrían. por lo que ayudándose lograron desamarrarse. no piensan pasar ni un dia mas encerrados aquí.
—si, vamos—las chicas se levantan del piso, y Ansel empieza a darle fuertes patadas a la puerta, hasta que logra abrirla y salir al pasillo. ve hacia los lados y trata de recordar de la vez que devon lo sacó a rastras de ahí para curarlo después de la paliza—por aquí—dice Ansel yendo hacia la derecha, viendo hacia atrás para ver si lo siguen.
—Tenemos que ir con cuidado, no creo que hayan dejado esto completamente solo—comenta Jade.
siguen caminando rápido, volteando hacia atrás para cuidar que no venga nadie. los tres llegan hasta una amplia habitación, con techo de vidrio. en ella se exhiben varias pinturas... todas en diferentes tonos de rojo y café.
—esto es completamente desagradable... —comenta maya, mientras caminan para atravesar la sala. en la mitad de la misma, ven una escultura de un pez koi que detallandolas se ve claramente el uso de piel humana.
Jade tiene arcadas al notar ello, por lo que salen casi corriendo del lugar.
— ¿Qué tan grande es este lugar?—pregunta Jade.
—No lo sé, pero este fue el camino que tomaron el otro día. si no recuerdo mal, llegue a ver alguna salida cerca—dice él.
el trío llega a otra exposición, esta si de pinturas que parecen ser normales. empujan una puerta que parece ser de emergencia pero del otro lado, tres tipos se percatan de ello y los ven. Ansel cierra la puerta rápidamente, en lo que los hombres intentan abrirla de nuevo para atraparlos.
— Yo los detendré, busquen una salida—le dice Ansel, mientras jala la puerta lo más que puede. maya y jade dudan por un momento de dejarlo, pero Ansel les insiste— ¡Váyanse!
Ambas salen corriendo por donde vinieron, pasan frente a la habitación donde se encontraban y corren hacia el otro lado. mientras, Ansel con una patada empuja la puerta, derribando a los tipos en el proceso. ve el arma de uno y corre hacia ella.
— la tomaré prestada un momento—le dice al tipo, quien se levanta al raz de los otros dos, pero ansel los apunta mientras va despacio hacia atrás—si son inteligentes, dejarán que me vaya en paz.
estos sacan unos cuchillos y miran al chico con enojo.
—Entonces será por las malas—afirma ansel, y empieza a disparar. le da a uno en el hombro, y otro cae con un disparo en el estómago. El tercero logra esquivar todos los disparos y llega hasta Ansel, pero el chico le da un cachazo con el arma, y cae al suelo.
sale corriendo por donde vio que se fueron las chicas y las encuentra de camino.
—encontramos la salida trasera—le dice maya, y salen corriendo hacia el lugar.
Los tres llegan al final de un pasillo ancho, donde al empujar la puerta el sol los golpea. Tenían más o menos una semana sin ver la luz del sol. con los ojos entre abiertos miran donde están para ubicarse. escuchan pasos acercarse, por lo que ansel ubica uno de los negocios y empuja a las chicas hacia él.
los tres entran a una tienda de artesanías y se esconden detrás de los mostradores. a través de los ventanales pueden ver a como un grupo grande de tipos sale de donde salieron ellos,
—Este lugar tiene que tener salida trasera—dice Ansel, yendo a la parte de atrás del negocio en cuclillas.
— ¡Encuentrenlos!—grita uno de los tipos, mientras los demás buscan en los negocios en parejas.
—Ansel, debemos salir de aquí ya mismo—jade se voltea para hablarle a Ansel lo mas bajo que puede, pero este no la escucha. jade se va en cuclillas también hacia donde ansel, quien está forcejeando con un puerta—Ansel, no tenemos mucho tiempo.
—Lo sé, solo dame un momento—dice este, embistiendo con la puerta varias veces, sin éxito. en lo que llega maya corriendo.
—ya vienen para acá—dice está asustada. Jade y Ansel se miran, preguntándose qué hacer. Jade toma la iniciativa y le quita el rifle a Ansel.
—tu sigue, yo los detengo—dice esta, y ansel asiente, embistiendo con la puerta unas cuantas veces mas—hermana, ayudame.
juntas tumban la estantería para bloquear la puerta, cosa que hace que ahora todos los hombres sepan que están ahí.
Los que intentan entrar son disparados por jade, aunque a ninguno logró neutralizarlo por completo. Maya la ayuda tirándole algunos jarrones y cosas que encuentra, pero unos disparos rompen el vidrio, haciéndolas retroceder.
corren hacia atrás con ansel, quien con una última patada abre la puerta de golpe, al ras que los hombres empiezan a entrar en la tienda.
—Tenemos que irnos, vamos—dice él, esperando que las chicas crucen la puerta primero, pero estas no lo hacen— ¡Vamos!
—nosotras nos quedaremos para retrasarlos, ve con los demás y rescatanos si es necesario—le dice jade, pero este se niega. los hombres ya los ven y les apuntan.
—no... no voy a dejarlas—dice él. Pero Jade y Maya lo empujan, cerrando la puerta.
—¡Vete! ¡No te preocupes por nosotras!—le grita Maya.
—¡Nos vemos en un rato!—Grita Jade. Ansel queda aturdido por un momento, tirado en el suelo aun.
—vamos, ayúdame—pide maya. entre las dos, tumban varios estantes, atrapando a varios tipos en el proceso, mientras que Jade termina el cartucho del rifle en otros que apenas entraban.
Ansel escucha el alboroto y aunque quiere ayudarlas, confía en ambas. por lo que se levanta y sale huyendo del sitio, rezando que ellas puedan venir detrás de él.
—ve tu primero—le dice Jade a su hermana, y esta asiente. cruza la puerta y se va por el mismo camino de Ansel, pero al no ver a su hermana detrás de ella, decide volver. al abrir la puerta, un tipo corpulento la abraza, inmovilizandola, mientras que ve a jade tirada en el piso.
— ¿¡Que le hicieron!?—grita ella, mientras intenta escabullirse de los brazos del tipo.
—solo está desmayada, no hagas mucho ruido pequeña—le dice el hombre que la tiene cautiva—prepárate, porque al jefe no le gustará lo que han hecho—le dice con una sonrisa perturbadora.
— ¿Estarás bien mientras no estoy?—le pregunta benjamin a michelle. se encuentran sentados en un banco en la plaza. los demás están cargando los autos, mientras que Benjamín vino a despedirse de Michelle.
—claro, si necesito algo puedo pedirle ayuda a Morgan—le tranquiliza ella, y él asiente—solo ten cuidado con... ya sabes—advierte, mientras ve a lo lejos a indigo.
benjamin rodea los ojos, y asiente, acercándose para darle un abrazo e irse con los demás. todos se suben a sus respectivos autos y toman camino hacia los almacenes.
mientras que en un auto van el general y kyra, benjamin va en el otro con índigo y Albert. Este va al volante e índigo de copiloto, ambos charlando. benjamin simplemente se desconecta y ve por las ventanas.
— ¿benjamin?—lo llama índigo, y este voltea su mirada a ella— ¿cómo está Michelle?—pregunta ella con voz dulce.
—ella está bien, recuperándose—le responde este. Si bien no tiene nada en contra de ella, siente estar traicionando a su amiga, por lo que intenta ser preciso con lo que le pregunta.
—yo... Espero que sepas que lamento mucho lo sucedido—dice ella, bajando la cabeza para jugar con sus dedos. Benjamin se siente culpable por como la trata, y es que no se ha puesto en sus zapatos.
que te secuestren, perder a tu hija, llegar a un lugar nuevo donde te acusan de barbaridades, y todo eso en medio de un apocalipsis... realmente es duro si lo ve de esa forma.
—está bien, lo sé—dice con una sonrisa—no pasa nada.
indigo asiente con una sonrisa cálida y continua hablando con albert.
al llegar a los almacenes, con las bocinas de los autos llaman la atención de los mordedores y marcan un nuevo camino hacia el basurero.
—dale un poco más lento, para que puedan seguirnos el paso—le dice benjamin al conductor, que relaja el pie y le quita peso al acelerador.
Al paso que van, el viaje de una hora se alargó a dos. incluyendo el hecho de que el grupo de mordedores aumentó en el camino, haciendo de esta horda un verdadero peligro.
—entraremos con ellos, y daremos la vuelta en U de nuevo a la salida ¿está bien?—dice Kyra por la radio. benjamin le responde un "perfecto" y ambos autos entran al basurero.
ellos van detrás del general, que ya va dando la vuelta en U, pasando al lado de ellos. cuando es el turno de ellos, repentinamente el auto se apaga.
— ¿qué pasa?—pregunta indigo, y Albert intenta prender el carro, pero este no reacciona.
—¿por qué se detuvieron?—pregunta Kyra por la radio, al verlos por el retrovisor.
—el auto no quiere encender—dice él, mientras Albert prueba con la llave de nuevo. ven hacia atrás, y ya ven a los mordedores detrás de ellos.
— ¡Salgan de ahí! vengan aqui rapido—ordena Kyra. y los tres abren las puertas.
los mordedores están casi que encimados sobre ellos, por lo que les toca correr para que no los agarre ningún mordedor. para la mala suerte de índigo, uno de ellos la jala por la camisa.
— ¡Ayuda!—grita ella, forcejeando con el mordedor. Albert que está más cerca va en su ayuda. mientras quita las manos del mordedor de índigo, el mismo le muerde el brazo, haciéndolo soltar un grito alarido. Todos los mordedores reparan en él, pero este intenta empujar al que lo mordió ya que no lo suelta.
indigo al ver la situación, sale corriendo, dejando a su suerte al chico. benjamin ve la escena y va rápidamente a ayudar al chico. que con un disparo en la frente acaba con él.
toma por el brazo a Albert y ambos salen corriendo, esquivando a los agresivos mordedores que intentan atacarlos. llegan hasta el carro, donde Kyra ya estaba bajandose para ayudar.
—¡entra! tenemos que irnos ya—kyra entra de nuevo. y ambos se sientan en la parte de atrás con índigo, quien aun asustada, logra ver al amigo que dejó atrás.
—dios... —dice al ver toda la sangre que corre de su brazo.
el general arranca el auto, pisando el acelerador a toda lo que da.
benjamin rompe un trozo de su camisa, y se lo pone en el brazo a Albert, quien se queja del dolor con las presiones que hace benjamin.
— ¿esta muy feo?—pregunta Kyra girando en su asiento para ver. benjamin quita el trapo empapado de sangre y se deja ver la gran mordida que tiene el chico en el antebrazo—dios...
benjamin rompe un trozo ahora de la camisa de él, para ir haciendo presión. pero pasan 15 minutos y nada mejora.
—ya no puedo más... duele demasiado—se queja Albert.
—ya vamos a llegar muchacho. quizá tania pueda amputarte el brazo si no es muy tarde—dice el general, pero este niega con la cabeza.
—no.
— ¿no?—pregunta Kyra, y el chico asiente.
—por favor paren el auto—dice este, y el general se aorilla, apagando el auto.
el chico sale y empieza a caminar lejos del auto. Benjamin también se baja y corre para alcanzarlo.
— ¿A dónde vas?—pregunta benjamin, agarrándolo del hombro.
—lejos. no quiero que nadie vea en lo que me voy a convertir—dice él, mientras sacude a benjamin y sigue caminando.
—pero quizá la amputación funcione, solo...
— ¡No!—explota el chico—nada va a funcionar, siento como mi cuerpo quema por dentro. mi destino es inevitable.
benjamin baja la cabeza para suspirar, mientras que albert se voltea para dejar sus lágrimas salir.
—espera—le pide Benjamin mientras vuelve al auto y toma una pistola para entregársela al chico—por si la necesitas, sabes como usarla—le dice él, frunciendo los labios.
—gracias benja... me hubiese gustado compartir más contigo—le dice el chico con una sonrisa triste, mientras sus ojos rojos sueltan lagrimas.
—lo mismo digo—responde Benjamin, acompañado de una sonrisa triste. Con un abrazo se despiden, y Albert sigue caminando en dirección contraria a la que iban.
Benjamin se sube al auto, y le dice al general que ya pueden arrancar, este haciéndole caso.
—espera ¿a donde va él?—pregunta índigo, que se la paso todo el camino llorando callada.
— ¿ahora te preocupas por él? ¿en serio?—le suelta benjamin, y esta se ofende.
—Pues, no quería que me mordieran, tenía mucho miedo. lo siento, mi mente se bloqueó y solo pensé en huir—se excusa ella. benjamin niega con la cabeza, se nota lo enojado que está por cómo la ve de reojo.
—quizás si hubieses tenido más cuidado, esta situación no hubiese sucedido—dice el, y lo único que dice indigo es un lo siento casi audible.
el general y Kyra simplemente se quedan callados. debido a que saben que benjamin tiene razón, pero también es válido el miedo de indigo.
al llegar a polaris. el mismo general llama a los residentes que puede. donde les informa acerca del éxito de la misión, así como de la pérdida de Albert.
—Para el que quiera, esta noche prenderemos unas velas en su nombre—comunica, y termina la asamblea. el general cada vez se siente más cansado, perder personas nunca será más fácil con el tiempo. piensa irse a descansar, pero es interceptado por Morgan.
—general... se que no es momento, pero de verdad tengo algo muy importante que decirle.
—cuentame, ¿que es?—le dice el general, y Morgan toma una bocanada de aire antes de hablar.
—logre reparar la radio y contacté con alguien—dice este, y el general se queda callado, esperando que siga—contacte con un doctor en miami... dice que fue él quien creó el virus.
Cuando el sol se pone y la noche avanza, Tania está haciendo inventario de medicamentos pero decide salir un momento para caminar y tomar aire. muchos ya se están reuniendo para el encendido de velas en conmemoración a Albert.
camina hasta el punto de vigilancia número dos, el cual está completamente solo. piensa volver de regreso, pero escucha la voz de alguien, que proviene de detrás de los muros.
— ¡Cómo dejaron que escapara Ansel!—dice la voz. esta se acerca más a los muros para escuchar mejor—tendremos que empezar el plan ahora entonces.
Tania decide abrir los portones con cuidado para ver quién los está traicionando. entre la oscuridad, puede denotar su cara. una cara que cuando la ve, se pinta de sorpresa.
—no me puedo creer que todo este tiempo hayas estado saboteandonos—le dice la chica.
—tania... pue-puedo explicarlo...—dice la persona, pero tania niega con la cabeza.
—no tienes que explicar nada, ya todo está claro—dice la chica, y se voltea para irse, pero la persona se abalanza sobre ella, tirándola al piso y tapándole la boca.
—shhh—dice la persona, poniendo un dedo sobre sus labios. Tania forcejea con ella, pero es evidente que el sujeto es más fuerte que ella—a nadie le gustan los sapos querida amiga—dice con una sonrisa que a la luz de la luna, asusta de lo macabra.
en la plaza central, todos están reunidos con una vela encendida en la mano.
— ¿han visto a Tania?—le pregunta este en voz baja a kyra e índigo, pero ambas niegan con la cabeza.
—estaba haciendo inventario en la enfermería—dice Kyra, pero Morgan le dice que no está. esta lo tranquiliza diciéndole que seguro fue al departamento.
en la mitad del silencio, las puertas principales se abren, haciendo que todo el mundo gire hacia esa dirección.
Uno de los chicos de guardia le ha abierto las puertas a alguien, por lo que el general se aproxima para saber por qué. Algunos otros como Benjamin y Morgan van tras él.
cuando empiezan a acercarse, la cara de un cansado Ansel se deja mostrar a la luz de la velas.
— ¡Ansel!—grita benjamin, lanzándose sobre él para abrazarlo.
— ¿Cómo has estado amiguito?—le pregunta este, con una sonrisa.
— ¿ansel?—se pregunta Michelle a si misma, quien está sentada en uno de los bancos. con sus muletas se levanta y rápidamente llega para ver a su novio.
su cara es de absoluto shock cuando está frente a él. Ansel solo le sonríe con lágrimas en los ojos, abriendole los brazos.
— ¿Acaso no me extrañaste?—dice él, y Michelle se tira sobre él en un abrazo. Ansel tiene que dar unos pasos atrás para no caerse.
—dios mio, estas bien—es lo que le dice michelle, mientras limpia las lágrimas de sus ojos.
—claro que lo estoy...—dice, mientras ve a su tobillo—por lo visto tu no te cuidaste en mi ausencia... pensé que te había dicho que la cuidaras benjamin.
benjamin está preparado para defenderse, pero Michelle habla por él.
—No es nada, estaré mejor en unos días. ¿dónde están los demás? ¿y Esteban?—dice despegándose de él, viendo que aun no llega su hermano para abrazarla.
Ansel vacila por un momento y su cara se ensombrece a pesar de las llamas de las velas. Michelle no se percata de esto porque intenta ver en la oscuridad para buscar a su hermano, pero los demás si lo hacen. benjamin empieza a negar con la cabeza y sus ojos empiezan a lagrimear. sus piernas ceden y se pone de cuclillas para llorar. Morgan se da la vuelta y empieza a suspirar para no llorar.
—Michelle... amor...—empieza diciendo Ansel. Michelle ve a Benjamin y empieza a sacar sus propias conclusiones, que hacen que su sonrisa se borre por completo.
—Ansel... ¿Dónde está mi hermano...?—pregunta de nuevo, mientras su voz empieza a cortarse.
—lo siento tanto...—le dice el chico y Michelle de pronto siente que su cuerpo pesa mucho, casi cayendo al suelo de no ser porque Ansel y el general la agarran.
—no puede ser cierto...—dice ella en llantos— ¿¡Dónde está Esteban!?—grita la chica, mientras la sostienen de caerse.
Ansel la ayuda a llegar al suelo sin lastimarse, donde suelta gritos y alaridos. aún más fuertes que cuando le apuñalaron el tobillo porque esto fue un disparo directo en el corazón.
Ansel la abraza mientras ella grita con desesperación a la par que llora.
— ¡Esteban!—llama ella, mientras su voz se rompe en el intento.
Benjamin se sienta en el piso, mientras sus lágrimas mojan el suelo. solloza cada vez que escucha el nombre de su amigo, su mejor amigo...
—esto no puede estar pasando—susurra Michelle, mientras las lagrimas no paran de salir.
no solo ya no está su hermano, si no que ya no está la otra mitad de su alma.
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¡Hola! ¡Que tal? yo hoy vengo sin ánimos sinceramente, luego de ese final cualquiera:(.
Aun así, espero les haya gustado bastante el capitulo, la tensión cada vez empieza a crecer.
Los tqm y hasta la semana que viene <3.
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