Capitulo 13
Noche fría, el otoño empezaba fuerte con sus temperaturas.
Se encontraba Ansel en el auto manejando, camino a una cita con su novia, a su lado en el copiloto, su novia. Cruzada de brazos, con el ceño un poco fruncido.
Se dirigen a un restaurante muy famoso en la ciudad, que siempre cuenta con música en vivo y donde la comida es espectacular.
la chica está retorciéndose en su puesto, es claro que quiere llamar la atención de Ansel, quien la ve de reojo para no perder la vista del camino, o quizá se le hace más fácil concentrarse en el camino que verla y sentir dolor.
—¿Qué sucede?—le pregunta él, con la vista siempre al frente.
—¿no ves algo diferente?—dice ella y posa, mientras él le echa miradas rápidas, examinandola.
—hmm ¿blusa nueva?—dice él, y la chica bufa, cruzándose de brazos—nunca la había visto, para mi si es diferente.
Ella se ríe falsamente, y pone los ojos en blanco.
—muy gracioso en verdad. Me corté el flequillo, ¿ no es notorio?—dice Ella, tomando con sus dedos mechones de su flequillo.
—oh, cierto, tu flequillo... ya...—suelta El, sin mucho más que decir y ella se vuelve a cruzar de brazos. Ansel prefiere que se mantengan así hasta que lleguen al restaurante, por lo que no le dice más nada.
Luego de un rato, y de buscar un lugar en el estacionamiento, entran al sitio, un mesero los conduce a su mesa, y empiezan a ojear el menú.
—disculpe—llama Ansel Al mesero, luego de no tardar tanto en escoger que Va a comer, no es primera vez que viene—me gustaría pedir El bistec término Medio con puré de papas—el mesero escribe en su libreta la orden, y asiente con la cabeza—gracias.
Luego este, dirige su mirada a la novia, quien tiene el ceño fruncido mientras ve el menú.
—¿Ya sabe lo que va a ordenar señorita?—le pregunta El mesero, y ella solo señala algo en el menú.
—eh... Este pollo al vapor, ¿qué vegetales trae?—pregunta ella, y el Chico asiente, mientras Ansel niega con la cabeza.
—oh, pues, zanahorias, papas y guisantes—dice El, y Ella asiente.
—¿podría pedir que lo traigan sin zanahorias?—el mesero lo Anota en su libreta, asintiendo.
—¿algo más? ¿para tomar?—pregunta El mesero antes de irse, y es Ansel quien toma la palabra.
—tráigame una botella de vino, El que usted me recomiende—le dice Este, y el mesero escribe.
—pues tenemos uno muy pedido, es el castillo Ygay gran reserva especial dos mil diez, de Marqués de Murrieta, muy rico según muchos comensales.
—pues traiganos ese—el mesero asiente, y se va junto con los menús—muchas gracias—le dice este ya cuando el mesero ha empezado a irse.
Luego de un rato, en donde la chica no ha hecho más que hablar y hablar de cosas universitarias con Ansel, El mesero llega con Los platos, mientras otro trae el vino, destapándose y sirviendoles un poco a cada uno.
—disfruten de la comida—les dice El mesero que los atendió, y ellos solo asienten con una sonrisa.
—wow, esto se ve delicioso—dice Ella, probando una de Las papas Al vapor, mientras que Ansel corta un poco de su carne— dime amor, ¿a que se debe esta rica cena de hoy?
—pues, creo que hemos pasado mucho tiempo sin tener algo como esto—le dice Él, comiendo un poco de su carne para no tener que hablar más.
una parte de sí, odia estar ahí sentado moviendo Este teatro, pero si Ella le Vio la cara, El tambien tiene que devolverle la jugada.
—que lindo—le dijo ella, sonriéndole de Boca cerrada mientras mastica.
—sabes que, mi amigo de la universidad Santi, ¿sabes?—le pregunta, mientras deja de comer, y Ella asiente, degustando la comida—bueno, nos vimos ayer para un trabajo, y me contó que su novia le estaba siendo infiel.
la chica se sorprende, mientras mastica la comida, traga rápidamente para poder contestarle.
—¿en serio?—pregunta, removiendose en su asiento, un poco incómoda—¿y cómo se siente?
—está devastado—dice él, y Ella asiente—me preguntó que haría en su lugar—la chica para de comer, al igual que Él, y se ven fijamente.
—¿Porque Te preguntaría Algo así a ti?—pregunta Ella, soltando una risa nerviosa, tomando un poco del vino.
—quizá porque ya le conté que Tu me hiciste lo mismo—dice El, mientras corta un poco de su carne, sin dejarla de mirar.
— ¿que?—dice Ella, riendo un poco. Ansel levanta una ceja, sin poder creer lo cínica que es— ¿yo? ¿en serio piensas eso de mi, amor?
estira su mano para tomar la de él, pero Ansel la aparta antes, su mandíbula se tensa. Está enojado, Toda la calma que tuvo hasta ahora, se perdió.
—no me quieras ver la cara, Dania, ya por mucho tiempo has venido haciéndolo, ¿Crees que no los vi aquella noche mientras entraban a tu apartamento?—dice él, y Ella solo abre Los ojos, Los cuales se van cristalizando Poco a Poco.
—oh... amor, solo fue una vez ¿Okey? El no significa nada para mí—dice ella, mientras varias lágrimas ruedan por sus mejillas, sus manos intentan tomar las suyas, pero Ansel las tiene a los lados, sin ningún indicio de querer moverse de ahí.
—no seas tan mentirosa Dania, por favor, él mismo me dijo que llevan meses haciendo esto, Asi que guardate Tus lagrimas para cuando Te toque hablar con Tus papas—le dice Él, sabiendo El aprecio que le tienen sus ahora ex-suegros.
Ella se queda perpleja, tratando de asimilar todo lo que está pasando.
—disfruta la Cena, o quizá mejor quieras ir a tu apartamento a quitar El Gran cartel que Te tachan de infiel—le dice Ansel, quien sigue su comida tranquilamente.
Ella se levanta, lo ve con lágrimas en los ojos, y lo señala.
—eres un monstruo—le dice ella, y Él se hace el sorprendido.
—¿por ser infiel, verle la cara a mi pareja solo porque gasta dinero en mi y burlarme con mis amigas acerca del tema?—pregunta él, y sin dejarla contestar, él lo hace—oh, cierto, esa fuiste tu—le dice con una sonrisa hipócrita, que se borra en El momento que se marcha.
por más fuerte que Se haya mostrado, y haber sacado su Lado más cínico, su almohada es la Única que Sabe cuántas noches se durmió mientras lloraba.
se propone terminar su Cena, aplacando sus ganas de llorar, cuando una suave melodía se cuela por Sus oídos, y se levanta buscando El origen de Esta.
cuando llega Al origen de la música, se da cuenta que es una chica tocando El piano, es atractiva, cabello castaño, piel no tan Clara, y un estilo muy formal, pero lo que verdaderamente llama la atención de Ansel, es la manera con la que Toca El piano, se fija en Sus manos, y se hipnotiza.
está tocando carol of the bells, una melodía que lleva a Ansel, a Las vacaciones de verano en casa de sus abuelos, donde su abuela tocaba esa canción para El.
se pone a un costado para verla tocar, por un momento se olvida de dania, de la infidelidad, solo cierra sus ojos y permite que la música cure su alma.
cuando la canción termina, abre sus ojos y se acerca a la chica para aplaudirle, la chica Al verlo, sonríe, ya que es El Único que le están aplaudiendo.
—me has dejado sorprendido y encantado—le dice El, y Ella le sonríe.
—Es un placer para mí que lo que toco guste—le dice ella.
—¿puedo sentarme?—pregunta Ansel, señalando El sitio vacío Al lado de Ella, la cual asiente y Él se sienta, tocando una de Las teclas del piano—¿desde cuándo tocas?
—desde muy pequeña—dice, y Él asiente—es muy posible que aprendiera primero a tocar que a caminar—esto causa una risa entre ambos.
—yo siempre quise tocar, pero mi abuela no estuvo el tiempo suficiente para enseñarme—le dice Él, bajando la cabeza, y Ella lo ve con tristeza.
—lo lamento mucho—le dice ella, y Él asiente, tocando otra tecla—si quieres, cuando quieras, podría enseñarte, nunca es tarde para aprender—ella sonríe, y Ansel, la ve, ahora con una cara más animada.
—Sería un placer—dice El, y ella asiente, ambos sonríen—por cierto, me llamo Ansel—le estira la mano, y Ella se la estrecha.
—Michelle, mucho gusto—ambos se sonríen, pero Ansel empieza a marearse. Cierra sus ojos fuertemente y los abre. Empieza a mirar los alrededores pero no reconoce dónde está, ni siquiera sabe que pasó.
A su lado, están Jade y Maya dormidas. Intenta moverse Poco a Poco, con la Boca seca, pero está atado en manos y pies.
—Jade—con sus manos juntas intenta despertar a su Amiga, pero esta no lo hace. Se arrastra por El Piso hasta llegar a maya y empezar a moverla, hasta que sus ojos empiezan a moverse con lentitud.
— ¿Esteban?—menciona al abrir los ojos, pero ve a Ansel tratando de despertar a su hermana, ambos atados al igual que ella— ¿dónde estamos?
—no lo sé, lo último que recuerdo...—Ansel cierra los ojos fuertemente debido al dolor de cabeza que le da recordar—es que alguien me agarró en una llave y luego me puso un trapo en la nariz.
Jade empieza a despertar, sacada de onda por el lugar en que se encuentran.
— ¿estás bien jade? ¿te duele algo?—pregunta Ansel, y Jade niega con la cabeza, frunciendo el ceño.
los tres empiezan a detallar más el lugar y se encuentran en medio de la habitación, con nada más que pinturas en las paredes. Los diferentes tonos blancos de la habitación les causan dolores en las sienes, junto con el horrible olor putrefacto y metálico del ambiente.
— ¡Hola! ¿Hay alguien ahí?—grita jade en dirección a la puerta, pero su hermana la manda a callar, cosa que no le gusta nada a jade por cómo la ve.
—deberíamos mantenernos en silencio—se defiende ella, pero no es un argumento válido para su hermana.
—debemos saber quien nos tiene cautivos aquí—dice ella de forma golpeada—tu no opines, ni siquiera deberías estar aquí.
maya la ve ofendida, preparada para seguir la discusión que mantenían en casa pero la puerta se abre y los tres llevan su mirada hacia ella. un hombre de estatura baja y lentes aparece ante ellos. el tipo de tez blanca y ropa negra se queda estático a unos metros tanto de la puerta como de ellos. Ve detenidamente a cada uno y ellos a él.
— ¿dónde estamos?—pregunta Ansel, y la mirada del hombre pasa de jade a él rápidamente. la frialdad de su mirada se siente aún a través de los lentes— ¿donde está el resto de nuestros amigos?—grita furioso.
el tipo no responde nada, solo se queda mirándolos en silencio. esto los enloquece.
— ¿qué? ¿te comió la lengua el gato?—bromea Jade, riendo un poco. esto hace que el tipo reaccione y se acerque rápidamente a ella para brindarle una cachetada.
— ¡Hey!—espeta ansel.
— ¿Qué te sucede?—le grita maya.
Jade se lleva las manos juntas a la mejilla y ve de reojo al pelinegro con rabia. este no se inmuta y se da la vuelta para irse.
— ¡Hey! ¡A dónde vas!—le grita ansel, pero este ya ha cerrado la puerta.
— ¿estás bien?—le pregunta maya a su hermana, pero esta la ve de reojo.
—me acaban de dar una cachetada, creo que es obvio que no—suelta ella de mala gana. Maya bufa indignada por los malos tratos que está recibiendo de su hermana.
—chicas, creo que no es momento para estar peleando—opina Ansel, pero la intensa mirada de ambas lo callan de golpe.
En medio de intensas miradas entra de nuevo el chico de lentes, esta vez acompañado por un hombre. alto al lado del chico, vestido tambien de negro. No pueden verle la cara debido al pasamontañas que trae puesto.
— Disculpen nuestra mala hospitalidad pero mi amigo aquí—dice abrazando a su amigo por los hombros, este lo mira de reojo con enojo—me ha dicho que quieren respuestas—se acerca un poco a ellos para poder susurrar—el chico es mudo, disculpenlo.
todos se sorprenden, y entienden porque se ha ofendido con lo que le dijo Jade.
—Entonces, dinos, ¿por qué hacen esto? nosotros no somos los enemigos, son los mordedores—dice ansel, pero el chico empieza a negar con la cabeza agachándose para mirarlos de frente.
—ustedes fueron los que empezaron esto—dice inclinando la cabeza. una sonrisa tenebrosa se asoma en el pasamontañas.
— eso fué porque buscábamos a alguien. no queríamos empezar una batalla campal—defiende ansel. El chico está a punto de rebatir pero es interrumpido por Jade.
— ¿saben? detrás de esa cosa debe haber una cara bonita—comenta, dejando confundidos a su hermana y su amigo. sorprendentemente el de lentes también frunce el ceño.
el enmascarado sonríe de nuevo ampliamente en dirección a ella. se levanta por un momento y las risas empiezan a convertirse en carcajadas. los tres se preguntan qué le pasa a este lunático, pero él se acerca a Jade, cortando cualquier espacio personal y se quita el pasamontañas..
—el truco no te va a funcionar dos veces—Devon le sonríe victorioso. los tres chicos se quedan paralizados al ver a ese chico que meses atrás invadió su casa. todos ya se habían olvidado de él— ¡Sorpresa!
Este se ríe un poco más al ver la cara de los tres, pero se enfoca en Jade una vez termina de regodearse.
— ¿que sucede linda?—dice, sobando una mejilla pero esta quita la cara con asco— ¿ya no crees que sea lindo?—pregunta irónicamente, haciendo puchero.
—alejate de ella—la defiende Ansel, y Devon tira la vista hacia él.
— ¡Oh! disculpa amigo—dice levantándose, tomando un poco de distancia—seguro quieres hacerte el héroe para enamorarla, qué romántico. después de lo que le pasó a tu novia, querrás un reemplazo. ¿Cierto don?—pregunta a su callado amigo, y este asiente.
las palabras de devon causan furor dentro de ansel. su respiración empieza a agitarse. ¿Miedo? ¿Odio? quizá ambas, porque empieza a removerse para tratar de zafarse,
—¡Como le hayas hecho algo!—le grita a Devon.
— ¿si le hice algo qué?—le grita de vuelta el chico—¡ustedes nos dejaron a syd y a mi a nuestra suerte! ¡Tuve que escuchar los gritos de mi amigo mientras era devorado, sintiendo miedo por mi vida!—la mirada de devon cambia, perdida en algún lugar de la cara de ansel.
nadie se atreve a decir algo hasta que el chico suspira y sale pisando fuerte de la habitación. el otro chico también se va detrás de él, cerrando la puerta.
—demonios—dice Ansel por lo bajo.
el trío está atónito por el montón de cosas que han pasado en un momento. maya no puede concentrarse por las náuseas que le causa el olor de la habitación.
— no puedo ni pensar con este olor—comenta Jade, y su hermana asiente.
—ni yo—le dice esta, pero se gana una mala mirada de su hermana de nuevo, hartandola— ¿Sera que puedes dejar de ser tan infantil en un momento así?
— ¿porque no lo haces tu primero?—refuta ella—niña terca ¡ni siquiera deberías estar aquí! yo no te había dado permiso de que fueras.
— yo misma me di el permiso ¿o desde cuando has estado tú tan preocupada por mi?—reclama ella, dejando indignada a su hermana, pero no la deja hablar— Luego de la muerte de papá no he sido más que el servicio en la casa. mamá muy poco nos prestaba atención por el trabajo y el dolor de perder a su marido. tú simplemente te convertiste en un fantasma en casa.
maya toma un momento para respirar y tragar el nudo que se le ha formado en la garganta. Jade se ha quedado atónita con lo que su hermana le ha dicho, al igual que Ansel.
—era yo la que estaba pendiente de los pagos y de los cuidados de Laila. ¡Nunca tuve una buena infancia porque tuve que crecer antes de tiempo! tuve que ser la hermana mayor que tu no fuiste—suelta mientras unas cuantas lágrimas caen por sus mejillas— ¿y sabes que es lo peor? es que aun así luego de todo esto, pensé que todo sería diferente. estaba completamente feliz de tener una parte de mi familia aun conmigo. pero aun asi sigues tratándome como una basura. ¿Cómo puedes esperar que me quede sentada haciendo nada cuando siempre tuve que ser la que tenía que hacer todo?
ambos se quedan atónitos. maya respira con mucha fuerza para calmarse. ha soltado algo que guarda desde hace mucho tiempo pero no sabe que sentir ahora mismo. tantas cosas le pican con fuerza el cerebro.
—y-yo...—tartamudea Jade, pero las palabras no salen de su garganta.
—dejalo. no necesito tus excusas—le dice maya secándose las lágrimas, mirando hacia otro lado.
Un rato pasa desde que devon se fué. no pueden saber si es de noche o de día debido a que la habitación no tiene ninguna ventana. los tres tratan de librarse de sus ataduras pero es un trabajo complicado debido a las limitaciones de las piernas y brazos atados.
Con ayuda de jade, ansel logra desatar los nudos de sus brazos, pero los pasos se empiezan a escuchar por lo que deja la cuerda medio amarrada en sus brazos. con suerte el lunático de Devon no se daría cuenta.
por la puerta entra don con un carrito de restaurante, esos que llevan los meseros para llevar varios platos. detrás de él lo sigue devon. La mesa rodante lleva tres platos, cada uno con un trozo grande de carne, junto con uno de ensalada en medio.
por más que intenten resistirse a la tentación, sus estómagos delatan su hambre. el chico don coloca un plato frente a cada uno de ellos, y empezando por maya, les desata los brazos para que puedan comer.
—Si nos vas a dar de comer, al menos sácanos de aquí—dice Maya, mareada no sabe si por hambre, o por el hedor.
— ¿por qué? ¿no les gusta el ambiente?—ironiza él, y jade bufa.
— ¿tan feo te pegue en la nariz que perdiste el olfato? esto huele a muerto—comenta Jade, haciéndole recordar a devon el golpe que le dio contra el lavabo. esto no hace más que enfurecerlo, pero intenta guardar la calma suspirando.
—no he perdido el olfato, solo me he acostumbrado al olor de nuestras pinturas ecológicas—dice, mientras don desata a ansel. Ansel teme que este se de cuenta de las ataduras, pero solo lo desata para ir con jade. Está claro que quiere terminar con esto lo más rápido posible.
— ¿ecológicas?—pregunta maya, mientras ve a su hermana queriendo tomar el plato frente a ella pero ansel no se lo permite.
—si, ecológicas. sangre, piel. hemos usado hasta uñas—dice tranquilamente pero los chicos no saben si han escuchado bien.
— ¿s-sangre?—tartamudea maya, tragando con fuerza— ¿De los mordedores?
— ¿Qué? no, no—dice riendo, pero a los chicos no les causa nada de gracia—no estamos locos ¿se imaginan que eso nos entre en algún orificio y nos infecte? uy—se sacude un escalofrío antes de seguir— sangre humana, a eso me refería—dice sonriendo.
el trío se queda estupefacto al escuchar la confesión, volteando a ver cada una de las pinturas.
—ustedes no están locos... ¡desquiciados! —comenta Jade, y este se ríe, golpeando el hombro de su amigo mudo.
— ¿La escuchaste?—dice riendo—nosotros solo usamos los desechos de alguien muerto, o bueno, depende, el color de la sangre puede variar, ¿Cierto don?—su amigo asiente—es el mejor método para inmortalizar a una persona. Quise tomar el cuerpo de su amigo y pintar con él. Era el único que no me hizo nada, una lástima, teníamos prisa.
Aunque para los dos tipos la información es irrelevante, a los tres amigos se les paraliza el corazón al escucharlo.
— ¿como dijiste?—pregunta jade, quien es la única con voz que puede preguntar.
— ¿Qué? oh cierto, ustedes no sabían eso—dice haciendo una mueca de que la ha embarrado—el chico castaño de los ojos azules.
solo una persona se viene a la mente de los tres.
—no...— susurra maya, mientras sus ojos empiezan a cristalizarse y su pecho comienza a oprimirse.
— ¿que le has hecho?—pregunta Ansel calmadamente. Pero en sus ojos una llama se aviva.
— ¿Yo? nada, por-
Ansel no lo deja terminar porque se levanta y lo taclea. con sus manos libres empieza a darle puñetazos horcajadas de él.
— ¡Ansel!—le gritan las chicas, aunque a maya no se le entienda casi nada por los sollozos.
—que... le... hici—dice entre golpes, pero el chico mudo le da una patada en las costillas, que lo hace rodar de lado. Devon no lo perdona y se monta horcajadas de él, dando golpe tras golpe.
Ansel intenta defenderse pero Devon logra penetrar bien los golpes. No es hasta que la cara de Ansel se hincha y desprende mucha sangre que Don los separa.
el mudo lo arrastra hasta una pared para recostarlo, mientras que devon se recupera de la jornada de golpes que ha dado.
maya se ha puesto a llorar por lo abrumada que se siente, mientras que Jade la abraza. trata de aguantar sus lágrimas pero es cierto que todo esto también la ha afectado. por lo que las lágrimas no dejan de rodar por sus mejillas.
—es mejor que coman, si no quieren que también las golpee—les dice el chico, respirando fuertemente.
Jade toma uno de los platos, y le da un trozo de carne a su hermana, mientras que ella se engulle otro. parece ser un bistec de res, pero tiene todo el sabor de un solomillo de cerdo.
—ayudame con él—le dice devon al mudo, quien entre los dos se cargan a ansel, quien apenas está respirando.
— ¿A dónde lo llevan?—pregunta Jade, parando de comer su rico trozo de carne.
—necesitan curarlo—es lo único que le responde Devon al respecto. ¿porque lo curaría después de darle una paliza? se preguntan las chicas después de escucharlo—Disfruten de su carne humana—dice cerrando la puerta.
las chicas se quedan estáticas al escucharlo, no creen que...
miran el plato con carne, y luego se miran entre sí antes de mirar en direcciones opuestas para escupir la comida que masticaban.
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¡Hola! ¿que tal su fin de año? no puedo creerme que ya sea 2024 y aun no haya autos voladores :(.
¿Que tal les pareció el capitulo de hoy? estoy seguro que no era el único que sabia que Devon volvería a aparecer, y que gran entrada la verdad.
¡nos vemos la próxima semana! pórtense bien jeje.
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