—Señor Kim. ¿Cómo amaneció? —Saludó a su jefe, quien bajaba de la planta alta ya vestido y preparado para ir a trabajar.

—Cansado, muy cansado.—Bajó las escaleras, mientras soltaba un bostezo.

—Por supuesto, hacer una fortuna no es nada fácil.

—Tienes razón, aunque Jin no piensa lo mismo.—Soltó un largo suspiró.

—Algún día su esposo se dará cuenta de que todo lo que hace es por él.

—Cuando eso pase yo ya estaré viejo.—Soltó una carcajada, contagiando a su mayordomo.—Y por cierto, ¿dónde esta él, Hoseok?

—Él ya se encuentra en el comedor, Señor.

—Gracias.

—Para servirle.—Hizo una reverencia.

Él gran Kim Nam Joon era un gran hombre de negocios, especialista en la ciencia y la química, siempre primero en todo, siempre le atendían a el primero, a excepción de  esposo, quien no lo esperaba ni para desayunar.

—Por fin coincidimos Jinnie.

—Siempre estoy aquí.—Le respondió sin siquiera levantar la vista de su celular.

—No es verdad, es raro verte aquí en casa.—Se sentó aún lado de él. —Me preguntó a donde vas con tanta regularidad.—Preguntó con algo de curiosidad. No era que se entrometiera en la vida privada de su esposo, pero le gustaría tan sólo saber.

—A pasear con Jungkook. Tanto tú como Taehyung son hombres de negocios y siempre están ocupados. ¡Necesitamos salir a pasear y a distraernos!

—Taehyung me ha dicho que no has ido a ver a Jungkook en días.

—Agh bien.—Entornó los ojos, para después soltar un soplido.—Simplemente salgo por ahí, eres millonario y estoy arto de tus paparattzis. Aparte me aburro muchísimo aquí, nunca estás en casa.

—Bien.—Soltó un largo suspiro, al mismo tiempo que masajeaba su sien. Sí, es verdad, últimamente no había tenido tiempo para su esposo, el trabajo estaba matándolo.—¿Tendrás tiempo esta noche?

—No, ire de compras.—Se levantó, dando por terminado su desayuno.

—Yo podría acompañarte.—Imitando la acción de su esposo.

—No es necesario, debes tener cosas que hacer.—Le dejo un beso en la mejilla.—Adiós Namjoon.—Y después se fue, dejándolo sólo.

—Adiós Jinnie…—Observó como su esposo cruzaba el marco de la cocina y después volvió a tomar asiento. Estaba sólo en aquel comedor de 12 sillas.

Así era el día a día del gran Kim Nam Joon.

Sí, siempre era el único en aquel comedor y lamentablemente en todo.

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⚠ Advertencia ⚠

*Todo lo que suceda en esta historia es mera ficción, sacada de mi inquieta imaginación. (◕ᴗ◕✿)

*Puede llegar a contener lenguaje explícito, escenas de violencia tanto físicas como psicológicas, se recomienda su discreción.

*Cabe aclarar que no se busca sexualizar a ningún idol ni manchar su imagen.

*Puede que haya faltas de ortografía debido a mi poca experiencia de escritora, se pide comprensión.

*Hay algunas cosas que puede que no lleguen concuerdar debido a mi falta de información, tales como cosas de historia, ciencia, matemáticas, etcétera...

*Quedan prohibidas las adaptaciones sin mi consentimiento.

*Quedan prohibido el robo de la idea principal.

*Se prohíbe subir mi obra sin consentimiento en otras plataformas ajenas a Wattpad. Y si es así, que sea con los créditos correspondientes.

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¡Espero que disfruten la historia! No olviden comentar y dejar sus votitos.
(◠‿・)—☆

-KimDa✨🌸

(Editado)