La noche había sido larga para Namjoon, solo por el simple hecho de que no paraba de pensar en la carta, ¿Quién la habría mandado? ¿Por qué a el le harían una broma de mal gusto? ¿Quienes eran los chicos que aparecían allí y por que uno tenía la complexión de su amado?, cada pregunta que se atravesaba por su mente el la respondía: Jin me es infiel...

Estaba consciente de que el matrimonio que mantenía con Jin era diferente a los demás,  se amaban, pero el trabajo y otras cosas los mantenían distantes, o al menos eso pensaba Namjoon.

—¿Namjoon?—El mencionando sacudio ligeramente su cabeza, así saliendo de sus pensamientos.

—Jinnie, Buenos Dias...

—Buenos Días...—Respondió con el ceño fruncido, por la rara actitud del moreno.

—¿Como dormiste?

—Bien y ¿tu?

—Bien, gracias por preguntar...—Le regalo una dulce sonrisa, la cuál Jin quería corresponder, pero no lo hizo.

—Señores Kim, Buenos Dias, ¿Que desean para desayunar?—Se presentó el Mayordomo con una gran sonrisa.

—Buenos Días, Hoseok.—Saludo el Empresario.—Unos Hot cakes y un café amargo para mí, ¿Y tu cariño?—Se dirigío a Jin, quien estaban concentrado en su celular.

—Ah, para mí nada, no tengo hambre, gracias.

—¿Seguro, Jinnie?, tienes que alimentarte bien, no me agradaría para nada que te enfermaras...—Llevo su mano hacia la de su Esposo, para ponerla encima de esta, en ese momento ambos conectaron sus miradas, y por unos instantes sintieron calor en ellas, pero entonces Jin se levantó de la mesa.

—Estaré bien, no te preocupes...—Camino hacia la salida del comedor.

—¿Jin?, ¿A dónde vas?—Imitó la acción de Jin, para también levantarse de la silla.

—No lo se, simplemente no quiero estar aquí...es muy aburrido...—Camino fuera de allí, no quería seguir viendo a Namjoon por varias razones.

—Hoseok, cancela el desayuno, iré con el...—Le habló Namjoon al Mayordomo, quien aún seguía allí.

—Si, Señor...—Viendo como este se apresuraba a ir tras su esposo.

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Namjoon subió a su BMW x6 y siguió a la Mercedes Benz que le pertenecia a Jin. No era su plan seguir a su Esposo por que confiaba en el plenamente, pero esta vez era más grande su curiosidad que su confianza.

Divisó la camioneta pararse en un salón de belleza, en el cual Jin bajo, Namjoon estacionó su automóvil a unos cuantos metros de distancia, le  comprobaria a Suga que su Esposo le era completamente fiel.

Pasaron dos horas después de que Jin saliera del salón de belleza, Namjoon quedó maravillado con el nuevo color de pelo de su Esposo, nunca le había visto con un tinte rozijo, solamente con un rosado, rubio y previamente negro, pero el rojizo lo hacía ver más hermoso de lo que era.

La camioneta de Jin comenzó a avanzar, entonces Namjoon hizo lo mismo, para seguir siguiéndolo.

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Después del salón de belleza, Jin, se dirigió al un restaurante, pero nadie lo acompaño, después a una plaza, donde comió un helado, mientras veía los niños jugar, después de allí fue a visitar la pareja de Taehyung, uno de los mejor amigos de Namjoon, entonces Namjoon estaba aliviado de la rutina de Jin, en ningún momento vio que su Esposo riera o se besara con algún otro chico.

Entonces entendió que Jin no lo engañaba, solo hacia falta volver a enamorarlo y eso mismo haría.

Estaba esperándolo a lado de la puerta, junto con un ramo de rosas, las cuales se las entregaria en cuanto cruzará la puerta.

—Buenas Noches, Jinnie...—En cuanto el mencionado entró a la mansión, este emocionado le dio un abrazo, y el contrario muy extrañado lo correspondio.

—¿Namjoon?, ¿Te sientes bien?

—Más que nunca, ¿a ti como te fue?

—Amh, bien, supongo.

—¡Oh!, son para ti...—Recordó aquel ramo de rosas y se lo entregó.

—Gracias...—Lo acepto con su ceño fruncido.—¿Pasa algo?

—No, ¿qué tendría que pasar?—Le respondió con una sonrisa.

—Estas muy raro...

—¿Raro?, ¿que no se puede hablarle bonito a tu esposo?—Hizo un pequeño puchero.

—Ja, ja, si.—Namjoon sintió como su corazón se volvía a reconstruir, pues había pasado mucho tiempo desde que había escuchado a su Amado reír.—Pero es que tu hace tiempo que no me regalas rosas...

—Y-yo lo siento muchísimo por eso, el trabajo me ha mantenido como un zombi, trabajando día y noche sin descanso, aveces pienso que los regalos que te compro solucionan todo, pero aunque tu no lo digas yo se que quieres mi atención, no solo mi dinero, así que me esforzaré mucho para darte el tiempo que te mereces, por que no quiero...perderte...—Tomó la mano libre de Jin y la beso, mientras la acariciaba con su pulgar.

Jin quedó sin palabras, no pensó que llegaría ese momento en el que Namjoon le estuviera pidiendo perdón por no haberle prestado atención, mucho menos diciendole que de ahora en adelante estaría para el.

—A-ah, Namjoon, no tienes que hacer esto...—Le retiro lentamente su mano a Namjoon.

—¿Pero por qué no?, ¿Acaso ya no quieres ser mi esposo?—Lo miro preocupado.

—No, no me refiero a eso, pero tu no me has...—Bajo su voz, por que claramente era mentira.—Descuidado...,todo está bien, yo aún...Te amo ,así que no te preocupes.—Sonrió ligeramente y después caminó hacia las escaleras, dispuesto a subir a su habitación.

—Jinnie...—Lo siguió.

—¿Si?—

—Te amo, gracias por ser mi Esposo...—Lo abrazo, después de tanto tiempo ambos se abrazaron, sintiendo así el calor y el aroma del contrario, tanto tiempo sin sentirlo...

—No tienes nada que agradecer, N-nam...joon..—Por un momento estuvo apunto de decir aquel apodo que tenía años sin decirle, pero se reuso...—Buenas Noches...—Se separaron del abrazo y siguió su camino hasta la habitación...

—Buenas Noches, Jinnie...