Suga odiaba levantarse temprano en fin de semana y más si acaba de llegar de otro país, pues los viajes siempre lo dejaban exhausto.

Ayer había recibido una llamada de su amigo, NamJoon, quien le pedía su presencia lo más pronto posible.

Él se encontraba de vacaciones con su novio en Disneyland, gracias al juicio de su amigo, que fue todo un éxito.

Pero en cuanto recibió la  llamada de su amigo y lo escuchó hablar con seriedad, supuso que se trataba de algo muy importante.

Terminó de ponerse su traje formal, para después dirigirse hasta su novio, quien estaba durmiendo profundamente sobre la cama que compartían.

Dejó un casto beso en su rechoncha mejilla y después se dirigió hacia la salida.

—¿A dónde vas?

Se detuvo en seco en cuanto escuchó una dulce voz adormilada a sus espaldas.

Se dió la vuelta y ahí estaba su bello novio, con su cabellera despeinada y sus ojitos hinchados, pero apesar de eso, su novio era demasiado perfecto...

Se dirigió hasta donde estaba él, para después sentarse a la orilla de la cama y observarlo detenidamente.

—NamJoon me habló ayer, ¿Recuerdas?

—¡Aiñ, como olvidarlo!—Cubriendo su rostro al sentir como sus mejillas  comenzaban a arder.—¡Eres un sin vergüenza!—Lanzándole una almohada al rostro, pero Suga la atrapó, para después verlo divertido.—¿Cómo pudiste contestar?

—Era un asunto importante, tenía que tomar la llamada...

—¡Pero no mientras estábamos juntos!—Lanzándole una segunda almohada, la cual el pelimenta esquivó.

—Ja, ja, ja, y ¿Sabes que es lo mejor? Su esposo te escuchó, ja, ja...—Rió escandalosamente, mientras que el rubio se puso de pie y comenzó a perseguirlo con una almohada.

Jimin lo persiguió hasta la entrada de la casa, pero el pelimenta salió y cerró la puerta. Después de unos segundos la volvió a abrir...

—¡Yo también te amo!—Le dijo, para después cerrarla definitivamente e irse.

—¡Agh, Me las pagarás, Suga!—El rubio lanzó la almohada a la puerta, sintiendo como aquel sonrojo en sus mejillas no se iba.

¿Qué llegarán a pensar el amigo de su novio y su esposo, de él?

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NamJoon bufó al estar entre él pelimorado y él pelirojo, ya que estos dos no paraban de pelear. Y por más que intentara separarlos, estos dos de una u otra manera terminaban gritandose a la cara un sin fin de insultos.

Realmente parecían verdaderos hermanos.

Ahora, los tres se mantenían de pie en la entrada, esperando al amigo de NamJoon. Estaban en una especie de fila y ahí es donde estos dos hermanos aprovechaban para hacerse travesuras.

Como por ejemplo, el pelimorado jalaba un mechón de la cabellera rojiza cuando sentía que el contrario le pellizcaba el brazo.

—¡Ya! ¡Basta!—Exclamó NamJoon arto de las travesuras de su esposo y su "hermano".

—¡Él empezó!—Hablaron al unísono, al tiempo que se apuntaban.

—¡No importa quien haya empezado! ¡Dejen de comportarse como niños!—Poniendose delante de ellos, con una semblante seria.—Pueden lastimarse entre ustedes...

—Lo siento, Nammie, es sólo que él me desespera...—Se excusó el pelimorado frente a su esposo.

—Sí Nammie~...—Lo imitó el pelirojo con gracia, pero al pelimorado no le dio nada de gracia y se dirigió a él con intensiones de estirar su cabellera, si no fuera porque NamJoon se interpuso entre ellos

—Ja, ja, en otras circunstancias me sorprendería ver a dos SeokJin, pero realmente me da mucha risa ver que estás lidiando con dos niños chiquitos.

El pelimenta había llegado a la mansión y al entrar pudo ver a su amigo discutiendo con una especie de gemelos, el esposo de NamJoon tenía un gemelo y él no lo sabía...

Pero no le prestó tanta importancia a eso, lo que realmente llamó su atención fue en la forma en que NamJoon los reprendía, como si fueran sus hijos.

—Suga...—NamJoon se dirigió hasta donde su amigo, para después estrechar su mano junto con una leve palmada en la espalda.

—NamJoon...

—¿Qué tal tus vacaciones?

—Perfectas...—Esbozando una sonrisa en su rostro.—¿Qué tal te fue a ti?—Dirigiendose a los gemelos con un movimiento de cabeza.

—Mmm, sí supieras...—Suspiró con cansancio al mismo tiempo que caminaba.—Te contaré...—Avanzando hasta las escaleras para dirigirse a su despacho, pero se detuvo al recordar a los gemelos. No quería que estos hicieran travesuras en su ausencia.—SeokJin, ve a la biblioteca y leé algo mientras me desocupo. Jinnie, cariño, puedes ir a la alberca, pero Hoseok irá contigo...

—¡No es justo! ¡Yo también quiero divertirme!—Se quejó el pelirojizo y NamJoon llevó su dedo índice y pulgar al puente de su nariz.

—Por favor obedece...

—Mmmm...—El pelirojo bufó con disgusto, pero no podía hacer nada.

—¡Sí, a la alberca!—Exclamó con emoción el pelimorado, al mismo tiempo que se dirigía a la alberca y Hoseok le seguía el paso.

Pero SeokJin no iría a la biblioteca, él también tenía derecho a divertirse...

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—Vaya, no sabía que tu esposo tenía un hermano gemelo...—Soltó el pelimenta una vez que se encontró a solas con su amigo.

—¡No lo tiene!—Exclamó y Suga lo miró extrañado.—Él que tiene el cabello rojo es el SeokJin original y él que tiene tiene la cabellera morada es...un clon.

—Ja, ja, ja, sí, como no...Un clon...—Rió escandalosamente, mientras se dirigia al estante de alcohol que se encontraba en el despacho y se servía un trago de whisky.

—SeokJin me engañó y se fugó con su amante, el cual es un científico demente que había venido a pedirme que invirtiera en su proyecto, pero yo me negué y como venganza enamoró a SeokJin, para después escapar y dejar en su lugar a un clon de él mismo.—El pelimenta escupió su trajo de whisky al escuchar lo que decía su amigo.

—¡Lo sabía! ¡Sabía que no estaba demente! ¡Él realmente te estaba engañando!

—Lo sé, lo sé, debí creerte. Pero ponte en mi lugar Suga, él me apoyo cuando más lo necesite y me ofreció su amor cuando estaba completamente solo...

—Y como consecuencia obtienes esto...—Volvió a llevar el vaso a sus labios para continuar degustando el whisky.—Te hubieras ahorrado todo esto si no hubiera tirado a la basura las fotos que te envié...

—¡Así que fuiste tú!

—Pff, es obvio...Cada que te lo decía de frente, tú solamente me ignorabas o me hacías ver como un demente.

NamJoon suspiró, ya que su amigo tenía razón y se arrepentía tanto de eso.

—Y ¿Qué piensas hacer?

—Por lo pronto necesito que me ayudes a investigar todo acerca del hijo de perra. Su nombre es Lee Jae Hwan y es un químico.—Mostrándole una carpeta donde estaba escrito el nombre y dirección del hotel donde había estado hospedado SeokJin y toda la información que había conseguido.

—Entiendo...—Asintió al mismo tiempo que miraba la carpeta y leía su contenido.—Y...¿Qué harás con...el clon?

—¿Cómo qué que haré con él?—Le preguntó NamJoon con su ceño fruncido.—Es mi esposo, Suga...

—¿A pesar de que venga de SeokJin y sea una copia de él? Sería como si dejaras pasar por alto su engaño...—Le preguntó sin comprender el pensamiento de su amigo.

—No. Jinnie no es como él...

—Y ¿Qué te asegura que no te hará lo mismo?

—Porque él me ama...

—Mmm...¿Dónde habré escuchado eso?—Hablando con ironía.

—Suga, estamos hablando de un ser humano artificial que puede llegar a tener sentimientos, ¡Qué me ama! Eso es lógicamente imposible...

—Entiendo esa parte, pero piénsalo NamJoon, así como te ama, así puede llegar a jugar contigo como lo hizo SeokJin...

NamJoon se dirigió a su escritorio para después sentarse enfrente de él y juntar sus manos, frustrado.

—Suga... Él me volvió a conquistar...Me volvió a enamorar y evitó que mi mundo se derrumbara, y hasta el día de hoy sigue evitándolo.

—Yo lo sé NamJoon, pero-…

—Suga…—El de tez morena se puso de pie y se acercó hasta su pálido amigo, para después quedar frente a él.—Eres mi amigo y estoy tan feliz de eso, pero…Realmente me gustaría que me dejaras tomar mis propias decisiones…

—¿A pesar de que obtuviste esto como resultado?

—Sí, a pesar de eso…

El pelimenta desvió su mirada y suspiró...

A su amigo le encantaba tomar malas decisiones que lo llevaban a tener malos resultados, por eso prefería no volver a meterse.

—Bien...

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Jinnie se mantenía feliz estando en la alberca mientras era supervisado por Hoseok.

Deseaba que aquellos días en donde nadaba con su esposo, volvieran, ya que, desde que su hermano había llegado, no había tenido mucho tiempo a solas con su amado...

Pero por lo pronto se mantenía disfrutando él solo de la alberca, mientras si esposo se hacía cargo de temas de su trabajo...

De un momento a otro, una cabellera rojiza se hizo presente y tanto Jinnie como Hoseok se miraron confundidos...

SeokJin traía puesto un traje de baño de Jinnie, pero lo que realmente llamaba la atención era que este mostraba algo de piel.

—¿De dónde sacaste eso?—Preguntó el pelimorado, acercandose a la orilla de la alberca para ver más de cerca al pelirojo.

—Estaba en tu clóset, pero como se que nunca te lo pondrás, decidí quedármelo.

—¡No te puedes quedar con mi ropa!—Exclamó, apretando sus manos hasta convertirlas en un puño.

—Ash, ni es para tanto...—Respondió al mismo tiempo que caminaba en dirección a los camastros y se recostaba, para después ponerse sus lentes de sol y gozar del sol.—Yo tenía mejor ropa…

El pelimorado salió de la alberca con intensión de jalar la cabellera del pelirojo, pero Hoseok se apresuró a interponerse.

—Lo siento señor Kim, pero su esposo le prohibió golpear a su hermano...

—¿Sí le pego, tú le dirás?—Preguntó el pelimorado, a lo que Hoseok asintió con su cabeza y entonces no le quedó más que bufar.—¡¿Por qué nadie me deja golpearte!?

—Soy intocable, cariño, ¿Qué más querías?—Le respondió con cierta indiferencia y eso le molestó más a Jinnie.—Hoseok, ¿Podrías traerme un té helado de limón, porfavor? Sí, gracias...

El mayordomo no tuvo tiempo ni de negarse, pero aún así temía dejar a el esposo de su jefe solo, pero más importante, dejarlo solo con su hermano...

—Señor Kim, enseguida vuelvo…Por nada vaya a meterse a la alberca en mi ausencia, por favor…

—¡De acuerdo, Hyung!

El mayordomo se adentro a la mansión para ir por el pedido del pelirojo, dejando así a los hermanos solos.

—Entonces…¿No puedes nadar sin la supervisión de alguien?—Preguntó el pelirojo, comenzando a idear un plan.

El pelimorado no quería responder esa pregunta, ya que continuaba molesto por su ropa, pero tampoco quería ser descortés y solamente por eso lo hizo.

—Mjm…Un día olvidé como nadar y desde ese día Nammie dijo que alguien tiene que vigilarme mientras este en la alberca.

—Pff, eres más inútil de lo que pensé…—Soltándo una risa burlona.

—¡Tú también eres un inútil!

—Yo no soy un inútil porque le dí un hijo a mi esposo…en cambio tú…—Dirigiendose a él con una mirada soberbia.—¿Sabías que el mayor sueño de NamJoon es ser padre?—Escupió sin delicadeza alguna, provocando que los ojos del pelimorado comenzarán a picar y no precisamente por el cloro del agua.

—Y-yo…algún día podré tener un hijo y NamJoon lo amará más que a tu hija…

—Lo dudo…—Se puso de pie, para quedar frente a frente con el pelimorado.—Cuando se entere que no puedes tener hijos y que no puedes darle un simple heredero, te cambiará por mí y mi hija será su hija…—Finalizó con una sonrisa ladina.

En ese instante Hoseok llegó y le entregó la bebida a SeokJin. Y entonces Jinnie aprovechó para huir y llorar a solas en su habitación. No le daría el lujo al pelirojo ver sus dolorosas lágrimas…

Estaba comenzando a artarse del pelirojo y de como este lo humillaba. Tenía que comenzar a idear un plan para deshacerse de él.

Solamente quería que las cosas fueran como cuando solamente eran él y su esposo.

¿Era mucho pedir?

—¡¿Qué le hizo al señor Kim?!

—No lo sé, él de la nada comenzó a correr…—Alzó sus hombros, restándole importancia.—Ufff, por cierto, Hoseok, está delicioso el té.

A Hoseok no le importaron sus alagos y comenzó a correr en busca del pelimorado.