NamJoon se levantó para alistarse e irse al trabajo. Cuando terminó, se detuvo y observó como su esposo dormía plácidamente, para luego acercarse hasta él y dejar un casto beso en su mejilla para después salir. Decidió que ir a almorzar y en cuanto acabara se dirigiría hasta donde su esposo, para desearle buenos días, como de costumbre. Después del incidente, NamJoon no volvió a retirarse al trabajo sin antes comunicárselo a su esposo, pues no quería que este se volviera a alarmar por su ausencia.

En cuanto llegó hasta el comedor fue recibido inmediatamente por su mayordomo.

—Buenos días, Señor Kim.

—Buenos días, Hoseok.—Saludo una vez que tomó asiento.— ¿Qué hay para almorzar?

—Lo que usted desee, señor...

—Mmm, se me antoja un tazón de ¿tteokbokki?—Frunció extrañado, ya que el tteokbokki iba más para la comida.—Ja, ja, ja, si, tteokbokki.

—Por supuesto.—Alejándose para darle el pedido a la cocinera, para después volver con el periódico de su jefe.

—Aquí tiene, señor.—Entregándoselo.

—Gracias.—Recibiendolo con una sonrisa para luego abrirlo. Hoseok se quedó de pie a una distancia favorable para esperar a que estuviera listo el almuerzo de su jefe. Así que ya no aguanto más y decidió darle su opinión.

—Señor, lamento meterme en lo que no me incumbe, pero creo que ha cambiado mucho desde que él señor Kim tuvo el accidente.—NamJoon no pudo evitar bajar su periódico y poner su atención en el peligro.

—¿Cambiado?

—Si, antes de que él señor Kim tuviera el accidente usted se notaba Infeliz. Siempre leía su periódico con una expresión seria o preocupada...

—Oh...—Exclamó NamJoon sorprendido de que su mayordomo hubiera notado su actitud.—bueno, tienes razón. Antes de que Jin estuviera en coma me enteré de un evento desafortunado, estaba dispuesto a divorciarme, pero entonces pasó eso...no sé si pueda llamarlo suerte porque no me hubiera imaginado que le hubiera pasado a mi esposo si no hubiese sobrevivido, pero fue una gran oportunidad para volver a empezar...

—Si me permiten mi opinión...él señor Kim también ha cambiado mucho, se nota que le ama ciegamente. Realmente me dolía mucho ver cuando él señor Kim bajaba hasta aquí para sólo despedirse y dejarlo almorzar solo.

—Si...Tienes razón, mi Jinnie ha cambiado.—Sonrió orgulloso, realmente amaba a su esposo y estaba feliz de haberlo recuperado.

—Me alegro por usted.—Mostrando una sonrisa sincera para después levantarse y hacer una reverencia.—Con su permiso, iré a revisar su almuerzo...

—Claro, propio...—Le respondió para después levantar su periódico y devolver su vista a este.

—¡Nammie!—Una voz alegre y energética se hizo presente en el comedor.

—¡Mi Jinnie!—NamJoon inmediatamente cerró su periódico antes de dejarlo en la mesa, para después abrazar a su esposo.—Pensé que aún estabas dormido...

—Nop, cuando te levantaste yo también lo hice para arreglarme.

—¿Arreglarte? ¿A dónde vas?—Inmediatamente su cuerpo se tensó al pensar en aquellos días en los que su esposo se iba sin dar explicaciones.

—¡A tu trabajo! ¿Qué no puedo ir como el otro día?

—¡Por supuesto!—Exclamó emocionado, borrando toda tensión en su cuerpo.

—¡Yei!

—Que por cierto te ves muy guapo el día de hoy... Siempre te ves, pero hoy brillas como nunca.—Alejándose un poco para poner su mano en su cintura y mantenerlo pegado a él.

—¡Nammie, que cosas dices!—Escondiéndose en el cuello de su esposo al sentir sus mejillas arder.

—Ja, ja, ja, ¿te sonrojé?—SeokJin asintió aún en el cuello de NamJoon.—que tierno mi bebé.

—¡Nam!

—Ja, ja, ja, bien.—Aceptó dejar de sonrojar a su esposo.—¿Qué quieres almorzar, bebé?—Separándose para después dirigirse hasta la silla que estaba a un costado de la suya y abrirla para Jin.

—Mmm, no lo sé, tal vez...¡Helado!—Respondió emocionado una vez que se sentó.

—Mmm, no, la última vez rompiste tu promesa.

—¡Pero Nammie!—Refuño.

—Nop, lo siento bebé, pero primero almorzaras algo.

—¡Pero no quiero!—Se quejó, como niño pequeño.

—¿Qué te parecen unos hot cakes?

—¡Si!—Asintió inmediatamente, pues le encantaba el dulce sabor de los hot cakes, pero le encantaba aún más convivir con su esposo.

—_________________—

Después de ocho horas en la empresa por fin lograron salir de la empresa. NamJoon decidió que irían a pasear antes de llegar a casa. Él tenía pensado en restaurante o algún club privado, de esos a los que asisten millonarios o gente importante a realizar distintas actividades y es que él no era fan de esos lugares, pero Jin sí, aunque este humildemente le pidió que bajaran en una plaza por la que iban pasando.

—¡Nammie, puedes comprar una mazorca!

—Ja, ja, claro, mi amor.—Después de estacionar la camioneta cerca de la plaza, se bajaron y caminaron con sus manos entrelazadas.

Mientras caminaban, NamJoon, podía ver por el rabillo de su ojo que su esposo, Jin, estaba muy emocionado.

Después de comprar lo que pidió comenzaron a caminar despreocupadamente al rededor de la plaza.

NamJoon había olvidado por completo como comer un elote, había pasado mucho tiempo después de que había probado uno y mientras comía se manchaba la cara.

Su esposo se encargó de limpiarla con unas toallitas que siempre cargaba, junto a una radiante sonrisa, pero cuando estaba limpiándola su vista se desvió y fue a parar a una familia.

—¿Jinnie...?—Frunció su ceño, confundido, para después mirar a sus espaldas y observar lo que Jin veía.

—¡Qué tierno!—Observó con gran ternura al bebé de aproximadamente un mes que cargaba una mujer.

—¿Te gustaría pedirles si lo puedes cargar?—Le preguntó NamJoon al ver la gran ilusión en los ojos de su esposo, a lo que Jin asintió repetidas veces para después entrelazar su mano con la de su esposo y caminar hasta ellos.

—Buenas tardes.—Saludó educadamente NamJoon, para después ser correspondido.—Emh, mi esposo y yo caminábamos por aquí cuando su hermosa familia nos llamó la atención, así que a mi esposo le gustaría cargar a su bebé, si no es mucha molestia y sin llegar a generar desconfianza.

—¡Por supuesto!—La mujer se puso de pie y con sumo cuidado entregó a su pequeño varón al pelirojizo, él cuál lo tomó entre sus brazos con suma delicadeza.

El corazón de NamJoon se contrajo en su pecho al mirar a su esposo con un bebé en sus brazos, no pensó que necesitaría un heredero hasta hoy, quería un hijo, quería una familia con Jin...

Se acercó para ver detalladamente al bebé que se encontraba dormido, para después mirar a Jin y observar que este no podía dejar de mirar al pequeño, era como si estuviera cautivado por él, y entonces se dio cuenta de que su esposo también deseaba crear una familia.

—¿Te gustaría tener un bebé?—Preguntó NamJoon sobre su oído, casi como un susurro, cuidando de no despertar al bebé. Jin se sorprendió inmediatamente y lo miró.—creo que ya tenemos muchos años juntos, tenemos una buena economía y tenemos mucho amor para dar, ¿que dices...?—SeokJin sonrió grandemente para después comenzar a sonreír de oreja a oreja.

—Me encantaría...

—__________________—

¡HE VUELTO!

Había intentado actualizar desde antes pero decidí hacerlo en esta fecha tan especial para mí.

Hoy cumplo años, quince para ser exactos y me está comenzando a llegar una crisis sobre que será de mí. 😩

JAJAJ, en fin, espero que les haya gustado el capítulo.

¡Nos vemos en la próxima actualización!