🌸32🌸
Había pasado una semana desde que se había llevado acabo el juicio. NamJoon y Jin eran la pareja más feliz y todo iba excelente entre ellos.
Ahora mismo él CEO se encontraba contando los minutos para salir de su trabajo, pues le tenía una sorpresa a su bello esposo y estaba emocionado por mostrársela.
Con todo lo que había pasado no logró recordar que la fecha de su aniversario ya se acercaba y por eso mismo tuvo que planear una cena romántica a la mera hora, con ayuda de su amigo TaeHyung.
La manecilla de los minutos de su reloj rolex llegó a las doce, dando por terminado su turno laboral.
NamJoon era él jefe y CEO de la empresa, podría ir y venir a la hora que quisiera, pero tenia responsabilidades y obligaciones en su empresa y no por eso le daría lo mismo.
Eran las ocho de la noche, una excelente hora para ir por su esposo y tener una maravillosa velada a su lado. Salió de su oficina, despidiéndose primeramente de su secretaria, para después pasar por los pasillos del edificio al mismo tiempo que era recibido por reverencias respetuosas por parte de sus empleados, al momento de salir del edificio un ballet parking de su empresa se hizo cargo de traer su BMW x6, después de agradecerle subió a este y manejó en dirección hasta su mansión.
En cuanto estacionó su automóvil bajó de este para ingresar a su mansión y ser recibido por su mayordomo Hoseok.
—¡Hoseok!—NamJoon se alegró de ver a su mayordomo que le dió un abrazo.
—Es un placer verlo, Señor.—Correspondió al inesperado abrazo de su jefe.—Veo que esta de buenas.
—¡Oh! ¿cómo no podría estarlo?, ¡hoy cumplimos nueve años de matrimonio!.
—¡Wow!, muchas felicitaciones, Señor.
—¡Gracias, Hoseok!.—Se separó del abrazo, para después mirar a diferentes direcciones.—Ahora mismo iré a felicitarlo y a decirle que se preparé para nuestra velada. ¿Sabes dónde puedo encontrarlo?.
—Él Señor Kim se encuentra en el jardín, dijo que quería observar las flores.
—Él no se ha introducido en la alberca, ¿verdad?.
—Para nada, solamente ha remojado sus pies, pero me mantengo vigilandolo para que no pase a mayores.—Le explicó mientras NamJoon le entregaba su maletin y se quitaba su saco para después entregárselo.
—Bien, te lo agradezco.—Él mayordomo hizo una corta reverencia con su cabeza, para después ver cómo su jefe se retiraba hacia el jardín.—Tómate un descanso Hosoek, estaremos bien.
—Gracias, Señor.—Retirandose para hacerse cargo de las pertenencias de su jefe.
NamJoon llegó hasta el jardín, donde inmediatamente pudo divisar a su esposo de espaldas, acariciando las flores con suma delicadeza. El jardín era iluminado por la luz de la luna y unas cuantas luces, haciéndolo más romántico para la pareja. NamJoon fue acercándose sigilosamente hasta su esposo, cuando llegó hasta él no dudo en abrazarlo por la espalda, para después recargar su cabeza sobre su hombro.
—Volví, cariño.
—¡Nammie!—SeokJin inmediatamente se dio la vuelta, quedando frente al rostro de su esposo, para después juntar sus labios con los de su esposo, los cuales había extrañado tanto.
—¿Cómo está él rey de mi corazón?.
—Estoy bien, aunque te extrañe muchísimo.—Acurrucandose en el cuello de su esposo, mientras sentía las manos de él mismo sobre su cintura.
—Yo también te extrañe muchísimo, Jinnie. Conté las horas para poder verte y darte tu obsequio.—Dejando un casto beso sobre su cabellera, al mismo tiempo que actuaba como si hubiera dicho cualquier cosa, pues su esposo parecía no reaccionar.
—¡Espera!, ¿un regalo?.—Después de unos segundos se sobresalto, preguntando si había escuchado correctamente.
—¡Si, feliz noveno aniversario, Jinnie!.—Abrazándolo con fuerza, mientras que Jin se mantenía pensativo, pero aún así correspondió gustosamente.
—¡¿Noveno?!—Preguntó sin poder creerlo.—¡Esos son muchos años!...
—¡Si!—Dirigiendose a sus labios para besarlo cortarmente.—Y está noche los celebraremos.
—¡¿Enserio?!—Abrió sus ojos grandemente al igual que su boca, sorprendido.
—Si, así que arreglate, cariño, por que esta noche es nuestra.—Atrayendolo hasta él, para besarlo intensamente.
—_____________________—
NamJoon bajó de su automóvil para después rodearlo y dirigirse a la puerta del copiloto, abriendola para su esposo como todo caballero que era.
Al bajar ambos, un ballet parking se acercó hasta él CEO para recoger las llaves y llevar el automóvil hasta el estacionamiento del restaurante.
El matrimonio fue recibido por dos filas de paparatzis, los cuales estaban a los costados de la entrada del restaurante. Los flash de las cámaras destellaban frente a las caras de la pareja, siendo encandilados por estas, al menos SeokJin, ya que NamJoon actuaba y posaba como si eso fuera cosa de todos los días.
El matrimonio habia dado mucho de que hablar para la prensa, ya que estos parecían al borde del divorcio, para después dar un giro de trecientos sesenta grados y perdonarse mutuamente.
—¡Señores Kim!, para el periódico Trouble, ¿que celebran esta noche?.—Uno de los periodistas que se encontraba allí en el montón habló, NamJoon había acordado en no dar especificaciones o información a los periodistas ya que se encontraban en una situación donde no se sabía dónde estaba el enemigo, pero era su aniversario y estaba muy emocionado, así que accedió.
—Buenas noches, caballero. El día de hoy celebramos nuestro noveno aniversario y nada mejor que celebrarlo en nuestro restaurante favorito, My Time, perteneciente a mi querido amigo Kim Dae Li.
—¡Señores Kim!, para la revista Singularity, ninguno de los dos parece odiarse o desear terminar con su matrimonio, ¿que fue lo que desencadenó la pelea o por qué acabaron en el tribunal al borde del divorcio?.
—Nosotros tuvimos un pequeño problema que fue haciéndose más grande, pero nada que no se pueda resolver con amor, paciencia y sinceridad.—Esta vez respondió Jin, a lo que NamJoon sonrió por la elegancia de su esposo para responder.
—Nos encantaría quedarnos a responder sus preguntas, pero la noche es joven y queremos disfrutarla...—Mencionó NamJoon, poniendo su mano sobre la cintura de su esposo, mientras lo guiaba hasta la entrada del restaurante.
—¿Está seguro de que esposo es tan fiel como usted cree?.
Cuando el matrimonio ya se encontraba de espaldas y apuntó de entrar al restaurante habló un periodista de entre la multitud, llamando la atención de NamJoon y Jin, al mismo tiempo que todos los presentes guardaban silencio para escuchar la respuesta del Señor Kim.
—Tan seguro como de que el sol sale cada día de entre las montañas, como la marea es controlada por la luna y como el oxígeno es esencial para la vida.—Contestó NamJoon, para después recibir aplausos de parte de los presentes. NamJoon sonrió satisfecho y besó los labios de su esposo, para después entrar al restaurante y dejar atrás a la prensa y los paparatzis.
Jin se sentía muy feliz, no sólo de que estuviera celebrando su aniversario, sino de que NamJoon lo hubiera defendido con guante blanco hace unos instantes.
Al llegar, una chica preguntó acerca de una reservación a lo que en cuanto NamJoon mencionó su nombre ella los guió hasta una mesa en la planta alta, la cual estaba a la orilla del barandal que evitaba una caída a la planta baja. El restaurante era de un estilo lujoso y elegante, donde en el techo se podían divisar pinturas clásicas e importantes, una de ellas era la creación de adán. Los muros eran forrados de mármol, dando un bello aspecto con su color hueso. El suelo era adornado con una alfombra roja, dando un aspecto elegante y lujoso al restaurante, el cual era iluminado por candiles de luz cálida.
En cuanto se sentaron a la mesa, Jin notó el bello centro de mesa que adornaba la mesa, y le pareció demasiado lindo como para querer llevarlo a casa como recuerdo.
—¿Que observas, cariño?—Preguntó NamJoon, al ver que su esposo tenía la mirada en el centro de mesa.
—¿Me lo puedo llevar?.—Dirigiendo una mirada a su esposo, junto a un pequeño puchero.
—Ja, Ja, claro, bebé.—NamJoon estaba consciente de que los centros de mesa eran decorativos y no se llevaban a casa, pero no podía decirle que no a ese puchero.
—¡Gracias!—Sonrió grandemente, para después tomarlo y acercarlo un poco hasta él, por si alguien preguntaba si ya estaba ocupado él inmediatamente contestaría que si.
—Ja, Ja, Ja.—Río enternecido ante la actitud de su esposo.
Segundos después meseros vinieron, para llenar las copas del matrimonio.
—¿No probaras tu vino, Jinnie?.
—Mmm, parece sangre, Nammie.—Tomando su copa, mientras observaba el líquido que estaba dentro de esta.
—Ja, Ja, si, pero no lo es, Jinnie, es...jugo de uva.
—Mmm...—Jin confío en NamJoon y llevó un poco a sus labios, para después de tragarlo hacer una mueca.—No me gusta.—Dejó su copa sobre la mesa, sin intensiones de volver a probarlo.
—Ja, Ja, no te preocupes, Jinnie, no es a fuerzas que bebas esta noche.
—Y ¿por qué lo haces tú, Nammie?.—El mencionado alzó sus hombros con una sonrisa en sus labios.
—Me gusta el vino.—Llevó su copa a sus labios para degustar el sabor agrio pero agradable de este. Segundos después fue sorprendido por él dueño del restaurante.
—¡Dae, amigo mío!.—Levantándose inmediatamente para saludar a su amigo.
—¡Kim!—Rápidamente ofreció su mano, para después terminar con una abrazo.—¿Cómo te va, NamJoon?.
—¡Excelente!, es nuestro noveno aniversario y estamos celebrandolo.—Jin se levantó de su silla para saludar a la persona que le hablaba muy bien a su esposo, pero que no tenía ni la más remota idea de quien era.
—¡SeokJin!—El amigo de NamJoon lo abrazó, a lo que Jin tuvo que corresponder.—¡Mis mejores amigos!.—Dijo en cuanto se separó del corto abrazo.—Me enteré de lo que sucedió entre ustedes y créanme que me sentí realmente mal. Ustedes siempre han sido inseparables y una ruptura de trece años sería una catástrofe...
—¡Catorce!—Le recordó NamJoon con una sonrisa orgullosa en sus labios.
—¡Cierto, catorce!—Exclamó Dae, corrigiendose.—Oh, pero es hora de irme, solamente vine a saludar y a preguntar si no les hacía falta alguna cosa...
—No te preocupes, amigo, todo se encuentra bajo control, seguimos esperando nuestra comida.
—Lamento el servicio lento, últimamente hemos contado con gran cantidad de clientes.
—No te preocupes por eso, podemos esperar, ¿verdad, Jinnie?.—Dirigiéndose a su amado, él cual asintió con una sonrisa en labios.
—Bien, se los agradezco.
—¡Oh!, ahora que lo recuerdo, Jinnie quiere llevarse el centro de mesa, Ja, Ja, no habrá ningún inconveniente, ¿verdad?...—El dueño del restaurante frunció su ceño, extrañado.—Como recuerdo, ya sabes...—Entonces él contrario entendió y sonrió grandemente.
—Ja, Ja, no, por supuesto que no hay problema, adelante.
—¡Gracias. Hasta pronto!
—¡Hasta luego!
Una vez que se despidió la comida comenzó a llegar hasta la mesa del matrimonio, dónde Jin comenzó a comer desesperadamente, causándole ternura a NamJoon cada vez que este se manchaba con la misma.
—¿Tienes mucha hambre?...
—¿Mmm?.—Jin lo miró extrañado por la pregunta.
—Ja, Ja, parece que no has comido, cariño.
—Ah...—Entonces entendió, se limpió con una servilleta para después contestarle.—hicieron unos hotcakes para mí en casa, pero me gustó mucho está comida...—Relambiendo sus labios.
—Te quedó un poco aquí...—Inclinándose hasta este para limpiarle un extremo de su labio con su pulgar, el cual se encontraba manchado. Para después aprovechar la cercanía y depositar un casto beso sobre sus labios.
—¡Nammie!—Jin enrojeció rápidamente, obligado a mirar hacia otro lado mientras sentía sus mejillas y orejas calientes.
—¿Te he mencionado que me encanta que te sonrojes?.
—No, pero he notado que te gusta hacerlo.—Frunciendo sus labios.
—Ja, Ja, si, tienes razón...me encanta...—Sonriendose coquetamente, provocando que Jin continuará volteado.
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La velada había sido todo un éxito, y lo mejor que de todo es que aún no terminaba, ya que NamJoon aún tenía planes.
Las entradas habían sido deliciosas, Jin quedó encantado y más todavía con el postre.
Cuando terminaron de comer y SeokJin pensaba que estaban por irse cuando NamJoon metió su mano a la bolsa de su saco y sacó una cajita azul marino de tercio pelo.
—¿Qué es eso, Nammie?.—Preguntó su esposo, curioso por la pequeña cajita y lo que contenía.
—Oh, ¿esto?, nada, simplemente una muestra del inmenso amor que siento por ti.—Con una sonrisa fue abriéndole poco a poco, dejando a la vista un hermoso anillo de oro blanco con un gran y resplandeciente diamante rosa.
La boca de Jin formó una "o" al verlo, era demasiado hermoso para ser real. Los regalos de NamJoon eran increíbles.
—¿E-eso es mío?.
—Por supuesto...—Tomó su mano izquierda, para después llevarla a sus labios y dejar un casto y respetuoso beso en esta, seguido por introducir el anillo en el dedo anular.
Observó como el anillo resplandecía en la mano blanquecina de su esposo, después dirigió su mirada a su amado, el cual tenía sus ojos llenos de lágrimas.—Feliz aniversario, Jinnie.
—Feliz aniversario, Nammie...
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