Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9: CLOE

Querida mamá:

Esto está tan mal, tan tan mal.... No sé por dónde empezar...

¿Cómo te explico que soy una de ellas? una de las chicas que babean por Don Perfecto. ¡¡¡OMG!!! ¡Suena tan ridículo! Me siento ridícula por la sola idea de pensar siquiera en ello. Yo, la chica que tenía un plan, que no se iba a dejar engañar y no iba a caer en la trampa. Pero... ¿cómo no sucumbir? cuando mi experiencia con chicos es nula y Sam está usando todas sus artimañas para conseguir entrar en mi cabeza y corazón.

Hoy ha sido un día mágico, jamás pensé que me pasaría algo así. Ha sido como un sueño; él, yo, la naturaleza (¡Me ha llevado a un valle!). Hemos pasado el día haciéndonos arrumacos, besándonos, hablando de todo y de nada a la vez, hasta había preparado comida.

Tengo la sensación de que a pesar de llevar toda la vida viéndonos el uno al otro hasta ahora no lo había visto de verdad... No sabía que podía ser así, cariñoso, risueño, amable...

No puedo dejar de pensar en él, espero impaciente sus mensajes y que venga a la pastelería para devorar todos los postres que encuentra. Me encanta cuando me sonríe y pone esa cara de pícaro, hace que me sienta vulnerable y no me pueda resistir. Me vuelvo gelatina cuando lo tengo cerca y olvido que siempre ha sido un ser horrible en el pasado.

¡¿Pero qué diantres me pasa?! ¡Estoy hablando de Samuel Smith! Un chico popular que consigue a cualquier chica que se propone y que tiene un séquito detrás de él (encabezado por Chelsea).

Tengo que poner algo de distancia, todo va muy deprisa. He pasado del odio al amor en tan solo unas semanas; pero por otro lado, no dejo de pensar que podría simplemente dejarme llevar. ¿No quería experiencias nuevas, abrirme al mundo?. Desde luego todo esto es nuevo para mí y reconozco que lo estoy disfrutando... ¡¡MUCHO!!.

Estoy ilusionada y aterrada, porque, tarde o temprano, se cansará de lo que sea que pretenda conmigo. Es lo que va a acabar ocurriendo y me hará daño. Él seguirá siendo Don Perfecto y yo volveré a ser nadie. Solo me quedará el recuerdo y, al fin y al cabo, ¿no es eso lo que quiero? recuerdos que pueda atesorar ¿no?

Mis sentimientos ahora mismo están desordenados. Mamá necesito tus consejos, tus abrazos, a ti... Ojalá pudieras enviarme una señal, algo que me diga que confiar en Sam no será un error.

Te puedo escuchar en mi cabeza diciendo: — Cloe, deja de pensarlo tanto, simplemente inténtalo.

Creo que lo acabo de decidir. Voy a dejarme llevar sin ataduras, sin ponerle una etiqueta, como dijo Sam; simplemente somos los dos pasándolo bien, disfrutando el momento. Tendré que lidiar Chelsea y sus secuaces (que piensen lo que quieran) y será complicado no dudar a cada momento de Sam, pero voy a vivir mi aventura y la atesorare ocurra lo que ocurra.

He aprendido que <<No se puede ser fuerte con alguien que es tu debilidad>>.

Te quiero,

Cloe

Domingo por la mañana, me encuentro en reparaciones RM con una gran pila de documentos que archivar.

El lugar consta básicamente de un pequeño taller y una oficina minúscula. El primero está ordenado con una zona de trabajo donde se pueden ver herramientas de todo tipo y una zona con material almacenado, con piezas y repuestos para los arreglos. Casi todos sus trabajos son en domicilios pero la zona de trabajo viene bien para arreglos de maquinaria.

La oficina es un auténtico caos. Todos los documentos (facturas, albaranes, fichas de clientes,...) de la semana están revueltos en un pequeño escritorio, donde también hay un ordenador, que es una reliquia y que papá no enciende jamás, y el teléfono para los avisos. Junto a la puerta hay un archivador con carpetas que yo mantengo al día y, a la derecha del mismo, hay una ventana por la que se ve el taller.

Les he dicho muchas veces que necesitan modernizar la oficina, empezando por informatizar todo, pero se niegan; al parecer su sistema funciona a la perfección, cosa que se puede apreciar en la gran torre de documentos que tengo delante de mí (véase el sarcasmo). Mi padre y tío Mike son muy buenos reparando cosas, pero el tema administrativo se les da fatal. Tendrán que contratar a alguien cuando yo termine el instituto y vaya a la universidad.

Mientras que yo clasifico todos los documentos mi padre está a mi lado volviéndome loca, porque, parece ser que dentro del desorden está su orden, llo que quiera que signifique eso. Cada vez que yo intento organizar las cosas de forma eficiente, él va detrás descolocándolo todo.

— Cloe, cariño, solo necesito que revises las facturas de proveedores por si hay alguna pendiente de pago y que organices los albaranes.

— Papá, cada vez que vengo me dices lo mismo, pero es superior a mis fuerzas, no puedo ver esto así. Vete a casa y déjame conseguir que se vuelva a ver la madera del escritorio. No entiendo cómo podéis trabajar con este lío de papeles.

— Por eso, precisamente está así porque en realidad nuestro trabajo es de ensuciarnos las manos, no de rellenar papeles. Estos son meras formalidades.

— Ya, pero esto forma parte del trabajo, sino tienes los documentos organizados y al día, cuando necesites alguno lo vas a pasar muy mal.

— Eres una pequeña sabionda ¿eh?

— Culpable. ¿Oye qué piensas de Addi? — Sus ojos se abren y se pone rojo. No esperaba que le preguntase algo así, pero ya está hecho y quiero saber qué opina sobre ella.

— ¿Addi? ¿Addi, tu jefa?

— Claro, ¿qué otra Addi podría ser? Me ha estado hablando de vuestras salidas con los tíos. No sé... parece que lo pasais bien ¿no?

— Sí... Por supuesto... Quiero decir que es una buena mujer y se lleva de maravilla con Aurora.

— Bueno...¿ y te gusta?

— ¿A qué te refieres con gustar?

— Papá, ya sabes a lo que me refiero — Cada vez está más incómodo. Tal vez no he escogido el mejor momento para hablar del asunto, pero con él ese momento no será nunca y necesito darle un empujoncito para ver si Addi y él pueden llegar a algo.

— ¡Hola! ¿Cómo lleváis el curro? — Sam, el inoportuno, acaba de entrar por la puerta. No es que no me alegre de verlo, en realidad, mi corazón acaba de pegar un brinco de alegría y estoy empezando a salivar, está igual de guapo que siempre. Con su presencia el mini despacho se ha quedado completamente lleno.

Papá lo saluda alegremente y no puede disimular el alivio que siente al no tener que contestar a mi pregunta. Salvado por Don Perfecto, pero esto continuará. Quizá, el que se haya puesto tan nervioso sea un indicio de que sí le gusta Addi, desde luego es una teoría que pienso desarrollar más tarde.

— ¿Qué te trae por aquí? tú nunca vienes.

— Hola a ti también, brujita. — Uff... por qué parece que estoy de mal humor de repente. No sé cómo comportarme con Sam estando mi padre delante. La última vez que estuvimos con nuestros padres todos juntos fue el día de mi cumpleaños y yo no fui precisamente cordial, pero ahora las cosas son diferentes, o por lo menos, yo lo siento diferente. Estoy super incómoda en este momento...

¡Maldito karma!, me lo merezco por entrometida en lo referente a Addi y papá.

¿Y por qué está aquí? Él nunca viene a echar una mano, ¿también pasaba por aquí? igual que cuando se presenta en la cafetería y se queda una hora sentado deborando cupcakes.

— Hola, ¿a qué has venido?

— Vaya, cualquiera diría que no estás feliz de verme.

— Claro que se alegra de verte y además nos vienes genial, justo ahora le iba a decir a Cloe que tengo que salir hacer unos recados ¿te puedes quedar y echar una mano?

Mi padre ha decidido no correr el riesgo de que podamos seguir con la conversación y Sam le viene como anillo al dedo para salir despavorido.

— Sí, no hay problema, yo me puedo quedar. — Me está mirando con sus ojitos de no haber roto un plato en su vida — Claro, siempre que a Cloe le parezca bien — ¿Por qué no me llama mi Pequeña Clo? ¿es por qué está papá? Parezco tonta, no me puedo enfadar porque no me llame con ese estúpido apodo en público, por mucho que me guste cuando me llama así. Además, si lo hiciera seguro que papá sospecharía algo y prefiero que él no sepa nada, quiere a Sam como a un hijo y cuando acabe todo se disgustaría.

— Por mí no hay problema, siempre que estés dispuesto a trabajar. Nuestros padres son un desastre con el papeleo.

— Bueno, chicos, entonces me marcho. Nos vemos en casa, cariño y no desórdenes mucho.

— Sí, claro... como si eso fuese posible. — Papá sale disparado por la puerta y Sam y yo nos quedamos solos.

— Oye ¿te ha molestado que viniera?

— No... bueno... no estoy molesta, es solo que nunca has venido a ayudar antes y me ha sorprendido.

— No venía porque me odiabas y me daba miedo no saber afrontarlo y estropearlo más aún, como he hecho infinidad de veces.

— Desde luego no eras una de mis personas favoritas — Mientras digo esto él se está acercando a mí cada vez más; estoy empezando a sofocarme. Entre el poco espacio que queda libre en el despacho, debido a que el gran cuerpo de este hombretón lo abarca prácticamente todo y que su proximidad me produce una subida de temperatura inminente, creo que en cualquier momento voy a salir en llamas.

— No, no lo era...

Entonces ocurre; me besa y a mí se me olvida como respirar, si no estuviese apoyada en el minúsculo escritorio de papá, caería al suelo. Cuando él me toca todo mi cuerpo queda caput, solo existen él, sus labios y su olor que no sabría definir pero que sin duda es muy masculino.

Se aleja un poco y yo siento la perdida de forma inmediata.

— Espero que esto ayude a cambiar tu opinión sobre mí — Me da un beso en la frente y me acaricia la cara, mientras yo me derrito lentamente de nuevo. ¡Guauuu! mis hormonas de adolescente jamás han estado tan activas como cuando este chico está cerca.

— Bueno, quizás con otro beso pueda empezar a verte diferente, fuiste realmente malvado y tu deuda es bastante grande.

Antes de que termine de pronunciar la última palabra me está besando de nuevo.

Cuando por fIn nos separamos para coger aire, me quedo mirando el escritorio lleno de papeles y mi cabeza vuelve a funcionar. Tengo un montón de trabajo, así que le digo a Sam que tiene que hacer y nos ponemos manos a la obra.

— ¿Puede venir Penny esta tarde al final al cine?

— Sí, sus padres le han dado permiso.

Llevamos una hora más o menos con el papeleo y por fin se empieza a vislumbrar la madera del escritorio.

Mi móvil suena con un mensaje de texto. Lo cojo para ver de quién se trata y Sam me observa atentamente.

Matt: Hola, bonita, ¿tienes planes para esta tarde?

Matt se está convirtiendo en un buen amigo. Al principio pensaba que quizás su interés en relacionarse conmigo también podría ser para burlarse en algún momento, pero sinceramente, ahora que lo conozco mejor no lo veo capaz de algo así. Me siento mal por haber pensado de esa forma, lo juzgue por relacionarse con Sam y con los populares, pensé que sería igual que ellos y hasta el momento está demostrando lo equivocada que estaba.

Yo: ¡Hola! sí, tengo planes. He quedado para ir al cine ¿por?

Matt: ¿Tienes una cita?

Yo: Bueno, no es una cita. Voy con Penny, Liam y Sam a ver la peli nueva de Johnny Depp.

Sam no me quita ojo mientras contesto los mensajes de Matt.

Matt: Guay, me apunto ¿A qué hora habéis quedado?

Yo: ¡Genial! cuantos más mejor. Hemos quedado a las 7 en la puerta del cine.

Matt: ¿Quieres que pase a recogerte?

Yo: No te preocupes, iré directamente desde la oficina de mi padre hasta el cine. Queda cerca, así que no tardaré nada en llegar.

Matt: De acuerdo, nos vemos luego, preciosa.

— ¡Trae eso! — Me acaba de robar el móvil de las manos. — ¿Con quién te mensajeas tanto? Señorita Sherman, se está distrayendo de su trabajo y eso no es profesional.

— ¡Eh! ¡Devuélvemelo! es una conversación privada.

— Preciosa... ¡¿pero qué narices?! no sabía que tú y Matt erais tan amigos. Toma — Me devuelve el móvil.

— Es un buen chico, nos estamos llevando muy bien en las clases y de vez en cuando hablamos.

— Pequeña... Matt no es un buen chico, es un ligón y tiene sus ojos puestos en ti. Si se propasa un solo pelo, lo mataré.

— Pensé que erais amigos.

— Y lo somos, solo estamos pasando por un pequeño bache hasta que comprenda que no tiene ninguna posibilidad contigo.

— Estás muy seguro de eso ¿no? Se ha apuntado para venir al cine con nosotros.

— Si lo que pretendes es ponerme celoso lo estás consiguiendo, ¿por qué le has dicho que puede venir?.

— ¡Yo no pretendo nada! sólo me ha preguntado qué hacía esta tarde y le he comentado lo del cine, entonces ha dicho que se apuntaba. Qué querías que le dijese ¿que no podía venir? Vamos con Penny y Liam, está bien que venga alguien más.

— Esta me la pagarás.

— Sí ¿cómo?.

— Te tendrás que sentar en el cine a mi lado y compartiremos las palomitas que, por supuesto, vas a pagar tú.

— Está bien, supongo que eso lo puedo hacer.

— Y... me dejarás darte todos los arrumacos que quiera cuando empiece la película.

— ¡¿Estás loco?! estará mi hermano ahí, nada de arrumacos en público.

— ¿Por qué no? será mejor que se acostumbre a ver nuestras muestras de cariño — Lo tengo de nuevo encima y está dándome un besito de nomo frotando su nariz con la mía. Es tan mono que estoy a punto de darle la razón, pero... ¡NO! mejor no involucrar a la familia en algo que seguramente va a terminar mal. Papá y Liam quieren mucho a Sam, si la cosa termina como el rosario de la aurora se pondrán de mi parte y no sería justo que lo pasaran mal.

— Sam, no somos novios ¿recuerdas? Mejor que la familia no se entere de lo que sea que tengamos, sería complicado para todos cuando termine.

— No eres mi novia aún, pequeña, y mi madre sabe que estoy loquito por tus huesos así que no veo el problema en que lo sepan los demás.

— ¿Aurora lo sabe? — Vale, eso no me lo esperaba.

— Síp y está encantada con la idea. Si crees que aún no es conveniente que lo sepan los demás no hay problema, ya llegará el momento, puedo esperar. Pero soy un hombre y mi instinto es el de marcar mi territorio así que no te puedo asegurar lo que va a pasar en ese cine si veo el más mínimo acercamiento de Matt a MI chica.

— Vaya, pareces un perro, no sabía que fueras tan posesivo.

— Contigo siempre, pequeña Clo.

— ¿A qué te refieres con eso?

— A nada que tu preciosa cabecita pueda asimilar ahora mismo.

— Sam, te recuerdo que hasta hace poco espantabas a todo aquel que quisiera ser mi amigo. ¿Recuerdas a Nick? dejó de hablarme por algo que tú le dijiste y no intentes negarlo, sé que fue así. De verdad que no consigo entender todo este cambio, me cuesta mucho creer que te gusto...

— Eso no fue así, yo solo le dije que no se pasará, el tipo pretendía salir contigo y... da igual; en ningún momento le dije que te dejara de hablar. Cloe, no soy alguien de palabras yo soy más de acción, pero si decírtelo ayuda en mi causa lo diré: ¡ME GUSTAS!, ¡ME GUSTAS MUCHO!.

Me abraza y me da besos por toda la cara como si quisiera memorizar todo mi rostro. Yo me echo a reír, porque me está haciendo cosquillas y porque estoy feliz.

— Estás completamente loco...

— Lo estoy, loco por tí, amor — Entonces, me besa y mi cabeza desconecta de cualquier duda o pensamiento cuerdo que pudiese tener unos minutos antes.

Por fin terminamos en Reparaciones RM y nos dirigimos juntos al cine. Cuando llegamos Liam y Matt ya están allí esperándonos.

— Hola, bonita, ¿qué tal?

— Hola, chicos ¿Penny aún no ha llegado? — Saludo a los chicos y noto como Matt y Sam se miran uno al otro y se saludan con un gesto de cabeza. Chicos... no hay quién los entienda.

— Aún no. Le envíe un mensaje preguntándole si quería que pasara a por ella, me contestó diciendo que no estaba en casa y que quizás se iba a retrasar unos cinco minutos.

Puedo ver la desilusión de mi hermano, claramente quería pasar tiempo con Penny a solas. Tengo que hablar con ella para que hable con Liam y le diga que no está interesada, antes de que él acabe acosándola como todo un adolescente de catorce años chiflado.

Cuando llega Penny entramos todos al cine y, como prometí, compró un gran paquete de palomitas para compartir con Sam.

La película está bastante bien, por lo menos la parte que puedo ver, porque estoy sentada entre Sam y Matt y es como una pelea de gallos. Sam me pone una mano en la pierna y Matt me comenta cualquier cosa al oído; Sam muerde el lóbulo de mi oreja y Matt hace como que me quita un trozo de palomita cerca de mi labio superior. Al final se ve que gana Sam, lo deduzco cuando me coge por el cuello y empieza a besarme. Tendré que tener una larga conversación con él porque habíamos quedado que nada de arrumacos delante de la familia, espero que Liam no se haya dado cuenta de nada. Matt no vuelve a mirar en mi dirección lo que queda de película y yo me siento mal por ello, no pretendía hacerle sentir incómodo.

¡¡Arggg!! Sam siempre se tiene que salir con la suya y yo soy una tonta que no piensa en nada en cuanto la toca.

Cuando salimos del cine, todo es bastante incómodo. Liam está feliz, le ha encantado la película y parece que no se ha dado cuenta de las muestras de amor entre Sam y yo. Matt se va rápido diciendo que tiene que llegar pronto a casa y Penny me mira como si acabase de verme por primera vez.

— Venga, os acompañaré hasta casa — Este es Sam intentando ser amable, supongo que ha notado mi ceño fruncido cada vez que le miro.

— Por mí no os preocupéis, mi padre pasará a recogerme ahora con el coche, si quereis os acercamos. — Dice Penny.

— Yo prefiero caminar, hace muy buena noche. — Necesito que me de el aire y calmarme un poco.

— Pues yo sí voy contigo, prefiero ir en coche que caminar— Liam, por supuesto, aprovechando cualquier oportunidad para estar junto a su amada.

— Vale, entonces yo te acompaño, Cloe. — Sam se ofrece, pero mi instinto ahora mismo me dice que huya de él lo más lejos posible.

— Cloe, luego te llamo, creo que necesitamos hablar de algo... — Penny continúa con esa expresión entre pícara y perpleja que no sé cómo interpretar.

— Sí... claro, Penny, luego hablamos. Hasta luego.

Sam y yo nos alejamos y cuando nos encontramos a una distancia prudente me dispongo a cantarle las cuarenta, pero cómo no, él se me adelanta. Pone un dedo en mi boca para que no hable y me mira con su sonrisa de pícaro rompecorazones.

— No digas nada, sé que habíamos quedado en no darnos arrumacos en público, pero Matt estaba provocándome y tenía que dejarle claro que estás conmigo.

— Sam, tú y yo no somos nada. No puedes marcarme como si fuese de tu propiedad cada vez que alguien se acerque a mi.

— Ohhh, por supuesto que puedo. Venga, no te enfades conmigo y dame un beso, que si por mí fuera no habrías visto ni una sola toma de la película, así que en realidad me he portado muy bien.

— Serás... — Como de costumbre me calla besándome y así llegamos hasta mi casa.

Sé que cuando hable con Penny tendré que contarle lo que está ocurriendo con Don Perfecto. Tengo miedo de lo que pueda pensar, de que me diga que estoy loca y que no va acabar bien, bastante tengo con mis propios pensamientos negativos como para añadir los de alguien más. Por otro lado, Penny sabe escuchar y me podría ayudar a descifrar mis sentimientos contradictorios, ella es mi amiga y sé que solo quiere lo mejor para mí.

<< Los amigos se cuentan siempre dos veces:

En las buenas para ver cuantos son...

Y en las malas para ver cuantos quedan>>

Penny es de las que estará en los dos recuentos sin duda.

******

¡¡FELIZ DIA DEL LIBRO PARA TODO EL MUNDO!!

Si te está gustando esta historia te animo a dejarme un comentario (me encanta leer vuestras opiniones).

Cuidaros mucho.

SALUDOS!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro