Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4: SAM

Estoy convencido de que ella también lo ha sentido, es imposible que no haya notado esa electricidad al tocarnos. Puede ser que el día del baile lo sintiese solo yo, pero hoy estoy seguro de que ella también lo ha notado.

Esos son los pensamientos que inundan mi mente mientras estoy en mi cama intentando dormir. Tengo la sonrisa más tonta del mundo en mi cara y estoy deseoso que amanezca de una vez para tenerla aquí en casa conmigo. Voy a aprovechar esta oportunidad, le voy a demostrar que no soy solo el cretino que ella cree, quiero hacerla reír, que se sienta agusto conmigo.

<<UFFF ¡Calmate Smith! te van a salir caries con tanto dulce>> Incluso mi subconsciente me regaña por lo pasteloso que me siento. Si antes me gustaba Cloe, ahora que veo alguna posibilidad de acercamiento con ella, me siento en las nubes.

Es guapa, lista, adorable cuando se pone tímida e irresistible cuando saca las uñas. Me vuelve loco esta nueva faceta suya de plantarme cara, con su rostro todo rojo y sus ojos brillantes a través de esas gafas que a mi parecer no pueden ser más sexys. Lo sé, estoy en problemas.

Por fin es por la mañana, bueno más bien son las cinco de la mañana, por lo que para mucha gente sigue siendo de madrugada, pero estoy ansioso y no puedo con esta energía nerviosa así que salgo a correr.

El ejercicio ayuda a calmarme un poco y, cuando vuelvo a casa mis padres, ya están despiertos y preparando el desayuno.

—¡Buenos días!

-—Buenos días, hijo ¿Has salido a correr? Ve a ducharte antes de desayunar, estás todo sudado.

— Sí, mamá, ahora mismo voy. Me tengo que preparar para el entrenamiento y estoy hambriento.

—Venga, que te voy a ir preparando unos huevos revueltos y unas tostadas- Mi madre es la mejor del mundo, no hay nadie que me conozca mejor que ella.

Estoy desayunando haciendo buena cuenta de todo lo que me ha dejado preparado mamá, son más de las ocho y ya estoy solo en casa. A las ocho y media tengo que estar en el campo de fútbol para mi entrenamiento. Tendré una semana más de entrenamientos y un par de partidos, uno mañana aquí en el pueblo y otro el domingo en Holbrook una ciudad a una hora y media. Soy centrocampista y capitán del equipo de fútbol de mi instituto. Somos muy buenos, tanto que llevamos los tres años que llevo siendo el capitán ganando todos los campeonatos en los que hemos participado.

De momento vamos los primeros en el campeonato del condado, siempre y cuando el equipo de Holbrook no nos gane y nos quite el título. Hoy solo tengo una hora de entrenamiento por la mañana, pero luego por la tarde será algo más intensivo cara al partido de mañana.

A las diez he quedado con Cloe, cojo mi móvil y le envío un mensaje. Sé que no se va a olvidar (es demasiado responsable), pero me apetece darle los buenos días y quiero que me tenga tan presente como yo la tengo a ella.

Yo: Buenos días, pequeña Clo. A las diez en mi casa, sé puntual.

Han pasado solo unos minutos cuando llega su respuesta.

Pequeña Clo: A sus ordenes gran Samuel Smith, Dios Supremo, que no sabe pedir las cosas porque está acostumbrado a que todo el mundo haga su santa voluntad.

Estoy sonriendo como un tonto (cosa que ocurre con más frecuencia cada vez que pienso o hablo con ella), está bromeando conmigo o por lo menos yo lo quiero interpretar como una broma. Sea como sea se cada vez está más cómoda a mi alrededor y esa es muy buena señal.

Yo: Exactamente, soy tu Dios y me encanta que estes a mis órdenes. Estoy impaciente por lo de hoy.

Pequeña Clo: No te lo creas tanto, Sam. Tienes que estar realmente aburrido si de verdad estás impaciente por estudiar matemáticas, pero bueno quién soy yo para juzgar.

Yo: Me tengo que ir a entrenar, POR FAVOR, no seas mala conmigo y me trates tan mal, para mí es importante aprobar ;)

No entiendo porque he tardado tanto tiempo en atreverme a acercarme a ella. Supongo que antes no era el momento, pero ahora no voy a perder el tiempo. Cloe se va acostumbrar a mí y, cuando esté preparada y no salga corriendo despavorida, le pediré que sea mi novia.

Con esos buenos pensamientos salgo corriendo a la calle donde me está esperando Matt para ir a entrenar en su coche.

—¡Hey! ¿Qué pasa, tío? Pensaba que no salías, vamos tarde.

—Sí, ya, perdona, me he entretenido con el desayuno. ¿Qué tal?

— Pues ansioso porque termine esta semana y volvamos a ser campeones. Por cierto...¿Cuándo empiezas las clases con Cloe?

—Hoy, ¿por?- No quiero decirle nada acerca de Cloe a Matt.

— Nada, yo he quedado con ella a las doce y media.

—¿También hoy?

—Sí, claro, estoy deseando empezar con las ciencias - No me gusta nada su tono.

—No seas idiota Matt, no te pases ni un pelo con Cloe, ella no es como las chicas con las que tonteas.

—Ya lo sé, tengo claro que es especial, pero no sabía que tú también lo sabías— Su tono es serio y me mira con cara de pocos amigos — ¿Sabes qué? No te lo voy a poner fácil, creo que tu interés por ella es porque te dije que me gustaba. Sam, esto para mí no es broma, sé que te gusta burlarte de ella pero te estas pasando de cruel en esta ocasión si lo que pretendes es enamorarla solo para quedar por encima de mí.

—¡¿Pero de qué narices estás hablando?!! ¡No tienes ni idea!! ¿vale?. Estoy harto de que todo el mundo piense que soy una especie de mierda que es capaz de hacer algo así de perverso. ¡ME GUSTA CLOE!! y no me importa lo que creas ¡NO LA VAS A CONSEGUIR!!. Y ahora vamos a entrenar de una vez, porque voy a acabar pateando tu asqueroso culo sino te callas de una vez y conduces.

—Bueno, solo te estaba avisando. Ha estado de acuerdo en vernos este verano y no me refiero solo a las clases. Pienso hacer mi jugada y no quiero que por eso acabes haciéndole daño.

—Matt, al que quiero hacerle daño es a ti, tío. No te voy a prohibir que la veas si ella está de acuerdo, pero no tengas esperanzas.

Estoy echando humo por las orejas cuando llegamos a entrenar. Soy una auténtica bestia en el campo, he hecho más faltas que en toda mi vida. Me pone enfermo que Matt crea que tiene una oportunidad y me enferma más aún que todo el mundo piense que solo me puedo acercar a Cloe para hacerle una jugarreta.¡¡Joder!! Cómo voy a conseguir que me tome en serio. Ojalá pudiera retroceder en el tiempo y hacer las cosas mejor, ojalá no hubiese sido tan capullo con ella.

De vuelta a casa apenas cruzo palabra con Matt. Tengo mucho en que pensar y no quiero escuchar más estupideces. Tengo que calmarme antes de que llegue Cloe. Si entro en otra discusión con Matt y acabamos a puñetazos, eso no me ayudará con ella ahora que se han vuelto tan <<amiguitos>>.

Una vez en casa, recojo corriendo mi habitación, queda menos de un cuarto de hora para que llegue y no quiero que vea mi gran desastre. Cojo los cupcakes que compre ayer (los que quedan) y los pongo encima de mi escritorio. Luego entro al baño y me doy una ducha rápida, necesito despejarme y centrarme antes de verla, para no asustarla con mis estúpidos celos por Matt. La sola idea de que después de estar aquí va a estar con él me enferma, sobre todo porque me ha dejado muy claras sus intenciones.

Cuando estoy saliendo del baño con solo una toalla llaman al timbre. Supongo que ya son las diez. Bajo corriendo y abro la puerta. Cloe se queda plantada delante de mí con la boca totalmente abierta y la mirada clavada en mi pecho desnudo y no os podéis imaginar cómo disfruto de este momento.

Está claro que se siente atraída por mí o, por lo menos, mi pecho le atrae. Hasta que no han pasado varios segundos no se recompone y aparta la mirada de ahí centrándose ahora en mis ojos.

—Hola, Sam. Sabía que eras un poco exhibicionista pero la verdad es que no esperaba este recibimiento.

—Si te gusta lo que ves, estoy dispuesto a olvidarme de las camisetas por un tiempo— Su cara se pone aún más roja si es posible y baja la mirada, lo que hace que se vuelva a centrar en mi pecho. De verdad que estoy disfrutando este momento.

—Eh... Bueno, será mejor que comencemos ¿no? ¿Me dejas entrar?

— Sí, claro, pasa— Cloe entra y se detiene en el recibidor de casa. —Vamos a mi habitación, allí he dejado todo preparado para comenzar con la clase.

—¿Tu habitación? ¿Por qué no mejor en la cocina o el salón?

—Cloe, no te voy a comer, no me tengas miedo ¿de acuerdo?

— Sam, ¡por favor! yo no te tengo miedo, es solo... yo solo... A ver, llevo desde los... umm... ¿siete, ocho años? sin entrar a tu cuarto. Supongo que es un sitio demasiado personal y no sé si voy a estar cómoda entre toda tu porquería.

—¡Oye! no soy tan desordenado. Venga, sube, ve preparando los libros mientras yo me pongo algo de ropa.

Cuando vuelvo a entrar en la habitación, Cloe está sentada delante de mi escritorio con un cupcake en la mano.

—¿No piensas ponerte también una camiseta?

—No estoy seguro, me gusta la forma en la que me miras, como si me quisieras comer igual que a ese cupcake de vainilla.

—¡Eso no es cierto! No seas creído, pero cogerás frío y te pondrás enfermo y no podrás jugar y... - Está nerviosa y yo estoy realmente feliz, la corto antes de que termine de enloquecer.

—Cloe, estamos en verano, hace calor y no me voy a enfermar, pero si te tranquiliza me pondré una camiseta. No me la puse fuera porque están en mi armario.

Me pongo la dichosa camiseta, lo que la tranquiliza y nos disponemos a empezar con los libros.

—A ver, he dividido en categorías todos los temas que tienes que repasar, ¿por cuál te gustaría empezar? Te aconsejo que lo hagas por los que te resultan más difíciles, que serán a lo que les dedicaremos más tiempo y pasaremos más rápido por los temas que se te den mejor.

— Está bien. Qué te parece si empezamos que por este- Elijo un tema al azar, ya que en realidad no tengo serios problemas con ninguno, claro eso ella no lo sabe, por lo que supongo que voy hacer un alumno muy aplicado.

—De acuerdo.

Sin más se mete de lleno en el mundo de las matemáticas y por fin se relaja. Se nota que le gusta enseñar y que el estar rodeada de libros le proporciona tranquilidad. Se ve igual de tranquila que cuando la observo en la pastelería.

Me está mostrando un ejemplo en el libro y aprovecho para rozarle su mano con la excusa de señalarle algo también. Ella se paraliza y yo vuelvo a sentir esa electricidad que nos rodea cada vez que nos tocamos. Cuando me mira sus ojos brillan y ¡Dios! está tan increíblemente bonita ahora mismo. Hago un esfuerzo sobrehumano para no abalanzarme y darle el beso que llevo deseando durante tanto tiempo, pero si me apresuro se asustara y entonces no tendré otra oportunidad.

Me recompongo e intento sacarle algo de conversación que no sea matemáticas.

—¿Has conseguido muchos alumnos para el verano? — Baja la mirada y su voz sale apenas como un susurro cuando me contesta.

—Solo tres.

—¿Eso está bien o esperabas alguno más?

—En realidad está bien, tengo que seguir trabajando por las tardes en la pastelería y también tengo las cuentas y recibos de nuestros padres. Si cogiese más alumnos no dispondría de tiempo libre y me gustaría poder hacer algo diferente también este verano- Esto me interesa, quizá consiga sonsacarle algo de sus planes para este verano y sumarme a ellos.

—¿A qué te refieres con algo diferente?

—No sé, salir más, probar algunas cosas nuevas, supongo que iré averiguando sobre la marcha. Estoy dispuesta a no tenerlo todo planeado por una vez.

—¿En serio? ¡Eso es genial! ¿Tienes a alguien en mente con quien llevar a cabo tus nuevas aventuras?

—La verdad es que no. Bueno, Matt se ha ofrecido a pasar algo de tiempo juntos, pero no estoy segura de que lo diga en serio y tampoco creo que él se vaya a divertir pasando tiempo conmigo. — Estoy impresionado, ella realmente está hablando conmigo, el único problema que el tema de Matt no es de mis favoritos. Tengo que tomarlo con calma y no sacar mi lado cavernícola, si no quiero que se cierre en banda y no me cuente nada más.

—Cloe, no digas eso, cualquier persona se divertiría contigo.

—Sam, quiero decir divertirse conmigo no a mi costa, que es lo que habitualmente hace todo el mundo- Bien... Eso acaba de doler. Está claro que no me perdonará tan fácilmente por todas mis tonterías del pasado. Me quedo un rato callado porque en verdad no sé qué responderle, soy lo peor.

— ¿Sabes? No importa, con o sin Matt este verano será diferente. Estoy decidida y no voy a dejar que nadie me lo eche a perder- Entonces se me ocurre algo.

— ¿Por qué no vienes al partido de mañana? Te puedo dejar entradas para ti y Liam— Pone los ojos en blanco y su ceño se frunce de una forma muy cómica - ¡Venga! no pongas esa cara ¿No acabas de decir que quieres hacer cosas diferentes? Estoy convencido de que llevas mucho sin ir a un partido y estaría guay saber que estás en las gradas animando. Cuando acabe el partido podemos ir los tres a tomar algo o a cenar a la hamburguesería.

—No sé Sam, lo mío no es el deporte precisamente.

— Por eso, es algo distinto ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Qué te divirtieras?

—Bueno... pero solo iré si consigues también una entrada para Penny, y te advierto que si ella no va, probablemente yo tampoco vaya.

— No hay problema, siempre nos dan entradas de sobra para la familia y yo no las suelo gastar, porque mis padres con el trabajo apenas pueden ir a verme. Las tengo aquí, recuérdame que te las de antes de irte.

— ¡Se ha acabo la charla! Tengo que estar en casa como muy tarde a las doce para mi siguiente clase y apenas hemos adelantado nada. ¡Vamos a trabajar!

—Y luego dices que yo soy el mandón que solo da órdenes.

En ese momento todo mi mundo se para y me quedo sin respiración. Cloe está sonriendo y es la sonrisa más bonito del mundo. Lo mejor de todo es que la he provocado yo, por lo que tengo ganas de chocar los cinco conmigo mismo <<¡Bien hecho Smith!>> . Hasta mi subconsciente me da la enhorabuena.

—¿Sabías que la sonrisa es el idioma de las personas inteligentes?

— ¿Qué? ¡Guau, Sam! Jamás pensé que tú podrías decir algo así, bonito razonamiento. Me encantan las citas, así creo que te la voy a robar y la utilizaré como mía.

— De acuerdo, pero a cambio promete que irás mañana al partido y luego haremos algo.

— Creía que ya no íbamos hablar más de esto.

— Promételo, Cloe.

— ¿Por qué tienes tanto interés? Nunca antes nos has invitado a ningún partido, ¿por qué ahora es tan importante?

— Estoy intentando arreglar todas mis estupideces del pasado y quiero demostrarte que soy alguien decente. Ya te lo he dicho en otras ocasiones, quiero que cambies tu opinión sobre mi.

— ¿Por qué?

— Aún no estás preparada para que te responda a esa pregunta. Por favor dame la oportunidad, te aseguro que no te vas arrepentir.

—No entiendo tanto misterio, eso es precisamente lo que me hace sospechar. Es muy extraño que de repente muestres tanto interés en mí, pero le he prometido a Addi que te daría una oportunidad y creo que estoy siendo muy civilizada teniendo en cuenta tu historial del pasado.

— Si lo estás siendo, entonces...¿me prometes que vendrás?- Le pongo mis ojos de cachorrito y junto mis manos en súplica, eso consigue sacarle otra sonrisa y mi mundo vuelve a verse de todos los colores del arcoiris.

—Está bien. Deja ya de hacer el payaso y vamos a terminar este tema ¿de acuerdo?

— Lo que mi pequeña Clo ordene.

Después de una media hora terminamos de repasar el tema, entonces Cloe se tiene que ir para llegar a tiempo a la dichosa clase con Matt. El resto del día intento no pensar mucho en ello y me centro en mis pequeños logros. Mañana vendrá al partido y luego haremos algo. Sé que no vamos a estar solos, pero no importa, la volveré hacer reír y se acabará acostumbrando a tenerme alrededor.

El resto del día pasa rápido, salgo un rato con los chicos y veo a Matt. Le pregunto sobre su clase con Cloe, pero no me cuenta nada, a cambio, yo tampoco le digo nada de mi tiempo con ella, ni de que mañana va a ir al partido, no quiero que se una.

Al día siguiente por la mañana vuelvo a estar de los nervios. Me despierto de nuevo realmente temprano y me dispongo a salir a correr. Cuando vuelvo a casa, le mando un mensaje a Matt para que no pase por mi, iré al entrenamiento solo. No quiero que me vuelva a poner de mal humor y el entrenador me de una charla para que me concentre en el partido.

Cloe volverá a venir a casa y eso hace que de nuevo tenga toda esa energía nerviosa recorriendome el cuerpo. Tengo fé en que hoy será un gran día.

El entrenamiento ha ido genial, me he mantenido concentrado y creo que estamos preparados para ganar esta tarde. Ojalá lo consigamos, así tendría la excusa de celebrar la victoria y podría convencer a Cloe para ir a por las hamburguesas y luego al local del pueblo donde la gente queda para bailar y distraerse un rato. Sé que Liam aún es pequeño, pero si viene conmigo podrá entrar sin problema. Esa es la ventaja de ser un Dios del fútbol en un pueblo remoto de Arizona, que todo el mundo quiere mantenerte contento.

Cuando llego a casa, vuelvo a darme una ducha mientras espero con ansias que suene el timbre. Esta vez me da tiempo a ponerme unos pantalones antes de abrir, pero mi pecho vuelve a estar desnudo y mi cabello está mojado. Cloe se vuelve a poner totalmente colorada cuando me ve detrás de la puerta y su mirada vuelve a caer en mi pecho desnudo. Si sigue actuando de esa forma tan realmente adorable no sé si me podré contener mucho tiempo más. Al final se me va la cabeza, me acerco a ella, le doy un beso en la mejilla y le susurro en el odio.

—Buenos días, pequeña Clo.

Su olor es dulce, como a galletas recién hechas. Me quedo unos segundos tan pegado a ella como puede ser humanamente posible. Ella por fin reacciona (hasta el momento había estado callada, con los ojos cerrados y su cara totalmente roja), da un paso hacia atrás y abre los ojos.

—Eh.. Bue... buenos días — Su voz apenas es un susurro entrecortado. Es realmente adorable, tengo ganas de estrujarla y olfatearla durante toda la vida.

—¿Pasas?

—Sí, claro— Se recompone y vuelve a enfrentarse a mí, como lleva haciendo todos estos días. Ya no hay timidez sino descaro en sus palabras.

— ¿Tienes pensado presentarte a un concurso de camisetas mojadas o algo por el estilo?

— No, cariño, para eso tendría que llevar camiseta, ¿no crees?. Vengo de entrenar y no quiero que me acuses de oler mal durante nuestras clases.

— Bueno, ponte algo y vamos a empezar a trabajar.

—Cada día te estás volviendo más y más mandona ¿no?

—Supongo que es el inconveniente principal de pasar tiempo contigo, todo lo malo se acaba pegando y a ti a mandón nadie te gana.

— ¿De verdad? te vas arrepentir de tus palabras — Me acerco a ella y me la subo al hombro.

— ¡Saaamm! ¡Bájame! ¡¿Qué haces? ¡¡¡¡POR FAVOR BÁJAME!!!!!— Mientras que grita no deja de reírse. Yo estoy disfrutando a lo grande, tengo su precioso culo en mi hombro justo a la altura de mi cara y es una visión que me va acompañar en mis noches solitarias, de eso estoy seguro.

—¿Vas a seguir metiéndote conmigo?- Le digo mientras subo las escaleras hasta mi habitación.

—¡Yo no me meto contigo! ¡solo digo grandes verdades! ¡¡¡¡BÁJAME DE UNA VEZ!!!!

— Con qué grandes verdades ¿eh?- La dejo en mi cama y me dispongo a hacerle cosquillas hasta que se está retorciendo de la risa.

—¡Discúlpate, Cloe!

— ¡¡JAMÁS!!

En ese momento soy realmente consciente de todo. Tengo a Cloe entre mis brazos, con ese aroma a galletas que me vuelve loco y estamos en mi cama.

Todo pasa como a cámara lenta. Me quedo embobado mirando su boca y simplemente no me puedo resistir. Llevo años pensando en este momento, soñando con ello. La miro a los ojos para asegurarme de que ella está conmigo en esto, si se aleja no voy hacer ningún movimiento, pero cuando la miro ella también me está mirando con una intensidad que no le había visto antes y simplemente me dejo llevar. Poco a poco me aproximo a sus labios. Primero rozo su nariz con la mía, le acaricio la mejilla, me estoy volviendo loco. Estoy dejándole tiempo para que se aleje si quiere, pero eso no sucede. Pongo mis labios sobre los de ella y todo el universo a nuestro alrededor desaparece, en este momento solo existimos Cloe y yo.

Es absolutamente mágico, perfecto y DEFINITIVAMENTE ESTOY ENAMORADO DE ESTA CHICA.

*******

Por fin ¡¡BESO!!

No hay nada más bonito que el amor y el demostrarlo con un buen beso.

Si os está gustando la historia, por favor agradecería alguna estrellita y muchos muchos comentarios.

Así podrá llegar a más lectores y yo sería realmente feliz.

¡¡Gracias por leer!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro