Capítulo 18: SAM
Han pasado tres días, mi cuarto apesta y si tengo que ser sincero, yo también. He entrado en un estado de negación, un bucle donde no dejo de dar vueltas y más vueltas a lo mismo, Cloe no es así...
La foto no puede ser real, los mensajes han seguido llegando y ahora tengo claro que son de una chica. No deja de decirme que ella jamás me trataría así, que su amor por mí es infinito y bla bla bla. Pero luego está Matt, él quería conseguir a Cloe y la estaba besando... ¡DIOS MÍO, ME ESTOY VOLVIENDO LOCO!
Quiero hablar con ella, necesito que me aclare las cosas, escuchar de su boca que solo estaba jugando conmigo. Tengo que verla, pero al mismo tiempo me da terror. Lo que pasó con Chelsea en la casa de Ian... no estoy orgulloso de ello, tendría que haber manejado las cosas de otra forma, beber para olvidar no funcionó, solo lo empeoró todo.
Aquí tumbado en la cama de mi cuarto, llevo horas viendo las fotos que le hice en su cumpleaños, se le ve sonriente, con el gorrito que Addi le convenció para ponerse. Esta es la chica que me ha gustado toda la vida, una chica buena y dulce, que se pone un estúpido gorro solo porque le hace ilusión a alguien más.
Aún no les he contado a mis padres nada sobre que Cloe y yo ya no estamos juntos, no quiero preocuparlos, todos han estado muy pendientes de Addi y supongo que mi peq... quiero decir, que Cloe tampoco ha dicho nada.
La detective Aurora ha estado indagando, es evidente que no estoy bien y me imagino que sospecha el motivo, pero le he dado largas y no ha hecho más preguntas. Hoy ha llegado pronto de su consulta, está preocupada por mí y tiene razones para ello, me siento fatal ¿cómo se han podido estropear tanto las cosas? Todo iba a las mil maravillas, estaba viviendo un sueño, tendría que haber hablado con ella, preguntarle qué pasaba con Matt, pedirle explicaciones... mi orgullo ganó y no lo hice. Tampoco soy capaz de hacerlo ahora, después de todo lo demás... Ni siquiera le he preguntado por Addi, mis padres son los que me mantienen informado de cómo se encuentra. Debería ir a verla al hospital, aunque creo que primero es mejor que me calme, no quiero montar ningún numerito delante de Addi o tío Robert.
— ¡Sam, te buscan! — ¿Me buscan? ¿puede ser mi pequeña? Salgo corriendo escaleras abajo, porque la sola posibilidad de que sea Cloe hace que me dé un vuelco en el estómago y baje las escaleras como levitando en una especie de bruma, que me hace no ser consciente ni de mis propios pasos.
Me dirijo hacia la puerta pero no hay nadie, sea quien sea mamá lo ha hecho pasar y posiblemente se encuentren en la cocina.
— Mamá, ¿de quien... — No termino la pregunta, al entrar a la cocina me encuentro con mi madre, Adam, su hermana Liz y una chica que creo que he visto antes pero que ahora no recuerdo como se llama. Ninguno de ellos son Cloe y la decepción me cae como un balde de agua fría.
— ¡Eh, tío, sorpresa! — Adam habla con la boca llena. Mi madre les acaba de ofrecer unas galletas y el muy burro se las está tragando de dos en dos sin apenas masticar.
— Bueno, chicos, yo os dejo para que habléis de vuestras cosas. Un placer, Juli, espero verte por aquí de nuevo pronto. — Eso es, Juli, así es como se llama... Aunque la verdad no me puede importar menos, seguro que dentro de diez minutos lo he vuelto a olvidar.
— ¿Qué hacéis aquí? — No estoy de humor para visitas y mucho menos para aguantar a tanta gente en la cocina de mi casa comiéndose las galletas que yo iba a devorar más tarde, mientras seguía regodeándome en mi mierda.
— ¡Smith, apestas! y menuda cara tienes amigo... Necesitas salir y airearte, por eso estamos aquí. Venga, sube y dúchate, luego iremos a dar una vuelta y a comer algo, estas bellas señoritas están dispuestas a invitarnos.
— ¡Oye! ¿quién ha dicho eso? — Liz le da una colleja a su hermano y luego me mira con ojos de cachorrito. Esta niña con esa mirada seguro que siempre consigue lo que se propone —. Sam, creo que te vendrá bien salir y desahogarte un poco.
— Sí, Sam, esperaremos a que te asees, aunque estás guapo de todas formas, si lo prefieres nos podemos ir ya. — ¿La tal Juli está coqueteando conmigo? no es que me importe, no me atrae en absoluto, antes de Cloe quizás hubiese tonteado con ella un rato, pero ahora no me interesa.
— Esta bien, pero pillamos algo de comida y me vuelvo a casa, no estoy de humor para socializar.
— Claro, colega, vamos a por unas hamburguesas.
Salgo de la cocina, me doy una ducha rápida y en diez minutos estoy listo para salir. Adam no ha dejado ni una sola de las galletas de mamá, el maldito se está chupando los restos de chocolate de los dedos.
Decidimos ir andando a la hamburguesería para que me diese un poco el aire, todas las distancias en este pueblo son cortas.
— Sam, te lo tengo que preguntar amigo, ¿qué mierda te paso por la cabeza el otro día en casa de Ian? Diste el espectáculo de tu vida con Chels y joder, tío, Cloe se fue hecha una mierda. Sé que no me has querido contestar los mensajes, pero, bro, estoy preocupado por ti, pensaba que estabas babeando por esa chica, estas últimas semanas no os separabais ni para cagar. — Adam siempre tan directo, no entiendo porque se le da mal la literatura con el don de palabra que tiene.
— Es cierto, Sam, Cloe me llamó un rato antes bastante desesperada por encontrarte. Ojalá no le hubiese dicho dónde estaba Adam, así no habría ido a buscarte y las cosas no se hubiesen salido de madre.
— Dejadlo en paz, Liz, tú no sabías lo que iba a pasar y, Sam, estoy segura de que todo se ha debido a que la pobre ingenua pensó que vuestra relación era algo más. Todo el mundo sabe que Samuel Smith no tiene novias.
— Mira...
— Juli, me llamo Juli ¿no lo recuerdas? Esa misma noche, tú y yo estábamos hablando antes de que Chelsea se sentará encima de ti como si le pertenecieras.
— Mira, Juli o como te llames, cállate ¿vale? o mejor aún ¡callaros todos de una maldita vez! No os metáis en lo que no os importa. — He cometido un error, no tendría que haber salido. La chica esta no capta la indirecta y me agarra del brazo al mismo tiempo que camina pegada a mí. Quiero que me suelte, pero no quiero volver a armar más drama, así que la dejo, ya en la hamburguesería me libraré de ella.
Pasamos por Sweet y me quedo clavado en el suelo. Desde los ventanales de la pastelería se puede ver a Cloe y no está sola, ¡mierda! Tengo que entrar, necesito entrar y mirarla a los ojos, lo necesito más que respirar ahora mismo. Sin decir nada, me encamino con paso firme hasta llegar a la puerta de uno de mis lugares favoritos en los últimos tiempos, la dichosa chica sigue a mi lado como una lapa, pero ahora no importa, tengo que entrar y tenerlos de frente, necesito saber y solo ella me lo puede aclarar.
Suena la campana cuando abro la puerta del local y entro con paso decidido hasta que llego y me coloco sobre la barra de los pedidos.
—Vaya, el que faltaba... — Esa que ha hablado no es Cloe, sino Penny. La brujita me está mirando completamente espantada y no ha abierto su linda boquita aún. — Samuel, será mejor que te vayas, no estamos abiertos al público y tú no pintas nada aquí.
—¿Y Matt si puede estar? ¿Qué es un cliente especial? — Lo miro con todo el odio que siento ahora mismo por él, porque él está cerca de lo que yo quiero y no lo soporto.
—Smith, será mejor que te largues. Penny tiene razón, está cerrado y el ambiente no es el ideal para hablar de nada. Si tienes algún problema conmigo mejor lo resolvemos fuera y dejamos a las chicas en paz. — Matt se ha puesto justo delante de Cloe como si la tuviese que proteger de mí y eso me está matando ¿quién se cree que es? una especie de superhéroe que tiene que salvar a la chica de la bestia.
—No hay nada que aclarar, Matt, al final conseguiste arrebatármela. Cloe, solo me hubiese gustado que tuvieras el valor de decírmelo a la cara. — La dichosa Juli, se ha vuelto a pegar a mí y vuelve a tener mi brazo secuestrado ¿pero qué demonios le pasa a esta chica?
Adam y Liz acaban de entrar.
—Hola, Cloe, ¿cómo está Addi?
—Bien, Liz, gracias por preguntar — Le ha contestado con la mirada gacha. Es evidente que no está pasando un buen momento y el culpable soy yo, por venir a interrumpir su momento con Matt, pero me da igual, quiero respuestas.
—Vaya, Cloe ¿ahora tú y Matt estáis juntos? — aunque la pregunta no ha salido de mi boca, sino del chicle que llevo pegado a mi brazo derecho, es exactamente lo que quería preguntar, así que me mantengo atento a cada uno de sus movimientos, del más mínimo sonido que sale de su boca.
—No.
—Eso no de tu incumbencia. — Interesante, Cloe y Matt han hablado a la vez y la respuesta de ella me ha dejado impresionado. Aunque mi supuesto mejor amigo ha intentado ser rápido, he escuchado a la perfección la respuesta de Cloe que ha sido un NO rotundo.
—¿Y desde cuando te besas con tipos con los que no sales? — Mi voz ha salido firme, aunque por dentro me estoy consumiendo, pero ahora tengo toda su atención. Sus ojos, esos que invaden mi alma me están mirando directamente. Pasamos así unos segundos, como si estuviésemos solos y ella con la mirada más pura que existe, diciéndome que no me ha engañado, ahora lo sé. Su mirada está llena de dolor, de rabia, está sufriendo por mi culpa y no me ha engañado, lo que me hace ser el bastardo más grande sobre la faz de la tierra, ¿cómo he podido ser tan idiota?
—¿De qué diablos estás hablando? — Cloe lanza la pregunta con todo el odio y el asco del que es capaz.
—No le des explicaciones, después de estar jugando contigo todo este tiempo, de haberlo comentado con varios chicos del equipo, viene a hacerse el digno y echarte en cara a ti besos inexistentes. ¡Joder, Sam! Jamás pensé que caerías tan bajo.
—Matt, mejor cállate, y no inventes patrañas. Cloe, vamos a hablar a solas, ¿de acuerdo?
—Sam, lárgate. Cloe no necesita todo esto ahora, ha pasado unos días muy duros, mejor lárgate.
—Penny, ¿crees que yo lo he pasado bien? Cloe, por favor, necesitamos hablar, lo que acaba de decir Matt no es cierto.
—Bueno, Sam, yo también había escuchado sobre esa apuesta — pero ¿de qué habla esta chica ahora y por qué diablos sigue pegada a mí?
—Cloe, no les hagas caso, yo no he hecho ninguna apuesta y tú no has besado a Matt ¿verdad?
—No, Samuel, yo no he besado a Matt, pero tú sí has besado a Chelsea y con eso dejaste claro muchas cosas. No tenía idea de lo de que pretendías reírte un rato a mi costa, pero ahora lo entiendo todo. Será mejor que te vayas.
—No, espera, Cloe, yo te vi besándolo o eso es lo que parecía. Venga, vamos hablar, por favor — Le estoy suplicando y me da igual, no la puedo perder. Todo ha sido un error y lo tenemos que aclarar, me tiene que explicar qué hacía con Matt y después nos perdonaremos y esto habrá sido solo un mal sueño.
—Sam, vámonos, mejor habláis en otro momento cuando no haya tanto público. — Adam intenta convencerme para que me vaya, pero no lo haré, no puedo y mucho menos si Matt continúa aquí.
—Sí, Sam, salgamos de aquí. Ella no merece la pena, es evidente que están juntos y no lo quieren confesar.
—Mira, Jodi, lárgate. Liz, saca a tu amiga de aquí de una vez, porque me está sacando de quicio.
— Juli, mejor no te metas. — La hermana del grandullón intenta la coge del brazo para sacarla fuera.
—Pero Liz, es cierto yo escuche lo de la apuesta en la casa de Ian y se nota a leguas que Matt y Cloe tienen algo. — La tal Jodi o Juli o como diablos se llame no deja de decir estupideces, ¿qué mierda? no sé nada de la apuesta que se han sacado de la manga, aunque tengo claro que no ayudará a mi causa.
—Eres una lianta, ¡largaos todos de aquí y dejad a mi amiga en paz! — Penny acaba de empujar a Matt a un lado y se ha puesto delante de Cloe. — ¿estás bien?
—Tranquila, Penny, estoy bien, solo mi corazón está roto, pero sanará. Smith, vete con tus amigos, y Matt, tú también vete, no necesito más drama por hoy.
—Pero, Cloe...
—Te acaba de decir que te vayas ¿estás sordo Matty? Tengo la intención de descuartizarte, pero tendrá que esperar, ahora tengo otras prioridades. — Crujo mis nudillos dejando claro que a la primera oportunidad que me de, no lo pensaré y le daré su merecido.
—¿Y tú no estás sordo? a ti también te acaba de echar. — Dice Matt desafiándome.
—¡He dicho que os vayáis TODOS! — Grita Cloe y Penny los saca a empujones. Primero salen Adam y las chicas y detrás va Matt. Por último, se acerca para mostrarme la salida, pero quemo mi último cartucho.
—Pequeña Clo, por favor, no es lo que tú crees, y al parecer tampoco es lo que yo creía, hablemos ¿de acuerdo?
—No me vuelvas a llamar así y vete... — Su voz se rompe y decido que es mejor marchame, tengo que pensar y aclarar todo la situación en mi cabeza.
—Está bien, me iré, pero hablaremos y lo resolveremos — Te voy a recuperar y los que han liado todo este asunto lo pagarán.
******
¡Por fin!!! Sam está empezando a reaccionar, ya era hora ¿no creéis?
Capítulo dedicado a teensangels siempre me sacas una sonrisa con tus comentarios, gracias por el apoyo que le has dedicado a la historia. Echadle un vistazo a su perfil porque sus historias que son fantásticas, ¡no os las perdáis!. ❤
❤❤¡Nos leemos! ❤❤
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