—Vamos ve y háblale, no seas culo— dice Roberto sacudiéndome de los hombros.

—Cálmate perro, ni que estuviera tan desesperado— le dije aventándole las manos.

—Mendigo gorrón, la haz estado viendo toda la fiesta, ándale que ahorita está sola, no quieres que vuelvan sus amigas y ahora si te hagan barrera por naco.

—Ta bien, ta bien.

Me dirijo hacía la chica, la verdad ella no me importa, pero se me hace conocida y no sé de dónde, por eso la he estado viendo, su cara me recuerda a alguien, algo del pasado.

—Hola linda— digo sentándome al lado de ella.

—Hola— dice seria, no está de humor.

—Oye ¿acaso no me reconoces de algún lado?

—No, ni idea— le da un trago a su bebida.

—Pues yo si te reconozco, ¿eres de que universidad?

—De la LIBER.

—No, entonces no es de la universidad de donde te reconozco— hice una pausa y volteé hacia el suelo, y vi sus piernas, hermosas, de color negro, suaves se miraban— ¿a dónde se fueron tus amigas?

—Ahorita van a volver.

—Como digas.

— ¿Y tú a qué hora te vas?

—Ah, ¿me corres? — le digo sonriendo.

—No, solo es curiosidad— dice un poco más feliz.

—De acuerdo, pero realmente te conozco de algún lado— digo alejándome.

—Si me conoces, pero no con este cuerpo— dice acercándose la bebida a sus labios.

— ¿Cómo? — pregunto volviéndome a acercar.

—Óyeme tu, no la andes molestando— dice una voz chillona atrás de mí.

—Si, aléjate, ya tiene novia wey— dice otra sentándose a su lado.

Al final soy alejado por muchas chicas con voces chillonas, vuelvo con mi amigo el cual ya no está alrededor, santa madre ¿quién era ella?

Numero de letras: 1580

Participante del concurso: Clocktober 2021

Reto iniciado en el grupo de Facebook: El club de lectura de la escritora del reloj 🕰️📖