Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 5.

—¿Que les dije del desorden en el apartamento? Así ninguna chica querrá volver a venir —se quejó Minhyun, al encontrarse con todo ese desastre, junto con un olor que inundó sus fosas nasales. —Cielos, chicos, ¿por qué no ventilan este lugar? ¿Acaso murió alguien aquí? —bromeó mientras abría las ventanas dejando entrar un poco del aire fresco.

—Ya sabes lo que ocasiona Ren luego de sus fiestas locas —dijo Aron, para luego suspirar y dejar caer su cuerpo en uno de los sillones.

—Habla el señor inocente. ¿Para qué trajiste a nuestra vecina aquí? —se burló el mencionado mientras alborotaba el cabello del mayor solo para molestarlo un poco.

—Aish... Ya, Ren. Solo invité a Luna a venir porque se le había ensuciado su camisa por mi culpa cuando fuimos a comer un helado —se defendió mientras espantaba a Ren como si fuera una mosca, quien solo se reía de su hyung.

Mientras estos dos continuaban bromeando, Minhyun tomaba asiento en uno de los sillones algo pensativo.

—¿Luna? ¿Qué acaso la vecina no se llama ___? —dijo de un momento a otro, con un tono de duda en su voz, provocando que los otros dos dirigieran sus miradas rápidamente hacia él. En ese mismísimo instante, la sangre de Ren se congeló y sintió como si todo su cuerpo hubiera dejado de funcionar por esos segundos solo con oír aquel nombre por el cual había llorado tantas noches en el pasado.

Sin percatarse del menor, Aron solo intentaba convencer a Minhyun de que el nombre de la joven era Luna y no ___, ya que él se había pasado toda la mañana llamándola así y ella no lo había corregido en ningún momento.

—Pero si yo oí cuando Suga la llamó ___ antes de que ella entrara a su apartamento —se defendió Min, tratando de ganarle a su hyung en la discusión, que para él, no tenía sentido. Ren se incorporó bruscamente, para luego comenzar a dirigirse a su habitación.

—¡Olvídenlo ya! Quizás solo fue tu imaginación, Min. O quizás tenga dos nombres. Pero ella dijo que su nombre es Luna así que, así la llamaremos.

Luego de eso dio un gran portazo en su cuarto, para encerrarse allí y dejar caer su cuerpo al suelo mientras hiperventilaba.

—No otra vez —se dijo a sí mismo mientras recordaba el rostro de la niña que una vez amo y la misma que le rompió el corazón —. No dejaré que entres en mi mente otra vez —se susurró mientras tiraba levemente de sus cabellos. Ren estaba más que decidido a olvidarse de una vez por todas de ___*; su único y gran amor de la infancia. Y era más que evidente que ya se había decidido como haría para olvidarse de ella y arrancarla de su mente para siempre.

..................................

—___, por favor, abre ya la puerta. ¿Porque llevas tanto tiempo allí? —le preguntaron los chicos a la joven que solo se encontraba tirada sobre su cama, con los ojos hinchados por tanto llorar. Una, dos, tres veces más llamaron a la puerta de una manera desesperada, pero ella no les abrió. Entonces decidieron que no había más remedio que entrar por la fuerza. Pero en el momento en el que Jimin y Suga estuvieron a punto de tirar la puerta abajo, ___ les abrió de golpe, provocando que ambos se dieran contra el suelo.

—¡¿Qué rayos es lo que quieren?! ¿Acaso no pueden dejarme dormir en paz? —se quejó, desviando su mirada para que ninguno de los chicos viera sus ojos llorosos. Sin embargo, todos sus esfuerzos fueron inútiles, porque incluso alguien ciego hubiera podido presentir que esos tristes ojos habían derramado más de una simple lágrima.

En ese momento Jin se acercó a ella y la abrazó fuerte para luego pedirles a los demás que los dejaran solos. Los chicos asintieron un poco preocupados, pero se fueron de todas maneras, regresando a la sala, esperando que Jin pudiera hablar con ella. De alguna extraña manera, presentían que estos dos se traían algo entre manos y que quizás Jin pudiera saber algo de ___, que ellos no.

—Ya estamos solos, ___. ¿Quieres contarme que fue lo que pasó?

Ella negó sin saber cómo explicar todo lo que pasaba por su mente y por su interior, que la tenía tan revolucionada. Era más que evidente que las emociones habían podido con ella por primera vez en un largo tiempo y si su clan la veía en ese estado sin duda sería despreciada por ellos. Sin mencionar que sería una vergüenza para sus padres.

—¿Acaso te hicieron algo? —volvió a hablar Jin, esta vez con un tono algo serio y preocupado a la vez, a lo que la joven inconscientemente asintió, pero luego negó rápidamente. Antes de que él saliera de esa habitación, para ir a golpear al primero que atendiera la puerta en el apartamento de junto, tomó su mano impidiendo que saliera de ahí.

—¡Jin! Cálmate, no me hicieron nada.

—¿Entonces por qué lloras?

—No lo sé. Quizás porque... ya nada es como lo recuerdo y eso solo... hace que lo odie más.

—¿Qué? ¿Hablas de Ren? ___, ¿por qué no admites de una vez por todas que aún lo amas? De hecho nunca dejaste de amarlo y siempre será así. Mírame bien —dijo intentando atraer la mirada de la joven —. Sé que aún te queda algo de amor por él en tu interior, así que no sigas con toda esta locura.

—¡Ya basta, Jin! Nunca he mezclado mi vida personal con el trabajo y no lo haré ahora solo porque se trate de él. ¡Lo mataré! ¡Aunque sea lo último que haga! —gritó para luego salir de su habitación, tras haber dado un gran portazo.

—Emm ___... ¿está todo bien? —preguntó Jungkook, al verla salir furiosa de su cuarto, hasta que segundos después Jin se les unió. Ella no respondió y simplemente fue a la cocina por algo de comer mientras que los chicos atravesaban a Jin con la mirada

—¿Acaso eres idiota? Se supone que tenías que averiguar que le pasaba; no hacerla enfadar —le dijo J-Hope, a la vez que lo golpeaba en su cabeza.

—¡Aish, ya! Solo le dije lo que le tenía que decir. Si ustedes estuvieran en mi lugar sin duda harían lo mismo —se defendió de las quejas de sus amigos a la vez que ___ los observaba pelear. Como si se tratará de algo divertido para ella.

De un instante a otro, el timbre sonó. Haciendo que la mirada de los ocho —ya que incluso ___ se había volteado— se dirigiera hacia la puerta.

— Yo iré —dijo Jin levantándose de su lugar, al ver que nadie se molestaba en ir a atender, y el que llamaba ya llevaba insistiendo por segunda vez.

Los segundos pasaron y nadie dijo nada, esperando a que Jin regresara o dijera algo, hasta que gritó: "¡Luna, te buscan!" a lo que ella automáticamente pensó: <<¿Aron regresó? Este chico sí que no se cansa>> Pero cuando se dirigió hacia la puerta no fue con él con quien se encontró. Sino con la persona que menos se esperaría alguna vez en su vida.

—Minki —susurró, provocando que la sonrisa del joven desapareciera.

—¿Cómo me llamaste?

—Yo... Lo siento... quise decir... Ren —se excusó—. Pero... pensé que ese también era tu nombre —dijo apartando su mirada, hasta que recordó: "¡Su camisa! La traía desprendida en los botones superiores". Rápidamente se sujetó el cuello de ésta y comenzó a abotonarlo para que no se viera el collar que colgaba de su cuello.

—Sí, lo siento. Es que... no estoy acostumbrado a que me llamen así. Te preguntarás que hago aquí ¿verdad, bonita? —dijo coqueto mientras se acerca un poco a ella y acaricia su mejilla, provocando que ___ se estremeciera un poco.

Ella solo asintió al no tener palabras que decir, lo que le produjo algo de risa a Ren. Sin pensarlo, besó su mejilla, provocando que la joven se sintiera aún más nerviosa y sonrojada.

—Quería disculparme por cómo te traté en el apartamento. Creo que te falté bastante al respeto. ¿Me perdonas?

Como hechizada, ___ solo asintió de nuevo, sin dejar de verlo a esos bellos ojos oscuros, que sentía que había extrañado tanto.

<<No, ___. ¡Concéntrate!>>

Se gritó a sí misma, para luego decir: —Descuida Ren oppa, después de todo había ido sin avisar y... ¿espero no haber molestado? —, fingiendo una mirada tierna.

—Claro que no, bonita —respondió él, con su misma sonrisa de antes —. Y para que veas que no miento, permíteme invitarte a cenar —agregó, a la vez que le guiñaba un ojo, obviamente esperando que la respuesta de la joven fuera un rotundo sí.

Y... Estaba más que claro que esa sería su respuesta. Esto por todas partes llevaba escrito la palabra oportunidad para ___, y sin duda no desaprovecharía el poder acercarse directamente a la única persona por la que estaba haciendo todo esto.

—Me encantaría cenar contigo, oppa —aceptó sonriendo feliz y por dentro, victoriosa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro