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Capítulo 19.

Justo cuando todos se encontraban en el mejor momento con sus chicas, la alarma en sus celulares comenzó a sonar sin parar.

—¡Rayos! —gritaron todos casi de forma unísona, a pesar de encontrarse en lugares diferentes. Sin pensarlo dos veces, se echaron a correr tras excusarse con sus parejas. Aron era quien más sospechaba de lo que había ocurrido y se martirizaba por dentro al haber dejado solo a Ren, sabiendo que ella podía atacarlo cuando quisiera.

—¡Hyung! ¡La alarma se activó! Algo está pasando. ¿Crees que...? —la voz de JR tembló un poco mientras conducía a toda velocidad en dirección al apartamento. Aron, quien se encontraba del otro lado de la línea, intentó calmar a su amigo y pedirle que condujera con cuidado. Después de todo, no quería que algo le pasara por caer en la desesperación. Él aun confiaba que Ren se encontraba bien así que no había de qué preocuparse, sin duda eso pensaba y lo deseaba al mismo tiempo.

—Llegaré primero, te llamaré de nuevo si algo sucede —habló el líder y tras eso, finalizó la llamada para así concentrarse en su camino. Por otro lado, el mayor intentaba llamar a Ren con desesperación. Sin embargo, todas las veces la operadora repetía lo mismo: "Este número esta fuera de servicio"

No sabía si maldecir al cielo y a la tierra o a ___, sabiendo que de seguro era la única culpable de todo esto.

—Sin duda, mataré a esa zorra —murmuró entre dientes, sintiendo la rabia recorrer sus venas al pensar lo peor.

Cuanto JR al fin llegó, no podía creer lo que tenía frente de sus ojos. No solo su apartamento, sino gran parte del edificio se encontraba consumido por las llamas. Según los policías y bomberos que se encontraban en el lugar, habían dicho que el fuego se expandió tanto por culpa de una explosión que se produjo en la cocina de uno de los apartamentos.

Alterado y sin saber hacia dónde ir o mirar, comenzó a buscar a su amigo por todas partes, entre las personas que se encontraban fuera del edificio y entre las que eran rescatadas por los bomberos.

—¡Ren! —lo llamó sin parar, dejando que los nervios se le escapara por las manos, deseando entrar a ese infierno, solo para cerciorarse de que Ren ya se encontraba a salvo. Pero aun así, cada esfuerzo que intentara era más que inútil al encontrarse entre forcejeos con los policías.

—¡Mi amigo puede estas allí! —gritó desesperado, dando algunos golpes al aire solo para que lo liberaran. Y ante eso... nada. Esa fue la respuesta que recibió. Nada, ni una palabra, ni una respuesta que le dijera que todo estaría bien y una amenaza de que si no se calmaba lo esposarían. Al poco tiempo, Aron al fin había llegado, al igual que Baekho. Y sin duda tuvieron la misma reacción que su amigo, al ver todo eso. No lo podían creer, no querían creer en lo que sus ojos veían y solo rogaban internamente por que Ren se encontrara bien, sano y salvo en algún lugar de todo ese edificio que ardía en llamas.

.........................

Respiración agitada, pulso acelerado y un corazón más que destruido. Era lo más evidente que se podía ver en los ojos de aquella joven que observaba todo desde las sombras, en un pequeño callejón que había entre los edificios de enfrente. Todo estaba más que dicho y hecho ya nada podía regresar atrás. Sin duda estaba más que claro que Ren había sido consumido por las llamas. ¿Le dolía? No. La sensación que sentía por dentro más bien se encontraba desgarrándole el alma. En el segundo en el que vio como el apartamento estallaba frente a sus ojos, su piel se erizó por completo, dando paso a las primeras lágrimas que ya recorrían su mejilla.

Al fin había acabado con su misión, había acabado con el chico que había buscado por tanto tiempo. Con aquella persona a quién tanto amó. ¿Todo era irónico? Claro que sí, de eso no cabía ni la menor duda. Pero aun así lo hizo, solo por miedo a decepcionar a su clan... a su padre... a todos. Tras liberar un largo suspiro que ya comenzaba a asfixiarla y secar un poco sus lágrimas también, se giró dispuesta a salir de allí, sabiendo que ya no tenía nada que hacer en ese lugar una vez que su misión había finalizado. Sin embargo, su cuerpo se petrificó por completo al verlo a él allí... frente a ella, y con ese chico en sus brazos.

—Jin... ¿Qué has...? —susurró sin poder creer lo que él había hecho. El cuerpo de Jin se encontraba lleno de quemaduras y otras heridas que sin duda dejarían alguna marca. Su respiración parecía ser algo dificultosa, pero aun así podía mantenerse de pie. ¿Cómo era posible que él hubiera sido capaz de hacer semejante locura? No lo sabía, ni lo entendía, y aun así sus ojos solo recorrían el cuerpo de aquel a quien segundos antes, creía muerto. A pesar de todo, él estaba allí, intacto y solo con algunas pequeñas quemaduras que no tardarían en sanar. Ren... Minki... su Minki seguía con vida, a pesar de aún encontrarse bajo los efectos del somnífero.

—Lo hice por ti... Tu no querías hacerlo ¿verdad? No estarías llorando si fuera así —susurró el joven, a la vez que reafirmaba un poco a Ren en sus brazos.

En ese momento no supo que decir. Solo veía a su compañero como si éste la acusara de algo con la mirada, pero a la vez la comprendiera. Sus impulsos le pedían a gritos que lo matara o al menos lo golpeara por haberse interpuesto en su camino. Sin embargo su corazón sentía un inmenso alivio al saber que él aún seguía con vida. Sería hipócrita de su parte si le agradeciera el haber hecho eso. Pero a pesar de todo lo hizo, internamente, pero lo hizo.

Luego de aquellas palabras, Jin comenzó a caminar hacia la joven para cruzar junto a ella y salir de ese callejón, yendo directo a los paramédicos que pronto había llegado con la ambulancia. Rápidamente revisaron al joven que traía en brazos, a pesar de que insistían en tratarlo a él primero, al tener algunas quemaduras que podrían ser un poco grave. Pero a pesar de todo, Jin quería asegurarse de que Ren se encontrara bien, sabía que era lo más importante para ___, y a pesar de que le doliera un poco, no iba interponerse en las decisiones que ella tomara con su corazón. Todo lo que podía hacer era intentar abrirle los ojos para que así se diera cuenta de que todo esto era una maldita trampa en la que ella había caído como mosca, solo por proteger su honor y serle siempre fiel a su clan.

Ponto, los paramédicos habían notado el desequilibrio en el sueño de Ren y ante eso, comenzaron con las miles de preguntas hacia Jin ¿Lo conocía? ¿En qué apartamento se encontraba? ¿Había ingerido pastillas o algo que lo mantuvieran dormido aún? Era evidente que no parecía ser un simple desmayo. Ya que después de todo, solo con pasar un poco de alcohol por sus fosas nasales hubiera sido suficiente para despertarlo. Sin embargo nada pasó y eso era más que suficiente para los profesionales, para saber que algo había ingerido.

A pesar de que Jin sabía toda la verdad y lo que ___ le había dado, no la delataría frente a nadie, mucho menos frente a personas que no tenían por qué involucrarse en el asunto. Simplemente negó ante todo, diciendo que el joven solo era su vecino, que no lo conocía mucho, y que en el trascurso en el que ayudaba a otras personas a salir del edificio, se percató de que su apartamento aún seguía cerrado. Le habló de sus amigos para que su historia fuera un poco creíble y también que los había visto salir a todos, menos a él.

Sin más que preguntar, los de la ambulancia se llevaron a Ren directo al hospital para hacerle los chequeos necesarios y para darle algunos analgésicos que lograran despertarlo. Hasta allí llegaba la tarea de Jin. Una vez que Ren se encontrara en manos de doctores, ya no tendría de que preocuparse, más que de él mismo.

Solo unos cuantos minutos después, vio que JR llegaba en su auto quien se desesperaba por entrar al edificio en llamas. No sabía si sería buena idea acercarse a él, pero al final, cuando las cosas ya comenzaban a ponerse feas con los policías, intervino y lo alejó de ellos para tranquilizarlo. JR lo miró un poco raro al principio, ya que no era común que tuviera tanto trato con él. Pero en el momento en que le habló de Ren y de que se lo habían llevado al hospital, su mirada volvió a cambiar, notándose la preocupación en sus ojos.

Al ver llegar a los demás y tras esperar unos minutos a Minhyun, inmediatamente se dirigieron todos hacia el hospital para ver cómo se encontraba su amigo. En otro momento pensarían en lo ocurrido, en sus pertenencias que estaban más que perdidas, y en ___. Que de seguro, todos sospechaban, ella había tenido algo que ver.

A la mañana siguiente, Ren a fin había despertado y sus amigos, que habían pasado la noche en vela en el mismo cuarto que él, se acercaron rápidamente al verlo moverse y comenzaron a llenarlo de preguntas como, ¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? ¿Necesitas que llamemos al doctor? Sin embargo, el menor solo los observó a todos algo perdido, aun si poder comprender que era lo que estaba ocurriendo exactamente.

—Ya, cálmense chicos. ¿Qué no ven que lo estamos confundiendo? —habló Minhyun al ver el rostro de confusión de su amigo. Tras eso, todos se quedaron callados, esperando a que el menor hablara o preguntara algo.

—¿Que... paso? —preguntó Ren al fin, esperando una respuesta lógica de porque se encontraba en un... ¿hospital? ¿Qué era lo que hacía allí? ¿Qué fue lo que sucedió exactamente? No entendía nada y sin duda necesitaba que alguien aclarara sus ideas.

—Ren... Nuestro apartamento y el edificio entero se incendiaron. Nosotros salimos con algunas chicas y... tú te habías quedado durmiendo. Pensamos que solo tenías sueño pero el doctor nos dijo que en realidad habías ingerido somníferos —respondió JR, tratando de sonar lo más tranquilo posible para no alterar al joven. Sin embargo, las palabras "somnífero" e "incendio", retumbaron en la cabeza de Ren, como si estas quisieran atravesar su cerebro. Sin duda ahora se encontraba aún más confundido que antes, pero luego de las palabras del mayor, incluso la mente de todos se despejó.

—Se quien lo hizo. Fue ___*. Estoy seguro de que fue ella... la que intentó asesinarte, Ren —habló Aron, tras haber soltado un tremendo suspiro por el cual casi se le escapa el alma.

—¿___*? —fue lo único que salió de entre los labios del menor antes de que su piel palideciera. ¿En verdad... ella estaba dispuesta a acabar con él? No quería creer eso. Sin pensarlo, en su interior deseaba que todo esto no fuera nada más que una simple mentira o un sueño. Una pesadilla de la que pronto despertaría y él regresaría a su vida normal y a ser el mismo de siempre.

Antes de que alguien pudiera decir algo más o de que Ren preguntara sobre las demás personas, sabiendo que lo único que le interesaba saber era si Luna se encontraba bien; alguien llamó a la puerta, logrando que en la habitación se hiciera presente el silencio.

Pensando que solo podría tratarse de alguna enfermera, Aron caminó hasta la puerta para ver de quien se trataba. Pero la rabia y la furia recorrieron su cuerpo al verla a allí, parada y fingiendo inocencia como siempre lo hacía.

—¡¿Qué demonios haces aquí?! —gritó más que furioso, tratando de contenerse, para no estrangularla allí mismo.

—Lo siento yo... solo venía a ver a Ren oppa —habló ___, por primera vez dejando que sus ojos reflejaran la culpa.

—Si crees que te dejaré...

—Oye Aron, ¿a quién le hablas así? —preguntó el líder algo curioso, acercándose a él para ver con quien hablaba. —¿Luna?

Tras ese susurro, los ojos de Ren se abrieron como platos y dirigió su vista rápidamente hacia la puerta para poder verla.

—Déjenla entrar —pidió el menor y de esa forma no le quedó de otra a Aron más que apartarse del camino.

—Los dejaremos solos un momento. Enseguida regresamos —dijo JR y arrastrando al mayor, salieron todos de esa habitación, dejando a los jóvenes rodeados por el sofocante silencio que era el único que los acompañaba.

Antes de que Ren se atreviera a pronunciar las primeras palabras, sin pensarlo dos veces, ___ ya se encontraba entre sus brazos, sintiendo como la culpa y el dolor la consumían.

—Tranquila... estoy bien —susurró, acariciando sus cabellos dulcemente, tratando que elevara su vista para así, poder ver sus bellos ojos cafés, hasta que notó algo raro en ellos. Ahora... ¿eran azules? ¿Qué estaba pasando verdaderamente? Acaso confundió los colores o los ojos de Luna habían cambiado.

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