Minho no parecía nada incómodo con la tarea, no, de hecho el muy maldito lucía muy contento. Si Jisung fuera perro, podría apostar a que en ese momento le estaría gruñendo al pelinegro.

¿Cómo podía estar tan... calmado? Han no se sentía nada feliz con lo que su productor —Jeongin—, les había comunicado.

Hacer fanservice no le molestaba, pero aquello se exceptuaba si se trataba de hacerlo con Lee Know. ¿Qué se suponía que tenía que hacer, agarrarle la mano, bromear con alguna mierda? Dios, solo quería estar durmiendo, o estar haciendo cualquier cosa menos con él.

Minho era quien sostenía la cámara de vlog para grabarlos a ambos, mientras caminaban y el peliazul se obligaba a colocar una gran sonrisa. Quizá no era lo que quería expresar, pero le importaba lo suficiente su reputación como para darle un beso en la mejilla a Lee Know si se requería para zanjar por completo el tema.

Suspiró hondo, dispuesto a cerrar sus pensamientos iracundos. No debían de interferir con su trabajo.

—Empezamos con la montaña rusa, ¿cierto? —preguntó Jisung, dándole un breve vistazo a la cámara, desviándola para contemplar el gran juego mecánico frente a ellos.

Uy, sentía que la presión se le estaba bajando al ver el tamaño y la altura de esa cosa.

—Sip, así es. ¿Emocionado, Hannie? —preguntó Minho a su lado, dando una sonrisa difícil de notar.

¿Hannie? ¿Desde cuándo se hablaban tan bonito? Jisung entrecerró los ojos, pero descartó el movimiento y asintió muy enérgico para la grabación.

—¿Seguro que tú podrás manejarlo? Es mucha altura, Lino —hizo especial enfásis en su nombre, mientras le miraba divertido (y con algo de intenciones malignas un poquito también). —No serás de los que gritan bastante, ¿verdad?

El pelinegro pareció reconocer sus verdaderas intenciones, pero las ignoró y en su lugar sonrió mientras negaba:— Creo que el que gritará será alguien más. —Respondió, tranquilo.

Jisung quedó confundido con esa contestación. No era nada raro, simplemente el tono en el que lo había dicho se sentía algo... ¿sugerente?

AHHH, MALDITA SEA, debía medicarse, eso seguro. Minho jamás mencionaría algo en ese sentido (menos en un filme). Al peliazul le dieron ganas de tirarse de un puente de la vergüenza de su propio pensamiento.

En ese momento Minho apagó el vídeo de la camara vlog, finalizando con esa toma. Lo demás lo grabaría el staff con sus cámaras ya que una vez dentro del juego ellos no podrían filmarse a sí mismos. Suspirando, esperó a que estuviera listo y los de producción empezaron con el vídeo, dándoles una seña.

Jisung colocó una expresión sorprendida ante el tamaño del juego y siguió al pelinegro hasta la entrada.

—Quien grite más paga la cena. —Retó Minho, empezando a subir al carrito de la montaña.

Han rió, asintiendo:— Dalo por hecho.

Lee Know sonrió, mientras se afianzaba a la pieza de metal que tenía la protección. Antes de subir, Jisung le dió un vistazo al parque, el cual estaba completamente vacío excepto por el staff y las personas que trabajaban ahí.

Se sentía raro.

Exhalando para darse valentía se sentó al lado de Minho esperando a que el juego empezara a funcionar. Estaban hasta el frente, en un carrito que solo los llevaba a los dos. Sentía que iba a morir; al peliazul le gustaban aquel tipo de juegos, pero tampoco podía mentir con que no se ponía nervioso.

Ni siquiera quería saber qué tipo de expresiones pondría cuando estuvieran en plena caída, esperaba que mínimo le censuranran su cara los de edición.

—¿Qué, ya estás nervioso tan pronto? —trató de burlarse Lino, en un jugueteo que descolocó a Jisung. Realmente parecía como si tuvieran mucha confianza.

Pensó que eran muy buenos actores.

—Menos que tú, al menos sí. —Lee Know dejó escapar un soplo divertido, justo cuando empezaba a moverse el carrito.

Jisung se aferró al metal de la agarradera a su costado, sintiendo que la velocidad empezaba a aumentar. Se mentalizó en no gritar, Minho sería quien pagara la cena. (Y aparte también, tenía que proteger su orgullo). Se obligó a cerrar la boca cuando hubo una bajada que caían desde un punto que no era tan alto. Apenas estaban comenzando.

Escuchó reír al pelinegro a su costado. Sonaba como una risa realmente honesta, no para la grabación.

Han lo miró por un breve momento, antes de desviar la vista de nuevo hacia al frente al percatarse de que iban más lento: estaban subiendo, muy, muy alto.

El peliazul tragó saliva con fuerza, sintiendo su corazón latir mas rápido, no faltaba mucho para que cayeran en picado. Justo cuando estaban como a un metro, notó que Minho se inclinaba hacia su oído, susurrando de tal forma para que los micrófonos que llevaban no lo captaran:— Hannie, parecías muy comprometido a que la grabación saliera bien, ¿no crees que no has hecho tanto fanservice? Deberías de poner más esfuerzo en ello —murmuró en su oreja, provocándole un estremecimiento que descolocó al menor.

¿Qué?

Enseguida, el pelinegro regresó a su lugar, justo cuando el carrito llegaba al límite y la caída empezaba. Minho alzó los brazos hacia arriba en plena bajada, mientras Jisung gritaba y sentía su corazón acelerado por otra razón ajena al juego.

El desgraciado astuto había aprovechado para hacer el fanservice que les habían pedido y a su vez burlarse de él. Dios, cuánto ansiaba ahorcarlo con un pescado. Bueno, mentira, no era un violento. Pero Han era incapaz de retirar de su mente el aliento que había golpeado a su cuello cuando Lee Know le había susurrado tremenda barbaridad.

Todavía podía percibir la leve sonrisa que había sentido sobre su piel... quiso gritar aún más de la frustración o lo que sea que tenía.

Al final, por supuesto, Jisung fue quien pagó la cena del staff.