— JiWon debe estar buscándote.— trate de excusarse y ella solo negó avanzando dos pasos hacia mi.

— No hablemos de JiWon hoy, ella no tiene que ver en nada de esto.

— claro que tiene que ver, SeulGi; es tu novia.— y por un segundo espere a que ella me dijera: "ya no es mi novia" pero estaba equivocada, esto no era un libro cliché.

— ¿y qué lo sea le da el derecho de tratarte de esa forma? Pensé que no te dejabas pisar por ella, y de un segundo a otro te dejaste hacerlo.— negué con la cabeza y rei con ironía ¿o sea que esto era mi culpa ahora?

— no me he dejado pisar por ella. Pero ya estoy harta de que crea que tu y yo tenemos algo.

— no siento nada por ti más que la amistad, y tu tampoco ¿cual es el problema?

— que no es así.— ella me miró confundida.

No debía decir algo como así ahora, no era un momento romántico ni mucho menos, pero me estaba saliendo de mis casillas.

— porque toda el maldito instituto puede ver que me gustas menos tú, ¿crees que JiWon me odia por que si? Es porque sabe que me gustas.— escupi con enojó, sintiendo el ardor en mis ojos y solo los cerré con fuerza evitando llorar frente a ella.

—  yo nunca te di esa imagen para... que y-yo te gustara.

— no, no lo hiciste, y aún así terminaste gustandome. Solo quiero dejar de tener problemas con JiWon, no soporto sus gritos cada segundo, no soporto el tener que ver como te trata, odio cuando hablas de ella frente a mi, pero no puedo simplemente pararlo porque yo no soy nadie en tu relación, Kang.

SeulGi se veía nerviosa, jugaba con sus manos y no me estaba mirando como lo hacía hace un rato, su mirada era inquieta y yo debía estar igual.

— ¿quieres terminar esto así nada más?— me saco de mis pensamientos al escuchar su voz ya más calmada y suave.

— ¿terminar que? Nunca tuvimos algo. Tu se feliz con JiWon... y déjame en paz.

Esto no era un libro, pase de ella, ella no tomó mi brazo, no gritó mi nombre, no fue por mi.

Ella solo fue hacia el lado contrario a mi, como si nada hubiese pasado.

Y aunque por fin le había dicho lo que sentía, no era para nada un alivio, y si alguien que le pudiese decir a JiWon había escuchado, estaba muerta.

Unos segundos después sentí los brazos de SeungWan rodearme y solo me quedé quieta escuchando lo que ella me decía, aunque no entendía ni una sola palabra, mi mente seguía en la conversación con SeulGi.

[...]

— ¿quieres que compre helado para ti?

SeungWan me acompañaba a casa después de clases, ella había insistido en que no fuera sola y que podíamos tener una tarde divertida, no me había encontrado con ellas dos por suerte en lo que restaba del día, y había sido un alivio.

— estoy bien, Wannie.— le sonreí suavemente, ella siempre se preocupaba por mi. Suspire con fuerza y me detuve cuando llegamos a mi casa.— se supone que debería sentirme mejor... tal vez ahora toda la escuela sabrá que ella me gusta.

— ¿y qué si lo saben? Nadie elige de quién enamorarse... lamentablemente tu corazón decidió hacerlo de alguien que ya tiene pareja. — ella me abrazo por los hombros con dificultad por la estatura.— aún estamos en secundaria ¿quién sabe? No te cierres a nuevas oportunidades, tal vez SeulGi no es para ti.

— y me lo dices tu a mi, a ti te gusta JiWon.— dije con una pequeña sonrisa mientras la escuchaba bufar.

— ¿por qué sigues con eso?— dijo haciendo una rabieta.

—tu crees que no me doy cuenta, pero en el fondo se que te gustaría que JiWon te mirara de otra forma.

Ella bufó una vez más, no seguimos hablando de eso, entramos por fin a mi casa y abri la puerta, mi mamá no tardo en recibirnos a ambas con una sonrisa y fuimos a mi habitación.

Nos sentamos en el suelo a pesar de que mi cama era más que grande para sentarnos ahí, pero el suelo era más cómodo para ambas.

El tema de SeulGi o JiWon no había salido ni una vez más, para mi suerte, solo nos habíamos divertido viendo películas, hablando sobre las malas decisiones del personaje principal y cuando ya empezó a oscurecer, SeungWan se fue junto a su hermana que había ido por ella.

Por un momento pensé que mi día terminaría bien, pero luego cuando estaba a punto de subir nuevamente a mi cuarto, vi a SeulGi justo ahí, en mi casa, su cara de confusión y la mía no era distinta.

Cuando me vio relajó su expresión y se acercó un poco más hasta la entrada.

— ya hablamos antes ¿qué es lo que quieres ahora?— hablé un poco temblorosa.

— solo... creí que debía...— sus manos se movieron, ella no hablaba y me ponía aún más nerviosa.— arreglar todo este malentendido, porque... sigo estando de tu lado. — ella sonrió.— pero entiendo si quieres que nos alejemos, siento que debo disculparme por no haberme dado cuenta de eso, y... en serio lo lamento JooHyun, pero yo no podría verte de esa forma.

— lo sé.

Ella carraspeo desviando la mirada y después habló una vez más.— creo que debo irme y- uh~ terminé el libro, prometo que haré bien la parte de mi trabajo.— se despidió sin dejarme hacerlo y desapareció unos segundos después por la acera.

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Ya pero ¿quieren final triste o feliz? 😈