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⁰⁰⁹'presencia de alfa

Desde el suceso del espejo, las cosas habían estado pacíficas por al menos dos semanas más, por supuesto el vampiro había notado la pizca de nerviosismo que emanaba el hombre lobo cada que miraba la luna, lo cual le daba más preguntas que respuestas ante este repentino comportamiento. Aunque tras las dos semanas pacíficas, la tercera comenzó a ser una molestia.

Había una razón muy específica por la cual a TaeHyung le preocupaba tanto el real pasar de los días, y sin rodeos se acercaba su celo. Y más allá de la necesidad de follar por al menos veinticuatro horas, le era más preocupante los cambios hormonales que implicaba todo el proceso.

Tanto alfas como omegas eran afectados en su comportamiento al momento del celo, ambos siendo extra sensibles ante cualquier situación, comúnmente en el caso de los alfas esto implicaba ataques de ira, fuerza descontrolada e irraciocinio, por su tipo de lobo tendían a ser más peligrosos, por supuesto no todos son así pero era lo más común y TaeHyung no era la excepción a la norma. Era por esto que existían las pastillas, ya que ayudaba a nivelarlos y a tener más control de sí mismos durante estas situaciones, además de cumplir el trabajo de inhibir olores o ser anticonceptivas. Al no poseer esta droga, ni saber la fecha exacta de cuándo empezaría todo, sabía que si JungKook lo pillaba en un mal momento podrían terminar peleando y en el estado que estaría sumándole al genio que conocía del vampiro, alguno acabaría muerto.

Un pensamiento exagerado, tal vez. Pero recuerda perfectamente como en su primer celo casi se agarra a golpes con su propio padre, eso ya le daba una idea de cómo podría ser.

Y esta semana ya estaba viendo las primeras consecuencias de ello, pues en varias ocasiones cuando intentaba hablar con su único compañero de encierro terminaba contestándole de manera grosera lo que por supuesto terminaba molestando a JungKook y antes de que escalara a algo peor, TaeHyung se daba vuelta y se iba mientras aún podía controlar la situación.

Aunque esto no ayudaba a mejorar su relación con este pero hasta que pasara su celo era lo de menos, ya podría seguir intentando después.

Gran parte de los días había decidido aislarse del vampiro sólo para analizar con gran preocupación cómo iba a lidiar con su situación, lo más sencillo era tener un omega con quien aliviarse pero eso era tan lejano como alguna pastilla supresora, estaba solo en esto.

En estos momentos extrañaba mucho a la persona con la que pasaba estos días.

Luego de pensarlo detenidamente concluyó que la mejor opción era encerrarse, el problema de eso era que en este espacio las únicas habitaciones con puerta era el cuarto de dormir y el baño, no podía encerrarse en el baño, sería poco considerado con su compañero además de ser un lugar poco menos incómodo; el cuarto de dormir por otro lado era difícil pues debía convencer a JungKook, pero creía que podría conseguirlo, era cosa de intentar, además una parte de él mantenía la esperanza de que este iba a entender e iba a cederle la habitación sin mayor problema.

Era una esperanza muy, muy, muy pequeña, hay que decir.

Por otro lado, JungKook no entendía qué pasaba con TaeHyung estos días. Le encantaría decir que su extraña actitud no lo desconcierta ni le genera curiosidad ya que tiene mejores cosas que hacer que fijarse en su compañero de encierro. Lamentablemente, no tiene nada mejor que hacer así que se fijaba en su compañero de encierro y estaba más que desconcertado con el cambio de actitud de TaeHyung.

A este punto ya se había acostumbrado a lidiar con un hombre mitad perro con un exceso de amabilidad que llegaba a lo irritante el cual buscaba hablarle en cualquier momento con una energía positiva que abrumaba. Ahora lidiaba con el mismo hombre mitad perro que parecía estar molesto todo el día, se mantenía metido en su cabeza en su propia soledad, y se irritaba ante cualquier cosa. Era sumamente molesto, de hecho en parte se sintió como lidiar consigo mismo lo cual era peor. Optaba por ignorarlo lo más que podía pues notó que estar con alguien que parecía molesto todo el día le ponía de mal humor, prefería al TaeHyung amable e irritante que al molesto e irritante.

En retrospectiva, había que aplaudirle al hombre lobo por lidiar mejor con personas de malas actitudes ya que el vampiro ya le estaba por reventar la vena y eso que no había pasado gran cosa aún.

Cuando lo veía tranquilo siempre se encontraba lejos, muy metido en su cabeza, probablemente los tres —casi cuatro— meses que llevaban ahí le estaban pasando la cuenta, no lo sabía, tampoco le quería preguntar muy a pesar de qué tal vez una o dos veces tuvo la intención de hacerlo pero retrocedió a tiempo antes de caer en ese momento de irraciocinio. No es que a JungKook le preocupará, preocuparse por el hombre perro era lo último que llegaría a pasar, sólo le causaba curiosidad entender el cambio de actitud.

De todas formas no iba a esforzarse en entenderlo, lo único que le bastaba saber era que no estaba en las mejores condiciones y JungKook no podía lidiar con ello, entonces al igual que TaeHyung, intentaba evitarlo. No es que fuera nuevo, JungKook siempre había intentado evitarlo desde el día uno pero ahora se sentía más mutuo por lo tanto un poco más real el sentimiento de no querer verse el uno al otro.

Aunque la mutua ignorancia les duró muy poco tiempo desde que los dos concluyeron lo mismo de manera independiente, unos cuatro días después —se sintió como más pero la percepción del tiempo ya estaba casi completamente ida a estas alturas—, en la cocina JungKook bebía una de las botellas de sangre justo en el momento que TaeHyung entraba para específicamente dirigirse a él, de primeras el vampiro intentó irse en cuanto vio la presencia del otro, sin embargo el hombre lobo tenía una misión específica y antes de que esté pudiera escapar le agarró el antebrazo buscando retenerlo, no fue muy difícil, el otro no puso resistencia para intentar irse, más bien se detuvo ante el toque mirándolo con duda, sin decir palabra alguna tan sólo esperando saber qué quería el contrario antes de querer liberarse.

Pasó un tiempo en silencio antes de que alguien hablara.

—JungKook... —dijo sin salirle otra palabra ya que en realidad no había ensayado nada, sólo había juntado valor y calma para poder hablarle, pero mantenerlo agarrado y sin decir palabra estaba impacientando al vampiro.

—¿Qué quieres?

—Yo-, um... —repentinamente la vergüenza se apoderó de él, la verdad por muy normal que fuera tener celo en la sociedad de los hombres lobo, la mayoría conservaba algo de pudor al tener que hablarlo pues al fin y al cabo era tener que hablar de que necesitaban follar o iban a sufrir por horas, si agregamos el hecho de que JungKook ni siquiera sabía del tema agregaba un poco más de pena en TaeHyung.

—¿Para qué me retienes si no vas a decir nada? —se quejó luego de que el silencio se prolongará más de lo que pensó.

Movió el brazo esperando liberarse del agarre ajeno pero ante el movimiento sólo logró sentir como este se apretaba más a su piel, esto lo desconcertó y un poco de sorpresa le invadió cuando notó destellos azules en los ojos de TaeHyung, el cual ya tenía una expresión molesta en el rostro.

—Tampoco es que debas apurarme —le respondió con el ceño fruncido y una mirada tiñéndose lentamente en azul anunciando el control del alfa sobre su cuerpo.

Era algo involuntario en momentos así, normalmente los hombres lobos son capaces de manejar a su alfa u omega pero cuando las hormonas estaban a punto de dispararse a cualquier parte como lo era en sus momentos de celo, es muy probable que ya no se tenga tanto control sobre su parte lobo, lo cual se arregla con supresores que ayudan a regular las hormonas, sin embargo nuestro TaeHyung no tenía nada de eso ni remotamente cerca, lo cual en pocas palabras significaba que su alfa tomaba control bajo cualquier condición de estrés.

Como ahora, por ejemplo.

—¿Y a ti qué te pasa? Sueles ser molesto pero últimamente estás insoportable —respondió—. No necesito perder mi tiempo con esto —ahora con el vampiro sintiendo el mismo disgusto movió el brazo queriendo zafarse de nuevo, sin embargo TaeHyung no parecía querer ceder el agarre.

En cambio, dio una risa airada, llamando la atención del contrario directo a su rostro, notando en los ojos de TaeHyung unos brillantes ojos azules encapsulados en una dura mirada.

—¿Por qué será que no me sorprende que respondas así? —preguntó en un tono serio, su voz sonando un tono más grave.

—¿Disculpa?

—Nunca eres amigable, ¿siquiera te esfuerzas en intentar? De qué sirve tener un rostro hermoso si el portador es un imbécil de primera —finalmente soltó el brazo de JungKook de forma brusca mientras respiraba lentamente por la cólera.

El vampiro no se encontraba lejos de lo mismo, sus ojos brillaban en un rojo furia, ofendido en gran parte, eran palabras duras y honestas, dichas en un momento inoportuno y con la expresión errónea, TaeHyung apoyado en la isla le dio la espalda en busca de tranquilizarse solo pero la ira de JungKook le hizo avanzar de vuelta hasta tenerlo cara a cara.

—¿Quién mierda te crees que eres? —le dijo molesto sin obtener respuesta inmediata, entonces procedió a empujarlo de los hombros a la vez que se acercaba un paso más cerca—. ¡Kim TaeHyung! ¡Te estoy preguntando quién mierda crees que eres!

—Yo debería hacerte esa pregunta —contestó—. Siempre pretendes ser mejor que yo pero fijate que los dos terminamos en el mismo puto lugar ¿Quién me creo? Me creo alguien que debe lidiar con un engreído chupasangre todos los días.

La mandíbula de JungKook estaba completamente marcada al mantener los dientes apretados, cada poro de su cuerpo desprendía rabia la cual lo llevó a agarrar el cuello de la ropa de TaeHyung, acercándolo a él simplemente para repetirle una frase fuerte y clara cargada de furia.

—Yah, Kim TaeHyung —sonrió cínico—. Estoy comenzando a creer que tienes ganas de morir.

La repentina cercanía comenzó a marear a TaeHyung, su estado potenciaba sus sentidos mucho más de lo que es habitual, ahora mismo los olores eran más fuertes, el olor de JungKook se sentía muy fuerte, el doble a esa distancia. No había nada de especial en ello, el olor a sangre destacaba sobre todo pero también sentía las hierbas de la cocina, el jabón de frutas que había en el baño, un poco al pasto del patio, al bosque, incluso un poco a él mismo también.

No era desagradable en lo absoluto, olía normal pero le gustaba, dios, cada que inhalaba para respirar sentía que le gustaba más, de repente ya ni siquiera podía mirar a JungKook a los ojos, su mente había ido a otro lugar y si TaeHyung estuviera en sus cinco sentidos no hubiera hecho lo que hizo después de contestar la amenaza de JungKook.

—De hecho..., yo también lo creo —levantó la mirada viendo la rabia en los ojos rojos—, que tengo ganas de morir.

Lo besó.

La distancia era perfecta para sólo acercar su cabeza y unir sus labios con los ajenos, fue exactamente lo que pasó. Los ojos de TaeHyung se cerraron y por el contrario los de JungKook se abrieron en grande, fue como un balde de agua fría que apagó todo rastro de ira en su cuerpo para cambiarla a uno de perplejidad y confusión.

Su mano, la cual mantenía en un puño la ropa ajena con la intención de mantenerlo cerca —no para esto, sino más bien por su amenaza—, se soltó débilmente y se apoyó en el hombro de TaeHyung con la idea de empujarlo, pero su cuerpo no reaccionaba como correspondía, el shock de la situación no le dejaba moverse, parecía que cada extremidad de su cuerpo se había congelado y el único lugar que recibía calor eran sus labios.

El pequeño toque no duró más allá de un par de segundos pero se sintieron eternos en lo que JungKook buscaba reaccionar apropiadamente, y sin embargo cuando creyó sentirse listo una de las manos de TaeHyung se apoyó en su nuca empujandolo hacia él, logrando profundizar el beso a un lento movimiento de labios que hizo que el vampiro apretara los ojos empezando otra vez desde cero el congelamiento de cada partícula de su cuerpo.

Y nuevamente, no duró más de dos segundos pero el agregar movimiento pareció ser suficiente para que la conciencia más humana de TaeHyung retomará el mando separándose del cuerpo ajeno mientras abría sus ojos que ahora regresaban a su color café, el entender de lo que había hecho le golpeó al instante y tanto él como JungKook se miraban el uno al otro horrorizados.

Aún quietos en su posición, TaeHyung observó el lugar en que se encontraban recordando poco a poco cómo llegó a esta posición, él sólo quería pedirle la habitación a JungKook por un día, cómo...

¡¿Cómo fue que terminó besándolo?!

¡¿Había perdido la cabeza?!

—Yo... uhm, yo lo- —en ese instante notó cómo su mano seguía apoyada en la nuca de JungKook, por lo que la quitó rápido como si de repente quemara—. Lo siento... no sé-, no sé por qué...

No pudo continuar, pues antes de poder entablar alguna otra frase en su mente sintió cómo su cabeza giraba noventa grados a la derecha a la vez que un dolor se instalaba en su mejilla izquierda. Apenas se sostuvo de la isla ante el impacto del golpe, observó al contrario, el cual miraba su puño mientras respiraba agitado.

Ambos se miraron, TaeHyung no quiso devolverle el golpe, tampoco reclamarle, JungKook parecía tan aturdido como él ante la situación.

En silencio el vampiro se fue caminando a paso rápido y fuerte, a los segundos escuchó un portazo de la única habitación existente.

TaeHyung se recompuso en su lugar sobándose la mejilla golpeada, apenas analizando el dolor pues estaba intentando entender por qué su alfa había decidido besar a JungKook, se tocó los labios recordando el tacto.

Qué demonios...

❖ ❈ ❖

El resto del día se ignoraron completamente, esta vez en serio, otro acuerdo silencioso donde ambos decidieron que lo más conveniente era no hablarse, no mirarse, no acercarse, era así como si uno estaba en la sala, el otro se encontraba en la habitación o en la cocina, si uno estaba en la cocina el otro estaría en la sala o afuera. Simplemente la idea era no verse en lo que ambos procesaban lo que pasó en la mañana.

Por un lado teníamos a TaeHyung quien se encontraba comiendo un trozo de carne en la cocina, distrayendo sus pensamientos con comida, lo cual no estaba funcionando pues la misma pregunta que se hacía así mismo rondaba una y otra vez en su cabeza, sólo se preguntaba por qué, por qué entre todas las cosas que pudieron pasar, por qué lo besó.

—¡Ah! En serio, cómo se me ocurre... —dijo revolviéndose el cabello aún reviviendo el beso que tuvo anteriormente—. Lobo estúpido, ¡ahg!

Por otro lado, JungKook estaba encerrado en la habitación con la misma problemática en su cabeza, aunque no quisiera, la escena se repetía constantemente en su mente, lo cual lo estaba fastidiando.

—Pude golpearlo, pude empujarlo, pude darle el golpe de su vida por hacer eso y no hice nada para detenerlo... ¿¡por qué mierda no hice nada!? —exclamó al aire, aún analizando la situación, no creyendo que no tuvo la capacidad de detener por sí mismo el beso y en cambio sólo pudo reaccionar cuando TaeHyung fue el que decidió parar—. Incluso, querer provocar una discusión para luego besarme... ese perro desgraciado, ¿qué pretendía? —JungKook apretó la almohada que tenía entre sus manos para intentar desquitarse logrando romper algunos hilos de la tela por sus afiladas uñas sin embargo al momento recapacitó y sacudió la cabeza para quitarse el agobio de encima—. Ahg, por qué sigo pensando en eso, ya basta, fue sólo un mísero beso, no es la gran cosa —dijo en voz alta para convencerse a sí mismo de sus palabras.

Dicho eso, tiró la almohada lejos de él y se levantó para irse de la habitación determinado a quitarle importancia.

❖ ❈ ❖

El sol estaba oculto bajo el azul manto de la noche, TaeHyung acababa de salir del baño recién duchado, iba caminando hasta la sala para dirigirse al sillón a dormir cansado mentalmente por los sucesos del día, hasta que al pasar por el ventanal de la misma vio la figura de JungKook sentado en el pasto del patio, curioso se quedó mirando desde su posición preguntándose por qué el mayor estaba afuera tan tarde, le tomó unos segundos hacerse con la idea de que a estas horas tiende a entrenar con JungKook, ¿será eso? La verdad pensó que quizás hoy no iban hacer nada debido a lo de la mañana pero aún si buscaba otra explicación no le pasaba otra cosa por la mente, si el otro no quisiera estaría encerrado en su habitación o al menos no estaría en un punto tan visible, así que luego de dudarlo un poco decidió salir a confrontarlo.

El aire le hizo sentir escalofríos cuando hizo contacto con su cabello húmedo, aún así avanzó hasta llegar al costado del vampiro, y con un poco de duda decidió sentarse a su lado, aún sintiendo esa leve sensación de incomodidad.

—Llegas tarde —habló el mayor una vez que notó a TaeHyung sentado a su lado.

—Perdón, pensé... creí que hoy no habría entrenamiento —habló viendo el perfil del contrario el cual aún no le dirigía la mirada.

—Crees mal, siempre hay entrenamiento ¿por qué no habría? —sin querer al decir aquella pregunta activó nuevamente el recuerdo que inundaba la mente de ambos, recuerdo que los había atormentado desde que sucedió, y ahora que estaban juntos los envolvió nuevamente en ese ambiente incómodo cada que lo recordaban.

Se quedaron en el silencio, ninguno intentaba decir algo más incluso si estaban conscientes de que estaban allí para entrenar, y sin embargo sólo miraban las estrellas mientras estaban sentados. Finalmente TaeHyung fue el primero que decidió hablar.

—JungKook —dijo llamando la atención del nombrando provocando que por fin le mirara—. ¿Crees que ya estamos en primavera?

El contrario le juzgó un poco mientras levantaba una ceja ya que para él la respuesta era algo obvia—. ¿Las flores que florecen alrededor de la casa no te dicen nada? —señaló con obviedad.

—Claro, claro... —TaeHyung había estado tan metido en su cabeza que en realidad había notado muy poco que varias flores pequeñas estaban decorando el terreno de la casa—. ¿Crees que puedas prestarme la habitación por un día? —preguntó cambiando el tema y tomando por sorpresa al vampiro con ello.

—¿Acaso ya no te gusta el sofá?

—No es eso —negó—. Pero, de verdad necesito estar encerrado un día en concreto —bien estaba introduciendo su problema de forma sutil, ninguno de los dos estaba gritando o apunto de golpearse, lo cual ya era una buena señal.

La respuesta le dio curiosidad a JungKook pues no se imaginaba la razón por la cual TaeHyung le pediría eso, y aunque era evidente que su respuesta iba a ser un claro no, de todas formas quería averiguar el trasfondo de esa petición.

—¿Por qué? ¿Vas a transformarte en un animal salvaje ahora?

—No —lo pensó mejor—. No exactamente... —ahora fue TaeHyung el que desvió la mirada, sabiendo que tendría que explicarlo en cualquier momento—. Pero, si tiene que ver con mi lobo —mencionó sin dar mucha pista.

—¿Qué cosa?

—Pues... am... —el menor tuvo que respirar profundamente para quitarse la vergüenza, y finalmente dijo en un susurro casi inaudible—...mi celo.

—¿Tú qué? —preguntó pues no le entendió la última palabra.

TaeHyung un poco avergonzado repitió tan sólo un poco más audible pero, esta vez JungKook escuchó a la perfección—. Mi celo.

Por supuesto la cara de confusión del vampiro era notable aunque el contrario no la notara pues era más entretenido ver la tierra.

—Eso... ¿no es acaso lo que tienen los animales para aparearse?

Ay, pobre de él.

—...sí.

El hombre lobo cerró los ojos esperando algún tipo de burla pero, sólo obtuvo silencio los primeros segundos la cual fue llenada poco después con una estruendosa risa, abrió los ojos por fin dignándose a mirar al contrario el cual estaba inclinado hacia adelante cubriendo su boca mientras la constante risa sacudía su cuerpo, con esto finalmente la incomodidad de su anterior beso fue olvidada, regresando al estado normal de ambos.

Aún con risas escapando de él, JungKook observó a TaeHyung para decirle:

—No me digas que vas a estar todo un día necesitado de sexo —le dijo provocando que las mejillas de TaeHyung enrojecieran un poco mientras él seguía riendose—. Y así no quieres que te diga perro.

En un momento como este, TaeHyung se preguntaba por qué siempre lograba hacer reír al contrario cada que le pasaba alguna desgracia. Al menos verlo reír era mejor que andar peleando por cualquier cosa.

—Pero, ¿me vas a prestar la habitación? —le insistió aún con vergüenza pero aliviado de que al menos ya se lo dijo.

—No, jódete —le contestó aún sin poder detener su risa.

—JungKook, por favor —le insistió—. Es que soy alfa y-

—Y a mí qué si eres alfa o la letra griega que seas —le respondió aminorando su risa y regresando a sentirse con más calma.

—No entiendes —le dijo—. Los alfas tendemos a comportarnos agresivos sino... —cómo decirlo—. Sino tenemos a un omega que nos calme, y yo ni supresores tengo aquí, de verdad necesito estar encerrado —le dijo mientras juntaba sus manos rogando con la esperanza de que el contrario lo entendiera.

—Está bien —los ojos de TaeHyung se iluminaron de esperanza—. Sólo porque me da risa tu situación me lo voy a pensar —bueno, al menos no era un no.

Luego de aquella conversación se podría decir que regresaron a sus buenos términos y estando en la misma sintonía, regresaron al hogar luego de ello, sin siquiera haber hecho el esfuerzo de entrenar, inconscientemente ambos ocuparon aquello de excusa tan sólo para hablarse y pretender que nada había pasado en la cocina aquella mañana.

❖ ❈ ❖

Y si antes ambos solían ignorarse la mayor parte del día teniendo la mínima cantidad de comunicación entre ellos, ya fuera a propósito o no, ahora JungKook vivía lo que era tener a TaeHyung dirigiéndole palabra todo el día de la manera más fastidiosa que podría existir.

Al principio, el vampiro encontraba muy gracioso, al roce de lo ridículo, el hecho de que el contrario sintiera una necesidad incontrolable de follar igual que un perro pero con los días y con la insistencia de TaeHyung, ya había perdido la gracia casi por completo.

—Por favor, por favor, por favor —JungKook no estaba seguro de si había oído tanto esa palabra en su vida como la estaba escuchando estos últimos días.

—Ya te dije que lo iba a pensar ¿qué más quieres? —le contestó molesto.

—Que me digas que sí, por ejemplo —dio una solución a la pregunta anterior intentando sonar convincente pero, en cambio, el vampiro giró los ojos y decidió irse a encerrar para tener tranquilidad por un momento—. ¡Estaré aquí esperando tu respuesta! —vociferó viendo como el contrario se alejaba de él.

Los días se resumen en esto, en TaeHyung siguiéndole para insistir y en JungKook evitando contestarle, incluso en pleno entrenamiento, el vampiro oía las súplicas del contrario.

—¿Ya lo pensaste? —le preguntó cuando logró derribar al vampiro al suelo, sosteniéndolo para intentar inmovilizarlo, el de ojos carmines lo alejó de una patada de él.

—No, no lo he pensado —le respondió para dirigirse hasta él para continuar su lucha.

Para la sorpresa de JungKook el contrario pudo contra él nuevamente y está vez lo presiono boca abajo contra una de las paredes externas de la casa, sosteniendo sus muñecas detrás de su espalda y recargando su peso en él, a TaeHyung le habían vuelto a brillar los ojos de color azul aunque el mayor no lo notaba pues su vista caía directamente en la madera de la pared.

—¿Qué tal ahora? —le volvió a preguntar acercándose bastante a su oreja al punto de que el vampiro pudo sentir el aliento rozar en su piel.

La posición era algo comprometedora pero no era algo en lo que alguno de los dos se estuviera fijando, JungKook en vez de darle una respuesta a la pregunta tiró el peso de su cuerpo hacia abajo provocando que el desbalance de peso hiciera que con el vuelo TaeHyung se golpeara la cabeza, el golpe quitando a su alfa del camino y regresándole sus ojos marrones. Aquello logró que soltara a JungKook y este ya libre decidió contestarle mientras veía como TaeHyung se frotaba la cabeza por el golpe.

—Ya te dije que lo iba a pensar —también insistió en su respuesta, esto era el tipo de cosas que pasaban cuando juntabas a dos personas tercas y determinadas en su idea a ponerse de acuerdo en algo, sólo había que esperar quién iba a ceder primero—. El entrenamiento llega hasta acá —y con eso se fue.

❖ ❈ ❖

Las venas probablemente las tenía hinchadas en este punto.

JungKook estaba sentado en el sillón, casi recostado con su cabeza un poco inclinada hacia atrás por el respaldo del mismo, veía atentamente el techo mientras sentía la bulla de TaeHyung insistiendo aún, y sinceramente ya se estaba hartando de ello, aunque gran parte era culpa de él por no querer darle una respuesta clara al contrario, además obviamente le iba a terminar hartando cuando llevaban casi una semana así.

—¡Está bien! ¡está bien! —habló interrumpiendo al otro, sentándose recto para poder mirar a TaeHyung—. Te cedo la habitación el día de tu cosa esa pero, por favor cállate.

Ante la respuesta que tanto había esperado el menor sonrió feliz y contento, módulo un «gracias» sin emitir ruido, finalizó fingiendo que cerraba una cremallera en su boca, JungKook observó todo eso con ojos cansados, se recostó nuevamente en el sillón cerrando los ojos y al fin teniendo un poco de paz.


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[N/A]

Cuando menos te lo esperas actualizo y desaparezco. JAJA.

Este era el último cap pendiente en la renovación de la historia, ahora debo escribir de 0 lo que queda de historia y como pueden ver perdí practica pero es trabajo honesto.

Read you soon.

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