⁰¹³'odiarte
Más tarde ese día, TaeHyung se despertó en completa oscuridad, le tomó un par de minutos tomar consciencia de su paradero ya que en realidad no había nada en su memoria que le diera una pista sobre el lugar donde se encontraba, se levantó preocupado queriendo reconocer la habitación sin embargo al moverse sintió un bulto extraño a su costado, dirigió su vista allí, encontrando el cuerpo de JungKook removiéndose, confundido dio un vistazo a su alrededor identificando el cuarto de dormir.
El vampiro en cuanto se vio en libertad, se levantó dándole la espalda mientras se estiraba viendo apenas de reojo la figura de TaeHyung, cuya cara parecía contener un signo de interrogación plasmada.
—¿JungKook? —preguntó sorprendido—. ¿Q-qué haces aquí? ¿Qué hacemos aquí?
Los recuerdos de TaeHyung terminaban en el momento que él se recostaba en el sofá luego de desvelarse toda la noche con el personaje a su lado, era obvio que se perdió de algo en el trayecto y no parecía que la situación emocionase al vampiro cuando le vio encorvarse y soltar un largo suspiro.
—¿De verdad no...? —JungKook respiró profundo, despejando su mente, no importaba si el otro recordaba el suceso, incluso le convenía que no lo hiciera porque era simplemente humillante—. Fue mi consecuencia por intentar ser considerado contigo —le respondió.
Sin más que agregar, JungKook se levantó y se fue de la habitación cerrando la puerta tras él como si no hubiera nadie más, TaeHyung con más dudas que respuestas, se quedó pensando en sus palabras sin poder relacionarlo a algo, así que no tardó en salir de la cama y abrir la puerta con el fin de seguirlo.
❖ ❈ ❖
Hace varias horas atrás...
Después de dejar su botella de sangre a medio beber en uno de los muebles, JungKook se agachó frente a TaeHyung observando como dormía pacíficamente, se tomó el tiempo de ver en detalle al contrario por unos segundos, por supuesto el hombre frente a él poseía demasiados rasgos atractivos, pero habían otros que llamaban más la atención del vampiro que los usuales, como los lunares que nunca había notado, uno bajo su ojo derecho y otro en la comisura de los labios, o la tan famosa ruta de la perdición vampírica cuando sus ojos siguieron el trazo de su mandíbula hasta llegar al inicio del cuello indefenso y expuesto para cualquier mordida.
Si ponía atención podía escuchar bombear la sangre a través del cuerpo inconsciente, hipnotizado acercó su mano acariciando con la punta de sus dedos el camino exacto en el que se encontraba la mejor vena, pero TaeHyung se movió ante el cosquilleo, logrando que este apartara su mano de golpe, sacudió la cabeza quitándose esos pensamientos.
El contrario respiraba muy profundamente perdido en el mundo de los sueños. A diferencia de él, JungKook no se cansaba tan fácilmente al estar más de un día despierto, así que el cansancio que podía expresar era mínimo, sin embargo el otro apenas tocó una superficie más cómoda que el suelo y pareció desmayarse.
Con una mano apoyada en su mejilla reflexionó ante la idea que pasó por su cabeza y terminó cediendo a ella, esperando que el otro no despertara lo tomó en sus brazos, el plan era dejarlo dormir en su cama, no estaba seguro porque consideró hacer eso, tal vez se estaba ablandando, de todas formas ya era tarde para arrepentirse pues ya había comenzado, ya luego se podía lamentar de sus acciones.
Cargó con el dormilón hasta su habitación y lo dejó en la cama, creyó que todo iba bien sin embargo cuando quiso irse no pudo, en medio del sueño el contrario le había agarrado la mano y no se lo quería soltar, JungKook intentó hacer fuerza pero como la primera vez que experimento eso, la fuerza de TaeHyung mientras dormía era sorprendente, así que estuvo un buen rato intentando liberarse.
—Tienes que estar jodiéndome...
Empujó a TaeHyung hasta que dentro del forcejeo logró soltarse sin embargo el vaivén terminó haciéndole caer adelante lo cual fue perfecto para que dentro del sueño el contrario se acomodara y encontrará en el cuerpo de JungKook comodidad suficiente para aferrarse, lo cual no fue para nada del agrado del vampiro.
—¿Pero qué problema tiene? —masculló—. ¡Kim TaeHyung! ¡Kim TaeHyung!
Luego de removerse un poco logró librar sus brazos, la nueva posición hizo que TaeHyung se aferrara más a su cintura y ocultara su rostro en su hombro, JungKook abrió los ojos como plato, quedándose quieto unos eternos segundos, su cara se calentó mientras sentía la respiración caliente de TaeHyung chocar contra su cuello enviando escalofríos a su piel, respiro profundo y regresó a su batalla para librarse de TaeHyung, pero no importaba cuánto empujara, eran como las arenas movedizas, mientras más fuerza haces para escapar más difícil era.
Luego de estar así casi veinte minutos sin parar, JungKook cedió, no era propio de él rendirse así, pero el tiempo que llevaba ahí, le permitió conocer lo suficiente al contrario para saber que no podía escapar, en cambio tuvo que pensar alternativas.
—Yo... no vuelvo a hacer algo así por ti en mi vida —miró al dormilón que ni un gesto hizo ante sus palabras, lo cual sólo hizo suspirar con desgana a JungKook.
Ya sin remedio ni escapatoria, decidió dormir por estos momentos, su sueño era más ligero que el otro, no era necesario hacer mucho esfuerzo para despertarlo, en cuanto sintiera que el otro lo dejara libre, despertará y se iría de la habitación, ese era el plan.
❖ ❈ ❖
El plan falló, pues TaeHyung sólo lo soltó cuando este se despertó, ahora a JungKook no le quedaba más que hundirse en la vergüenza.
Al salir de la habitación TaeHyung notó como la casa estaba más oscura de lo que recordaba, se acercó a una de las ventanas levantando la cortina sólo para descubrir que el cielo se dividía entre el desvanecimiento del sol y la aparición de la luna, muy lejos de ese sol mañanero del que tuvo que rescatar a JungKook hace unas horas.
—¿Nos dormimos durante todo el día? —se preguntó.
Salió de su trance cuando notó que JungKook prendió unas velas en la sala de estar mientras comenzaba a ordenar un par de cosas que había sacado hace días atrás, lo cual trajo a TaeHyung de vuelta a su misión principal, buscar respuestas, así que se acercó rompiendo con su paz.
—¿Por qué estábamos durmiendo juntos? —cuestionó de nuevo—. En verdad no me acuerdo de quedarme dormido contigo, tampoco de dormir en tu cama... ¿soy sonámbulo?
JungKook pensó en las verdaderas respuestas a esas preguntas avergonzándose de siquiera recordarlas, no quería contestar, no iba a decirle que sintió un poco de gentileza y quiso dejarlo dormir en la cama y que quedó atrapado con él por no poder hacerle frente mientras dormía.
—Da igual.
—¿Estás rojo?
La pregunta le tomó por desprevenido, no sabía que había tomado color por la vergüenza, era humillante, frunció el ceño molestó, no estaba de humor para hablar de esto.
—Yo no- —se dio vuelta con el fin de gritarle pero ahora sentía las orejas calientes al notar la cercanía de TaeHyung y cómo este le miraba muy atentamente el rostro.
Fue el colmo cuando este posó desvergonzadamente sus manos en su mentón inspeccionando rápido con los ojos fijos a cada detalle.
—¿Si llegaste a quemarte? —preguntó inocente observando lo mejor que podía, luego abandonó el rostro para dirigir la vista a las manos de JungKook—. Juré que te había protegido bien —mencionó buscando algún otro signo de piel roja.
Dentro de las charlas en la noche que tuvieron, JungKook le soltó el dato de cómo funcionaba el sol con él, y por ende con toda su especie, TaeHyung estaba al tanto de que no iba a morir pero podía quedar gravemente herido, y en meses de encierro indefinido, lo mejor era evitar cualquier tipo de daño. JungKook en cambio sabía perfectamente que se encontraba bien, el sol no llegó hacerle algo que dejará huella en su piel y aún así le estaba regalando segundos a TaeHyung a que descubriera esto por su cuenta. Por un momento, mientras la punta de los dedos de TaeHyung recorría su fría piel recordó los toques de este cuando compartieron pasión juntos o la respiración de este chocando tranquilamente contra su piel en lo profundo de sus sueños, un escalofrío que horrorizó a JungKook le recorrió el cuerpo así que sólo atinó a retroceder y alejarse.
—Estoy bien —le dijo cortante, queriendo que toda la escena terminará allí.
—Si tu dices —esperó en silencio alguna señal de que esto no fuera cierto, por supuesto en la mente de TaeHyung no había motivo por el cual cualquier tipo de rojez en el vampiro indicará vergüenza, lo más lógico tenía que ser alguna consecuencia del amanecer.
Se alejó de él, dejándolo solo a su gusto, aún no sabía que había pasado mientras dormía y por la actitud de JungKook ya suponía que no obtendría la historia de él, su vista vago al antiguo sofá, haciendo memoria sólo recordaba estar acostado y entonces aparecer en el cuarto de dormir con el vampiro a su lado, por un momento pensó que soñaba, no era loco pensar eso, sería algo que él soñaría pero para su sorpresa fue real, esperaba que al menos significara algo bueno respecto a su relación con el pelinegro.
Abrió las cortinas y las ventanas de la casa dejando entrar la luz azul que brindaba la luna, tomándose unos segundos para apreciar el paisaje, había que admitir que el lugar estaba hecho un desastre, montones y rastros de tierra por varios lados dejando en evidencia cada pelea que tuvieron allí, cada desnivel del suelo como una huella del largo tiempo que llevaban y del cómo comenzaron. En el fondo le sorprendía el aguante que tenían, pensó que alguno de los dos ya estaría muerto para entonces, principalmente él si era honesto consigo mismo, y aún así aquí estaban conviviendo de la mejor forma que podían.
Miró detrás suyo visualizando a JungKook, realmente pensando cómo fue que la primera vez que lo vio de verdad consideró asesinarle, fue algo de mera supervivencia, en su vida había matado siquiera una mosca, así que le alegraba, en parte, que la situación lo haya detenido del intento, aún si lo hubiera logrado, terminaría siendo un trauma más que una victoria para él.
Antes de dedicarse a hacer algo, fue a bañarse, aún sintiéndose raro con este nuevo horario nocturno, al final fue a buscar ropa al armario de la habitación, y mientras se vestía observó un papel doblado flotar en el aire hasta tocar el piso, lo agarró con curiosidad, descubriendo la carta que la bruja les dejó en un inicio sobre las condiciones de estar ahí, la leyó de nuevo, pensando en todo el tiempo que había pasado desde la primera vez, sin embargo esta vez se quedó en un detalle del escrito.
"[..]eviten pelear recuerden que mientras mejor se lleven más pronto saldrán.
Arreglen mi jardín también.[...]"
—Arreglen mi jardín también —repitió, obteniendo uno de esos momentos en los que se siente un click en la cabeza—. ¿Será...?
Terminó de vestirse y fue directo hacia JungKook con la nota en mano, para hablarle de su pequeña teoría, el vampiro escuchó sus palabras mas mientras más escuchaba menos contento parecía estar con la idea que TaeHyung le estaba formulando.
—¿Me estás diciendo que una de las razones por la cual no podemos salir es porque el patio está en mal estado?
—Sí —aseguró—. Además, con los entrenamientos ¿no crees que sólo lo hemos empeorado todo este tiempo? —dijo con inquietud.
Los dos se quedaron mirando sabiendo de antemano todo el desastre que provocaron juntos, casi como si en ese instantes todas las peleas y experiencias vividas allí regresarán a sus memorias como recuerdos de guerra, JungKook al instante salió afuera seguido por TaeHyung, contemplando el panorama de un patio extenso y circular más destruido que la primera vez que ambos pelearon en esa zona, hace nada TaeHyung apreciaba todas las marcas de la tierra recordando el tiempo que llevaban ahí con nostalgia y ahora estaba sufriendo las posibles consecuencias.
—¡Bruja de-...! —JungKook se tragó la maldición pero en cambio pateo una piedra que voló hasta perderse en la profundidad del bosque—. ¡¿Y tenemos que arreglarlo hasta que vuelva a crecer el pasto?! —por supuesto que tantas peleas habían desaparecido el manto verde y lo habían reemplazado con el desorden de la tierra—. Incluso si nos llevamos bien estaremos aquí una eternidad.
—No creo que debamos esperar a que crezca el pasto —le dijo tranquilizándolo, pero en el fondo a él también le inquietaba la posibilidad—. Quizá sólo hay que aplanar la zona como antes.
Aún con esa posibilidad, JungKook observó el paisaje destruido después de leer la nota una vez más, arrugó el papel en sus manos y lo lanzó lejos de su vista, tanto tiempo encerrado conviviendo con alguien con el que no quería convivir sólo para descubrir que había arruinado cierto detalle que les costaría aún más tiempo viviendo juntos.
—¿Por qué tuvimos que pelear tanto? —se quejó, sintiéndose desganado.
—¿Te arrepientes de golpearme?
—No —negó de inmediato—. Me arrepiento de haberlo hecho en un lugar que nos afectará la estadía.
—Llámale karma- ¡ahg!
TaeHyung se sobó el brazo ante el puñetazo que recibió de JungKook el cual se veía enojado como era usual.
—Más te vale que esto sea verdad o en serio voy a matarte.
"Amenaza vacía" pensó TaeHyung, pero con la suficiente credibilidad para saber que podría terminar en otra pelea, sólo le sonrió apretando los labios y se pusieron manos a la obra. A simple vista sabían que les iba a tomar largas noches de trabajo arreglar su propio desastre, el patio de la bruja se caracterizaba por ser un extenso terreno circular totalmente vacío, rodeado por los frondosos árboles del bosque y justo en el centro: la cabaña.
Podrían trabajar uno de día y otro de noche, considerando que para el vampiro era imposible trabajar bajo el sol, no había más opción para él, pero TaeHyung decidió acompañarle, no había nada divertido ni motivador en estar solo durante el día, además con el calor que iba en aumento sólo lograría marearse, la noche por mucho era más cómoda y además con el suceso de hoy ya se acostumbraría al nuevo horario.
En poco tiempo descubrieron que cualquier tipo de habilidad que poseían no les ayudaba en esta ardua tarea, ni la velocidad o la fuerza era capaz de ser una especie de comodín pues al intentarlo sólo esparcieron más el desastre de lo que tenían en un inicio, lo cual les obligó a tener que trabajar de la manera lenta, usando palas y rastrillos que encontraron en el baúl detrás de la casa, estuvieron gran parte de la noche aplanando cuidadosamente el suelo a como estaba antes de que ellos llegaran. Luego de horas, estaban totalmente sucios y decidieron descansar a comer y recuperar energías, sentados afuera debajo de un árbol un poco lejos del otro, hasta el momento no se habían dirigido mayores palabras que para ponerse de acuerdo si iban parejos o no, en silencio comían uno al lado del otro, TaeHyung no podía notar esa vibra pacífica que comenzaba a existir muy distinta al caos que antes les acompañaba, además no había dicho nada al respecto pero desde que se despertó sentía ese picor en su nariz que provenía de JungKook, supuso que durmieron tan juntos como fue en su celo, porque la sensación era igual de fuerte, lo que le llevaba a preguntarse de nuevo cómo ambos terminaron en esa situación.
Observó el perfil de JungKook, el cual miraba la luna con un aura melancólica, o al menos esa impresión le daba, la luz lunar se reflejaba en los ojos rojos del vampiro e iluminaba su piel blanca a pesar del polvo de tierra que le cubría, y a diferencia de TaeHyung, él no se sentó tan cerca del tronco sino un poco más adelante, lo suficiente para que las hojas de los árboles no le taparan la vista. Para alguien que debía refugiarse constantemente en las sombras durante el día, TaeHyung suponía que este disfrutaba exponiéndose al cielo nocturno.
El hombre lobo se acercó un poco más adelante para ver la luna, la cual tenía un significado completamente distinto para él, era su diosa, su raza creía que toda su existencia se debía a ella, TaeHyung la miraba con esperanza, en mucho tiempo sentía que después de todo había una oportunidad, y justo después de eso sus ojos se sintieron guiados a regresar a JungKook.
—Sabes, yo creo que tú y yo seríamos grandes amigos —confesó.
Obtuvo la atención del vampiro, el cual soltó una risa antes de dejar caer su peso contra el suelo.
—Hace unos meses te hubiera golpeado por decir eso.
—¿Y ahora no?
—Ahora lo estoy considerando.
TaeHyung sonrió acercándose un poco más a JungKook queriendo hablar de un tema que le rondaba la cabeza.
—¿Alguna vez te has preguntado por qué nos llevamos tan mal? —quiso indagar.
No era de menos, tanto tiempo encerrado allí obligado a llevarse bien con un vampiro, uno con el que intentó pelear a muerte pero que principalmente no conocía de nada, no sabía su historia, no sabía su vida, apenas fue consciente de su existencia los segundos antes de que ambos intentarán acabar con la vida del otro, y sin embargo desde esos primeros segundos ellos ya tenían definido que tipo de relación tenían, la que debían tener.
—Nuestras especies son enemigos naturales, es natural que nos llevemos mal —respondió sin dudarlo—. ¿A ti nunca te enseñaron qué hacer en caso de encontrarte con un vampiro? A mi se me instruyó de manera muy clara mi accionar frente a un hombre lobo —y sólo para aclarar, JungKook se refería a cómo debían matarse—. Aunque debo decir, ambos fuimos un completo fracaso...
—Me gustó haber fracasado —respondió de inmediato, llamando la atención de JungKook—. Sí, somos de especies distintas, unas que particularmente tienen historia de enemistad pero no veo que esa sea suficiente razón para matarte, ni siquiera para odiarte —eran reflexiones que llevaba tiempo teniendo en su cabeza—. Me da igual lo que me hayan enseñado sobre qué hacer con los vampiros, ¿por qué se esmeran tanto en enseñarnos a acabar con el otro? —suspiró—. ¿Cómo hubieran sido las cosas para nosotros si nunca hubiéramos querido matarnos en primer lugar?
La pregunta que soltó al aire, dejó a JungKook sin ser capaz de decir algo más, sin palabras, nunca antes se cuestionó porque los hombres lobo eran sus enemigos, simplemente había adoptado el sentimiento de odio y jamás tuvo intención de soltarlo, por lo mismo hasta ahora no podía soltar la idea de que debía odiar a TaeHyung, sintiéndose por completo fuera de sí cada vez que un acto de amabilidad le nacía en función a este, era la primera vez que JungKook se cuestionaba esa voz que le decía que estaba obligado a odiarlo.
No charlaron más después de eso, continuaron su labor antes de que el sol los encontrara, sin embargo en lo que duró el resto de la noche la cabeza de JungKook se convirtió en un lío, lo cual no le permitió dormir durante el día, sobre pensando una y otra vez su actuar respecto a TaeHyung en sus inicios y ahora, en estos meses JungKook había cambiado, al menos sus sentimientos hacia TaeHyung habían cambiado, este no era sólo su enemigo natural, ahora era... algo más, algo que no podía descifrar y que le aterraba descubrir. Lo había ignorado pero ahora que las preguntas estaban planteadas ya no podía rehuir del pensamiento, sólo le quedaba entender.
❖ ❈ ❖
Fueron varias noches en la que dedicaban la mayor parte de su tiempo en arreglar el patio, a veces avanzando más y otras menos, un día retrocediendo al envolverse en una tonta pelea que terminó en ambos lanzándose tierra y creando nuevos desniveles en superficies que ya habían aplanado, cuando se calmaron contemplaron su desastre, tenían razones para enojarse más debido al retroceso pero ambos solo supieron reírse, enojarse ya no valía la pena para ninguno de los dos, así que sólo se rieron juntos y dejaron el resto de la noche a lavarse y a descansar sin querer estresarse más por el trabajo.
Habían adquirido el hábito de comer juntos sentados en el sofá, en algún momento les gano el cansancio y cuando JungKook abrió los ojos notó el peso de la cabeza de TaeHyung en su hombro, por primera vez, el vampiro podía huir con tranquilidad de estar pegado al licántropo mientras este dormía pero no quiso alejarse, en cambio tiró su cabeza para atrás para mirar el techo dejando que TaeHyung durmiera en paz, tal vez sólo se había acostumbrado a siempre tener encima al hombre lobo y por eso no le molestaba tanto como antes.
Cuando TaeHyung despertó, él también se sintió extrañado de estar durmiendo apoyado en JungKook, pero el vampiro en cuanto lo notó consciente se alejó y siguió sus labores, sin hacer un tema aquello por lo que TaeHyung se rehusó a querer hacerlo también, eventualmente la cantidad de veces que se dormían juntos comenzó a aumentar, en donde fuera que el cansancio les ganaba inevitablemente terminaban uno al lado del otro.
Dos semanas después desde que empezaron a arreglar el patio, llevaban casi la mitad del extenso círculo que conforma el patio, estaban agotados, aún les quedaba la mitad lo que probablemente significaba dos semanas más de trabajar hasta agotarse.
Los dos estaban sentados uno junto al otro, cansados luego de estar toda la noche trabajando, faltaban un par de horas antes de que comenzará a aclararse el cielo y ellos sólo buscaban descansar al aire libre antes de tener que encerrarse. TaeHyung dio un respiro de aire fresco, siendo envuelto por el olor de JungKook que sentía de él desde el día uno, al cual comenzaba acostumbrarse al tener su presencia tan cerca estos últimos días, aún con todo este tiempo no descifraba el aroma pero aún así extrañamente le gustaba.
—Debo admitir que desde que te conozco me parece intrigante que huelas tan bien —confesó.
—¿Disculpa?
Por supuesto, el vampiro no entendió a lo que TaeHyung se refería, el rostro confuso le hizo darse cuenta que sus palabras no fueron captadas como un halago o parecido.
—Ah... bueno, es que ustedes, suelen oler sólo a sangre y muerte... —aclaró, eran los aromas principales que podrías encontrar en un vampiro, a todos los hombres lobos se les enseña a reconocer estos olores ya que eran vitales para mantenerse alerta de un potencial peligro, en especial cuando sé es sólo un lobezno—. Tú también hueles a eso, pero no es desagradable como debería ser... no puedo reconocerlo pero es tranquilizante quizás —TaeHyung repasó de nuevo el aroma en el aire pero aún si lo volvía a intentar no lograba darle un olor en específico apenas podía brindarle una sensación—, aún no lo sé pero me fascina.
—¿Te fascina mi olor?
—No —negó de inmediato, tan sólo ahí repasando sus palabras, enrojeció ante la atenta mirada de JungKook, sabiendo que acababa de sonar contradictorio—. ¿Si? sólo digo- —aclaró su garganta—. Para ser un vampiro tu olor me resulta agradable.
El vampiro le miró extraño pero luego de oírlo instintivamente se intentó oler a sí mismo, no podía sentir nada de lo que TaeHyung le mencionó, apenas un poco de la tierra y las plantas que les rodeaba.
—¿Ustedes huelen absolutamente todo?
—Sí, es el mejor de nuestros sentidos —habló con orgullo—, incluso cada individuo tiene su propio olor que lo caracteriza, esa es la manera más sencilla de darte cuenta si eres alfa, omega o beta en mi especie, sirve hasta para entender emociones —agregó—, supongo que es todo un mundo...
—Los vampiros sólo podemos detectar sangre —mencionó—. Pero para ello debes sangrar cerca nuestro, es limitado en comparación —no es como si JungKook pudiera sentir a cualquier ser vivo sangrando pero una vez entraba dentro de su radio de detección era difícil librarse, los vampiros eran seres de la noche y si ya ubicaron una presa, tenían todos los medios para seguirle y acabar con ella—. ¿Y a qué hueles según tú?
—¿Yo?
—Siempre dices que eres un alfa y esas cosas, ¿a qué huele un alfa?
—Oh, los alfas tenemos olores fuertes en su mayoría, yo huelo a pino y ámbar por ejemplo.
JungKook frunció el ceño ante esa respuesta, analizándola según sus propios recuerdos.
—¿Básicamente hueles a bosque?
—Si, supongo que... —"es una forma de verlo", pero TaeHyung no pudo continuar hablando, no cuando JungKook se acercó hasta su cuello para poder olerle sintiendo la leve brisa de su respiración por un segundo, sintió calor en las mejillas, el vampiro no era consciente de lo íntimo que era hacer eso dentro de la especie del contrario, dejar que alguien te oliera justo en la zona del cuello, donde nacía la principal glándula de este olor era demasiado personal, usualmente sólo se hacía durante cortejos, entre parejas o tal vez entre algunos de extrema confianza, no había razón para hacer eso a la ligera pero al final, JungKook no tenía ni idea de eso así que TaeHyung no podía quejarse.
O al menos, esa era la excusa.
—Para mi no hueles a nada de eso, es más —aún después de alejarse, lo volvió a hacer para luego olerse a sí mismo en busca de comparar—. No siento que huelas muy diferente a mi.
—Sí, jaja —el atrevimiento inconsciente de JungKook había puesto nervioso a TaeHyung, el cuello ahora le hacía cosquillas justo en la zona en la que el otro se acercó, además que era consciente de que su piel estaba más roja que de costumbre, carraspeo en busca de aún así fingir que no pasó nada—. Es que no está hecho para que otras especies lo detecten.
Miró a JungKook esperando que este no se fijara en su torpeza por intentar disimular su nerviosismo, aunque era difícil de saber, el vampiro no siempre ayudaba en sus expresiones, pero al ver a este estaba sonriendo, el tipo de sonrisa relajada sin intenciones burlescas, fue un instante en el que TaeHyung no pudo evitar verle los labios, más allá de la sonrisa notó como estos brillaban, quizás producto de la saliva, de repente comenzó a tener otro tipo de pensamientos de los cuales no sabía si JungKook se alejaría, quería despejar su mente pero al apoyar una de sus manos en el suelo esta quedó encima de la del vampiro, lo cual le distrajo con el tacto.
—Eres de piel fría —le dijo, sintiendo la falta de calor con la yema de los dedos.
—Siempre lo he sido.
—¿De verdad? No lo había notado hasta ahora.
—Ya me has tocado antes, ¿y recién te fijas? Supongo que no le prestas atención a muchas cosas —le dijo, sonriendo de lado y sin haber apartado la mano aún, en cualquier situación JungKook ya se hubiera alejado pero suma honestidad, no quería alejarla, no ahora.
—Mi error —admitió—. Ahora estaré más atento.
Los dos intercambiaron sonrisas con leves risas, rápidamente se habían envuelto en una burbuja alejada del mundo, era extraño sabiendo que en realidad no había nadie más ahí aparte de ellos y aún así, este parecía su pequeño lugar.
—Siempre creí que era natural para mi odiarte —dijo JungKook, intoxicado en esa atmosfera, trayendo a la mesa aquello que estaba rondando su cabeza durante esas dos semanas.
—¿Me odias?
—No lo sé —su respuesta se reflejó con ilusión en los ojos de TaeHyung, sin embargo por una razón distinta a la que ambos podían asimilar en este momento—. Aunque no lo hiciera —aclaró—, las condiciones para irnos son claras, no odiarse no basta.
—Llevamos un montón de tiempo aquí —dijo casi en un susurro, la cercanía que sentían en las puntas de sus narices no le permitía hablar más alto—. Creo que un poco más de tiempo no hará daño.
La noche era más cálida que otras veces, el cambio de estación siendo cada vez más notorio, TaeHyung una vez más se sentía embelesado con JungKook, era como si la brisa rodeara sus cuerpos como una cuerda que evitaba que cualquiera pudiera alejarse, la mano del licántropo hizo presión en la del vampiro provocando que ambos juntaran sus dedos sintiendo al otro como una corriente en el cuerpo, JungKook probablemente quería huir pero se sentía estancado, expectante a que ocurriría y a qué estaría dispuesto a que ocurriera, el aire por alguna razón se le agotaba en lo que seguía observando a TaeHyung con sus ojos perfectamente marrones y lentamente parecía que él era la solución a respirar de nuevo.
—Kim Tae-
Se atrevió a hablar pero eso fue nada más que una marca para el comienzo del contrario chocando sus labios con los suyos, cerrando los ojos, ambos se dejaron sumergir en el contacto con el otro, JungKook contrajo la mano clavando levemente sus uñas en los dedos de TaeHyung, este reacciono llevando su otra mano libre a la mejilla del vampiro sosteniendo su rostro mientras sus labios seguían danzando en sintonía con el otro. No había nada que pensar en ese momento, TaeHyung no estaba bajo los efectos de las hormonas de un celo y JungKook no podía decir que no lo esperaba, los dos simplemente se entregaron al momento.
La mano libre del vampiro se aferró al brazo de TaeHyung debido a la intensidad, incluso en un instante tuvieron que parar buscando el aire que no pudieron conseguir en el otro, segundos en el que se anhelaron tanto que sólo querían sumergirse de nuevo en el sentimiento, pero antes de que pudiera continuar, JungKook separó su mano de la unión y la puso entremedio de sus bocas.
Los dos se observaron sin palabras y con los ojos brillantes de deseo, lo único que se escuchaba eran sus respiraciones con sus alientos chocando con el dorso y la palma del vampiro, siendo más conscientes de la situación con cada segundo que pasaba, aún así TaeHyung estaba dispuesto a ignorar todo eso, con tal de abrazar este momento un poco más.
Caso contrario era JungKook.
—Suficiente —susurró, separándose de él, se levantó evitando mirarle y apretando sus labios aún pasmado con lo ocurrido, reventó la burbuja que se había formado trayendo a ambos a la realidad por la fuerza y se adentro a la cabaña sin decir más.
TaeHyung observó todo en silencio, una vez estuvo solo se dejó caer al suelo, recostado miró las últimas estrellas de la noche, preguntándose a sí mismo lo que había ocurrido, ya no podía culpar a su lobo de sus acciones, esto había sido cien por ciento él y estaba totalmente consciente de eso, se pasó las manos por el rostro y se sacudió el cabello, mientras apretaba sus labios, aún recordando el tacto de los ajenos. Suspiró con pesadez, preguntándose si a JungKook le había molestado, en cuyo caso debía disculparse, debía hacerlo.
Cerró los ojos, no pudiendo pensar en nada más que aquel beso y todas las sensaciones que le acompañaron, no sólo ahora sino todas las veces que había sentido algo así con el vampiro a su lado, con una mano en el pecho se sintió preocupado, había una posibilidad de que él supiera porque se sentía así en ese momento.
—Uh, esto no es bueno.
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