⁰⁰⁴'carne sin sangre
Comenzar a correr por horas apenas salía el sol se convirtió en una acción rutinaria en los primeros siete días de encierro para Kim TaeHyung. Llámenlo un tonto, pero aún conservaba la esperanza dentro de su corazón de regresar a su hogar si seguía corriendo, su visión en algún momento vería sólo arboles que lo guiarían a un camino distinto, en donde finalmente se daría cuenta que no estaba encerrado y podría volver sano y salvo con sus seres queridos pero en cambio luego de cinco segundos corriendo el bosque desaparecía y en cambio el campo abierto con una cabaña en el centro era lo único que constantemente por esos siete días pudo observar, no importaba cuantas horas corriera, si sus pulmones ardían por la falta de aire, si se mareaba por algún golpe de calor, nada le cambiaba el panorama de seguir regresando a la cabaña, esa pequeña esperanza en su corazón se fue difuminando lentamente hasta que no quedo nada de ella, simplemente estaba condenado a estar aquí.
Al octavo día, TaeHyung por mera costumbre abrió los ojos al mismo tiempo que el primer rayo de sol se asomaba, sin embargo tanto su cuerpo como su mente permanecieron acostados en aquel sofá, quizás la falta de energía podría ser causa de ello pero luego de una semana completa corriendo por tiempos que parecían eternos sin conseguir nada, habían dejado con la cola entre las patas y las orejas gachas al pobre lobito.
Se sentía inútil, se supone que él iba a ser un gran alfa, en un tiempo le tocaría luchar por el liderazgo de su manada y en cambio aquí estaba encerrado por un montón de errores, sin más remedio que llevarse bien con su compañero de encierro o morir como un desaparecido para sus seres queridos.
Pensar de aquella forma era ciertamente deprimente, le recordaba que prácticamente estaba en aquel lugar solo, se sentía solitario, incluso con la presencia del vampiro que habitaba con él ya que ni siquiera se hablaban desde aquella charla en la que, como no, habían peleado, ninguno se dirigía la palabra o estaban en el mismo sitio por más de dos segundos, apenas y se miraban de reojo, definitivamente ambos estaban ignorándose por completo desde entonces.
En momentos así podría echarle la culpa a JungKook pero no es como que TaeHyung haya hecho un esfuerzo por hablarle durante ese tiempo tampoco.
Se levantó con pereza, estirándose para recuperar la circulación de sangre en su cuerpo, se fue al baño por sus necesidades básicas y le continuó a la cocina la cual con algo de preocupación notaba la falta de alimentos en el refrigerador y en el almacén, desde hace tres días que la poca comida que había en el lugar comenzaba a ser notoriamente escasa, en un principio no se preocupo por ello, suponía que eventualmente aparecería más por arte de magia, como las prendas de ropa que aparecieron en el armario, sin embargo la comida no hacía más que desaparecer obligando a TaeHyung a ser más cuidadoso al momento de alimentarse, debía racionar la comida para que esta durará más aunque a pesar de sus esfuerzos aún seguía siendo muy poca.
Ahora se arrepentía un poco de haber comido despreocupadamente los primeros días.
Su estómago rugió en disgusto, lo único que se le ocurrió fue beber agua para apaciguar momentáneamente las ganas de comer, aunque sabía que no duraría. ¿Acaso la bruja quería que se murieran de hambre? ¿o tal vez pensó que se llevarían bien en dos días? Que injusto.
Decidió pasar el día afuera, no queriendo sentirse tan encerrado como se sentía estando dentro de la cabaña, si bien el ambiente del bosque a su alrededor también era parte de su prisión el ambiente natural de flores nacientes, verdes hojas y cielo despejado daban una mejor sensación de lo que podrían dar cuatro paredes de madera. Caminó hasta quedar frente a un gran árbol que daba sombra, resoplo cayendo sentado en la base del tronco de este, viendo el interminable bosque a su derecha y el destrozado patio junto a la cabaña a su izquierda, dejó que el montón de olores naturales le inundarán la nariz, todos aquellos mezclados con el propio, era Kim TaeHyung siendo alguien más del bosque. Tanto que quedó atrapado en él junto a lo que podría ser su más grande perdición.
Sentado en la tranquilidad del árbol, esperando que sus agobiantes pensamientos se esfumaran divisó por primera vez como algunos animales eran parte de este entorno, un venado apareció en su vista a lo lejos desapareciendo al correr fuera de su rango de vista, entre otros vio conejos de distintos colores correr cerca suyo sin inmutarse a su presencia, les siguió con los ojos descubriendo una madriguera cercana, era curioso no sabía que también habían quedado animales atrapados.
Su estómago rugió de nueva cuenta y una idea pasó por su cabeza, si no había comida y de la nada comenzaban a aparecer indefensos animales, él estaba en todo su derecho de cazar para sobrevivir ¿no?
Después de todo era mitad lobo, y la cacería era algo que se les enseñaba desde pequeños.
Se sacó toda su ropa adoptando su forma animal, regresando a ese imponente lobo alfa de pelaje negro y ojos azules, de aquella forma no le tomó mucho tiempo ni se le dificultó alcanzar a dos conejos y darles muerte con su mandíbula, no quiso ir por más pues no quería generar una matanza y en lo que él creía dos eran más que suficientes. Más contento regresó a donde se encontraba su ropa y volvió a su forma humana, se vistió y cargó los dos animalitos muertos hasta la cabaña.
❖ ❈ ❖
JungKook como por quinta vez estaba contando los objetos de la habitación, la verdad es que lo que hacía parecía un tonto berrinche, encerrarse sólo porque no quería ver al tipo con complejo de animal parecía ser un acción que sólo un niño pequeño encontraría lógica, pero para él estaba justificado simplemente porque sentía que cada vez le caía peor, podría decirse que era su esfuerzo para no malograr el ambiente.
No sabía explicarlo, casi se podría decir que era irrazonable, era algo de mirarlo, saber que existía, que hacía algo tan normal como respirar y sentía odio correrle en su venas. No lo soportaba era simple, intentaba evitar más caos, Kim TaeHyung debería estar agradecido de no tener a alguien mil veces mejor que él rondando a su alrededor.
Aunque en parte su ausencia por el día era para evitar ver al otro, en realidad era porque JungKook se dedicaba a dormir, los vampiros son especies principalmente nocturnas así que no le era nuevo estar durmiendo de día y despertarse al anochecer, las oscuras noches las aprovechaba para salir por la ventana y adentrarse al bosque buscando una salida, a veces subiendo a la copa de los árboles pensando que desde las alturas sería más fácil divisar una salida pero la imagen siempre era la misma, sólo un diámetro de bosque que luego era cubierto por espesa neblina que no te dejaba ver más allá y al cruzarla regresabas a ver la cabaña, de verdad no importaba cuantos intentos hiciera, la búsqueda por una salida no lo llevaría a ningún lado.
Eran como las seis de la tarde –o al menos eso supuso– cuando se despertó, la habitación se sentía cálida pues el sol comenzaba a pegar un poco más fuerte sin embargo ningún rayo de luz entraba ya que el vampiro se encargó de tapar bien la ventana para evitar algún accidente, ya totalmente despierto fue al baño a asearse y peinar su largo cabello con las manos evitando usar la extraña peineta que encontró el otro día, en ese momento escuchó un portazo a la distancia a la vez que un olor se filtraba en su nariz, uno que él conocía muy bien y que le hizo sentirse sediento repentinamente.
Su lengua se removió inquieta paseando por su cavidad bucal que parecía hecha agua, se detuvo en sentir como sus colmillos crecieron levemente los cuales estaban listos para morder de ser necesario.
Dejó lo que estaba haciendo, casi por inercia, saliendo del baño para dirigirse a donde su olfato lo guiaba lo cual terminó en la cocina encontrando a dos animales muertos en una mesa, la sangre fluyendo fuera de sus cuerpos.
Oh gloriosa sangre.
Hipnotizado por cómo el líquido rojo brotaba de los animales ni siquiera se fijó en la presencia ajena, quien lo miraba con una ceja levantada.
—Es la primera vez que nos vemos en días y ni siquiera dices hola —comentó TaeHyung cruzándose de brazos obteniendo una pequeña mirada de desprecio por parte del vampiro el cual lo ignoró inmediatamente, notó como este acercaba su mano a uno de los animales e inmediatamente TaeHyung se interpuso no dejando que se acercara a su comida—. ¡Eh! Esto es mío, no lo toques.
—Tú ni siquiera te bebes la sangre —comentó mirándole a los ojos.
El otro sólo levantó los hombros— No me importa, mis presas, mi comida, no te daré nada —dijo alejando los conejos muertos fuera del alcance de JungKook, luego de observar el rostro enojado del otro tuvo una idea por la cual sonrió de lado—. Aunque si me lo pides amablemente sería capaz de ofrecerte —pensó que sería una excelente oportunidad de hacerle torcer el brazo al vampiro.
Pasaron a un silencio mientras mantenían la mirada esperando la respuesta del de ojos carmín, JungKook lo pensó, de verdad lo hizo, llevaba un tiempo sin beber una gota de sangre, tarde o temprano iba a afectarle hasta convertirse en una bestia sedienta de esta. Pensó sus opciones, no quería cazar, ni loco iba a hacerlo pero de igual forma ni loco sería amable con el lobo que tenía enfrente, necesitaba estar bien ido de su cabeza para considerar en decirle cosas amables al contrario.
—Espero que te ahogues en la grasa del conejo —dijo marchándose de ahí, regresando a su habitación en breve.
El pelinegro suspiró sonriendo instantes después mientras negaba con la cabeza, procediendo a despellejar aquellos animales.
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A altas horas de la noche, la cabaña era gobernada por la oscuridad, era difícil ver si no estabas acostumbrado a ella, por suerte JungKook se sentía en su ambiente natural así que se movió entre ella casi sintiéndose como una sombra más de aquella umbra, su camino lo guío a la cocina, era sencillo suponer que su compañero de vivienda estaría completamente dormido a esas horas, también pensó en que evidentemente no iba a comerse a ambos animales, así que uno de ellos debería estar guardado aún brillando en su líquido rojo.
Sigilosamente abrió el refrigerador encontrando la carne pero no la sangre, su cara pasó de ser una sonrisa socarrona a una pequeña mueca de sorpresa, es decir estaban los trozos de carne pero ni una gota roja resbalaba de ellos, sin rastro de sangre, ni un poco, ¿cómo era eso posible?
Un pequeño ruido lo hizo sobresaltar y girando la cabeza para ver detrás de sí encontró a TaeHyung apoyado en el marco de la puerta con una vela en mano.
—Les drene la sangre —comentó viendo con satisfacción como el otro fruncía el ceño y cerraba la puerta del refrigerador de golpe—. Si la quieres, pídemelo bonito —le dijo sonriendo de manera encantadora.
—¿Crees que yo te voy a rogar por sangre? —comentó con gracia acercándose amenazante—. Si yo quisiera bebería de la tuya —le dijo mostrándole sus grandes y afilados colmillos.
—¿Y qué te detiene? —le comentó desafiante.
—No pudriré mi cuerpo bebiendo de algo como tú, sucio lobo —TaeHyung gruñó y JungKook se marchó un segundo después.
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Al siguiente día TaeHyung yacía recostado en el sofá, despierto, siendo su segunda mañana sin salir a correr como desgraciado, suspirando mientras se entregaba a la pereza de no querer levantarse aún. Siendo un lobo alfa, tenía ciertas habilidades que podía manejar muy bien a la altura de sus veinticuatro años, una de ellas su buena audición. Por ello, se mantuvo alerta cuando escuchó una puerta abrirse y el sonido de zapatos resonar en la madera, se hizo el dormido entrecerrando lo máximo que podía los ojos sin dejar de ver.
Escuchó la cocina ser movida de pies a cabeza, luego estos pasos llegar a la sala unos segundos después, dejando a la vista la figura del vampiro con su rostro siendo decorado por un característico ceño fruncido mientras parecía buscar algo. Una vez este le dio la espalda, TaeHyung se permitió abrir los ojos de manera cómoda, se apoyó en su brazo viendo al azabache recorrer de un lado a otro.
—¿Por casualidad buscas esto? —JungKook miró detrás de sí encontrando al pelinegro –a quien creyó dormido– sentado y sosteniendo una botella llenó de un espeso líquido oscuro, olfateó un poco el aire, y como tiburón que siente la sangre, JungKook estaba listo para pelear por su comida.
—Dame la botella —su voz sonó grave y con bastante autoridad, TaeHyung se sorprendió un poco pero no se inmutó ante aquello como quizás debería.
—Dime "por favor".
—Púdrete.
—Eso no es un por fa- —algo muy bueno de su lobo eran sus reflejos, lo cual le salvó de una jarra en tiempos pasados y ahora lo salvó de un marco de madera que se estrelló contra la pared y que si no se hubiera movido como lo hizo, hubiera llegado a su rostro.
Los ojos de TaeHyung se conectaron con los enojados de JungKook, no tardó en tomar su tono azul el cual anunciaba la presencia de su lado alfa para comenzar una nueva pelea entre ellos.
En un principio se basó en JungKook tirando cada objeto que se encontraba fallando en cada intento ya que TaeHyung sorprendentemente lograba esquivar cada uno de ellos, continuaron así por poco tiempo ya que el vampiro se aburrió y optó por atacar cuerpo contra cuerpo, sin dudar en usar la violencia sólo por el objetivo de obtener la sangre que su alma pedía a gritos. Sin embargo TaeHyung a pesar de no ser muy bueno peleando cuerpo a cuerpo en comparación a JungKook, si logró ser bastante escurridizo, siempre alejando la botella del alcance del vampiro cuando este estaba a punto de agarrarla, haciendo incrementar cada vez más la ira y sed de sangre de este.
En algún momento los dos se encontraban rodando en el suelo forcejeando con el otro, TaeHyung manteniendo la botella en su mano alejada y JungKook luchando para alcanzarla.
El vampiro se encontraba encima del otro mientras estaba en proceso de intentar quebrar el brazo ajeno con una mano mientras con la otra intentaba apoderarse de la botella con el preciado líquido, en un momento bajó la mirada queriendo enfocarse en el brazo que deseaba romper pero en cambio notando el cuello de TaeHyung, indefenso y expuesto por la gran polera gris, la cantidad de esfuerzo que este hacía provocaba que cada maldita vena sobresaliera viéndose completamente apetitosa.
Lo pensó un segundo, no mucho la verdad.
—A la mierda con esto —cambió su forma de ataque tomando estratégicamente las muñecas del otro para posarlas sobre su cabeza, inmovilizándolo lo mejor que podía—. Ya no quiero la botella —el ajeno a él lo miró con notoria confusión, JungKook descendió su cabeza hasta estar a unos centímetros de distancia del propio rostro—, por qué hacer eso si puedo beber directamente de la fuente.
El azabache agachó su cabeza hasta hundirla en su cuello rozando con la punta de su nariz una de las marcadas venas, olisqueando y sintiendo la sangre correr dentro del otro, sonriendo al ver de reojo como TaeHyung tragaba nervioso.
—Wow, ¿qué se supone que haces? —comentó con la mayor calma posible aunque con voz temblorosa y con la obvia respuesta en mente.
JungKook se alejó del cuello para mirar los zafiros que adornaban la esfera de sus ojos, sonriendo con suficiencia al contestar:
—Hace unas horas —su voz sonaba ronca debido a la sed que le gobernaba—, te dije que si quería beber de ti lo haría, me preguntaste que me detenía —el agarre en sus muñecas se hizo más firme—, ahora yo te pregunto, ¿qué me detiene?
A primeras TaeHyung intentó zafarse pero joder que el vampiro era fuerte, así que procedió a su charla.
—Emm, que no querías la sangre de un asqueroso como yo contaminando tu cuerpo...? Hey JungKook, podemos hablar esto ¿sí? Sólo-
—No me interesa charlar —le cortó regresando su rostro al cuello ajeno, apresando el torso de este con sus piernas para asegurarse que no se moviera, TaeHyung nunca se había sentido tan indefenso, por favor, era alfa ¿porqué simplemente no podía derribar al otro como podría hacer hasta con alfas más fuertes que él mismo?
Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando sintió la lengua de JungKook pasear lentamente por la zona que antes delineo con su nariz, finalmente sintió el aire caliente del aliento ajeno que se volvió frío al contacto de su húmeda piel, a todo esto se le sumó el roce de dos puntas filosas buscando lugar para perforar.
Aquello pareció ser suficiente alarma para el otro.
—Okey, ¡OKEY! Escucha, ten la botella, bebe toda la sangre que quieras de mis presas, no me opondré, ni siquiera quiero su sangre, ni me importa, sólo no-
La botella en su mano cayó inerte al suelo, las palabras se le cortaron en la boca y el cuerpo se le congeló, los grandes colmillos profanaron su piel en dos agujeros que tomaron el tiempo de desgarrar hasta crear una fuente de sangre que Jeon JungKook muy absorto bebía con vehemencia.
Luego de sus segundos de shock TaeHyung reaccionó, intentó moverse implementando mayor fuerza para liberarse del agarre, sin éxito lamentablemente, pensó durante unos largos tres segundos la idea que le daría su escapatoria.
Respiró profundamente –o lo mejor que podía en una situación como aquella–, y permitió a su cuerpo mutar en su forma animal ateniéndose al destrozo de su ropa, JungKook un poco hipnotizado por la bebida fue apartado en cuanto el cuerpo bajo él se volvió más grande de lo usual, logrando apartar su boca del cuello ajeno y empujarlo muy lejos de él.
El imponente lobo negro apareció haciéndolo sentir pequeño de alguna forma, pero en vez de tener el usual ataque que recibía cuando presenciaba al animal, este se alejó lo más posible y regresó a su forma humana, TaeHyung agarró la manta que usaba para dormir y se cubrió rápidamente su desnudez a la vez que llevaba su mano a la herida que no paraba de sangrar.
JungKook veía como la sangre escurría por entre los dedos de este tomando camino tanto por su brazo como por su pecho el cual se movía agitado buscando aire en su desesperación, podía oler la sangre fresca de TaeHyung en el aire, y con más deleite del que quería admitir lamió con gula la sangre que aún residía en sus labios y parte de su barbilla.
—¡Tanto te costaba pedir por favor! ¡Mira lo que has hecho! —el pelinegro casi gritó con furia en la voz mientras intentaba hacer presión en la herida para parar en lo que podía la hemorragia.
—Si quieres puedo curarla —mencionó JungKook sentado en el suelo.
El contrario resoplo— Claro, ahora eres amable.
—Bien, desángrate y muere si eso es lo que deseas —mencionó levantándose y sacudiendo su ropa.
—¿Y cómo se supone que tú curarás esto?
El aludido le miró, acercándose a paso lento hasta el hombre lobo, todo en un entorno de silencio mientras TaeHyung mantenía las cejas fruncidas mirándolo con enfado, una vez ambos estuvieron frente a frente a sólo unos centímetros pues sentían perfectamente la respiración del otro, JungKook tomó la mano ajena que se mantenía haciendo presión en la herida y la apartó, su otra mano la apoyó en el hombro del ajeno y acerco de nueva cuenta su rostro al cuello sangrante pero TaeHyung le detuvo hablando entre dientes con cierta advertencia.
—Si vuelves a intentar morderme.
—No te voy a morder.
Sus labios estaban casi rozando la herida y a pesar de querer morder de nuevo se desistió a aquello, en cambio sacó su lengua lamiendo la herida, limpiando la sangre de alrededor y asegurándose de que su propia saliva se impregnara en los dos orificios, sentía perfectamente como el contrario se tensaba bajo el tacto de su lengua recorriendo el mismo sector de piel. Una vez hecho, se alejó observando como la dichosa herida dejaba de sangrar y se regeneraba dando en el olvido aquella marca de colmillos que hubo alguna vez en aquel cuello.
—Listo, ya no está —contestó viendo la cara de ingenuidad del otro.
La mano reposada en el hombro salió sin embargo el vampiro no soltó la mano que había hecho presión en la anterior herida, TaeHyung no le dio importancia a aquello y con la que aún tenía libre tocó su cuello no encontrando ninguno de los dos profundos agujeros que habían en su cuello.
—Wao, tus métodos son extraños pero graci...as —quedó perplejo en cuanto sintió y vio como JungKook chupaba la punta de uno de sus dedos.
Se quedó sin palabras con la cara hecha un poema mientras observaba al vampiro repetir el proceso con cada dedo que tenía sangre a su alrededor, sólo el sonido de pop que hacía cuando sacaba un dedo y pasaba a otro junto a la pesada respiración de TaeHyung se escucharon por los diez segundos que le tomó a JungKook limpiar cada dedo ensangrentado.
Luego de aquello soltó la mano con desinterés, se dio media vuelta caminando hasta llegar a la botella con sangre que había en el piso.
—Me quedaré con esto —dijo tomando la botella, mirando de reojo el rostro de TaeHyung.
El hombre lobo le tomó un par de segundos reaccionar a lo que acababa de ver y sentir, tomó aire que no sabía no estaba respirando y luego exhaló esperando que con ello se fueran todos los pensamientos que abordaron su cabeza y antes de que el vampiro se esfumara por la puerta de la única habitación que existía, le dijo en voz alta:
—¡Luego de que me asee y me vista, tú y yo vamos a hablar!
—Ugh, tú siempre quieres hablar —respondió girando los ojos sin ni siquiera darle el rostro, tiempo después entró a la habitación.
Luego de eso, TaeHyung se permitió dar un suspiro más largo mirando lo que había intentado ignorar, bajando la mirada vio su semi erección escondida por la manta, «eso no debió haberme gustado» se recriminó mientras se encaminaba al baño.
❖ ❈ ❖
De nuevo ambos personajes se encontraban sentados cada uno en la esquina del gran sofá, sumidos en el habitual silencio por los primeros cinco minutos, hasta que el pelinegro se giró para darle cara al vampiro a su lado, el cual sólo se limitó a voltear un poco la cabeza para devolverle la mirada mientras jugaba con el borde de su gran polera gris.
—Entonces, yo cazó, me quedo con la carne y tú con la sangre, ¿qué gano yo con esto? —le preguntó cruzándose de brazos observando los carmines ojos que ahora combinaban con los labios del dueño que estaban colorados por el reciente líquido que ingirió hace unos momentos.
—Un día más de vida —respondió simple observando el cuello ajeno dando entender rápidamente la idea.
TaeHyung tragó nervioso pero lo ignoró lo mejor que pudo, luego suspiró y vio al imperturbable vampiro— Yo quiero que seas un poco más amable —retomó lo que al parecer se había convertido en su objetivo, logrando que el ajeno frunciera el ceño.
—No quiero.
Ay ¿por qué no dejé que el vampiro me matara?
—Aunque sea sonríeme, una sonrisa es lo mínimo.
—No quiero.
¿Todos los vampiros eran así de frustrantes? TaeHyung se lo preguntaba seriamente.
—Mira así —con sus dos dedos índices señaló la comisura de su propia boca la cual se ensanchó en una bonita sonrisa cuadrada que JungKook, aunque no pareciera, veía con detenimiento—. Ahora tú.
—No quiero —respondió de nuevo, mirándole fijamente—, creo que la idea de darte un día de vida es mejor.
Lo primero que se escuchó fue la cabeza de TaeHyung golpearse contra la palma de su mano tan fuerte que hasta el vampiro frente a él se sorprendió, la palabra frustración podría leerse en su frente, respiró unas cuantas veces y procedió a explicar todo de nuevo siendo específico con el trato y con lo mínimo que él pedía a cambio.
La paciencia es una virtud, TaeHyung, recuérdalo.
Pasó un breve silencio cuando terminó de explicar todo otra vez, esperando que el vampiro pudiera aceptar, al final de todo era TaeHyung quién hacía la mayor parte pero conociendo la actitud de JungKook hasta el momento no había real certeza de que este accediera tan rápido.
JungKook luego de un momento que parecía pensarlo se levantó del sofá y se giró hasta darle cara.
—¿Entonces, tú idea es que esto sea como un tratado de paz donde lo único que debo hacer es sonreírte? —repitió lo que había entendido.
—Sí, sí —asintió aliviado de que finalmente entendiera el punto—. Es exactamente eso.
Al terminar la frase TaeHyung sonrió calmado, y ya que estaban hablando del tema JungKook no pudo evitar darle especial atención al gesto, era diferente a cuando sonreía mostrando los dientes, de cierta forma prefería la otra ya que la forma de esa era un poco más peculiar. Si era sincero un vampiro no acostumbraba a sonreír y las sonrisas que mostraba el hombre lobo de alguna manera se veían auténticas, con algo más que el azabache no entendía pero le daba una extraña sensación.
Hubo otro silencio, uno que se comenzaba a acostumbrar habitar entre ellos, TaeHyung tenía sus ojos marrones puestos en el vampiro que aún le veía, pudo ver que abrió y cerró la boca un par de veces, finalmente observó al contrario y le respondió:—Está bien.
Con mucha honestidad, TaeHyung si se sorprendió de que el vampiro aceptara la propuesta, creyó que tal vez le tomaría más tiempo convencerlo o tendría que buscar un método distinto pero viendo que su plan inicial funcionó a pesar de la terquedad que mostró el vampiro al inicio era algo que ni él se esperaba pero le alegró, lo cual le hizo sonreír contento ante su logro. Tenía que admitir que en el fondo pensaba que si JungKook se esforzaba a sonreír más quizás esto ablandaría un poco al vampiro y no sería tan difícil amistarse con él en el futuro cercano.
—Quiero que sepas que de todas formas encuentro este trato estúpido —comentó JungKook mientras veía la particular sonrisa ajena descender un poco al escuchar esas palabras—, pero me da el presentimiento que me vas a insistir así que prefiero darte tu estúpida sonrisa antes de que me sigas molestando.
—Sí, te iba a insistir —asintió TaeHyung—, pero yo tengo el presentimiento que esto nos guiará a buen camino —dijo convencido de sus palabras.
—Sí, claro —respondió para luego negar con la cabeza no estando de acuerdo con ello.
—Oh vamos, qué tal si empezamos desde ya —propuso sonriendo divertido—, sonríeme, quiero ver.
JungKook miró con el ceño fruncido al contrario, no era fan de este plan, no entendía que esperaba conseguir el otro con todo esto pero no iba a dar pie para atrás, un trato era un trato por mucho que no le gustara, así que le miró fijamente haciendo una extraña mueca que imitaba la sonrisa geométrica del otro y que se veía poco natural en él, pero se podría decir que era un tipo de sonrisa al fin y al cabo, no duró más de un segundo y apenas deshizo la mueca se marchó de allí para dirigirse a su habitación dando la conversación por terminada.
El hombre lobo aún observando desde su posición le llamó la atención el tipo de sonrisa que decidió darle, evidentemente forzada y falsa, aún así lo grabó en su memoria, se preguntaba cómo se vería una genuina en el otro. Probablemente él y JungKook compartían un rasgo en común, ambos eran igual de tercos con las ideas que tenían en su cabeza, porque desde ahora TaeHyung se propuso la misión de encontrar la sonrisa real del ajeno, sólo esperaba que en el camino no tuviera que soportar tantos golpes del contrario.
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