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⁰⁰⁷' 99%

Los días pasaban volando, en cuestión de tiempo ya habían pasado un par de semanas desde que las dos criaturas estuvieron obligadas a convivir juntas. TaeHyung en particular sentía que había llegado a un punto en el que debía estar acostumbrado a arrastrarse en la tierra, tener moretones en distintas partes de su cuerpo o simplemente tener algunos sectores con dolor al moverlos. Para bien o para mal, aprendió que intentar llevarse bien con JungKook dolía, literalmente.

—¡Ah! ¡Ah! ¡Me rindo, me rindo, me rindo! —gritó con desesperación luego de que el contrario haya logrado inmovilizarlo agarrándole el brazo en una extraña posición que no sólo lo dejaba sin poder moverse adecuadamente, sino que también le provocaba dolor constante, ya sea estuviera quieto o intentara zafarse, en cuyo caso moverse sólo le incrementaba el dolor como si todos sus músculos situados en esa zona estuvieran dándole un tirón que prometía rasgadura.

Fue soltado de manera brusca después de seguir suplicando un poco más, una vez libre cayó de rodillas al suelo cediendo a su propio peso mientras se agarraba el brazo adolorido, no tardó en masajear su hombro y parte de la extremidad esperando aminorar el reciente dolor.

—En una pelea jamás debes rendirte —comentó el vampiro cruzándose de brazos.

—No creo que perder mi brazo me ayude para después —dijo encogiéndose en sí mismo sobándose la extremidad dicha—. Además una vez escuché una frase que decía "el valiente pelea y el inteligente huye" —agregó mientras cambiaba su posición para quedar acostado de espalda en el destrozado césped, definitivamente era una decisión inteligente rendirse para no malograrse el brazo.

—Es una pésima frase.

—Es mi frase favorita.

JungKook ni siquiera se esforzó en responderle algo ante ello.

—Levántate, comenzaremos de nuevo —le ordenó en cambio, caminando en dirección al punto de comienzo a espera del contrario.

Aún con el brazo entumecido TaeHyung se levantó soltando un suspiró cansado, toda acción la realizó con lentitud mientras intentaba recuperar energía y quitarse el dolor del hombro en lo que se dirigía a JungKook, todos los días habían sido así, a veces el vampiro le enseñaba a dar cierto tipo de golpes que primero le hacía practicar en algún árbol, no era muy usual ya que este era más fan de la práctica cuerpo a cuerpo así que no pasaba mucho para tener que abandonar el tronco que le dejaba heridas en los nudillos a tener que pelearse con el ajeno sin ninguna otra regla más que no matarse entre sí, era duro y doloroso, por supuesto JungKook era el que tendía a ganar siempre y TaeHyung era el que terminaba botado en el suelo completamente rendido. Tal vez el fin de esto era sólo querer golpearle, más de una vez aquello pasó por la mente del hombre lobo, no estaba muy lejos de convertirse en un saco de boxeo pero no iba a desistir de la actividad sólo por ello, era el precio a pagar por asegurar salir de aquel lugar en un futuro que esperaba fuera cercano.

Los siguientes días fueron una rutina de lo mismo, pocas eran las ocasiones en el que los dos preferían un descanso, a pesar de que era bueno para no sobre exigirse, TaeHyung no encontraba estos momentos beneficiosos ya que la interacción que tenía con JungKook no era tanta como le gustaría, por ello prefería seguir con las prácticas de pelea, al fin y al cabo aunque todo fueran golpes el vampiro terminaba hablando sobre sus errores, momentos de plática bastante pequeños pero valiosos para lo que era su objetivo final. Sin embargo, ese día en particular TaeHyung se sintió más que a gusto por descansar ya que ocurrió algo que parecía que nunca iba a ocurrir: ganó una de las peleas.

Tal como es dicho, JungKook estaba tendido en el piso sus dos muñecas sostenidas fuertemente por la mano de TaeHyung, así mismo su antebrazo libre lo mantenía presionado contra el cuello ajeno para mantenerlo pegado al suelo, y todo su peso cayendo en las piernas del vampiro con el fin de mantenerlo inmóvil, era tal la fuerza que estaba aplicando que por mucho que JungKook intentará soltarse, no podía.

Los dos estaban tan sorprendidos que no fueron capaces de reaccionar por un par de segundos tan sólo compartiendo miradas de incredulidad.

—No puede ser... ¿te acabo de ganar? —dijo por fin TaeHyung con una sonrisa surgiendo en sus labios—. ¡Gané!

—Qué- no —se veía la negación y la molestia en los ojos ajenos, JungKook intentó zafarse pero seguía sin poder soltarse—. Suéltame, esto no va a quedar así —exigió JungKook sin poder procesar que acababa de perder.

—Oh, esto sí va a quedar así —aseguró—. Es la primera vez que gano una de las quinientas veces que tú has ganado —le respondió antes de soltarle y salir de encima de él, se recostó a su lado completamente cansado pero feliz por su victoria, sin mostrar señal alguna de querer continuar.

Por otra parte JungKook estaba quieto en su lugar, procesando lo que acaba de pasar, apretó los labios frunciendo el ceño, se sentó y miró a su costado como TaeHyung tenía la cabeza apoyada en sus manos, los ojos cerrados con una sonrisa relajada en su boca, parecía haber encontrado un momento de paz mientras que JungKook era una tormenta por dentro.

—Peleemos de nuevo —exigió en voz alta.

—No.

—¿No? —repitió JungKook notablemente sorprendido, y algo ofendido, con la respuesta.

—Es la primera vez que te gano, estoy cansado y me duele el cuerpo, por esta vez sólo quiero recostarme y descansar, es mi premio —le contestó aún con los ojos cerrados, tomó un poco de aire, exhalando lentamente, abrió un ojo notando como los carmines del otro aún seguían en él—, ¿por qué no te recuestas también? Deberías darte un descanso, siempre pareces que estás molesto, relájate y mira las estrellas, están lindas.

JungKook le apartó la mirada, observando el cielo nocturno lleno de puntitos brillantes como escarcha esparcida en un manto negro, ni siquiera se había fijado en que momento se había hecho de noche. Dudó un poco pero terminó por acotar al consejo ajeno y se recostó observando el cielo nocturno pero realmente no lograba relajarse, estaba cruzando de brazos con el cuerpo tenso y totalmente serio, aún pensando en su reciente derrota.

El contrario quien se sentía repentinamente adormilado abrió sus ojos observando al vampiro quien ahora parecía enojado con el cielo, aquello le hizo sacar una pequeña risa la cual llamó la atención del otro, mirándole sin diversión esperando que explicara su risa, TaeHyung paró de reír mientras compartía miradas con el otro, negó con la cabeza.

—No es nada —dijo quitándole importancia.

El vampiro le miró escéptico pero no insistió y regresó su roja mirada al oscuro cielo bufando con molestia. TaeHyung, quien seguía observándole, se preguntaba cómo alguien con una cara tan linda podía tener tanto odio dentro de sí, de repente se dio cuenta que había dejado de prestarle atención al cielo hace bastante tiempo, siendo JungKook alguien más interesante de observar, sus ojos sólo se enfocaban en la persona recostada a su lado, quien mantuvo su ceño fruncido y sus brazos cruzados durante todo ese tiempo, el menor se acomodó apoyándose en el costado de su cuerpo, su rostro siendo sostenido por la palma de su mano.

—¿Tú no sabes relajarte o sólo es mi idea? —comentó logrando nuevamente la atención de JungKook en él.

—Es tu idea, yo estoy relajado.

—¿En serio? —el ajeno contestó un «sí» de inmediato, TaeHyung asintió ante ello para contestarle de igual manera—. Pues no lo parece.

—Y seguro tu sabes mucho sobre relajarse —contestó mirándole fijamente.

—Bueno... seguramente sé más que tú —JungKook soltó un bufido—. ¿Quieres que te enseñé? Ya que me enseñas a pelear yo podría hacer esto por ti.

—¿Me ves con cara de que necesito tu ayuda? —preguntó fastidiado.

—Sí —la respuesta provocó que JungKook le mirara con clara molestia—. Oh, vamos, no es como si tuvieras algo mejor que hacer —le dijo sonriendo.

Ciertamente la frase tenía un poder de convencimiento o quizás era la dulce sonrisa de TaeHyung que le hipnotizó por unos segundos la cual rápidamente evitó ver desviando su vista al cielo, enfocándose en las estrellas mientras aún sentía la atención del otro en él en busca de una respuesta, suspiró y le habló sin mirarlo:

—De todas maneras vas a insistir si te digo que no ¿verdad?

—Aw, mira, nos comenzamos a conocer —el mayor le miró de mala forma, TaeHyung carraspeó y continuó—. Entonces, ¿puedo...? —el vampiro asintió con un poco de mala gana pero aquello fue suficiente para animar al lobo.

La aprobación lo llevó a sentarse para tener una mejor visión del otro que seguía acostado juzgándolo en silencio, TaeHyung estiró su cuerpo y sacudió sus manos, en realidad no estaba seguro de que iba a hacer pero lo descubriría. Lo primero que notó en JungKook fue la pose incómoda que usaba para estar acostado, brazos cruzados, cuerpo rígido, hombros tensos, ceño fruncido; era esencial deshacerse de todo eso antes de que siquiera pueda sentirse relajado. Con precaución agarró los brazos del vampiro para dejar cada uno al costado de su cuerpo, al notar que este no se oponía ante ese pequeño tacto se sintió más aliviado de poder continuar, lo siguiente notable eran las arrugas entre medio de sus cejas que revelaban el enojo o disgusto que parecía tener, no sabía cómo deshacerse de eso así que dispuso a presionar su pulgar entre medio de las cejas para ver si motivaba al otro a destensar la mirada, sin embargo tocar el rostro ajeno parecía un paso completamente diferente ya que JungKook no tardó en detenerlo antes de que pudiera tocarlo.

—¿Qué crees que haces?

—Bueno si estás así todo el tiempo —dijo mientras fruncía las cejas imitando el gesto de molestia que solía adornar el rostro ajeno—. Jamás podrás relajarte.

—¿Quién dice eso? Por supuesto que puedo —habló como siempre en un tono desafiante—. Y no estoy así —agregó apuntado al gesto que TaeHyung acababa de imitar.

—Si lo estas.

—Que no.

La respuesta hace a TaeHyung girar los ojos y abstenerse de replicar yendo directo a volver hacer lo de antes, pero JungKook le agarró el brazo nuevamente no dejando que se acercara a su cara, ante ello el otro no se detuvo y continuó intentando involucrando ambas manos en aquel forcejeo donde el vampiro ponía una clara oposición a que el menor le tocará el rostro. Aquello llevó a ambos darse leves empujones como un tira y afloja, en medio de su fuerza terminaron rodando por el devastado pasto aún empujándose un poco hasta que TaeHyung deja de insistir y los empujes terminan con, obviamente, JungKook ganando.

Al alfa ni siquiera le sorprende que el otro sonría satisfactoriamente ante esto.

—¿Por qué todo contigo termina en una pelea? —el contrario borra su sonrisa de victoria ante la pregunta, tomándole por desprevenido.

—Eso no es cierto —JungKook hace un gesto señalando el estado de ambos, sucios con tierra y trozos de pasto en la ropa los dos aún muy juntos pero sin darle importancia pues la conversación se llevaba toda la atención—. Esto es tu culpa.

Hubo un breve silencio en el que TaeHyung ni se molestó en mostrar reacción ante el comentario, cerró los ojos inhalando un poco de aire para luego soltarlo.

—Sí, claro, lo es —contestó al final dándole el gusto al otro que sonrió porque se le dio la completa razón, los dos se separaron quedando sentados uno frente al otro, observó como el vampiro llevaba uno de sus desordenados mechones de cabello tras su oreja, hábito que solía hacer más de lo que el mismo JungKook notaría, mirando un poco a la nada, TaeHyung tuvo una idea—. Y qué tal si te hago un masaje, seguro así te relajas.

—Pff, no te dejaré hacerme un masaje qué pasa si-

—JungKook, en serio —le dijo cortándole la oración, su voz sonando tan sólo un pelín más grave—. Ya superamos esa fase, tú eres el más peligroso de los dos, no te haré nada además del masaje.

El nombrado le miró con desconfianza pero luego de pensarlo un poco era razonable lo que el otro le decía, casi sintiéndose orgulloso que era el poseedor de la ventaja entre los dos así que se levantó del suelo cambiando su posición para sentarse de la manera adecuada y con una última mirada amenazante se dio media vuelta esperando el dichoso masaje que se le ofreció. TaeHyung sonrió feliz al notar que JungKook cedió, así que se acercó un poco y posó sus manos en los hombros ajenos sintiendo la tensión quizás hasta aumentar al toque, comenzó a mover los dedos en círculos y se mantuvo así por un tiempo recorriendo distintas zonas de la espalda ajena. El vampiro apretó los labios mirando fijamente algún punto pues aunque al principio no se sentía muy cómodo al rato comenzó a disfrutarlo lo cual casi le provoca hacer un sonido de satisfacción que detuvo antes de tiempo, ya que por nada del mundo iba a dar pistas de que estaba disfrutando el cómo las manos ajenas se paseaban por su espalda logrando realmente que se relajara, casi llenándolo de completa satisfacción, comenzó a respirar pausadamente y cerrar los ojos sumiéndose en la sensación pero sin hacer sonidos al respecto. Al rato el pelinegro podía sentir como la tensión en el cuerpo ajeno había desaparecido, se movió un poco al costado para poder ver al contrario encontrándose con la imagen del otro con los ojos cerrados y supuso que estaba dormido, así que se atrevió a parar el masaje, descansar sus manos en los hombros de JungKook y apoyar su barbilla encima del dorso de su mano quedando más cerca de lo que cree a estado del otro sin una amenaza de por medio.

—Mira que lindo te ves cuando no pareces querer asesinarme —le dijo cerca del oído provocando que JungKook abriera sus ojos inmediatamente girando su cabeza al costado por instinto encontrándose con el rostro ajeno muy cerca del propio, tanto que estaban a nada de poder rozar la piel de sus mejillas y sin embargo no fue algo duradero ya que el vampiro no tardó en alejarse al mismo tiempo que TaeHyung retrocedía un poco pero sin moverse de su lugar—. Estabas despierto —mencionó lo obvio, más que nada para sí mismo, no pudo evitar sentir un poco de pena al tiempo que sus mejillas adoptaban algo de color pero ante la mirada normalmente molesta del otro, aclaró su garganta—. Bueno, al menos ya lo sabes —agregó con una risita nerviosa.

JungKook giró los ojos negando con la cabeza.

—Tonto.

TaeHyung suspiró intentando deshacerse de la pequeña vergüenza que recorrió su cuerpo, sacudió la cabeza y se volvió a dejar caer al suelo, al levantar la mirada el vampiro aún lo observaba por lo que le invitó a recostarse de nuevo, JungKook dudó pero desistió a cualquiera de sus usuales pensamientos negativos hacia el contrario, suspiró pesado y terminó cediendo, se acostó al costado de este pero manteniendo un espacio considerable entre ambos, con la vista de vuelta al cielo y un par de segundos de silencio antes de que pasaran a otra conversación.

—¿Y sirvió? —TaeHyung preguntó después de un rato.

—¿Uh?

—El masaje —señaló mirando al costado abandonado la vista de la noche para fijarla en JungKook—. ¿Te sientes menos tenso? soy buen masajista, ¿verdad? —añadió sonriendo mostrándose interesado en la respuesta ajena.

—Pareces que ya asumes que lo hiciste bien —respondió devolviéndole la mirada, observando como el otro sonreía con autosuficiencia pero aún manteniéndose en silencio esperando una respuesta por parte de JungKook—. Uhm, sí... un poco, como sirviente te lucirías —terminó diciendo sin querer expresar que disfrutó aquello de manera tan directa.

Por parte de TaeHyung, ni siquiera se tomó el tiempo de molestarse, tan sólo riendo ante la respuesta.

De nuevo la vista del cielo pasó a segundo plano, los dos estaban acostados casi completamente de lado mirándose entre ellos en medio de la oscura noche iluminada por luz de luna, JungKook desvío su mirada después de un rato enfocándose en una mariquita que iba pasando en el espacio entre ellos, TaeHyung en cambio mantuvo su enfoque y se sumió en la presencia ajena pensando o intentando analizar al contrario.

—¿Aún me odias?

—Claro, al cien por ciento —respondió casi automáticamente sin dejar de mirar al pequeño insecto.

—No te creo —pero aquello sí le hizo distraerse de la mariquita llevando sus ojos directamente a TaeHyung—. No creo que me odies.

—Señor sabelotodo, si no nos odiáramos no seguiríamos encerrados en este lugar.

—Yo no te odio —aquello sorprendió al contrario que perdió el bichito de vista para enfocarse a quien estaba frente a él—. Quizás aún me caes algo mal, pero no te odio, estoy seguro de eso —y la repentina confesión tomó desprevenido al vampiro, que no supo cómo sentirse exactamente ante ello, simplemente fue un revoltijo de sensaciones que no sabría explicar—. Y no creo que me odies al cien por ciento, me daría un número más bajo, probablemente ochenta por ciento —JungKook bufó, esta vez divertido.

—Te tienes mucha confianza, te acabo de decir que es cien por ciento, mi odio hacia ti es más grande de lo que crees —le dijo con seguridad marcando cada palabra pero sintiéndose descolocado cuando el otro sólo rio ante su respuesta —. Hey —se quejó para llamarle la atención.

TaeHyung hizo un ademán con la mano quitándole importancia, esta vez dirigiendo la vista al escenario tras él: la profundidad de un oscuro bosque, perdiéndose entre el verde, el negro y las luces azules de la noche, la imagen daba la impresión de seguir adelante, parecía que si corría dentro podría atravesar esta barrera, podría volver a su hogar, a ver a su familia y disculparse por desaparecer de aquella forma, pero luego estaba la realidad donde si cruzaba volvería al punto de inicio infinitamente y la única forma de cambiar eso dependía de las dos criaturas encerradas en aquel lugar.

—¿Crees que alguna vez saldremos de aquí? —pregunta captando la atención del otro—. A veces pienso que quizás nunca lo haremos, sólo puedo pensar en que no volveré a ver a mi familia o que nunca conoceré al amor de mi vida.

El mayor de ambos en vez de concentrarse en la nostalgia marcadas en sus palabras se enfocó en lo que pareció un elemento distractor, uno incluso estúpido para él.

—Por qué no me sorprende que aspires a algo tan ridículo como el amor.

—No es ridículo —contrapuso TaeHyung conectando sus ojos con los carmines ajenos—, si algún día salimos de aquí estoy seguro de que conoceré a alguien de quien me voy a enamorar profundamente al igual que esa persona de mi, por supuesto será el amor de mi vida y no otra relación fallida —agregó muy convencido de sus palabras.

—¿Ah, sí? Y cómo sabrás quién es el amor de tu vida.

—Sólo lo sabré, cuando tenga a esa persona frente a frente lo sabré, lo voy a sentir, y esa persona también lo sentirá, me aferrare y no le soltaré jamás, tendremos una familia propia y seremos felices.

—Ajá —asintió sin creerle—, ¿y si te equivocas?

—Lo dudo, creo que soy capaz de reconocer a mi omega ideal cuando lo vea —JungKook no entendía que era la palabra omega pero ni siquiera quiso preguntar, no creyendo que fuera algo importante—, pero si no, confió en el destino y que esté hará todo lo posible para que nos demos cuenta de nuestros sentimientos.

—Suena ridículo para mi, fiarse del destino... Depositas mucha confianza en algo que no sabes si va a ocurrir.

—Lo dices como si los vampiros no se enamoraran.

—Pocos lo hacen, ciertamente —agregó sorprendiendo a TaeHyung—, los sentimientos son una pérdida de tiempo en la vida, en especial si tu vida es tan larga, es mejor deshacerse de ellos.

Aquellas palabras sorprendieron a TaeHyung que por supuesto no creía que los vampiros llegaran a ese nivel de frialdad, díganle un romántico sin remedio pero él creía que todos los seres eran capaces de vivir con amor en sus vidas.

—¿Entonces viven sin amor? Eso suena triste.

—No lo es, desde pequeño te enseñan a deshacerte de ellos, es normal vivir así y yo sinceramente lo disfruto —agregó sonriendo con orgullo, sin alterarse ante la tristeza que podría ser nunca ser amado o amar a alguien, ya que un buen vampiro sabe deshacerse de sus sentimientos inculcados al mundo terrenal y los seres vivientes de allí, JungKook por supuesto se sentía un buen vampiro.

—Una máquina de odio, matar y sin sentimientos, se me hace difícil creer que eres sólo eso —dijo mirando dudoso al vampiro mientras se apoyaba en la palma de su mano.

—Pues yo no sé qué esperas.

—Creo que si quitaras todos esos muros que tienes, sería más fácil llevarnos bien, ¿sabes? No creo que seas tan mala persona —agregó regalándole una pequeña y bonita sonrisa.

JungKook se quedó en un momento de silencio al escuchar las palabras contrarias pero antes de seguir el rumbo de sus pensamientos frunció el ceño, mirando con desagrado al hombre lobo.

—Y yo creo que aún eres un tonto —terminó respondiendo, evadiendo el rumbo de la conversación y sus ahora presentes pensamientos—. Me voy.

JungKook se levantó del césped destrozado, sacudiéndose un poco la ropa sucia, dejó morir la travesía de palabras que ambos estaban compartiendo esa noche estrellada y se dirigió dentro de la cabaña hasta desaparecer de la vista de TaeHyung quien ante la acción anterior se había sentado pero se mantuvo en su lugar tan sólo como un espectador en silencio.

Suspiró un poco, mirando una vez más detrás suya para perderse una última vez en la oscuridad del bosque, sus ojos volviéndose nostálgicos, su lobo aullando en tristeza, se levantó cuando el calor de su cuerpo cedió un poco y la brisa fría de la noche comenzó a ser notoria, se sacudió su ropa sucia y se encaminó a paso lento hasta entrar a la cabaña, vio por un segundo como JungKook salía del baño dirigiéndose directamente a la única habitación del lugar, TaeHyung tomó la ropa limpia que se apartó para él y se dirigió a ducharse antes de dormir.

Una vez limpio, seco y vestido, salió del cuarto de baño topándose con JungKook que venía de la cocina sosteniendo una botella con sangre a la cual gracias al leve tono rojo que poseían sus labios se notaba que había bebido hace nada, se quedaron mirando por un momento como si nunca se hubieran visto antes, TaeHyung fue el primero en hacer un movimiento que los sacó de trance a los dos, la idea era irse cada uno a su lugar de dormir pero antes de eso el vampiro dijo algo:

—Noventa y nueve.

—¿Ah? —TaeHyung le miró confundido.

—Es un noventa y nueve, no un cien por ciento —le comentó ocultando su vista tras su largo cabello, quizás algo abochornado por decirle eso, sin más se dio media vuelta y entró a su autoproclamada habitación.

El otro se quedó observando la puerta cerrada pensando en lo que JungKook acababa de decirle sin haber captado a la primera, hasta que recordó cierta plática de hace unos momentos atrás lo cual al entender le hizo sonreír casi instantáneamente, bufó negando con la cabeza para dirigirse al sofá pensando en ello, pensando en JungKook, quizás JungKook también estuviera pensando en él.



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[N/A]

Al final ganó esta historia en la votación, felicidades, procedo a desaparecer.

Read you soon.

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