Robby fue un niño tranquilo en su infancia, aun era inocente a la desgracia en la que vivía pese a que el resto se lo echaba en cara a viva voz, a sus siete años de vida fue consciente de la crueldad de las personas, en específico, de los niños.

Sus compañeros lo llamaban "el hijo de la borracha" sus comentarios variaban entre "¿de nuevo tu mamá no vino, Keene? Seguro se fue con otro hombre y te abandono" y "tu papá se fue porque no los quiere ni a ti ni a la zorra de tu madre" duras palabras dichas por niños de menos de ocho años pero sabiendo que esos niños escuchan a sus irresponsables padres, era entendible su vocabulario.

Robby no sabia como reaccionar a lo que decían, le dolia tanto, no por qué le insultaran o por como lo trataban, el pensar que todo lo que decian podría ser verdad rompia en mil pedazos su pequeño corazón.

Su infancia fue de lo más horrible y penso que seguiría aquel infierno hasta que un alumno nuevo llego a su escuela.

Oliver Nike. Un tierno niño de cabellos rubios y bonitos ojos cafe.

Como todo niño nuevo, desconocia el estado "social" de su escuela por lo que se sento a un lado de Robby en la hora del almuerzo, el periodo fue suficiente para que se volvieran grandes amigos, como era típico en la mayoría de los niños, socializar era más fácil cuando carecias de la maldad del mundo.

Oliver y Robby congeniaron de inmediato, y cuando menos se dieron cuenta, Nike también era molestado y Robby podia tolerar que le dijeran de todo a él y a su desastrosa familia pero no iba a tolerar que le hicieran pasar a su nuevo amigo el mismo infierno que él paso.

Robby comenzo a defenderse y pronto paso a ser "el chico malo"

Oliver quiso ayudar a Robby cuando este empezo a descuidar sus notas por defenderlos volviéndose "el nerd"

Ambos eran reconcidos en su escuela de una forma u otra, Oliver era la luz en la vida de Robby Keene, todos lo sabian y por como se miraban, nadie se sorprendió cuando "el chico malo" y "el nerd" se volvieron novios.

Tan cliché y tan perfecto.

Tan cliché y tan predecible.

Y todo cambio cuando Johnny Lawrence abrio Cobra kai nuevamente.

Tres chicos.

Una cobra.

Un LaRusso.

Un chico rubio y valiente.

¿La historia les suena?