🎄 ESPECIAL NAVIDAD 🎄
Esto no tiene que ver con el curso original de la historia.
O tal vez sí.
☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆
Raven se hallaba sentado en la sala de su casa, viendo la televisión. Estaba muy aburrido. Hoy es Nochebuena, mañana es navidad y él no tenía ni una pizca de emoción. Se encontraba en soledad, no tenía a nadie más que no fuera su hermana, que a decir verdad no era muy cariñosa, o al menos Raven no lo pensaba. Escuchó pasos acercándose, por lo que miró la entrada de la sala.
-- ¿No tienes nada mejor que ver televisión y no hacer nada? --preguntó su hermana Ravage algo molesta.
-- ¿Y qué puedo hacer? --respondió de forma aburrida.
-- Ayúdame a comprar los regalos para mis amigos, y los tuy- Uy... --Ravage sabía que su hermano no tenía ningún amigo--. Bueno, ¿me quieres acompañar? Al menos para que sólo salgas.
Raven bufó.
-- Como sea.
Apagó el aparato tecnológico y fue a prepararse para salir.
...
Caminaba junto a su hermana, en silencio, mientras ésta se detenía en cada tienda que veía. Raven veía a su alrededor, muchos venían de aquí para allá comprando cosas a última hora. Agradecía que él no tuviera a nadie y no gastar tiempo en las compras.
Aunque acompañar a su hermana no era muy diferente a hacer él mismo las compras.
-- Tú haz la fila mientras yo busco el regalo para Dusk ¿sí?
Dicho eso, Ravage se largó. Raven sin otra opción que hacerle caso, se hizo espacio en la fila. Suspiró, preguntándose porqué mierda tuvo que acompañar a Ravage. El cuervo no notaba nada, pero al que se hallaba al frente de él se le había caído la billetera al suelo. Raven no notó nada hasta que sintió un leve empujón en su parte baja. Era la parte trasera del de adelante.
-- ¡Ah! ¡Lo siento! --Se disculpó el tal rubio de enfrente, avergonzado, alejándose de Raven rápidamente.
Raven lo ignoró.
El rubio se dispuso a volver a intentar a tomar su billetera, esta vez teniendo cuidado de no tocar a Raven. El cuervo inevitablemente guió sus ojos hacia la parte trasera del rubio que se hacía muy notoria al agachar el torso. Volvió a tener la sensación del empujón en su parte baja por lo que desvió la mirada y se acomodó los pantalones disimuladamente.
-- Volví --habló Ravage salvando a Raven de la incomodidad--. Ya puedes ir a hacer lo que quieras mientras pago.
-- ¿Cuántos regalos te faltan?
-- No responderé eso --dijo burlona--. Lleva las bolsas.
Raven tomó las tres bolsas. Sintió una mirada, por lo que sus ojos se posicionaron en los ojos del rubio de enfrente, que al ver que el cuervo lo notó, desvió la mirada. Raven ignorando y restandole importancia, salió de la fila volteando su cuerpo. Al dar unos cuantos pasos, no se dio cuenta que alguien venía corriendo, por lo que terminaron chocando.
-- Fíjate por dónde vas --reclamó Raven viendo a la pelirosada que quedó sobando levemente su cabeza.
-- Ay... Perdón...
Sin más, la pelirosada ignoró al cuervo y siguió su camino sonriendo. Raven le siguió la mirada y se dio cuenta que se acercó al rubio, manteniendo mucho contacto físico.
-- ¡Drift! ¡No vas a imaginar lo que encontré!
Raven miró los ojos del rubio, los músculos alrededor se contraían, demostrando que estaba sonriendo. ¿Cómo será su sonrisa sin ese tapabocas? Dejando de lado cada pensamiento, Raven siguió su camino por la tienda.
...
Ya estaba obscureciendo, Raven iba cargado de bolsas, mientras que Ravage llevaba unas cuantas.
-- Bien --habló su hermana felizmente acercándose a Raven, cargando con una bolsa más--. Ya terminé.
-- Al fin. Por si no sabes los regalos se abren a las doce, tienes que repartir todo antes de eso.
-- ¡Es cierto! ¡Ven!
Ravage arrastró a Raven, ahora para repartir los regalos. La primera casa fue la de Cuddle. Raven esperó aburridamente mientras su hermana y la osa conversaban en la puerta. Vio a su alrededor detalladamente. Sus ojos se detuvieron ante una figura conocida a lo lejos, era el rubio de antes. Drift ¿no? Conversaba con la misma pelirosada, caminando aparentemente hacia donde se encontraban. De seguro eran igual amigos de Cuddle y venían a entregarle regalos, pues ésta era muy querida.
-- Bueno Cuddle, aún me faltan muchos regalos que repartir así que yo me marcho --Empezó a alejarse--. Mándale saludos a tus hermanos.
-- Claro, adiós.
Cuddle iba a cerrar la puerta, sin embargo, vio que el rubio y la pelirosada se acercaban.
-- Oh, Brite, Drift --saludó con tono alegre.
-- Raven --llamó Ravage a su hermano que se hallaba distraído mirando la escena.
-- ¿Ah? Sí, sí, ya voy.
Raven siguió a Ravage.
Drift volteó la mirada hacia los hermanos que se alejaban.
-- ¿Quiénes son? --preguntó a Cuddle mirando al cuervo alejarse.
-- ¿Quiénes? Ah, son Ravage y su hermano.
-- Hmm...
-- ¿Acaso te interesa ella? --preguntó su amiga Brite con picardía.
-- ¿Qué? No --Rió Drift--. Como sea, Cuddle venimos a (...)
...
Todos los regalos de su hermana ya estaban repartidos. Al fin, Raven era libre. Faltaba media hora para las 00:00, por lo que el cuervo optó por estar al exterior, sentado en una banca, viendo las estrellas nocturnas. Se iba a quedar ahí, no quería interrumpir a Ravage y a su pareja en Nochebuena, se iba a quedar ahí, solo. No era novedad. Después podría abrir los regalos que su hermana le dejó.
Cerró los ojos, respirando el aire del ambiente. A decir verdad sentía la felicidad proveniente de toda la isla, todos en sus casas, esperando la hora, sentía todo eso. Pero no lo tenía. Hace mucho lo había perdido. No sabía porqué, algo le faltaba.
Escuchó voces, ecos.
-- ¡Rápido Drift! ¡Van a ser las doce! Y no quiero abrir mir regalos tarde.
-- Sí, voy altiro, Brite.
-- Deja esa flor y vámonos ¿quieres?
-- Que ya voy... Eh... Brite, altiro te alcanzo ¿sí? Tengo que... hacer algo corto.
-- Hay baño en la casa por si no sabes.
Drift lanzó una pequeña risa ante el comentario.
-- No es eso.
-- Bueno, entonces me adelantaré un poco.
Raven seguía con los ojos cerrados, en paz, sintiendo el aire pasarle.
-- Hola.
Escuchó. No creyó que fuera a él, por lo que ignoró y continuó disfrutando y estúpidamente reflexionando. Tal vez le faltaba algo...
-- ¿Hola?
Raven abrió finalmente los ojos y se encontró con el rubio mismo.
-- ¿Puedo sentarme a tu lado?
-- ... Haz lo que quieras.
El rubio se sentó en la banca.
-- ¿Qué haces aquí solo? --preguntó--. Digo, ¿no deberías estar en alguna casa esperando Nochebuena?
-- No tengo ninguna razón para estar en alguna casa esperando Nochebuena.
-- ¿Ah no? ¿No tienes regalos?
-- Sí, supongo, ¿y eso qué?
-- Esa ya es una razón ¿no? Alguien te tuvo que haber dado regalos con todo su cariño.
-- O porque no tuvo otra opción al vivir en la misma casa.
-- ... De seguro eso no es...
Raven volvió a cerrar los ojos, ignorando al chico a su lado. Hubo segundos de silencio, hasta que sintió que el rubio se levantó. ¿Se habrá ido? Abrió los ojos, y lo primero que visualizó fue una flor, el contrario levantado frente a él le estaba extendiendo una flor.
-- Ya tienes un regalo más... --explicó tímidamente.
Raven lo pensó unos segundos, confundido y sin saber muy bien qué hacer, para luego tomar la flor. El cuervo quedó mirando al chico rubio que se hallaba notablemente nervioso.
-- ¡Drift! --Se escuchó a lo lejos--. ¡Se supone que sería un rato! ¡Apúrate!
-- Oh, me tengo que ir... Ese es mi nombre, Drift --rió nerviosamente--. ¿Cuál es el tuyo?
-- ¡Es para ahora Drift!
-- Ah, no importa --dijo el rubio alejándose--. Nos podemos ver aquí mañana, y así sabré tu nombre ¿te parece?
-- ¡Drift! --Seguía gritando Brite.
-- ¡Ya voy! Nos vemos --Sonrió Drift haciendo un gesto de despedida con la mano para después correr hacia el llamado.
Raven lo vio alejarse. Al perderlo de vista, intentó volver a disfrutar el viento y concentrarse en sus pensamientos.
Tal vez le faltaba algo...
Sintió tacto en su mano por lo que abrió los ojos y miró la flor.
O alguien.
Raven se levantó guardando la flor y rápidamente siguió a Drift.
-- ¡Hey Drift!
El rubio detuvo su andar y miró a Raven algo sorprendido.
-- Soy Raven.
Drift sonrió.
-- Es un gusto, Raven. ¿Quieres pasar noche buena con nosotros?
Empezó a caminar, y al ver que el cuervo lo seguía, asumió su respuesta como afirmativa.
-- Te voy a presentar a Brite, es mi mejor amiga, como te habrás dado cuenta, es algo irritante pero la vas a querer igual. Oh y (...)
Se alejaban mientras Drift le conversaba. Raven se veía feliz, eso sí es una novedad.
...
Solo, Raven siempre había estado solo. Sin embargo, estar ahí, junto a dos personas que recién había conocido, le devolvió toda la compañía faltante. Las campanas de las 00:00 se hicieron sonar, repetitiva y melódicamente.
-- ¡Yujuuuuuuu! ¡Feliz navidad chicos! --Celebró Brite poniéndose entremedio de Raven y Drift, abrazandolos por los hombros.
-- Feliz navidad --dijo Drift sonriendo, aunque no se notaba mucho, mirando a la pelirosada y luego a Raven.
-- Sí, feliz navidad.
Raven nunca había dicho eso en todos los años desde que apareció en la isla, por lo que decirlo, le parecía extraño, al igual que reconfortante, al fin tenía alguien a quien decirle, a quien decirle de corazón, se sintió bien.
-- Bueno Raven --habló Brite--. Considera la cena que hice como tu regalo ya que no te tenemos uno.
-- Drift sí me dio uno.
El nombrado se sonrojó notoriamente, lo que la pelirosada notó. Brite sonrió suavemente.
-- Pues yo no, así que te daré doble porción.
-- Es buena cocinera --comentó Drift--. No te decepcionará.
-- Si eso dices... Abran sus regalos de una vez, es lo que tú más querías --Raven miró a la chica.
-- ¡Oh sí! ¡Yo voy primera!
Mientras Brite buscaba un regalo, Drift miró a Raven.
-- El siguiente año sí te daremos regalos.
-- Hmm. Y yo a ustedes supongo... Aunque no es como si me importaran los regalos, a comparación de Brite --Miraron a la nombrada escogiendo un regalo.
-- Pero yo quiero darte regalos así que lo haré igual --dijo el rubio.
-- Haz lo que quieras.
-- ¿Mañana quieres salir? Sólo los dos... --Drift desvió la mirada.
-- Escuché eso --habló Brite "molesta" mientras abría su presente.
Drift soltó una risa nerviosa.
-- Lo siento --Rió el rubio.
Drift miró a Raven. El cuervo, le guiñó un ojo, como respuesta afirmativa a su anterior pregunta. Y bueno, creo que está demás decir que el rubio se puso hiper nervioso y avergonzado.
Mientras Drift y Brite abrían sus regalos, Raven sacó la flor de donde estaba guardada, y la observó. Sí le faltaba algo. Miró a Drift y a Brite, ambos riendo entre ellos. O tal vez sí le faltaba alguien.
Desde ese momento, el mayor miedo no revelado de Raven, era volver a estar solo.
☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.
Espero que les haya gustado uwu
¡Feliz navidad! Les deseo felicidad y espero que disfruten ♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro