—Jimin —Jungkook lo llamó.

Park sentía que se desmayaría, el tono de voz que tenía el pelinegro le encantaba, tan suave y grueso a la vez. Simplemente su voz es encantadora.

—¿Si J-Jungkook? —el pelirosa no pudo evitar tartamudear.

—Yo... —Jungkook podía perderse en los hermosos ojos de su lindo chico—. Quisiera invitarte a la fiesta que hará el hermano de Junho —pasó saliva, sabía que mencionar el nombre de su amigo no era muy conveniente pero esperaba que Jimin aceptase.

El pelirosa se sorprendió un poco, nunca antes había ido a una fiesta de bienvenida que hacían en la preparatoria. Y más que Jungkook lo estuviera invitando, por un momento pensó que estaba soñando pero no, era su realidad.

¡Jeon Jungkook lo estaba invitando!

—Será este fin de semana, puedo pasarte la dirección por... —Jimin dejó de escucharlo, sentía que todas sus ilusiones que había hecho se estaban haciendo realidad—. Pero si estás ocupado no hay‐

—Iré, ¡iré! —se apresuró a decir. Sintió sus mejillas rojas, así que se hizo pequeño en su lugar—. A-Asistiré.

—¡Genial! Le mandaré mensaje a Jun —rápidamente, sacó su teléfono y le mandó mensaje a su amigo, confirmando su asistencia, tanto como la de él como la de Jimin.

Sonrió al ver el mensaje que Junho le había mandado.

"Ok, le diré a Minho. Por cierto, se ve que vas muy bien con el reto que te puse"

Dejó en visto lo último, bloqueó su teléfono y con su vista comenzó a buscar disimuladamente a Junho, encontrándolo sentado a dos mesas de ellos.

Cuando conectaron, el castaño le sonrió victorioso, recordaba las palabras de Junho esta mañana.

"—Te tengo un reto, ¿lo quieres oír? —dijo su amigo caminando a su lado, ambos iban con dirección hacia la cancha donde entrenarían.

—Junho ya estamos grandes, además, ese juego era de Yugyeom y tú —le dijo mientras dejaba su mochila en la banca.

—El reto incluye a Jimin —eso llamó la atención de Jungkook.

—¿A qué te refieres? —cuestionó el pelinegro.

—Te reto a hablarle a Jimin, a que pierdas tu miedo —Junho pensó que le estaba haciendo un favor a su mejor amigo, pues este desde que conoció al chico quedó flechazo por él."

Jungkook había rechazado a cada una de las hermosas chicas de la secundaria y  preparatoria, pues sus ojos solo brillaban cuando veían la presencia de Park.

Jungkook sabía que Junho pensaría que solo ve a Jimin como un reto pero, la realidad es que lo ama con todo su ser.

Dejó sus pensamientos a un lado y se enfocó en el pelirosa, parecía estar buscando a alguien y eso le dio una detallada vista al perfil de él. Jimin era precioso en todos los sentidos. Posee una mirada que te hipnotizará con tan sólo mirarlos, su piel cual porcelana, sus manos, labios y esa bella sonrisa. Y ni hablar de la personalidad que solía mostrar. 

Todo eso hace que Jungkook ame con toda su alma al menor.

—Jimin —el nombrado lo miró al instante. Esos ojos bonitos, son la cosa más cautivadora que tiene Jimin, esos lindos ojos con un ligero doble párpado. Sin duda sus ojos son encantadores y atrayentes—¿Buscas a alguien? —preguntó curioso.

—Namjoon, ya se tardó en el salón —informó Park mirando hacia el pasillo donde estaba su salón, el pelirosa sabía que estaba en buenas manos pero aun así se preocupaba pues no era lugar para tener sexo.

Por otro lado, Jungkook agradecía internamente que el peliazul no estuviese, así podría pasar más tiempo con Jimin.

—Pero era de esperarse, está con... —Jimin dejó de hablar al darse cuenta que iba a decir.

—¿Con? —preguntó con una pequeña sonrisa.

—E-El Profesor, N-Namjoon a veces suele ser muy curioso —odiaba mentir, sobre todo al chico que ama pero debía hacerlo, siempre pondrá a su amigo tal y como él lo hace.

La lealtad es la base de una sincera amistad.

—Bueno, en eso se parecen ambos señorito "Solo veo jugar al equipo" —una tercera voz apareció a las espaldas de Jimin.

—Ahora no Jun —Jungkook le dijo con tono de seriedad. No sabía que planeaba Junho pero no le daba buena espina.

—¿Sabes? Ya me enteré —Lee ignoró por completo a su amigo y se dirigió a Jimin, quien se sentía nervioso y molesto con la presencia del castaño—, Lia dice que te ha visto cada día desde que Jungkook fue nombrado Co-Capitán del equipo escolar —se acercó, invadiendo su espacio personal—, dice que has ido a vernos "jugar" con la esperanza de "unirte al equipo" —hizo comillas sarcásticamente.

—¡Lee! —Jungkook se levantó furioso.

—Vaya, hasta que te dignas a defenderlo —alzó la voz al igual que el pelinegro.

—Vete, por favor —susurró para que solo él escuchara.

—Bien, pero deberías correr o no lo alcanzarás —Lee le señaló el lugar donde Jimin se había ido corriendo.

—¿Qué? —miró hacia el lugar donde Jimin estaba y si, estaba vacío. No había escuchado cuando se fue—. Mierda... ¡Gracias Lee! —dijo sarcástico, lo empujó enojado y se fue de ahí.

Jimin salió corriendo, ya iban dos veces que Jungkook tenía que parase a defenderlo. Se sentía tan débil, tan indefenso.

¿Pero podían culparlo?

Sus padres desde que nació lo han tenido en una burbuja, donde no existe la tristeza ni el dolor. Lo criaron con la idea que todos son amables, sinceros y humildes. Y si llegaban problemas, sus padres eran su escudo, siempre se escondía en su pecho cuando no podía más.

Pero en este mundo tan podrido solo buscan personas como Jimin para aprovecharse de ellos...

Personas que se puedan corromper hasta el punto de que olviden quienes son realmente.

Y ahora, quería escapar.

Comenzaba a vivir nuevamente lo que pasó en su niñez.

"Un lindo niño de tan solo 8 años, jugaba con sus carritos con Namjoon. No molestaban a nadie, eran solo ellos dos, en su mundo. O eso fue hasta que ese niño apareció. Un pequeño de cabellos castaños llegó al barrio, la familia de Jimin no dudó en ir a darles la bienvenida. Y si todo salía bien, ambas familias serían amigas.

Y así fue, meses después Hoseok salía a jugar con Jimin y Namjoon, les llevaba unos cinco años. Pero aún así no se negaba a jugar carreras, atraparse entre sí o simplemente aventarse la pelota. Pero un día, Hoseok le dijo a Namjoon que lo cubriera, pues saldría con sus amigos de una famosa pandilla y asistirá a una fiesta. Aunque se negó, al final aceptó.

Al final, era su amigo.

Pero a quien no le dijeron y no se atreverían a decirle era a Jimin, pues sabían que él sería el primero en decir la verdad.

¿Debo decir que los padres de Jimin eran católicos?

Ese mismo día, los tres habían acordado no salir a jugar debido a la Lluvia que había, pero ni Hoseok ni Namjoon contaron que esta se pasaría y Jimin felizmente iría a la casa de cada uno, para preguntar si los dejaban salir.

—Jimin, ¿qué se te ofrece cariño? —preguntó con el característico tono dulce Jung Yeji y con su hermosa sonrisa.

—¿Hoseok puede salir a jugar? —preguntó tímido.

A pesar de tener ya diez años y conocer desde hace un año y medio a la familia Jung, sigue teniendo pena para preguntar a las familias de sus amigos.

—¿Qué acaso no irían ustedes tres al cine hoy? —la señora Jung se vio confundida.

—¿Cine? No señora Jung, ¿acaso no notó que acaba de pasar una llovizna? —ladeó un poco su cabeza.

La preocupación de Yeji aumentó —¿No sabes si está con Namjoon? —preguntó

—Si gusta podemos ir a ver —se ofreció.

Ambos caminaron apurados hacia la casa del moreno. Tocaron su puerta, justamente el menor fue quien abrió, al ver el rostro lleno de preocupación de la madre de Hoseok y la curiosidad de Jimin.

Sabía que la mentira se había caído...

Ese mismo día, en la noche. Los regaños no se hicieron de esperar en la casa de los Jung's, porque además de mentirles, había regresado con un golpe en la mejilla y un labio partido.

El sol salió al día siguiente, y con él, Jimin, quien se apuró a terminar sus tareas para ir a ver a Hoseok. Se había preocupado mucho por él.

—Hoseok Hyung, ¿cómo estas? —preguntó con esa linda sonrisa.

—¿Cómo debería estarlo? —el tono de voz que tenía, le hacía saber a Jimin que estaba furioso—. Tengo al peor amigo del mundo, ¿acaso no pudiste mentir para salvar mi pellejo al igual que lo hizo Nam? —preguntó furioso.

—P-Pero... m-mentir no es bueno —apretó la pelota que tenía en las manos—. L-Lo siento Hoseok Hyung pero, debiste haber dicho la verdad —dijo con la mirada agachada.

Escuchó un resoplido —Patético... ¡Eres un patético! —el grito de Hoseok hizo que Jimin brincara y diera un paso atrás—. Ojalá nunca hubiera aceptado ser tu amigo —fue lo último que dijo, antes de cerrarle la puerta al pelinegro.

Se sentía mal consigo mismo, no quería perder la amistad de Hoseok pero tampoco la confianza de sus padres. Estaba en una batalla consigo mismo.

¿Mentir es malo si eso ayuda a tu amigo?"

Eso sentía ahora, se sentía miserable como ese día. Ver pelear a Jungkook y a Junho le recordó su pequeña discusión con el castaño.

—Soy patético...