Capítulo 7
Remember Summer Days - Anri.
0:18 ━━⬤────── 2:47
⇄ ◁ || ▷ ↻
Tal vez si debió aceptar la oferta de Jungkook y usar la vestimenta tradicional, más de un mercader se ha acercado a él para tratar de acariciar su traje, preguntándole a gritos donde se consigue una tela como esa.
Taehyung amablemente trataba de explicarse, pero su peculiar acento y su vocabulario tan pobre le hacía difícil las cosas.
Jungkook tenía que ir a su rescate y llevárselo a otro lugar más tranquilo.
Tanto Namjoon como SeokJin seguían intrigados por su nueva compañía, su apariencia llamaba la atención por todas partes, su ropa, acento, hasta su cabello llamaba la atención.
Siguieron avanzando hasta el terreno que Jungkook había adquirido en un buen lugar del pueblo, donde pensaba montar un salón de té, mezclando ambas culturas y empezando a establecer una nueva moda entre los ciudadanos.
Taehyung miró su reloj de bolsillo, sorprendiéndose el por qué su cuerpo tenía hambre. En horas londinenses ya había pasado el almuerzo, la comida y la hora del teté a teté
- ¿Te sientes bien? - Jin se le acerca al joven, que pareciera verse más pálido de lo normal.
-Si mi horario no falla, no eh adquirido 2 comidas y el té. Estoy mareado.
-Oh, pobrecillo. El inconsciente de Jungkook no pensó en eso, discúlpalo. Vamos a buscar algo para que comas.
Seokjin se despide de Namjoon, y se lleva del brazo a Taehyung hasta un restaurante en los callejones de mercaderes y demás.
Todo es tan precioso, colorido y algo pequeño. Entran a algo parecido a una casita, con aquello que reconoce de la casa londinense de Jungkook. Mesitas pequeñas a la altura del suelo y un tapete de una tela que desconoce su procedencia.
SeokJin ordena por él, y en corto tiempo ya han dejado un tazón de arroz y unos palillos de madera que desgraciadamente no sabe usar.
-Espera, el arroz es solo un complemento. Falta que preparen las verduras asadas, el caldo de pescado y la carne.
- ¿Caldo de pescado?, ¿es como el Fish and Chips?
- No sé de qué me hablas niño. El caldo se hace con el agua donde hierven el pescado.
Taehyung no está seguro si entendió bien, o si eso es si quiera comestible, pero no va a negarse a probar algo nuevo cuando se está muriendo de hambre.
- ¿Bebes?
- ¿Disculpa?
- Pregunto que si bebes alcohol.
Taehyung está confundido, los omegas jóvenes no suelen beber alcohol, al menos no en Londres.
-Uhm...¿no? En Londres no se permite la ingesta de alcohol a omegas jóvenes.
-Pero... eres mayor de edad ¿No? - Taehyung asiente, algo incómodo por la posición de sus piernas.
- No está bien visto que un Omega que no esté casado beba Alcohol.
- Eso es absurdo, ¿Por qué privarte de algo tan liberador como un buen alcohol? Espera.
Jin parece sorprendido, por lo que grita algo que nuevamente no entiende y un joven trae algo parecido a un plato y una jarra de metal.
- Mira, esto es Makgeolli. Se sirve en estas tazas grandes, se sostiene con ambas manos así. - Jin trata de explicar de forma lenta, esperando que el jovencito entienda todo a la perfección. - Yo, al ser mayor, debes esperar a que de el primer sorbo.
Taehyung asiente, esperando a que Jin beba el líquido que se parece a la leche que suelen ordeñar los granjeros en el campo.
-Ahora si puedes beber. - Tae asiente, dando dudoso un sorbo de aquel liquido de color interesante, haciendo una mueca extraña cuando el sabor entre dulce y amargo pasa por su garganta.
Es totalmente diferente, sin duda, pero no es del todo desagradable. Mira curioso a SeokJin, que ya se ha bebido todo de un golpe y sacude el plato sobre su cabeza dejando que algunas pocas gotas mojen su cabello.
-Es una costumbre solamente, no debes hacerlo si no quieres. - Taehyung quiere intentarlo, pero no se siente capaz de beber todo de un sorbo, menos ahora que la comida a llegado a la mesita junto a una cuchara de madera para aquello que parece ser una sopa.
-Caldo de pescado. - nuevamente Jin le habla despacio, señalando el platito hondo. - pruébalo así.
Se siente como un niño pequeño a la hora de aprender modales, tal como cuando la institutriz le enseñaba el orden de los cubiertos y las atenciones en sobremesa.
Pero aquí no hay orden, Jin pareciera no importarle revolver cubiertos. Toma arroz con la cuchara de madera y lo remoja solo un poco en el caldo de pescado, mientras que en la otra mano sostiene los palillos y toma verduras asadas.
Taehyung toma la cuchara y el arroz con cuidado, esperando no hacer algo equivocado, pero Jin no le presta mucha atención y sigue comiendo como si las reglas de sobre mesa no existieran.
No tiene palabras para explicar cómo se sintió probar algo tan simple como arroz y caldo, el sabor es único y fuerte en sobremanera. Hay alguna especie que no reconoce en lo absoluto, pero es un festín al paladar.
Quiere probar las verduras, o los pequeños pedazos de carne que huele exquisito, pero no tiene idea de cómo usar los palillos, jamás había visto algo igual.
- ¿Y los cubiertos? - Pregunta en su muy marcado acento inglés, dejando a SeokJin mudo. Para su buena suerte, su amado y diplomático Namjoon aparece junto a Jungkook, tomando asiento y levantando la mano para ordenar comida también.
-Preguntó dónde estaban los cubiertos. - Nam traduce amablemente, señalándole al omega que los cubiertos son esas 2 piezas que tiene enfrente.
-Uhm, lamento confesar que en mis clases de modales no estaban presente estos peculiares cubiertos.
-Oh, es fácil. Mira. - Jungkook toma sin cuidado sus manos, y las aparta rápidamente para no levantar falsos, pero pronto cae en cuenta que nada de las reglas que aprendió para ser un buen omega de alta sociedad tienen valides aquí. Es extraño, nunca un alfa había tomado su mano así, solo su padre para acompañarle, pero nunca otro alfa. - Solo debes mover tus dedos así. - Jungkook también tiene un par de palillos en sus manos, mostrando el movimiento y la forma de tomar la comida. Es como si las reglas de gravedad tampoco existiesen, no es posible que la comida se pueda tomar con dos simples palillos de madera, pero sus acompañantes lo hacen ver tan fácil, incluso toman los granos de arroz uno por uno como si nada. La verdad es que también quiere intentarlo, pero se arrepiente cuando un pedazo de carne se cae al suelo.
- No te presiones, pronto no habrá quién te detenga y querrás tomar todo con palillos.
Namjoon parece ser una buena persona, y por lo poco que recuerda de una que otra plática con Jungkook en su casa de campo londinense, es que el Alfa es un diplomático de sus tierras, posee una inteligencia descomunal y quiere pertenecer a los altos mandos gubernamentales. Sus estudios y conocimientos lo están guiando por buen camino, y a primera vista se ve que es alguien educado y sencillo por sobre todas las cosas.
- ¿También hablas inglés? - Tae es quién pregunta, continuando con su labor de aprender a usar los palillos para tomar algunas verduras del centro de la mesa.
-Namjoon es quién me enseñó. - Confiesa Jungkook, codeando a su amigo que parece enrojecer por la repentina atención.
- Soy autodidacta, leo mucha literatura inglesa.
- Lamento interrumpir su divertida conversación, pero no entiendo nada de lo que están diciendo. - Seokjin parece algo perdido, escuchar a sus amigos hablar en otro idioma es un total dolor de cabeza. Ahora se arrepiente de haber ignorado a su prometido cuando trataba de enseñarle inglés a toda costa.
Los presentes simplemente ríen por su forma de expresarse, y una vez que terminan sus alimentos es hora de pagar la cuenta. Taehyung saca su billetera, mientras sus acompañantes tienen en sus manos una cuerda que resguarda argollas brillantes.
- Oh, Tae. Nosotros pagamos, no te preocupes.
- Pero... no tienes billetes, ¿cómo vas a pagar?
-Esto es el dinero. - Namjoon le muestra las argollas doradas, desatando el nudo que las protege y retirando 3 de estas.
Ahora si está confundido, ¿Esas son las monedas? Piensa, pues nunca había visto algo igual, mucho menos que el dinero tuviera un hoyo en el centro. Hay muchas cosas que debe aprender, y otras pocas de las que debe empezar a adaptarse, pero no es algo que le preocupe mucho, no cuando su padre le ha heredado el espíritu aventurero que solo los Kim poseen.
💐
La residencia Kim se vuelve silenciosa de la noche a la mañana, y la honorable mujer que reside ahora solitariamente en esta no tiene ganas de asistir a otro baile de la temporada social, no cuando su pequeño no está con ella. La servidumbre la notan preocupada, pero es comprensible debido a su situación.
Avanza algo desarreglada al estudio de su difunto marido, donde ha ordenado que por favor que le lleven el desayuno ahí. El lugar se ve tan triste y desolado, ya no es lo mismo si su esposo no está presente para bailar con ella en su pequeño rincón, lo único que le consuela es haber dejado todo tal y como a su marido le gustaba. Se sienta en el escritorio algo polvoriento, dejando que el olor de los libros viejos inunde sus pulmones. Sonríe enternecida, recordando tantos bellos momentos que pasaron junto ahí.
- Oh Kim, si yo te contara todo lo que ha pasado. Nuestro pequeño abandonó el nido, igual que tú y tu espíritu aventurero. - La nostalgia le abraza, aún con una sonrisa en el rostro. - Ese clavel rebelde escapó cuando la temporada social empezó. Los jardineros me confesaron su travesura, escapó aún en pijama por la ventana y huyó a caballo hasta la residencia vecina. Tan liberal como tú.
La puerta del lugar es entreabierta por una de las mucamas, que lleva entre sus brazos su desayuno en una bonita charola de plata.
-Mi señora, ¿cómo se siente?
Soledad es la primera palabra que se le viene a la mente, pero no puede mostrarse así ante su compañía de empleados, no cuando ellos son los únicos que en estos momentos velan por ella.
-Querida, consígueme papel y pluma. Ordena a la cocina que preparen un banquete y avísale a todos los empleados que tendremos una comida en el jardín principal.
- ¿A los empleados?
- Si, quiero que comamos todos juntos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro