Capítulo 12
Jin ha cumplido su promesa y temprano por la mañana, precisamente el sábado, ha pasado por él a la residencia Jeon para llevarlo a su lugar de trabajo, una tienda de Hanbok's de alta costura donde los nobles ordenan y adquieren diseños exclusivos hechos a mano y a la medida, igual que su sastre en Londres. Un carruaje los lleva a su destino, pasando por infinidad de tiendas y restaurantes donde se nota el estatus económico a simple vista, lo fino de las telas, la calidad de los restaurantes y los hogares imponentes alrededor. Jin no metía, realmente hace ropa para cierto tipo de clientes exclusivos.
Bajan del carruaje y Taehyung admira la tienda de Jin, es elegante, pequeña y con clase, por fuera tiene una fachada de madera oscura y telones con dibujos hechos a mano, pinturas con colores vibrantes de los Hanbok's , y por dentro es un saloncito de ensueño. Hay telas exhibidas alrededor de la tienda, un mostrador de cristal con accesorios y demás, diseños completos en maniquíes y silloncitos rosáceos para sentarse.
- Es tan bonito... - Susurra Taehyung, siguiendo a Jin hasta la parte trasera de la tienda donde se encuentran las máquinas de coser, los hilillos y las agujas especiales para el bordado.
- ¿Te gusta? Trabajé mucho para tener mi propia tienda, ganó mi propio dinero y hago lo que me gusta. Conocí a Namjoon aquí. - Taehyung voltea a verlo asombrado, sonriendo de solo pensar en la escena de como ese par se conoció. - Venía una vez a la semana con su madre, le acompañaba y escogía tela para sus propios trajes. Cuando vi esos hoyuelos de ensueño me enamoré de él, y conforme más visitaba la tienda él también se enamoraba de mi. Su madre le planteó que yo era un buen prospecto, bonito, independiente, trabajador y honrado, gracias a ella y sus insistencias salimos, nos conocimos y nos casamos. El resto es historia.
- Es tan precioso... la forma en la que se enamoran, en Londres el dinero es parte del matrimonio, es como un contrato de familias. Lo detesto, tienes que ser el omega perfecto, sumiso y fértil para dar herederos a tu Alfa, Alfa que; si tienes suerte, te quiera y te respete, lo demás está a tu suerte.
SeokJin lo ve con lastima, con tristeza, y procede a darle un abrazo cálido para reconfortarlo, cosa que Taehyung agradece pues se siente ver recibir abrazos así de dulces, sin segundas intenciones, de vez en cuando.
- Tengo suerte, supongo, mi padre me crío de otra forma que para muchos no está bien vista, pero no le importaba en lo absoluto. Madre, por otro lado, si es una mujer de tradiciones, aunque nunca me casaría con un Alfa que yo no ame.
- ¿Y qué tal Jungkook? Es un buen Alfa, trabajador, de "clase alta". ¿Él sería un buen alfa?
Taehyung tiene el rostro rojizo, demasiado que pareciese que la fiebre se a apoderado de su cuerpo, pero nada de eso es lo que parece. ¿Jungkook su Alfa? No es mala idea... Espera Kim Taehyung, quieto, Jungkook es tu amigo, tu compañero de travesuras, pero... ¿Tú alfa?
El omega se ríe con nerviosismo, tratando de ignorar el tema o cambiar la conversación pues aún no piensa en matrimonio, en cachorros y en todo lo demás, solo quiere experimentar la libertad tanto como le sea posible. La campanilla de la entrada suena, anunciando un nuevo cliente, y tanto Jin como Tae regresan a la parte de enfrente de la tienda. Un hombre y una mujer bien parecidos y de sonrisas cálidas hacen acto de presencia en el lugar, imponiendo respeto con su postura y su costosa vestimenta tradicional.
- Joven Jin, siempre es un gusto visitar su tienda. Mi hermana y su necesidad de ver si su pedido está listo me han traído una vez más. - El hombre de sonrisa cálida habla con un perfecto acento coreano que, como ya es costumbre, marean a Taehyung, pero no es un problema en lo absoluto. Taehyung pasa por fin a la parte frontal de la tienda, usando sus clásicos trajes de pantalón oscuro y camisas de seda ahora en color azul celeste, dobladas hasta por debajo de sus codos. Ambos clientes lo miran con asombro, pero Taehyung ni se inmuta en la mirada curiosa del hombre junto a la joven.
- Un placer recibirte Jiwoo, tu Hanbok y la peineta de cristales está lista. Dame un segundo para envolverlo.
- ¿No te da gusto verme? - Pregunta al que ahora reconoce como un Alfa, pero Jin no responde hasta que termina de envolver el pedido en papel fino.
- Siempre es agradable verte Hoseok, pero sigo molesto por tu cancelación a última hora. Me hiciste desperdiciar mucha tela.
- Soekjinnie... te lo pagaré, toma. - Hoseok busca entre los bolsillos de su traje las monedas de oro que Taehyung ya conocía. - Tuve una urgencia de trabajo y ya no tenía tiempo.- Por supuesto que debía pagarle, los trajes son hechos a medida y no había forma de vendérselo a otro cliente, son pocos los Alfas que tienen la apariencia y porte de Jung Hoseok. Taehyung decide pasearse por la tienda, sintiendo la textura de la tela entre sus dedos, viendo emocionado los vestidos exclusivos para las damas, ¿Cómo se vería su madre en uno así? Sin el corsé ajustado, las capas cayendo con suavidad sobre su figura, de seguro es más cómodo. Apenas y es consciente de las miradas curiosas de los hermanos Jung sobre su cuerpo, precisamente sobre su ropa. - SeokJin, ¿Quién es tu adorable amigo? - Taehyung voltea instantáneamente cuando entiende las palabras, haciendo referencia a su presencia, y sonríe en grande mientras hace una reverencia clásica de los nobles y extiende su mano para saludar como es debido a los hermanos. Verdaderamente ha estado tan distraído en las telas del negocio que no es capas de notar el pequeño encanto y brillo en los ojos del alfa cuando ve en primer plano las facciones marcadas y la piel levemente tostada de su rostro. - Taehyung Kim, hijo único de la familia Kim al norte de Londres.
- ¿Londres? - Pregunta Jiwoo, una omega de ojos expresivos y sonrisa brillante.
- Taehyung es extranjero. Compañía de Jeon. - La omega más joven cambia su sonrisa a una mueca de asombro, observando mejor al omega peculiar frente a ellos. Hoseok sigue en trance, casi estático, observando con mayor detenimiento al omega que aún mantiene su sonrisa y la mano alzada a la espera de corresponder su saludo.
- Un placer conocerte joven Kim, somos los Jung. Somos parte del consejo gubernamental y tenemos numerables compañías alrededor del país, próximamente nos expandiremos al extranjero. - Si Jung Hoseok esperaba impresionar a Kim Taehyung con su estatus social y su dinero está muy equivocado, Tae jamás se deja llevar por el dinero de los Alfas, todo lo contrario, él mismo posee una herencia casi infinita que, si hace la conversión a la moneda coreana, llenaría dos campos de criquet enteros con todo el dinero.
- El placer es mío. - Termina de responder, abandonando el negocio de Jin para caminar por las calles de piedra y ver los demás negocios. Dentro de la tienda, donde Jiwoo agradece por su pedido y mira los nuevos accesorios, Hoseok sigue viendo por el camino donde se ha ido el omega de porte imponente y elegante.
- Es... precioso.
- ¿Perdón? - SeokJin lo cuestiona detrás el mostrador, mostrando el pasador de cristales rojos a la joven Jung.
- Taehyung Kim, es precioso. Nunca había visto una belleza como la suya, mucho menos sentido esa aura de elegancia, no se parece en nada a los omegas de por aquí. ¿Viaja sin un alfa? - Jin entiende rápidamente el rumbo que quiere tomar esa conversación, pero antes de que todo se le salga de las manos decide actuar con rapidez, pues él no es ningún tonto y sabe descifrar los sentimientos de las personas antes de que ellos mismos se den cuenta. Tanto Taehyung como Jungkook son ignorantes con sus sentimientos, deciden eclipsarlo solo en amistad, cuando sus acciones demuestran algo más.
- Esta con Jeon, es su alfa. - Una mentira piadosa no le hace mal a nadie, aunque puede que dentro de poco deje de ser una mentira.
- ¿Jeon Jungkook? ¿El campesino? ¿Por qué un omega de su categoría escogería un alfa así? - Bien, tal vez ha omitido las últimas noticias sobre los negocios de Jeon, sobre lo mucho que a crecido su fortuna con negocios limpios y puros, pero él no es quién para revelar aquello, sabe que a su amigo le gusta mantener sus bienes y propiedades en privado.
- Taehyung no es alguien que necesite títulos y fortuna, los posee por si solo.
- ¿A qué te refieres?
- Taehyung es un noble heredero de alta categoría, posee más dinero que tu, Nam y Yoon juntos. No te compares Hoseok. Ninguno le llega a los talones a ese chiquillo. - Una sonrisa y un sentimiento de orgullo se instala en su pecho al ver el rostro acongojado de Jung, como su mandíbula casi cae al suelo. Verdaderamente no hay oportunidad, ni en un millón de años, ni en otra vida. - Y Jeon no es el típico campesino, siempre va a ser más. - Jiwoo está a nada de soltar una carcajada, al fin alguien ha puesto en su lugar a su vanidoso hermano, sin embargo, no es propio de una señorita y decide mejor retener su risa y mostrarle una sonrisa burlona a su hermano, dejándolo de pie en el recibidor y tomando su lugar en el carruaje.
💐
Taehyung termina su paseo por los negocios, asombrándose cuando más de un artista callejero le a pedido de rodillas que los dejasen pintar su rostro, no le quedo más que aceptar y dejar que varios pintores retrataran su rostro, consiguiendo así monedas coreanas que no dudo en gastar en cuanto pudo ponerse de pie y salir corriendo. Una experiencia inolvidable, siendo totalmente honestos, le gusta ser el centro de atención. Ha seguido el mismo camino, comprando algunas cosas en los puestos callejeros, y regresado con éxito al negocio de Jin donde varias damas escogen accesorios y ven las nuevas telas.
- ¿Te divertiste? - Pregunta Jin con una sonrisa, señalando la bolsa de tela donde trae sus compras. - Espera... ¿Cómo pagaste esto?
- Deje que hicieran una pintura mía y me pagaron. No sabía que mis rasgos llamaban tanto la atención. - Tanto Jin como Tae se ríen confidentes, esperando que las damas terminen de escoger para cerrar la tienda e ir a casa para hacer las maletas. Si mal no recuerda, mañana antes del medio día su barco partirá de regreso a tierras londinenses. Jin se apresura y empieza a escribir un aviso sobre el cierre de su tienda por un tiempo, y una vez que las damas salen del lugar se apresura a colgar el aviso y empezar a guardar todo. Los minutos pasan y Jungkook hace acto de presencia en el lugar, sonriendo tiernamente cuando ve la fascinación de Taehyung por uno de los Hanbok's rosáceos con celeste que están en exhibición.
- ¿Tiene algo malo ese vestido? - Le pregunta Jungkook, rosando sutilmente sus dedos en el dorso de la mano del Omega. Taehyung, algo impactado por la acción del alfa, niega en silencio y deja de lado su cobardía y costumbres para tomar como es debido la mano del alfa.
- Pienso que mi madre le quedaría bien algo así, es amante de esos colores.
- ¿Por qué no se lo llevas? Es de contextura pequeña, y los Hanbok's no siempre deben de quedar ajustados, estoy seguro que le gustará.
- No tengo dinero para pagarlo, y tampoco abusaré del trabajo de Jin y le pediré que me lo regale. - Jungkook solo asiente, con una sonrisa confidente que no logra interpretar, Jin se acerca para avisarles que ya pueden irse todos juntos, pero Jungkook lo detiene y le entrega el dinero exacto del valor del Hanbok, incluso un poco más.
- Nos llevamos este Jin, es un regalo para la madre de Tae.
- No Jeon, es demasiado, no es necesario...- le susurra Tae, apenado de no tener el dinero para pagar aquel costoso vestido.
- Es un regalo de disculpa... por haberme "fugado" con su preciado clavel blanco al otro lado del mundo. No es demasiado, es lo justo, y mientras tu estés feliz, yo lo estoy también. Mi clavel blanco... - Es tan extraño, ¿por qué no le molesta la mano en su mejilla?, ¿Por qué es tan cálido el tacto de sus manos juntas?
Es verdad... Jeon es un buen alfa.
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