Es tan extraño.
Todo es tan extraño.

Los omegas de alta clase, como la suya, y educados con institutrices de alto prestigio, no podían estar dando esa clase de espectáculos en público, pero a veces se olvidaba que a las personas de aquí no les importaba en lo más mínimo. Aquí todo mundo estaba en sus asuntos, en sus negocios y en sus familias, pero para él todo era tan distinto.

Jungkook toma su mano como si nada, pasean juntos por el pueblo tomados de la mano y nadie dice nada, nadie ve nada. En Londres, precisamente con las amistades de su madre, no podría si quiera estar cerca de un alfa a menos que tuviese un chaperon o chaperona de por medio (su madre en este caso).
Era un sentimiento muy cálido, el suave tacto de las manos del Alfa entre las suyas era tan cálido.

- ¿Te sientes bien? - Jungkook lo saca de su ensoñación con una simple pregunta. Sus manos viajan hasta su rostro, tomando sus mejillas para ver si su temperatura es normal.

¿Por qué es tan extraño?

Nada tiene sentido, él ya hubiera golpeado a cualquier alfa que lo hubiese tocado así, sin su permiso, pero con Jungkook su corazón solo latía desenfrenado, su lobo le decía que todo era correcto, que no había porqué temer entre sus manos.

- Lo estoy. - Responde simple, desviando sus ojos hasta sus manos que siguen unidas.

Ambos se dirigen a casa de Jin y Namjoon, un matrimonio igual de dulce que la miel, aunque también algo alocado. Su hogar es parecido al de Jungkook, una construcción de un solo piso igual o más grande de lo que esperaba. Hay un campo verde y cultivos alrededor de la propiedad, que además está cercada con muros de piedra y entrada libre en una sola dirección. Todo alrededor del muro está repleto de flores, de todos los colores y tamaños, pero todas igual de bonitas.

SeokJin los saluda a la distancia, precisamente desde la puerta principal, y se adentran en uno de los carruajes que Jungkook tiene a su disposición. Una vez dentro, donde varios hombres se aseguran de guardar el carruaje junto a los demás, es cuando nota que Yoongi y Jimin ya se encuentran en la casa.

Es extraño.

Jungkook sigue sosteniendo su mano aún frente a sus amistades.

- Taehyung, veo que te empiezas a adaptar a nuestra vestimenta.

SeokJin no se equivoca, empieza a encontrarle el gusto a usar la misma ropa que Jungkook, además, el alfa parece no tener inconveniente en prestarle trajes tradicionales con bordados bonitos.

- Esta haciendo calor y solo traje abrigos de lana y camisas de seda. Esto es más fresco y es bonito.

- Te vez bonito. ¿No está algo grande? - SeokJin mide las mangas y el ancho del traje, notando que sobran unos cuantos centímetros de tela.

- Son de Jungkook, pero no te preocupes, me gusta así.

La conversación debe continuar adentro, puesto que el cielo empieza a nublarse. La casa Kim es preciosa tanto por dentro como por fuera, hay cuadros hechos a mano decorando las paredes, además de muchas flores en jarroncitos de porcelana fina. SeokJin sigue insistiendo en que su traje le queda grande, y lo lleva consigo hasta su estudio privado donde telas finas y muchas cajas de madera se encuentran alrededor de la habitación, entre sus manos trae un pedazo de tela grueso, de color oscuro con marcas en forma de líneas pequeñas, y empieza a tomar medidas de todo su cuerpo sin consultárselo. Ahora es cuando cae en cuenta que las intenciones de SeokJin es hacerle un Hanbok a su medida para que pueda usar durante el verano. Le muestra la tela a su disposición, además de recomendarle la más ligera y de colores oscuros que se verían bien en su contextura y tipo de piel.

- Siéntete afortunado, solo hago Hanbok's para "la clase alta". Mis telas son costosas y todos los bordados son hechos por mí a mano, nada de las nuevas máquinas que dejan hilillos sueltos y bordados mal trasados. - Taehyung está impresionado, verdaderamente SeokJin tiene talento para esto, incluso para los dibujos. Sus cuadernillos y bocetos expuestos de nuevos diseños se ven preciosos a pesar de solo tener el color oscuro del grafito, detalla perfectamente la figura de las faldas femeninas y las capas masculinas, incluso hay dibujos de algunas peinetas y adornos para el cabello, tan delicado. Uno de los dibujos llama su atención, un sombrero amplio y con adornos que no se parece nada a los sombreros de copa de su región. - Los usan la gente con dinero, ya sabes, los nobles. Demuestra su estatus y dinero, son algo vanidosos. - Explica el omega, terminando de anotar sus medidas y ahora colocando sobre él algunas telas para darse una idea de los dobladillos. - La próxima vez te llevaré conmigo a mi tienda, verás a la clase noble de la que te hablo.

- Será un placer.

En el salón principal los alfas se encuentran reunidos. Jungkook, Namjoon y Yoongi discuten un tema de negocios que los une y piensan soluciones e ideas para expandir los negocios. Jimin se aburre en la conversación y lo mejor es abandonar el salón y buscar a Taehyung y SoekJin en su estudio privado.

- ¿No quieren venir a Londres conmigo? - Rápidamente Jungkook cambia el tema de conversación cuando empiezan a hablar de política, cosa que no es su fuerte, y suelta tan espontáneamente la pregunta, tomando desprevenidos a los Alfas del lugar. El más emocionado es Yoongi, amante del arte europeo, por lo que sin consultarlo con su omega acepta la propuesta sin pensar. Namjoon, por otro lado, no está seguro del todo puesto que aún no se resuelve su nuevo puesto de gobierno.

- Creí que ibas a quedarte más tiempo aquí. - Es Namjoon quien habla, agradeciendo a la cocinera de la casa Kim por haberles traído algo de beber. - ¿Por qué regresas tan pronto?

- Taehyung. Su madre, viuda de Kim, enfermó y Tae está preocupado. Le dije que podíamos ir a mediados de la primavera o inicios del verano, pero él dijo que en verano son las bodas de los nobles y no quiere tratar con esos compromisos.

- ¿Lo de los libros es verdad? Creí que era un invento eso de las bodas en verano. - Yoongi está asombrado, tanta literatura europea está teniendo sus frutos.

- Taehyung dice que la mayoría se compromete en primavera y se casa en verano por el clima agradable, puesto que, en invierno, nadie quiere salir de la comodidad de su hogar.

- Los extranjeros son raros. - Termina de decir Namjoon, sonriendo cuando SeokJin hace acto de presencia y toma asiento junto a los demás. - ¿Y Jimin? - Pregunta Yoongi, apenas notando que su omega no está en ningún lugar.

- Salió a dar una vuelta por el jardín con Taehyung, ¿de qué tanto estaban hablando?

Namjoon le explica la situación, la idea de acompañar a Jungkook en su viaje con Taehyung para ver a su familia, y parece ser que a Jin no le desagrada de todo la idea, podría aprovechar y conseguir telas europeas para los nobles coreanos, está seguro de que a la hija de los Jung le encantaría tener la última moda europea entre sus cosas.

💐

Jimin y Taehyung caminan a través del jardín con sus brazos entrelazados, dando pequeños pasos para apreciar el olor de las flores y la brisa fresca de la primavera. Verdaderamente el jardín de los Kim es muy bonito, con muchas flores que Tae nunca había visto y arboles de colores rosáceos que le dan otro aspecto elegante pero infantil.

- ¿Cómo se llama este árbol? - Pregunta Taehyung, señalando los pétalos rosas en las delgadas ramas.

- Es un árbol de cerezos, sus semillas se importan desde Japón, ahí les llaman Sakura, si no me equivoco. 

- Es muy bonito.

- Tengo semillas en casa, puedo darte algunas para que cultives uno, pero es algo difícil. Los Sakura son vanidosos, solo crecen en cierto tipo de tierra, a cierta temperatura y solo florecen en primavera. Nada pierdes con intentarlo.

La conversación termina ahí cuando una empleada de la casa Kim les avisa que es hora de servir la comida, así que regresan al salón principal donde otra mesita más ya se ha colocado para degustar los alimentos. Jimin y Taehyung se sientan juntos, al lado de Yoongi, y todos empiezan a compartir y pasarse los platos para comer, para sorpresa de todos Taehyung a pasado de largo los cubiertos de madera que han traído para él, tomando entre sus manos un par de palillos de madera y empezar a comer como los demás.

- Le enseñé a usarlos. - Confiesa Jungkook, sonriéndole confidente al omega.

Tanto Yoongi como Jimin voltean a verse en cuanto notan las pequeñas intenciones que su amigo sigue negando, porque solo ellos saben lo que significa pasar cosas de su plato al de Taehyung, ceder la carne antes que las verduras y servir agua en el vaso contrario. Es cuestión de tiempo para que ese par de tortuguitas abra sus ojos, y cuando se hayan dado cuenta, estarán tan perdidos el uno por el otro que separarse será tan difícil.