¡Buenas! Primero, déjame agradecerte por animarte a entrar aquì y leer 3.

Advertencia: Humor, otra vez.

6. Mocos.

Si Todoroki algo aprendió de Midoriya era que tendía a minimizar situaciones graves para su persona, Midoriya era una bomba de tiempo, tratando de suavizar lo peor con esa sonrisa bonita y sus palabras sencillas.

Izuku podría estar muriendo, pero siempre intentaba de restarle importancia, tenía ese habito desagradable.

Pero Todoroki no se preocupaba más de lo necesario, ya que, para infortunio de Midoriya poseía esos dos compañeros que se comportaban como tías detrás de él, destinándole en cuidar su salud y de ser necesario constreñirlo a visitar a la enfermera.

Todoroki no se preocupaba por la salud de Midoriya, porqué sabía que estaba acobijado muy bien.

Hasta ahora.

Lo vio sorber la nariz por la quinta vez, dándole a desentrañar que se encontraba en un estado no muy salubre; la nariz roja y los ojos levemente matizados del mismo ton.

En más de una ocasión dónde tuvieron que rozarse para intercambiar apuntes, notó que su temperatura estaba alta, y no era por culpa de su propia particularidad.

Volvió a mirarlo con minucia al escucharlo ahogar una tos con sus manos, se encontraba enfermo, y todavía tenia el descaro de decirle que solo se trataba de una fiebre pequeña. Todoroki no era muy tolerable con las mentiras.

—Estás enfermo  —sentenció  —. Podemos descansar si quieres.

Sugirió en tono apacible, incluso maniobró su mano para cerrar la libreta y el libro en el que se estaban apoyando. Midoriya desesperado detuvo sus acciones, colocando su mano sobre las del chico, un intento torpe de retenerlo. Shouto percibió que su mano estaba caliente, demasiado caliente.

—Midoriya...

—¡No te preocupes, estoy bien!

—No lo estás.

—Si lo estoy.

—No.

—Si.

—No.

—Todoroki-kun  —Midoriya le dio esa sonrisa brillante, y Todoroki supo que no podría continuar insistiendo mucho -. Sólo es un pequeño resfrío.

Todoroki quedo tácito, con aquella asidua expresión que incomoda a Midoriya, pasando los minutos entre ellos en que ninguno era capaz de pronunciar algo, tratando de entender al otro, Midoriya agitado, intentó hacer perecer el ambiente al abrir la boca, pero Todoroki fue más rápido y volvió a afirmar.

—No es cierto.

Declaró antes de retirar su mano, Izuku se confundió, dando un parpadeo lento tardó en comprender.

—Estás enfermo, y es demasiado grave -confirmó, su voz sonó severa.

Ordenándole a Midoriya entre letras que aceptaba que él tenia razón, sin embargo, Midoriya aún podía moverse en contra para refutar.

—No te preocupes...

—No lo creo. Mira tu nariz.

Y sin decir más que agregar, Midoriya al fin captó que lo frío que estaba sintiendo hace dos segundos era aquella masa incolora que resbalaba de uno de los orificios de su nariz. Elevó
ésta, intentando parar el escurrimiento de mucosa, Shouto gentilmente le había ofrecido uno de sus pañuelos, Midoriya lo tomó, agradeciendo en voz baja y quedaron así, con Midoriya limpiándose y Todoroki observándole, hasta que Shouto volvió a hablar, orgulloso de su victoria.

—Ahora si, podemos descansar.

Midoriya deseó que la tierra lo tragara por perder la discusión de forma tan absurda.