¡Hola! Hoy me han dado ganas de escribir algo de estos dos pequeñitos uwu)/ Como siempre, no andaba muerte, andaba de parranda (?)

Carne.

Todoroki no había notado que Midoriya hablaba bastante.

Pero hasta hace unos instantes, jamás notó lo tedioso que ésta podía hacer. Sus ojos recaen en él, luego pasean más abajo, las cejas, los ojos, la nariz y ... Midoriya tenía una boca chiquita y unos labios bonitos; unos muy interesantes que te hacían perder en éstos.

Todoroki estaba atraído por la boca pequeña de Midoriya.

Enterró esos pensamientos en él, pensando que no eran los adecuados para el momento y las circunstancias, ¿Y Midoriya? Bueno...

Midoriya no dejaba de hablar.

En serio, no dejaba de hablar.

Llevaban ...¿Cinco o seis minutos?

No lo sé, estaba perdido entre el tiempo y el espacio. Y parecía que el pecoso apenas iba a mitad del desenlace de su historia de como conoció al nuevo héroe de las revistas. Miró de reojo al pecoso y su radiante sonrisa, luego regresó a la correa de su mochila para jugar con ella. A Todoroki le gustaba escuchar hablar a su mejor amigo, le entretenía y de vez en cuándo sentía la punzante sensación de aportar algo a la conversación aunque sólo fueran detalles y algún uno que otro dato.

Midoriya poseía el encanto natural de hacerte hablar, por más limitado que fuera tu repertorio de vocabulario.

O al menos en Todoroki podía usar esa magia en su contra.

Pero en este momento, era algo incómodo hablar con éste.

Se tensó de pronto al verlo hablar, dirigiendo su mirada a su boca y esos labios que se entreabrían lentos, Todoroki sintió que lo estaban invitando, una insinuación pequeña y pecaminosa, se pellizcó el labio ¿Midoriya se enojaría? ¿Debería hacerlo?

Se sintió peor consigo mismo, un abuso de confianza hacia a alguien como Midoriya.

Pero

Todoroki no resistía la tentación de hacerlo.

Y se sentía un mal amigo por tener esos sentimientos encontrados en él. Una vez más, los ojos recaen en la boca ajena.

—Midoriya esto es muy interesante —continuó, sin apartar la vista de los pequeños puentes bucales, esperando que eso fuera la suficiente indirecta al pecoso de sus sentimientos.

No obstante, la reacción fue negativo, Midoriya sonrió con más orgullo y amplia la sonrisa.

Lo que una debilidad para Todoroki.

—¡¿Verdad?! Y no te he contado la mejor parte, Todoroki-kun...Venía de regreso a casa —masculló de nuevo, perdiéndose en esa unilateral conversación.

Definitivamente, esa no era la reacción que estaba esperando de su parte.

Todoroki suspiró derrotado, su mirada no se despegó su amigo. Y el conflico interno lacerando sus pensamientos tampoco

¿Sería mal amigo si lo hiciese?

Una vez mira los labios, gestos incómodos se notan en él, naciendo de forma inmediata.

Al final recayó en una conclusión; Al demonio con eso, lo haría.

Siendo Midoriya no podía enojarse con él, era incapaz.

Una vez, Todoroki se sintió mal por aprovecharse de su amistad, y de nuevo violar su confianza.

Se detuvo de inmediato, suspiró con fuerza y atrajo la atención del pecoso, que imitó su mismo comportamiento con una expresión preocupada en él. Midoriya dejó de hablar, se giró para verlo de reojo, pero casi soltó un grito cuándo Todoroki había dejado el lugar para estar cerca a él.

DEMASIADO cerca de él.

Ojos chocando, nariz rozándose y los labios apenas separados por centímetros.

Midoriya tragó saliva, pensamientos llegaron, vinieron, y buscando una excusa para inusual comportamiento. No era normal tanta cercanía entre ellos, ¿verdad? ¡¿Verdad?!

¿Q-Qué le estaba pasando?

—Midoriya —Todoroki dejo caer sus dos manos sobre los hombres del poseedor de One for all, recibió como respuestas aquellos ojos llenos de curiosidad y alteración —No puedo detener esto, tengo que hacerlo.

Midoriya entró en un conflicto interno. Su mente procesó las palabras, las verificó y eran demasiado textuales para ser malinterpretadas.

¿Hacer qué?

¿E-Eso?

Esperen.

¡¿Hacerlo?! ¡¿De verdad?!

¡¿Ahora?!

¡¿D-De verdad lo haría?!

Miró a todos lados, a la derecha, a la izquierda, arriba, abajo, las calles, las personas, los hombros de Todoroki encima de los suyos. En este momento no había nada, ningún conocido o habitante que pudiera interrumpirlo.

Si de verdad Todoroki lo hacía, esto era el momento.

Midoriya lo anhelaba y parecía que Todoroki tampoco se detendría.

Una combinación perfecta.

Cerró los ojos por un momento, todo sobre la atenta mirada de Shouto. El pecoso tragó saliva, atento a él y esperando sus movimientos, sus palabras, y sentimientos.

Todoroki quedo en silencio, Midoriya sintió que el agarre sobre sus hombros se tensaba y apretaba, pero todavía no había nada. La ansiedad golpeó sobre él, éste apretó más los ojos y aguantó un suspiro que amenazaba con salir.

Iba a llegar, iba a llegar.

Definitivamente iba a llegar.

Midoriya no esperaba que su primer de beso fuera tan repentino, algo tan rápido, pero no era que lo quisiera. Ahora muchos pensamientos iban, ¿saldría bien? ¿habría interrupciones?

¿Estaba bien? ¿Su aliento se encontabra bien? ¿Todoroki estaba de acuerdo? ¿Tenían miradas encimas?

¡Demonios!

Debió probar la nueva paste de marca All Might ...¡Hubiera sido la oportunidad de la mente perfecta para acabar con las caries!

Ya, no era el momento para sus preocupaciones, de verdad iba a suceder.

Contaría hasta tres.

Respiró de nuevo.

Uno...

Dos...

¿Tres...?

Sin embargo, nada no llegó.

—¿Todoroki-kun? —habló, abriendo los ojos, pero Todoroki seguía inmerso en su lugar, parecía dudoso, Midoriya estaba a punto de alegar que estaba bien y podía continuar sin temor.

Al final, dio una segunda bocanada de aire y hablar con su inexpresión seria.

—Tienes un pedazo de carne entre los dientes desde el almuerzo. Tenía que decírtelo porqué se veía demasiado.

Todoroki se quedo satisfecho, qué buen amigo era.

Sin embargo, su complacencia murió tan rápido de haberse manifestado cuándo Midoriya rompió el contacto entre los dos, retrocediendo y escondiendo su boca entre las manos.

Tuvo un sentimiento amargo en su estómago, ¿acaso hizo algo malo?

—Pero no prestes atención a ese detalle —añadió con su asidua voz monótona, ignorando al otro que presionaba su mano en la boca con un gesto abochornado, ese sonrojo era bonito.

Todoroki sacudió esos pensamiento, y se limitó a calmar el ambiente al agitar sus propias manos de arriba a abajo con sosiego. Midoriya no pareció surtir ese efecto, ya que sus enormes ojos verdes no paraban de mirarlo con cierta pena.

Shouto no se rindió, insistió.

—Continua Midoriya, ¿qué sucedió con All Might en esa entrevista?

Midoriya se sumergió en silencio, después su vista estaba enfocada en todos lados, la pared, la calle, las personas, el cielo, y al final ojos verdes se encontraron con los suyos, y expresaron.

—Y-Ya no lo recuerdo.

El chico de hielo y fuego quedo en silencio, sin comprender del todo porqué Midoriya había dejado de hablar y ahora se limitaba a apaciguar su voz con sus manos.

No había de que avergonzarse. Para eso estaban los amigos, para decir esos pequeños detalles que uno suele ignorar.

Comida en los dientes era cosas de todos los días, ¿no es así?

Notas finales.

Platicando con una amiga, llegué a la conclusión de que esto era muy chistoso. Lo siento, pero amo hacer este tipo de cosas. No esperen muchas cosas románticas, soy más de hacer cosas randoms x//D. Intentaré escribir algo bonito para la próxima, pero fue muy divertido poner al TodoDeku en este tipo de situaciones! 

 Ya que para mí, al TodoDeku lo ponen como una pareja demasiado perfecta, onda, es muy divertido verlos actuar como pendejos en situaciones bien randoms

¡Gracias por leer!