4. Cactus.

Todoroki acaba de descubrir algo con Midoriya, es muy extraño y algo perturbador cuándo se trata de las particularidades de los héroes. Capturaba el interés de Todoroki, lo llamaba y le hacia cuestionarse un montón de planteamientos breves. Midoriya era como una caja de sorpresa, un lienzo nuevo que aún no se ha pintado ante él, le agrada mucho.

Pero, ¿Midoriya habrá percibido que llevan todo el descanso desperdiciado?

No, no lo creía.

Volvió a prestar atención a su compañero, quién ahora tenía la libreta en alto y siendo vapuleada por el ominoso bolígrafo. Murmurando mensajes precipitados y conclusiones incompletas sobre los posibles usos, sus ventajas y alguna forma de combatirlo.

Todoroki no vio el momento de interrumpirlo, ni tampoco quería hacerlo.

Habían acordado salir a almorzar tan pronto el timbre rompió al salón de clases, pero, entre breves pláticas monótonas y el querer saber del día, el protegido de All Might detuvo su atención y empezó a responder con balbuceos ante él.

Los ojos le brillaron, tal cual presa había encontrado algo nuevo, y Todoroki solo vio cómo éste salió disparado contra el chico que poseía piel verde y espinas inyectadas alrededor de sus brazos.

Ahora se encontraban aquí, con Midoriya dando miradas furtivas a su objetivo nuevo, y respondiéndose con monosílabos, intentando prestarle atención, pero Todoroki sabía que no era así, que su órbita ahora giraba a él y al nuevo compañero con cualidades de cactus, o eso veía él.

— ¿Por qué no le preguntas? Te ves como un acosador de esta manera.

Intentó ser gentil, pero no pudo. Todoroki tenía la virtud de atacar directamente y dejarte con la guardia baja. Ésto sólo colocó a Midoriya de nervios, y apreció más su entorno. Porqué no sólo era él chico de hielo, también sus demás integrantes de compañeros lo veían con rareza.

—¡Todoroki-kun no puedo hacer eso!

Estalló, intentando justificarse.

—¡Se vería raro!

—Te ves más raro así.

Midoriya estaba a punto de refutarle algo barato, pero el timbre resonó entre ellos, aquel chico de la particularidad herbolaría se alejó, entonces, regresó a su realidad y percatándose que había desperdiciado el tiempo con él, y de pasada el de su compañero.

Se sintió apenado, y mala persona. Todoroki lo comprendió de inmediato y trató de hacerlo sentir mejor.

—No te preocupes, Midoriya. Me gusta pasar tiempo contigo.

Izuku agradeció aquello, Todoroki era una buena persona.

—Aunque hayas parecido algo acosador hace unos segundos, ¿te pones así con todos?

Qué era demasiada sincera.