14🏅
Kaleb se levantó mirando alrededor, Paul estaba prácticamente roncando en la cama encima de él, Oskar también dormía en la litera a su lado. Kelly dormía en el fondo, pero el puesto de Nikita estaba vacío en la cima, Sander no dormía con ellos.
Con un suspiro salió, necesitaba tomar un poco de aire, no podía dormir, el día fue una gran porquería y en el ejercicio en grupo lo más probable es que le fuese igual de fatal.
—Kaleb, ¿tampoco puedes dormir? —Kaleb miró hacia Nikita, estaba en uno de los asientos fumando un cigarro.
—No, estoy…
—Creo que nervioso sería la palabra correcta —dijo señalando el puesto a su lado, Kaleb se sentó.
—Sí, eso creo.
—¿Quieres uno? —Nikita le ofreció sus cigarros, Kaleb tomó uno y su compañero lo encendió.
—Gracias.
—Bueno, tampoco podía dormir —murmuró dejando salir un poco de humo.
Kaleb inhaló y exhaló, hacía un buen tiempo que no cogía un cigarro y definitivamente no extrañaba la sensación.
—¿Alguna razón en específico?
—Lo que pasó hoy trajo algunos recuerdos —Kaleb se ahogó con el humo al escucharlo, Nikita le golpeó la espalda—. Kaleb, no estamos en contra, ni enojados por tus gustos, tus ex-compañeros son unos imbéciles homofóbicos, eso no debió pasar.
Kaleb tosió por última vez.
—Dímelo a mí, siento no haberlo dicho antes y que se formara todo este lío —Nikita se encogió de hombros.
—Es normal tener miedo, eso nos hace humanos.
—Sander insistió para que les dijera, que así me sentiría mejor, pero yo… —la carcajada baja de Nikita se escuchó.
—No te sientas mal por eso, creo que Sander es incapaz de sentir miedo a veces, así que está bien.
—Sabía que no les importaría, pero aun así no pude —Nikita volvió a tomar una calada de su cigarro, Kaleb lo intentó de nuevo con el suyo.
—¿Alguien te hizo la historia de cuando supimos sobre Sander?
—No —Nikita sonrió.
—No te digo que es incapaz de sentir miedo por gusto, creo que fue hace once o doce años, aún estaba impuesta la ley sobre no divulgación y nadie se atrevía a preguntar sobre ese tema —Kaleb abrió los ojos a más no poder, por alguna razón había pensado que ellos lo supieron después de quitar la ley, no antes. Sander lo sorprendía cada vez más.
—¿Lo supieron antes de la derogación? —Nikita se encogió de hombros.
—Ahora es un Comandante responsable, pero antes era un tonto sin miedo a nada.
—Es difícil imaginarlo —murmuró por lo bajo, aún así Nikita pudo escucharlo.
—Estoy seguro de ello, una vez acabamos el entrenamiento y nos dieron la noticia de que estábamos juntos fuimos a festejar, sólo nosotros sabemos que ese entrenamiento de mierda es un maldito infierno —Kaleb le dio la razón.
—Ujum…
Nikita suspiró y apagó su cigarro en el cenicero a su lado, Kaleb hizo lo mismo aunque su cigarro ni siquiera estuviese por la mitad.
—Sander nos atrapó al otro día, nos habíamos quedado en su casa y todos estábamos de resaca, fue el peor momento de la historia para ser tan lanzado.
—¿Les dijo? —Nikita se frotó la cara.
—Dijo que si iba a servir con nosotros no quería secretos y dejó caer la maldita bomba de que también le iban los tíos.
—¿Y la reacción? —Nikita lo miró.
—Te dije que fue un mal momento y con lo de la ley aún estábamos en shock. Oskar se puso de pie y simplemente se marchó, Kelly no tenía idea de que hacer, y yo, bueno, no lo entendía, así que luego de ofender a Sander me retiré.
Kaleb tragó, se llevaban tan bien que nunca hubiese imaginado que eso fuese posible.
—¿En serio?
—Totalmente en serio —dijo con un asentimiento—. Sander no tuvo la aceptación que esperabas, no sabíamos que hacer, se suponía que él no debía decir nada, y aún así hizo las cosas incómodas entre nosotros.
—¿Entonces cómo?
Nikita miró hacia arriba.
—Es difícil ignorar a alguien que pasó el entrenamiento junto a ti, que sirve a tu lado, además, éramos amigos antes de saber sobre eso.
—¿Cediste por eso?
—Yo no —murmuró haciendo una mueca—. Oskar y Kelly comenzaron otra vez a llevarse bien con él luego de un mes, no puedo darte razones por eso porque no lo sé, pero Sander es increíble, puede conseguir lo que quiera —Kaleb asintió, tenía que darle toda la razón en ese sentido—. Sin embargo, yo no cedí tan fácil.
—¿Te molestaba su orientación?
—Para mi desgracia crecí con un borracho que no me inculcó los valores correctos, para mí estaba mal y ese era todo el asunto —dijo distraídamente, Kaleb se encogió de hombros.
—Pudiste decir algo, cambiarte o…
—Aún sentía ese compañerismo y no podía negar que Sander hacía bien su maldito trabajo, pero tenía este concepto estúpido sobre los homosexuales, que eran pequeños, amanerados, afeminados y Sander era todo lo contrario por eso estaba tan enojado.
—¿Enojado?
—Mi padre me enseñó cosas —admitió—. Que estaban enfermos, no deberían existir, depravados, promiscuos, no puedo explicarte la cantidad de cosas que pensaba y estaba viniéndome abajo porque me hacía sentir mal pensar cosas tan estúpidas teniendo a Sander en frente.
—¿Y qué pasó?
—En realidad sucedió seis meses después, en el segundo despliegue, aún no le hablaba a Sander, pero me entretuve en la misión y casi termino con una bala en la maldita cabeza.
—¿Sander te salvó?
—Sí, luego de mostrarle indiferencia por seis meses corrió directo hacia mí y me tiró al suelo, él tomó la bala, por suerte fue en el chaleco y no pasó a mayores —Kaleb suspiró—. Sander me gritó y golpeó para que me centrara y eso hice.
—¿Se arreglaron?
—No, convivimos mejor, cuando mi padre murió sé que va a sonar duro, pero me sentí libre, interactuaba más con los chicos y me di cuenta de que no importaba si Sander estaba con un tipo o una mujer. No tenía que importarme porque tenía mi espalda en el campo y era bueno haciendo su trabajo.
—¿Sólo así? —Nikita asintió.
—Sí, nos hicimos buenos amigos después, pero no fue fácil, como decía, siempre va de lleno sin miedo a nada, se cree jodidamente invencible y eso hace que sea increíble en lo suyo.
—No tengo dudas de eso.
—Bien, entonces deja de preocuparte por la opinión de los demás y vive tu vida como si fueses invencible —Kaleb se echó a reír.
—Gracias.
—Por nada, puedes llevar a tu novio a nuestras reuniones, nos importa un carajo, Sander ya nos dejó sin nervios —dijo Nikita con una carcajada, Kaleb no quería saber sobre eso y no era como si pudiese llevar a su novio, joder, estaba tonteando con el Comandante—. Ahora ve a dormir, necesitas dejar atrás a tu equipo ¿y qué mejor que patearles el culo?
—Nos vemos en unas horas —Kaleb se puso de pie, Nikita asintió y sacó otro cigarro mientras él iba de vuelta a su cama.
Logró dormir máximo una hora y luego pensó toda la noche, su horario de sueño era un desastre y una vez fue la hora de levantarse se arreglaron. Justo cuando terminaba de abotonar su uniforme Sander apareció frente a ellos, estaba impecable con su uniforme de camuflaje y la banda en su brazo.
Kaleb miró hacia otro lado y suspiró.
—Equipo, ¿cómo durmieron?
—Como un bebé, así que estoy listo para patear a esos creídos —gruñó Oskar, Kaleb no dudaba de la declaración, ni siquiera dejó de roncar anoche por un segundo.
—Primero desayunen, el ejercicio comienza más tarde —Oskar torció los ojos mientras salía.
—Bueno, mierda, como hacen esperar.
—¿Hablamos? —preguntó Sander cuando todos estuvieron fuera. Kaleb mordió su labio inferior.
—¿Es necesario? —Sander torció los ojos.
—No seas paranoico, puedo hablar con cualquiera de ustedes a solas cuando sea preciso, ¿cómo estás para hoy?
—Bien —murmuró, Sander lo miró fijamente.
—¿Bien, bien, o bien igual que ayer? —Kaleb pasó una mano por su pelo, lo de ayer aún estaba molestándole.
—Lo de ayer no se repetirá, fue…
Sander colocó una mano en su hombro y apretó.
—No te reclamo por el ejercicio estoy comprobándote.
—Estoy… —Kaleb suspiró—. Mejor que ayer en realidad, lo de anoche fue de gran ayuda —Sander asintió y quitó su mano haciéndole extrañar el contacto al instante.
—Bien, porque esa era la finalidad, si en algún momento crees que vas a perder los nervios como ayer o te sientes mal habla conmigo.
—Me echarán luego de este ejercicio —murmuró.
—¿Qué?
—Esto era una maldita prueba y ayer mi actuación fue inservible —Sander colocó una mano en la parte posterior de su cuello e hizo que lo mirara directamente, se veía enojado.
—Todos ellos saben lo que hicieron, te pusieron a tu antiguo equipo enfrente y ahora te obligan a enfrentarte a ellos, están tocando directamente tu herida y lo saben, no van a sacarte por eso, ¿sabes por qué?
—No —admitió, Sander levantó las cejas.
—Porque harás bien el ejercicio en equipo y dejarás atrás ese maldito trauma —Kaleb asintió cuando vio que esperaba una respuesta—. Además, no tendremos que enfrentarnos al equipo Eco otra vez y después de lo que hicieron no los pondrán a trabajar con nosotros.
—Pero… —los ojos de Sander cayeron en su boca, él se alejó un poco y dejó de tocarlo.
—No olvides que esto también es una prueba para ellos, puedes destruirlos, Kaleb.
—Gracias.
—Ahora ve a desayunar —Kaleb arqueó una ceja.
—¿No irás?
—Ya desayuné, tengo que reunirme con los altos mandos para revisar el ejercicio —Kaleb asintió y comenzó a caminar dándole la espalda—. Sullivan —llamó Sander, Kaleb se giró—. No pierdas la calma, el equipo Eco estará ahí, recuerda que tienes otros compañeros.
—Sí, señor.
Kaleb caminó al comedor, estaba terriblemente silencioso, nada más entrar cogió su bandeja, sin hacer mucho caso a las miradas y la bandeja llena se sentó con su equipo. Anderson no dejaría pasar la oportunidad, lo sabía perfectamente.
—Bueno, miren quien llegó, probablemente sea el único francotirador que ni siquiera puede montar bien su rifle —Kaleb apretó la mandíbula, ni siquiera podía decir nada porque era cierto.
Oskar dejó su cuchara y levantó una ceja.
—Y tú serás el primero de tu equipo en salir sin dientes hoy del ejercicio.
—Ten cuidado y no sea al revés —gruñó Anderson fulminándolo con la mirada.
—Al menos te arrancaré un trozo mientras lo intentas, guapa —replicó Oskar lanzándole un beso, su equipo se echó a reír.
—¿Qué dijiste?
—¿Hay algún problema? —preguntó uno de los superiores mirándolos directamente.
—No, Señor —dijo, luego miró a Oskar—. Jodido imbécil, haré de tu vida un infierno.
—Eso espero, princesa.
Anderson maldijo después de eso, pero no dijo nada más, tuvieron que esperar una hora más hasta que los reunieron, ambos Comandantes estaban frente a ellos junto a los Superiores. Kaleb apretó la mandíbula, Sander se veía francamente de malhumor.
—Sander no se ve contento —avisó Kelly aunque ya todos estaban enterados.
—Equipos, ya tenemos el ejercicio completamente planificado y tienen que ceñirse a las reglas —Oskar dejó salir un bajo gruñido.
—Ya no me gusta esto.
—Uno de los equipos será hostil, la misión es defender a sus rehenes, los contrarios tendrán que entrar y sacar a todos los rehenes vivos. Los Comandantes les explicarán las reglas y en una hora comenzaremos.
Sander caminó hacia ellos, Nikita fue el primero en preguntar.
—¿Por qué estás de malhumor?
—Bueno, por lo general no me gusta morder almohadas, pero hoy ni siquiera me pusieron lubricante —dijo Sander haciendo que el equipo contrario se quedara de piedra y ellos se rieran. Nikita no se estaba riendo, él simplemente torció los ojos.
—Muy gracioso, Sander, eres desagradable, ¿eso quiere decir que somos hostiles?
Sander hizo una mueca.
—Sí, la única ventaja serán nuestros diez rehenes, estaremos concentrados para que ellos vengan y nos pateen el culo, por favor, hay que matar por lo menos a tres de ellos —gruñó mirando hacia el equipo, Paul se encogió de hombros.
—O a todos, podemos hacerlos fracasar —Kelly asintió y Kaleb negó, tenían más fe que el papa.
—Tienen la ventaja, será difícil que ganemos, pero no es imposible.
—¿Qué hay de los rehenes? —Sander se encogió de hombros.
—Podemos matarlos si es necesario y joder al equipo Eco, mientras menos rehenes salven mejor, sin embargo tampoco es bueno que matemos a nuestros rehenes —Oskar se encogió de hombros.
—Total, siempre quise saber que se siente estar en el pellejo de los malos.
—Ajá, sí, también estaremos limitados en armamento, sólo pistolas y dos fusiles, tendremos que proteger tres malditas entradas, una ventana y una azotea justo encima.
—¿Esto es en serio?
—Sip, ya saben lo demás, nada de disparos a la cabeza, sólo lugares con protección y una vez abajo ahí te quedas —Paul pestañeó.
—¿Cómo fue que terminamos de hostiles?
—Por alguna razón el otro Comandante tenía preferencia y me tocó quedarme con esto.
—¿Dejaste que esto pasara sin pelear? —preguntó Nikita mirándolo fijamente, Sander sonrió.
—¿Qué querías, que me pusiera a despotricar frente a todos mis Superiores?
—Para la próxima al menos trae tú el lubricante —devolvió la broma haciendo reír a Sander.
—Bueno, mierda, ya te dije que esto es atípico, sólo hagamos esto y vayámonos de una vez, ya quiero ver a mis hijos, estos cabrones me tienen de muy mal humor.
Una vez les dieron el lugar que utilizarían de base y colocaron a los rehenes dentro Sander comenzó a dar órdenes, eran diez rehenes que tenían que dividir entre seis de ellos mientras vigilaban las entradas.
Kaleb fue posicionado en el techo con uno de los fusiles, sin rehén, Sander estaba priorizando que no entraran por ahí, tenían otras casas cerca de donde estaban y era bastante admisible que quisieran intentarlo.
Paul estaría con dos rehenes vigilando la ventana, Kelly y Nikita estaban en la entrada trasera y dos rehenes más. Oskar se había quedado con la entrada lateral y Sander tenía a cuatro rehenes concentrados cerca de la entrada principal. Tomaría mayores rehenes para que los demás se concentraran en el equipo Eco.
—Bravo tres, ¿algún movimiento? —Kaleb escuchó la voz de Sander por su comunicador y contestó mientras seguía mirando por la mirilla de su rifle.
—Aún nada, Bravo uno.
—Bravo dos, y cuatro, atentos, es posible que entren por ahí —advirtió, Kelly gruñó.
—Le aviso a todos, si lo intentan y no puedo con ellos mataré a mis dos rehenes, no dejaré que me eliminen sin más.
—Tienes mi permiso, sólo si no hay de otra.
Kaleb se echó a reír por la voz monótona de Sander. Kaleb suspiró al ver a dos de ellos dirigirse hacia Kelly y Nikita.
—Aquí Bravo tres, el equipo está dividido, dos entrarán por la entrada trasera —avisó, Sander habló de nuevo.
—¿Puedes eliminarlos?
Kaleb respiró y se concentró en uno de ellos, el primero estaba bien escondido y disparar sería una pérdida de tiempo, pero el segundo estaba a tiro, así que disparó dándole a su chaleco.
—Uno de ellos eliminado, el otro se dirige directamente hacia dos y cuatro.
El techo tembló de pronto, Kaleb miró a todas partes, había un poco de humo pero no sabía precisar de dónde venía.
—Bravo tres, ¿qué fue ese ruido?
—No tengo visual desde aquí.
—Jodido equipo de mierda —gruñó Oskar de pronto—. Utilizaron explosivos de este lado.
—¿Necesitas…?
—Acabo de matar a uno de estos hijos de puta, pero también estoy muerto, buena cosa que no tuviera rehenes.
—Bravo dos, cuatro, reporte —Nikita fue quien contestó.
—Bravo uno, estamos fuera.
Sander maldijo.
—¿Es en serio? Son terribles como hostiles —todo el equipo se echó a reír gracias a eso—. Bravo seis y tres, encuéntrense conmigo en la entrada principal e intenten eliminar a los que vean de camino.
Kaleb tomó su rifle y bajó, también tenía dos pistolas, por lo que estaba bien armado, apuntó a medida que caminaba, Sander estaba lejos de su posición y alcanzarlo sería bastante difícil.
—Kaleb —dijo Anderson frente a él, tenía una mejilla un poco roja y llevaba un rifle, lo fulminaba con la mirada.
—Anderson.
—Estaba buscándote, imaginé que estarías ahí arriba —Kaleb levantó las cejas.
—¿No vas a dispararme?
—Lo mismo podría preguntar.
—No me voy a sentir mejor disparándote con una maldita bala de goma.
—Ven aquí, imbécil y haz algo por ti —gruñó Anderson tirando su rifle.
Kaleb hizo lo mismo, el contrario no demoró demasiado e intentó golpear su mejilla, lo esquivó y le dio un puñetazo en el estómago.
Anderson maldijo dándole un codazo en la nariz, Kaleb sintió el chasquido y el dolor, pero pateó su estómago lo más fuerte que pudo, el contrario jadeó y tuvo que arrodillarse en el suelo.
—Mierda, imbécil, ¿qué estabas pensando cuando sugeriste dejarme en ese maldito bosque? —Anderson lo fulminó con la mirada.
—En que el mundo no iba a perderse nada tan bueno, eres un jodido mari… —Kaleb lo golpeó otra vez escuchando el chasquido al darle un golpe en la nariz, al menos le había devuelto el golpe.
—No vuelvas a repetirlo, joder.
—Te pusieron en el equipo correcto, probablemente todos sean… —Anderson no pudo terminar de hablar debido a otro golpe.
—Ya cállate —gruñó cogiendo la pistola y disparando dos veces a su chaleco, Kaleb se levantó y sacudió su ropa mientras lo veía—. Felicidades, acabas de reprobar por este jodido maricón y su equipo, imbécil.
—Bueno, joder, me alegra no estar muerto de verdad para poder escuchar como golpeaban a ese bocazas, ojalá hubiese venido por mí —replicó Oskar por el comunicador. Kaleb se quejó e intentó disminuir el dolor en su nariz llevándola a su lugar.
Luego de limpiarse la sangre con la manga de su uniforme y recoger el rifle corrió hacia la ubicación de Sander, había otro del equipo Eco ahí, al parecer Paul se había encargado de él.
Kaleb se escondió mientras veía a Sander, sólo quedaba uno del equipo contrario, Cussler era el último.
—Suelta el arma —ordenó Kaleb entrando. Paul ya estaba eliminado, Sander al parecer se había encargado del otro del equipo Eco y varios rehenes.
Como uno de los malos no bromeaba, sostenía la pistola contra uno de los rehenes y miraba a Cussler.
—Kaleb, tiempo sin vernos —Kaleb asintió.
—Sí, la última vez no fue placentera —Cussler apretó la mandíbula.
—Al menos fuimos por ti.
—No deberían haberme dejado en primer lugar —Cussler levantó las cejas, pero no perdió a Sander de vista.
—Esa no fue mi decisión.
—Te agradezco por convencerlos de volver, pero no somos amigos, ahora suelta el arma —ordenó, Cussler negó.
—Vas a tener que dispararme.
—No tengo problema con hacerlo.
—Entonces dispara —Sander movió el arma en su mano.
—Vamos chico, han perdido a cinco rehenes, si lo intentas otra vez voy a volver a disparar —Cussler lo fulminó con la mirada.
—No vas a tener otro rehén.
Sander se echó a reír.
—Bien —gruñó y disparó a su chaleco dando por terminado el ejercicio.
Sander bajó su pistola y suspiró.
—Menudo ejercicio de mierda —se quejó saliendo, Kaleb lo siguió junto con los demás.
Los eliminados del ejercicio estaban sentados en el exterior, Anderson tenía un paño sobre la nariz y no se veía contento. Kaleb necesitaba que le revisaran la nariz también debido a ese idiota.
Luego de su revisión e indicarle compresas frías los reunieron, ninguno estaba muy conforme con la situación y los Comandantes de cada equipo no cabían en su propia piel.
—Los resultados son increíblemente malos, el equipo Eco fue completamente neutralizado, no lograron rescatar a ningún rehén y el equipo Bravo eliminó a cinco y sobrevivieron dos de ellos —Sander apretó la mandíbula.
—Lo siento Señor, enfrentar a ambos equipos fue una mala idea, tenemos entrenamiento similar, no es una sorpresa el resultado —Kelly lo golpeó con el hombro.
—Comandante, lo dejaré pasar porque fue el ganador el día de hoy, pero su equipo necesita trabajo, sobretodo su novato que se vino abajo en un simple ejercicio individual —Sander se disponía a hablar de nuevo hasta que Kelly carraspeó.
—Sí, Señor —gruñó en cambio— . Jodido imbécil —dijo por lo bajo casi haciéndolos reír.
Una vez en el avión, sin equipo Eco o Superiores Sander se colocó frente a ellos y cruzó los brazos, Kaleb mordió su labio inferior, no había fallado el segundo ejercicio, pero sí el primero.
—¿Qué mierda fue eso? ¿Muertos todos? Me dejaron con los novatos y Paul murió al final —se quejó Sander, él miró hacia Nikita, Oskar y Kelly—. ¿Qué estaban haciendo, no se lo tomaron en serio porque era un ejercicio?
Oskar arqueó una ceja.
—Éramos hostiles, ese no es nuestro trabajo, si hubiésemos estado del otro lado, habríamos ganado sin bajas…
—Pero no lo estaban, esa era nuestra misión en ese momento.
—¿Por qué estás tan enojado? —preguntó Nikita con confusión, Sander apretó la mandíbula.
—No importa, esa actuación fue decepcionante.
—Al menos me encargué de uno, no como otros —replicó Oskar por lo bajo refiriéndose a Nikita y Kelly.
—Felicidades —dijo Sander irónicamente—. Y luego te mataron como si nada.
—Al final ganamos.
—¿Ganamos? —preguntó con enojo, Kaleb se estremeció—. Sólo Sullivan y yo ganamos, ustedes están jodidamente muertos y no van a celebrar por eso —sentenció y luego se retiró lejos de ellos.
Kelly suspiró.
—Bueno, carajo, Sander está de malhumor, espero que sus hijos mejoren eso o no vamos a celebrar en un buen tiempo.
Kaleb mordió su labio inferior, bien podía intentarlo él también, estaba seguro de poder conseguir algo.
—Iré a convencerlo de incluirlos en la fiesta —Kaleb se puso de pie—. Después de todo no podemos celebrar sólo nosotros dos, los muertos a veces son necesarios —dijo con una carcajada.
—Que listillo el novato —se quejó Oskar torciendo los ojos—. No me importa si tengo que tirarme en el jardín y hacerme el muerto como castigo, sólo quiero que me deje festejar y no trabajar doble.
Kaleb se echó a reír mientras caminaba hacia Sander.
—¿Y tú qué quieres? —preguntó Sander fulminándolo con la mirada—. ¿Ya estás libre de paranoia?
—Ujum… —contestó Kaleb sentándose a su lado, Sander suspiró.
—Buen trabajo antes —mencionó.
—Gracias, ¿por qué estás de malhumor?
—No importa —murmuró pasándose una mano por la cabeza.
—Sí que importa, los chicos lo pasaron bastante mal muriendo y tú estás gritándoles —Kaleb aún no sabía cómo no se estaba riendo diciendo esa frase, quizás fuese por el aspecto preocupado de Sander.
—¿Y si no hubiese sido un maldito ejercicio? Tuviese a más de la mitad de mi unidad jodidamente muerta —Kaleb se encogió de hombros.
—Fue un ejercicio, uno muy malo y nunca vamos a estar en el bando contrario, nuestras misiones son más controladas que esto.
—Bien —sentenció Sander mirando al frente.
Kaleb dejó caer una pierna disimuladamente, él rozó suavemente sin dejar de vigilar al equipo.
—Puedo deshacerme de todo ese malhumor tuyo luego de celebrarlo mañana.
—No vamos a celebrar.
—¿No puedo convencerte de ninguna manera? —preguntó esta vez rozando su hombro, Sander arqueó una ceja.
—No lo creo.
—Mmm… ¿no quieres que te quite todo ese enojo? —Sander lo miró.
—¿Y cómo harás eso, genio?
—Puedo hacer que le cojas gusto a morder almohadas —dijo recordando la broma de mal gusto de antes, Sander casi se ríe.
—Ujum… ¿Vas a usar lubricante?
—Podría, si me lo pides amablemente —Sander mordió su labio inferior.
—¿Y hay que celebrar para hacer eso?
—Sip.
—Podríamos hacer algo —concedió, Kaleb sonrió de medio lado.
—¿Si?
—Sí, pero no olvides tu promesa —Kaleb le rozó el muslo otra vez.
—¿Cómo? —preguntó mirándolo—. Será una tortura esperar toda la noche para tenerte encima de mí.
—¿Encima?
—Sí, haré que me montes, con toda esa resistencia que tienes será jodidamente increíble —Sander cerró los ojos y apoyó la cabeza atrás, él gruñó colocando el brazo sobre sus ojos.
—Ya cállate y vuelve con los demás.
—¿Te enojaste?
—No, pero ahora estoy excitado y necesito un tiempo a solas.
—Entonces me voy —dijo poniéndose de pie con una sonrisa y regresando con los demás, Kelly lo miró.
—¿Y bien?
—Están invitados y no tendrán que hacerse los muertos en el jardín —Oskar abrió los ojos.
—Bueno, carajo, ¿cómo lo convenciste?
Kaleb se echó a reír.
— Mmm… Clasificado.
Este equipo era increíble y Sander aún más, no veía la hora de estar de vuelta, festejar y cumplirle esa promesa a Sander. Joder, le encantaba ese hombre y a estas alturas estaba completamente arruinado.
Hasta el año, sólo un año y volvería a su miserable vida.
Solo.
Sin un equipo.
Sin Sander.
******
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro