Capítulo 18: Tu indeferencia me mata.
Narra Rubí:
—Hey Zafiro, ¿Quieres comer con nosotras? —Pregunto animada, mientras apunto a una mesa.
—No, gracias —Contesta y camina en otra dirección.
Tal vez tenga que pensar en algo...
*-*-*-*-*
—¿Quieres salir a caminar un rato? El día está perfecto para eso —Apunto a el cielo.
—No, quiero descansar, pero gracias —Se voltea y se va.
Bajo un poco la cabeza.
Tal vez las clases fueron muy difíciles.
*-*-*-*-*
—Wow, este ensayo es muy largo... —Le muestro la tarea y ella siente — ¿Qué dices si lo hacemos juntas? —Pregunto sonriendo.
—No, prefiero hacer los trabajos sola —Toma sus cosas y va del salón.
Guardo el maldito cuaderno en mi bolso y suspiro.
Tal vez no creé que soy buena para trabajar.
*-*-*-*-*
—Oye Zafiro, ¿Por qué no hacemos equipos en deporte? —Pregunto insegura.
—No, ya tengo equipo, gracias —La profesora la llama y ella va.
Hecho mi cabeza para atrás.
Tal vez piense que soy una mala jugadora. No la culpo.
*-*-*-*-*
—Zafiro, las chicas y yo planeamos ir a dar una vuelta al cine, me pidieron que te invitara, ¿Qué dices? —Guardo mis manos en mis bolsillos y espero su respuesta.
—No puedo... —La interrumpo.
—Si, si, tranquila, no te preocupes, tal vez estas ocupada —Me doy media vuelta y me voy.
Está ocupada todo el tiempo.
*-*-*-*-*
—Pensaba en ir a ver la playa... —Miro el piso —¿Te interesa ir? —Pregunto con miedo.
—No, es que...
—Entiendo, bueno... nos vemos al rato —Camino lejos de allí.
Claro, no creo que le interese estar con alguien como yo. Y no tiene culpa.
*-*-*-*-*
Y eso fue le resumen de la semana, rechazo, tras rechazo, tras rechazo. Por lo menos es sincera. Por lo menos...
—Les recuerdo que en los próximos días, se celebra la inauguración de la universidad, la fiesta es este viernes por la noche, los espero allá —Anuncia una chica que entró al salón.
¿Por qué de la nada ya casi no me habla? Es como si hubieran presionado un botón en su cabeza de dice Ignorar y ese mismo botón se hubiera trabado con todo el mundo. No solo era conmigo, apenas hablaba con Peridot, a Amatista y a Perla ni siquiera las voltea a ver... ¿Y yo? Me habla solo cuando yo hago conversación y no son más de tres o cuatro palabras.
Nadie del salón hablaba con ella, ellas tampoco parecía importarle. Tampoco a mi. En verdad, lo que trae así es que no me hable a mi, a mi que soy su compañera de cuarto. No crean que no lo he intentado, hasta fui a ver una película romántica LGBT+ con un dúo de lesbianas, a ellas no las podía dejar mal.
Y ahora solo la miro de reojo en mi puesto, ella parece tan concentrada y atenta a todo. Aun sigo buscando la forma en que ella pueda ver a través de ese cabello, ese lindo cabello. A veces me miro en el espejo y veo mi pañoleta atada a mi cabeza, evitando que mi cabello se mueva luzca como se debe, esta lleno de nudos, mal cuidado, grasoso y asemeja a un nido de pájaros. Pero el de ella se diferente, es limpio, huele a menta, siempre lizo u ondulado y tan... ¡Ah! No sé qué es lo que tiene, pero es hermoso.
Es una lastima que apenas me hable, ahora... que ahora apenas me hable. ¡No sé que pasó!, de la nada se puso así, como un "Clik" mental o... ¿Será que nunca de le agradé?. No lo sé.
—Muy bien, gracias señorita, puede irse —Anuncia Ágata Blue, y la chica de antes casi sale corriendo.
Amatista murmura mi nombre, pero la ignoro.
—Psst, Rubí —Llama otra vez, la ignoro —, hey, psst, ¡Rubí! —Vuelve a llamar, la dejo en visto —¡Coño Rubí! —Golpea su mesa.
—No vine —Comienzo reír en silencio.
—¡Psst! ¡Rubí! —Comienza a fastidiar.
—Te vas a espichar mujer —Advierto.
—Voltea para que te enamores —Juega.
—No quiero problemas con Perla —Bromeo.
—Mira... —Ruega.
—¿Qué pasa? —Volteo molesta a ver que es lo que quiere, es fastidiosa cuando se lo propone — ¿Que quieres mujer? ¿Qué?.
—Tengo una idea... —Se inclina sobre su mesa para hablar mejor —Voy a invitar a Perla para eso, a ella le encantará ir a esas cosas ¿No?. Las cosas entre nosotras han ido bastante bien, gracias otra vez por invitarnos al cine, creo que gané puntos con eso, pero con esto, creo que tengo oportunidad, ¿Tu qué dices?.
—Digo que deberías hacerlo y ya, ella por lo menos te dejará de ver como una tonta que no puede tomar la iniciática —Bromeo.
—¿Y tu iras? —Pregunta.
—Esas cosas son muy aburridas para mi, siempre se lo mismo, este año de seguro que hacen lo mismo que el año pasado y el año pasado hicimos lo mismo del año antepasado y es como un ciclo si fin de aburrimiento y monotonía. Deberían cambiar a las que organizan esas fiestas... —Me quejo.
—Exagerada, no es tan malo —Repone.
—¡Ah! Pero cuando hay alcohol —Continuo, ignorando lo que dijo —, ahí todas se vuelven putas, hay stripers en una esquina, musica de barrio y hasta dejan entrar a los chicos de la universidad vecina y es como que si las directoras no les importara... Pero claro, las que deberían alegrarse un poco no les echan ganas en lo absoluto —Explico un poco molesta.
—Las señoritas tienes algo que decir a toda la clase —Dice la profesora Ágata Blue.
—No, para nada —Amatista y yo nos sentamos bien en nuestros lugares, ahora me percato que toda la clase nos estaba mirando.
—Entonces callencen, estoy dando clases y no les vendría mal prestar atención.
—Si señora —Respondemos al unisonó.
Luego, nos regañó como por 5 minutos. Ya saben, le habla a todas pero el mensaje era para mi y Amatista, típico de esa vieja amargada, nada le cuesta hacer su clase un poco más interesante. Cuando termina, se da media vuelta y empieza a escribir en el pisaron, aprovecho y le muestro el dedo medio mientras no me ve.
Luego, como si hubiera sido un sobreentendido, Amatista hace lo mismo. Todas la clase ríe en silencio, mientras ella habla y escribe ignorando lo que pasa a sus espaldas.
Lapislazuli también se une a este pequeño momento de rebeldía. Un montón de risas ahogadas sale de boca de todas las demás, y poco a poco cada una de las chicas levantó el brazo y le mostró el dedo medio a la profesora. Las risas eran cada vez más fuertes, pero esa mujer no volteaba.
—¡Buenos día...! —Rose Cuarzo entró al salón de clases de la nada, todas dimos un pequeño salto en nuestros asientos y estallamos en risas, hasta Perla dio un pequeño grito, ¡A todo el salón le caía mal Ágata! —Que rayos... —Miró raro a todo el salón, en especial a Perla.
—Rose... —Murmuró con odio Ágata, no sé por qué a todas las profesoras no les agrada Rose, ella es genial —Otra interrupción, ¿Qué quieres?.
Rose aparta la vista del salón ya la lleva hacía la profesora de trenzas feas.
—¿Ah? —Dice distraída.
—¿Qué hace aquí?.
—¡Ah! Claro, disculpa, es que es tan raro entrar y ver este salón en... tan rara sincronía —Todas rogamos que no dijera nada.
—Se llama disciplina, algo que sin dudas no conoces y que en tus clases no pasa, eso es seguro —Escupe Ágata.
—Tienes razón, esto no pasa en mi clase —Todas reímos por lo bajo mirando la cara de ironía que Rose le tenia a su, ahora, rival —, dime, ¿Cual es du gran secreto? —Rose pone su mano en su nuca y sonríe levemente.
—Como ya dije, no acepto interrupciones, pongo las reglas claras, jamas dejo que me lleven la contraria, y no dejo que me ridiculicen —Todo el mundo soltó una gran carcajada, incluso Rose.
—Entonces, ¿Usted está de acuerdo con lo que hacen? —Como si Ágata no se hubiera humillado lo suficiente, Rose le pregunta eso, ella es mala cuando se lo propone.
—Claro que lo estoy, eso me llena de orgullo —Casi me ahogo.
—Ok, si usted lo dice... —Luego le dio una sonrisa y un guiño al resto..
—Aun no me responde, ¿Qué hace aquí? —Se inquieta.
—Vine a ver las parejas del maratón, por lo de el aniversario de la universidad y todo eso... ¿Ya tienen sus parejas?.
Como si ese comentario fuese una orden, todas las chicas de agruparon con sus amigas, estaba claro que Amatista y Perla irían juntas... En la esquina del salón, Peridot estaba sonrojada y miró a Lapis, ella le sonrió y caminó es su dirección. Creí que ella quedaría sola.
—¿Quién falta por pareja? —Pregunta Ágata.
Como 10 pares de ojos se pusieron sobre mi... Oh, no.
—¿Quién? ¿Yo? —Pregunto nerviosa, ¿En verdad soy la forever alone?
—Cuando no Rubí... —Bromea Rose —¿Quién falta por pareja?.
Todas miraron a todos lados y luego me miraron a mi, luego a todos lados y nuevamente a mi. ¡¿Acaso este pedazo de salón tiene numero impar de personas?!.
Pero una figura tímida se levanto de su asiendo con un sonrojo en la mejillas y alzó la mano. No puede ser...
—Yo tampoco tengo pareja... —Murmura.
Todo mundo enfoco sus cara en mi, ¿Por qué yo?. Luego hicieron ese clásico ruido de "Huu", tal vez simulando una ambulancia, o qué sé yo.
—Ok, Rubí y Zafiro estarán en el maratón juntas —Finaliza Ágata. Me siento mal. Solo se puso conmigo porque soy su ultima opción.
Pero... ahora tenemos que pasar tiempo juntas... queramos o no. Creo que no está tan mal.
Ágata anotó los nombres de las chicas en un cuaderno, vi como mi nombre se plasmaba junto al de Zafiro. Juro que sentí un escalofrío en cuerpo. Ella solo desvío la mirada.
—Ahora, "¡Porfeee! ¡¿Por qué en parejaaa?!" —Rose imita la voz de una estudiante quejándose —Pues porque van usar una cinta en sus muñecas y se está poniendo a prueba el compañerismo entre ustedes, además es mucho más fácil evaluarlas en parejas que individual. Así que no las quiero ver diciendo "Roooose, ella me cae mal, ¿La puedo cambiar?" Ni tampoco "Roose, ella tiene piojos, ¿La puedo cambiar?" —Todas reímos y asentimos.
—Si, si, si, ya entendimos Rose, puedes irte —Se queja Ágata.
—Bien, nos vemos chicas, chao —Y Rose salio del salón de clases con una sonrisa, aun es difícil imaginarmela caminando lento y torpe por el embarazo.
—Hasta que se fue... ¡Bien! Como les decía —Se dio media vuelta y estaba apunto de escribir en la pizarra, cuando el timbre sonó —-... ¡Tiene que ser broma! —Se quejó mientras daba una patada al piso.
Me ríe cuando hizo ese pequeño berrinche, luego tome mis cosas y esperé a... Zafiro afuera. Por lo menos ahora tenia que hablar conmigo, ajuro.
Poco después salio, era a ultima.
—Oh... Hola Rubí —Saluda cuando se da cuenta que la esperaba.
—Hola, mira... ¿Qué tan buena es tu resistencia física? Ya sabes para el maratón ridículo ese, quiero ver si podemos estar a la misma sincronía —No sé como es que se me ocurrió eso, tan vez de tanto escuchar a Bismuto.
—¿Es necesario? —Evade.
—Claro, no queremos que yo vaya al frente y tu atrás, o viceversa, tampoco sé que tan rapido te cansas, esto no es un juego, es salud —Dios mio, tremenda labia.
—Pues... No sabría decirte —Confiesa. Ella camina y yo la sigo, ahora caminamos y hablamos —, nunca me eh calificado.
—Bien... En la escala del 1 al 100, ¿Que tan rapido crees estar agotada? —Indago.
—No sé, un... ¿40?.
—¡40! —Exclamo.
—¡Ya dije que no lo sé!.
—Bien, bien, tranquila. Eso se arregla fácil, mañana salimos damos una vueltas, tal vez Bismuto nos ayude y demás y puedo ver que tan competente eres y así estar en sincronía, es importante —Propongo.
Ella vacila. Mira a todos lados, como buscado una salida, que no está es ningún lado. Luego suspira y me mira.
—Esta bien, mañana en la tarde... —Que mal...
—Entiendo yo... —Abro los ojos — Wo, wo, wo, espera... ¿Dijiste que si? —La miro sorprendida, ella parece avergonzada.
—Si, eso dije...
—Wow... —Me siento rara, como si fuera importante, como una reina... ¡¿Ahora como lidio con la fama?! —¿Vas al cuarto?.
—No, ahora voy a la biblioteca, tengo que terminar lo de física —Anuncia.
—Entiendo... Saludame a Peridot.
—¿Mmm?.
—Ella siempre está metida allá, cuando la vea me la saludas ¿Ok?.
—Ok...
Ella cruzó en una esquina y yo seguí derecho.
Me siento bien... Demasiado bien...
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Lapis miró como todo el mundo miraba a sus mejor amiga... pero ella no supo a quien mirar.
Con Peridot pasaba algo similar, tenia pensado ir con Amatista o con Perla, pero ella últimamente parecían tener mejor relación. Al menos ya no se gritan tanto, pensó la rubia.
Hasta ahora no había pensado que hacer amigos fuera una cosa relevante en sus estudios, claro sus antiguos maestros no mandaban a hacer (o lo hacían muy poco) trabajos en equipo y ella siempre parecía estar sola.
Lapis, pues lo suyo ya es un poco más complicado, ella no quiere amigas, pero las necesita.
Luego de unos minutos de mirar hacia los lados, Peridot mira la Lapis en la misma posición que ella. No pudo evitar sonrojarse cuando esta le devolvió la mirada.
Se hablaron con la vista y ese lindo lenguaje corporal. Tan típico en niños y tan dulce para una adulta. Lapis sonrío para afirma aquella petición fantasmal, que solo ella sabían lo que significaba. Luego tomo sus cosas y camino hasta un puesto al lado de esa niña.
—¿Crees poder correr o necesitas que te cargue? —Jugó cuando se sentó y casi de inmediato tomo un mechón de cabello de Peridot y jugueteo con el.
—Aunque no lo parezca soy rápida —Trato de afirmar la niña rubia, pero ni siquiera ella se lo creía, la ultima vez que hizo una carrera fue cuando la estaban persiguiendo para tirarla al bote de basura.
—Si te desmayas a mitad de maratón yo voy a tener que llevar a tu cuna —Lapis río muy cerca de la oreja de Peridot, pero tan bien lo hizo muy bajo.
¿Qué clases de insultos son esos?, pensó Peridot. Ella la acababa de llamar bebé y lo sintió como un alago, ¿Qué pasa ahora? Que hasta ese jugueteo con su pelo la hace sonrojarse.
—N-no voy a d-desmayarme —Tartamudeó de manera tierna.
—Eres una niña muy adorable...
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Hola!
La primera persona que me diga a que canción pertenece la letra del titulo (Tu indiferencia me mata) le dedico el próximo capitulo.
Lamento la tardanza, tuve días malos, pero no quiero aburrir con eso. Trataré a escribir un poco más, pero se me va a ser complicado, las clases están muy complicadas, no entiendo nada, ya saben.
El próximo capitulo va a tratar sobre la salida de Peri y Lapis, si, ese de hace como 3 capítulos que no concluí como se debe.
En fin... ¿Cómo están sus unicornios bebes? Los mios ya dicen "Mamá" son tan lindos :3
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